Capítulo 12

En cuanto la noche cae sobre nosotros, entendemos que no es prudente seguir. Necesitamos descansar.

— Elliot — me acerco a él, apresurando el paso de Bestia — Elliot, hay que...

No puedo creer lo que estoy viendo.

¿Es enserio?

Elliot está dormido en la silla mientras el caballo camina tranquilo.

Y dicen que los viejos son una caja de sorpresas.

¿Quién dice eso?

Nadie realmente; pero se escucha bien dada la situación.

Bueno ¿Te vas a quedar ahí mirándolo o vas a despertarlo para evitar que se caiga de la silla?

Ah, claro.

Hago que Bestia se acerque lo mayor posible al caballo de Elliot para poder sujetar su hombro.

— Elliot — murmuro — Elliot — lo muevo un poco provocando que abra los ojos y me mire sorprendido — ¿Estabas dormido?

— Solo descansaba un momento — dice mientras se restriega los ojos y suspira cansino.

— Debemos detenernos a descansar.

— No podemos detenernos aquí en medio de la nada...

— Y no podemos seguir nuestro camino si todos estamos cansados — ambos permanecemos con una mirada desafiante a medida que nuestros caballos se detienen. — Si esas criaturas vuelven y nos atacan en este estado no podremos defendernos.

— ¿Planeas dormir a la intemperie aun sabiendo que esas cosas nos siguen?

— Cansados no podremos defendernos. Ni tú tampoco.

Y por lo visto, también los pone de mal humor.

¡Cierra la boca!

— Vamos a seguir hasta encontrar algún pueblo — ordena — No discutiré sobre esto.

— No estás pensando con claridad, Elliot. Estás cansado y lo sabes — vuelve a mirarme con seriedad — Así como también sabes que no hay ningún pueblo en el camino. — Volteo a ver a Erick y a Olfen — Pasaremos aquí la noche. Hagamos una fogata y...

— No intentes ocupar mi lugar en esta misión, Renuka — advierte — Yo soy el...

— Comprendo perfectamente quién eres en esta misión, Elliot. Pero te recuerdo que yo también soy un alfa. Y de lo que he aprendido durante todo este tiempo, tanto con Zoren como contigo, es que deberías preocuparte por el equipo. ¿De qué sirve un alfa si no cuida a sus compañeros?

Luego de escucharme, Elliot no hace más que solo reír por lo bajo mientras niega con la cabeza a medida que desvía la mirada. ¿Ahora qué le pasa?

— Wau... — mantiene esa extraña sonrisa — ¿Sabes? Por un momento creí que tenía a Khan en frente de mí — No puedo evitar sorprenderme por lo que dice — Está bien. Pasaremos aquí la noche — voltea aver a Erick y a Olfen, que se ven bastante cansados — Lamento exigirles tanto sin pensar en su bienestar. — dirige su caballo hacia uno de los costados del camino en donde hay unos arboles.

— Elliot — se detiene — Descuida, Mina y Rurik estarán bien —abre la boca para hablar; pero no dice nada y solo asiente mientras mantiene una suave sonrisa, para luego seguir.

De pronto, volteo para mirar a Sever. Realmente había olvidado que estaba sentado detrás de mí. Miro hacia todos lados; pero no consigo encontrarlo.

— Está sobre el árbol — comenta Erick — Se bajó mientras discutías con Elliot, creí que lo habías notado. Es una criatura muy extraña.

— Pero está de nuestro lado — respondo — Supongo que eso es un punto a su favor ¿No?

— Supongo — dice con expresión seria antes de seguir a Elliot.

¿Qué le pasa?

Awww, Erick está celoso del sujeto sensible.

¡¿Qué?! Déjate de estupideces.

Claro que no son estupideces. Deberías darte cuenta de ello.

Vete a la mierda.

¿Dónde he oído eso antes?

— Deberíamos turnarnos por si esas cosas nos encuentran — murmuro.

— Descuida — Sever se sienta junto a mí — yo vigilaré mientras ustedes descansan.

— Pero...

— No te preocupes por mí. De todas formas, no necesito dormir. — dice encogiéndose de hombros. — Descansa, los despertaré si es necesario.

— De acuerdo.

Aún no logro comprender el por qué me siento tan cercana a este sujeto. Pero, por alguna razón, solo siento que no es malo y que puedo confiar en él. En verdad no lo entiendo.

No tardo absolutamente nada caer dormida. Realmente no esperaba soñar nada; pero no fue así.

Me encuentro en casa. En mi antigua casa. Todo está en silencio y parece que estoy buscando algo. A alguien.

— ¿Papá?

No está en su habitación, ni en la cocina, ni fuera de la casa. No está.

— ¡¿Papá?! — continúo llamándolo — ¡¿Dónde estás?!

— ¡Renuka! — sigo su voz sin dudarlo.

— ¡Papá! — me alejo de casa.

— ¡Vete!

Lo veo correr hacia mí a toda prisa mientras yo hago lo mismo con él. Pero, antes de poder tomar su mano, una cadena aparece de la nada enroscándose en sus pies haciendo que caiga frente a mí.

— ¡Papá!

— Renu, tienes que irte sin mí — no me muevo — ¡Vete de aquí!

Lo veo ser arrastrado por el bosque hasta que lo pierdo de vista. Solo puedo oírlo gritar "¡Vete de aquí!".

No puedo moverme. El miedo me impide dar un paso hacia donde quiero. Y en lugar de eso, comienzo a correr en la dirección contraria.

Yo, abandoné a mi padre.

— Papá... — me escucho balbusear — Regresa, regresa... — dejo salir un sollozo — Tengo que ayudarlo. — Siento una mano sobre mi cabeza y me apresuro en sujetarla.

— Tranquila — escucho una suavemente voz — Todo esta bien.

Al abrir los ojos, me doy cuenta de que tenía sujeta la mano de Sever. Él me mira con una sonrisa tenue y ojos brillantes que delatan el haber estado llorando nuevamente.

— ¿Estás bien? — pasa el dorso de la mano por mis ojos para secar alguna lágrima que no había notado.

— Sí, solo... Recordé algo y... — pasa la mano por su rostro y niega con la cabeza — Olvídalo. Estoy bien..

Noto que el sol comienza a salir por el horizonte y me levanto para ver si los demás están bien.

Olfen parece estar cómodo en donde sea que caiga dormido. Erick permanece con una expresión seria mientras balbucea algo que no logro comprender.

Por otro lado está Elliot, dormido junto a un árbol mientras mientras mantiene empuñada su espada. Claro que no iba a descansar del todo.

— ¿Qué tanto dormiste? — digo mientras me acuclillo frente a él.

— Lo suficiente como para no dormirme en la silla. — cambia su posición y se sienta. Aun parece un poco cansado. — Tenemos que seguir. Si partimos ahora, llegaremos a Zafiro durante durante la tarde.

— Está bien.

— ¡Hey! — Alza la voz — ¡Erick! ¡Olfen! ¡Ya levántense! Hay que seguir... — se levanta y se estira, dejando salir un largo suspiro — antes era más fácil.

— Entiendo.

— Prepara tú caballo para irnos mientras hago que este par de holgazanes se levante.

— Claro.

Recojo mis cosas y camino hasta donde está Bestia; pero me detengo en el camino al ver que Sever está con él.

Bestia no suele dejar que los extraños se acerquen a él. Pero, parece estar muy cómodo con Sever, quien solo permanece de pie frente a él acariciando su frente con suavidad mientras Bestia mueve la cabeza acercando su morro para darle suaves empujones.

— Le agradas — su cuerpo se tensa — Lo siento, no quise asustarte.

— No te preocupes, no tienes que disculparte.

En cuanto todos estamos, retomamos el camino hacia Zafiro.

Olfen y Elliot mantienen una conversación casual mientras el caballo avanza delante de nosotros. Mientras, Erick nos sigue por detrás. Su expresión es muy seria, parece estar perdido en sus pensamientos.

— ¿Estás Bien? — me mira con sorpresa.

— Sí, solo pensaba en un par de cosas... — su mirada vuelve a fijarse en la nada.

— Oye, Sever — hace un ruido para saber que me escucha — ¿Cómo es ese lugar?

— Bueno, hay muchos árboles alrededor. Y en el centro hay una gran laguna de agua cristalina bajo un enorme risco.

— Suena a que es un lugar muy hermoso.

— Lo era al principio. Cuando el guardián aún no caía en la locura ni en el rencor. Luego de eso, solo se convirtió en un lugar que alberga muerte y desesos de venganza.

"Muerte y deseos de venganza", esa es la razón de este viaje.

Saco la perla de mi bolsillo y la observo un largo momento.

¿Por qué ya no me habla?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top