Capítulo 1
Mi vida ha cambiado mucho en 8 meses.
Saber que la persona que más quería en el mundo ya no volvería, fue un golpe muy duro para mí.
Sé que no soy la única a la que le dolió la noticia. Mi abuelo Ciro y los amigos de mi padre también sufrieron bastante por ello.
En ningún momento quise creer que aquello era verdad. Por varios días me empeñé en creer que solo era un mal entendido y que mi padre regresaría por su cuenta en algún momento. Pero, con el paso del tiempo, eso nunca pasó.
Estuve viviendo sola en casa unos días. Pero los innumerables recuerdos que ese lugar alberga me lo ponían muy difícil. Entonces, un día, Ciro solo se apareció y me ofreció vivir con él. Dijo que no podía dejarme a mi suerte después de todo lo que había pasado y que quizás era mejor para mí el que aceptara su propuesta de vivir en su casa a las afueras de Sutan.
Realmente lo pensé mucho. No quería abandonar este lugar; pero tampoco quería seguir ahogándome en mis propias lágrimas por algún recuerdo que me viniera a la mente. Así que al final acabé por aceptar.
Y eso no fue todo lo que pasó cuando fui a vivir con mi abuelo.
Inicio de flash back.
<<Ya habíamos llegado a Sutan de camino a casa de mi abuelo; pero de repente se detuvo.
— Renuka — me habló — Zoren te ha estado buscando desde hace unos días. Dice que es importante.
— ¿Zoren?
Me dirigí al despacho de Zoren mientras mi abuelo me esperaba afuera.
No pude evitar sentirme nerviosa en el camino. No podía entender por qué Zoren me buscaba.
— ¿Zoren? — dije al asomarme a la puerta — ¿Me buscabas?
— Renuka — se levantó de su silla para darme la bienvenida — Entra, hay algo de lo que debemos hablar — Tanto misterio me ponía un poco más nerviosa; y me confundía más el que Zoren quisiera hablar conmigo, ya que prácticamente ni siquiera me conocía. — Esto es para ti. — me entregó un sobre — Él me pidió esto antes de marcharse. Puedes aceptarlo si es lo que quieres.
Me sorprendí bastante al ver de qué se trataba. Una carta firmada por mi padre.
"Yo, Khan, Alfa de alfas, solicito que se le permita a mi hija Renuka, entrenar en la academia para guerreros sin importar el que sea una mujer, que no se le trate de forma especial solo por ser mi hija, y que sea entrenada por mí, o por Zoren, en el remoto caso de que no regrese de la misión de alto riesgo que se me ha impuesto.
Khan."
— ¿Mi papá escribió esto? — Zoren asintió.
— Antes de irse, me pidió varias cosas. Entre ellas, el de llevarse a Bestia. Pero, lo que realmente quería era esto — dijo moviendo la carta — Tu padre dijo que amabas esto tanto como él cuando era joven; pero es decisión tuya si quieres tomarlo o no. Él solo te abrió el camino. — mis ojos se llenaron de lágrimas al ver lo que había hecho por mí — ¿Qué decides? — me miró con seriedad. — hija de Khan.
A pesar de todos los regaños y el evidente desagrado que solía mostrar por lo que yo hacía, había hecho eso por mí.
— ¿Y bien? — preguntó con impaciencia.
— Sí. — respondí — Acepto el regalo de mi padre.
Acepté tomar el camino que mi padre me ofreció. Y pasé los siguientes 8 meses entrenando sin descanso bajo las enseñanzas de Zoren para ser tan buena como él. Para ser tan buena como mi padre>>.
Fin del flash back.
Cada día debo ir a la academia para que Zoren me enseñe a ser "alguien capaz de cumplir una misión sin morir en el intento".
Zoren no solo me está entrenando a mí él mismo. También está entrenando a un chico que llegó junto a los demás ese día. Un chico llamado Erick.
Es extraño, la primera vez que lo vi, se puso nervioso al verme y solo intentaba apartarse cuando estaba cerca de él. Nunca entendí por qué. De hecho, aún no lo entiendo.
Pero eso cambió un poco, luego de que Zoren comenzara a entrenarnos juntos. Quiere que hagamos equipo o algo.
Realmente no me molesta, a pesar de ser raro, es agradable. Solo me desconcierta su actitud insegura cuando se queda sólo conmigo.
¿Será que le gustas?
Debí suponer que no te irías.
No creo que sea eso. Hasta me atrevería a decir que su expresión es más como de miedo.
Bueno, tienes la mano bastante pesada. Cualquiera se sentiría intimidado contigo.
Estoy segura de que no se trata de eso. Así también como estoy segura de que Zoren sabe algo, ya que siempre que eso pasa, él interviene.
— ¡Vamos Renuka! ¡Erick! ¡Concéntrance! — continuamos lanzando ataques y esquivando. — Bien, suficiente.
— ¿De verdad es necesario hacer esto todos los días? — Zoren me mira con seriedad — Solo nos enseñas a combatir entre nosotros y...
— Conocer los movimientos de tu compañero y/u oponente, te ayudan a predecir el ataque o a coordinar movimientos con alguien más. — Mira a Erick — Lanza un ataque hacia mí ahora — Erick obedece.
En menos de un minuto, Zoren hace que Erick termine en el suelo luego de un par de movimientos.
Fue bastante impresionante.
— Erick siempre inicia con el mismo movimiento, y cuando lo detienen, procede a lanzar una patada rompiendo su equilibrio. — Erick se levanta. — aún tienen mucho que aprender. En estos 8 meses han demostrado un buen avance; pero aún les falta mucho camino por recorrer.
— ¿Cuánto es eso?
— Me tomó menos 1 años enseñarle a tu padre a dejar de ser repetitivo — responde — Khan cometía los mismos errores que ustedes cometen ahora; pero luego aprendió a ser "impredecible".
— O sea, que ¿en todo este tiempo haz estado esperando a que seamos "impredecibles"? — le pregunto — ¿No podías simplemente decirnos que lo fuéramos?
— ¿De qué sirve decirlo si no lo piensan por ustedes mismos? — Tiene razón — Piensen en ello. Nos vemos mañana.
Erick recoge sus cosas y se marcha de inmediato. Yo estoy por irme cuando Zoren me detiene sujetándome del hombro.
— ¿Qué pasa? — me mira con más seriedad.
— A Khan le tomó su tiempo aprender a ser un buen Alfa. No dudo que tú puedas ser tan buena como lo era él — bajo la mirada — Pero él nunca se desapareció de su entrenamiento.
— No es como si hubiera bajado mi rendimiento. También entreno cuando estoy en casa y...
— Renuka, no desperdicies la oportunidad que Khan te dió. — odio que siempre diga eso.
— No lo hago, de verdad. — resopla y niega con la cabeza, completamente resignado — ¿Cómo vas con tu lazo?
— Al menos ahora puedo sentir el lazo que tengo con mi abuelo y con... Mi madre — digo con desagrado.
— Es más fácil cuando lo entrenas de pequeña. Lamentablemente, esto es algo que complicado sin alguien más cercano que te ayude. Ciro podría, pero es igual que hacerlo sola. Es mejor...
— Si mi padre me lo enseña... — desvío la mirada.
— Ya van 8 meses y...
— Ya me voy — levanto mis cosas — Nos vemos, Zoren.
Al llegar a casa, voy a ver a Bestia. Luego de que regresaran, fue imposible hacer que volviera a su establo; y por alguna razón, solo dejaba que yo se le acercara. Por lo que Zoren dejó que me quedara con el, ya que sin mi papá, Bestia no aceptaría a nadie más.
Pero me aceptó a mí. Y tiempo después, pude montarlo, dejando sorprendidos a muchos.
— ¿Listo? — le pregunto acariciando su frente — Vamos. Ya le dejé una nota.
Zoren te va a regañar. Y estoy segura de que Ciro también lo hará.
No sería la primera vez. Además, no disminuye mi rendimiento por estas faltas.
Me monto en Bestia y salimos rápidamente de Sutan, cuidando que no nos vean tantas personas. En especial Elliot, ya que siempre que me ve, me da un aburrido sermón sobre no faltar a los entrenamientos. Es demasiado estricto.
Durante la tarde llegamos a la casa en donde vivía con papá, siempre hago lo mismo. Dejo mis cosas sobre la mesa, me pongo cómoda, le dejo comida y agua a Bestia; y me siento en la misma silla en la cocina, frente a la daga de papá.
— Sí, lo sé, Zoren va a regañarme otra vez por desaparecer — digo mirando la daga — Dirá que desperdicio la oportunidad que me diste y que no tomo en serio nada de lo que intenta enseñarme. Pero me enseña cosas que ya sé. Mejor que se preocupe por entrenar bien a Erick. Además, este es el único lugar en el que puedo concentrarme bien.
Cierro los ojos para empezar a practicar con mi lazo de sangre.
— Ahí está mi abuelo — apenas puedo sentirlo — y ella... — esto es realmente muy agotador y frustrante. Sobretodo porque no logro sentir el lazo que en realidad me importa.
Termino apoyándome sobre la mesa y simplemente me duermo unos minutos.
<<Renu...>>
Despierta de golpe sintiendo mi corazón latir de forma descontrolada mientras miro en todas direcciones.
¿Qué fue eso?
No lo sé, pero...
Analizo aquella voz que escuché.
Esto no puede ser cierto.
— ¿Papá?
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