Naruto ni Highschool DXD me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.

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Pasillos.

Una niña  caminaba por un enorme pasillo, la pequeña veía a todos lados mientras sentía su corazón ir a mil pulsaciones por segundo.

La niña era pelinegra azabache, piel tersa, ojos violetas, llevaba un vestido de color morado, ella era Akeno Himejima.

-Debe de ser por aquí-Susurró la niña mientras observaba los números de los cuartos.

La niña buscaba una habitación en específico, debido a que el dueño de la habitación no estaba en la mansión era el tiempo perfecto.

La habitación que estaba buscando era una que les tenían prohibido entrar, el hermano de su señora les había advertido sobre no entrar así como la dueña era muy estricta.

Su curiosidad de niña ya no pudo ser retenida más, Akeno debía ver que era lo que Grayfia custodiaba tan recelosamente.

Akeno sabía que ni siquiera a su amiga y maestra Rias la dejaban entrar al cuarto.

-Es aquí-Susurró la niña tragando grueso al ver la puerta que se hizo más grande desde su perspectiva.

Grayfia era la reina del hermano de su señora, era una mujer estricta pero tranquila, Akeno las únicas veces que la había visto verdaderamente enojada era cuando Rias se intentaba colar en la habitación aumentando su curiosidad.

Akeno sabía que si era atrapada sería regañada fuertemente y su ama castigada de igual manera, pero su curiosidad infantil no la dejaba dormir por lo que se arriesgaria a ser castigada.

-*Un hechizo superior y una barrera blindada de tres círculos rotatorios*-Se pensó Akeno al ver la seguridad del cuarto.

Akeno lentamente concentró todo su poder mágico mientras un círculo mágico aparecía al frente de ella.

Sudor bajo por su frente mientras cerraba sus ojos.

Para un clase baja o media era casi imposible entrar pasando por esas barreras, pero Akeno tenía un as bajo la manga.

Después de ver a su ama fallar varias veces Akeno supo que debía recolectar hechizos de desintegración mágica.

Akeno había encontrado el hechizo que le ayudaría a pasar por las barreras que Grayfia había puesto.

El hechizo que estaba realizando se llamaba [Autodestrucción], todo los hechizos eran a base de matemáticas y fórmulas de la misma, el hechizo ingresaba un número a la ecuación que hacía al hechizo fallar.

Aquella magia era prohibida para incluso los clase alta por ser peligrosa y volátil, un solo paso mal echo y el hechizo terminaría siendo una bomba.

-Y-Ya casi-Habló Akeno mientras sentía sus reservas ser succionadas como un vaso de agua por alguien con sed.

Crick.

Al frente de la puerta aprecio un círculo de color gris que mostró  pequeñas quebraduras.

Crick.

El círculo se siguió cuarteando mientras que Akeno ponía más energía.

-Vamos, vamos, vamos, vamos-Habló Akeno al ver que sus reservas casi estaban en cero.

Crash.

El círculo se rompió mientras que Akeno caía de una rodilla respirando agitadamente.

Akeno trataba de regular sus respiraciones, sentía como si hubiera corrido varios kilómetros sin detenerse.

Tuvieron que pasar tres minutos para que Akeno se pudiera levantar, la pequeña niña lentamente se puso de pie y camino a la puerta.

Akeno tragó grueso mientras tenía su mano en el pomo de la puerta, se estaba haciendo la idea de hallar cuerpos mutilados de alguna pobre alma.

Lentamente le dio vuelta a la puerta mientras se preparaba para resolver el misterio de una vez por todas.

Adentro.

Akeno tenía una mirada de incredulidad al ver la escena frente a ella.

Era como cualquier otro cuarto, sólo que había un enorme librero en una de sus paredes.

El cuarto constaba de una cama matrimonial, dos mesas de noche con lámparas en ellas, un escritorio con una computadora laptop, una alfombra en su piso, el cuarto de servicio y el baño, una cocina y un librero enorme.

Akeno ser percató que podía ver su aliento claramente por lo que debía estar haciendo mucho frío.

La niña observó el candelabro que era echo de cristal del más fino, la niña sabía que cualquier pequeño golpe y el candelabro se rompería.

-*Un gato*-Se pensó Akeno al ver al pequeño animalito en medio de la cama.

El gato era negro totalmente, estaba extendido mientras dormía tranquilamente.

Akeno dio un paso mientras que el gato abría su ojo derecho de manera desinteresada y lo volvió a cerrar casi instantáneamente.

-~Nyaaa~-Habló el gato mientras que Akeno veía al pequeño animalito.

Akeno chillo al ver lo adorable del pequeño animalito frente a ella, dio un paso más mientras se congeló al dar casi el segundo.

"Veo que no eres buena siguiendo órdenes"

Una voz estricta y femenina sonó en su espalda que hizo a la pequeña tragar grueso.

Akeno como un robot dio media vuelta mientras sudaba nerviosa al ver el par ojos grises verle.

-Gra-Grayfia-sama, pensé que…-Akeno habló antes de ser interrumpida por la mujer.

La mujer era una peliplata, ojos grises, piel tersa, las fracciones de su cara eran delicadas, llevaba un vestido de Maid francesa azul con blanco.

-Que estaba con Sirzechs-sama en el castillo Lucifer, es cierto pero sentí que las barreras que puse habían sido rotas así que decidí echar un vistazo-Habló Grayfia con formalidad mientras que Akeno tragaba.

Akeno se maldijo mentalmente al olvidarse de aquella cosa tan básica de magia.

El gato sólo abrió uno de sus ojos mostrando un azul eléctrico con su pupila rasgada, nuevamente cerró su ojo y siguió durmiendo.

-¡LA SEÑORITA RIAS ME ESTA LLAMANDO!-Gritó Akeno mientras corría afuera del cuarto, sabía que era una excusa lamentable pero luego pensaría más y se avergonzaría.

Grayfia no la detuvo, cuando vio a la niña perderse en una esquina lanzó un largo suspiró.

No estaba tratando de parecer mala, sólo intentaba protegerlas de su familiar, no se perdonaría si algo malo le pasara ellas.

"Que ruidosa"

Una voz masculina sonó en aquella habitación mientras que Grayfia suspiraba.

-Son niños Naruto, ¿Otra vez durmiendo hasta tarde?-Habló/Preguntó Grayfia mientras veía al gato negro con intensidad.

-Te recuerdo que soy solo un familiar, esto es lo bueno de tener una empresa propia…-Habló el gato mientras se estiraba.

Grayfia suspiro al oír aquello, lentamente un círculo apareció abajo de sus pies.

-Aparte te recuerdo de quien me canso ayer y hoy en la noche y madrugada respectivamente-Terminó de hablar el pequeño gato mientras abría su otro ojo mostrando que era rojo con la pupila rasgada.

Las mejillas de Grayfia ganaron un carmesí brillante mientras partía en el círculo mágico para evitar la mirada de Naruto .

El gato dio un bostezo largo mientras se acomodada nuevamente para seguir durmiendo.

Naruto pov.

Soy un gato simple, me gusta dormir como a cualquier otro sin ser interrumpido y mi "ama" lo sabe.

Esa niña me llamo la atención, parecía rota mientras que mantenía una máscara decente para disimular su dolor.

-*Huele a otro gato*-Me pensé mientras recordaba el olor de esa niña.

Los gatos somos seres codiciosos con nuestros humanos, nos gusta marcarlos como nuestro para que ningún gato enemigo se acerque.

Sip soy mitad nekomata mas específicamente una sub división más poderosa de nombre Nekoshou, mi otra mitad es vampiro.

Al ser nekomata puedo comer comida humana así como sangre, sin embargo necesito beber sangre varias veces a la semana para poder mantener mi estado en perfecta salud.

Los rayos del sol me afectan pero no tan grave de hacerme polvo cuando me tocan, es más que me quemo con facilidad pero eso es algo que un buen bloqueador solar no resuelva.

Mi padre pertenecía a la fracción Tepes por lo que no era un padre muy ejemplar que digamos, siempre me decía "Hijo cuando te guste una mujer bebé su sangre hasta la última gota para que te acompañe en espíritu" o "A tuve edad yo masacraba mil ángeles a la semana por pura diversión y violaba a las mujeres" por lo que sus consejos casi nunca los escuchaba.

Yo soy la oveja negra de mi familia, o más bien se podría decir que soy la blanca entre ovejas negras.

Mi madre es una de las mejores "consortes" de los Dioses del Shinto por lo que mis hermanos abundan o bueno abundaban según tengo entendido debido a la masacre que cometieron los demonios.

No estoy enojado, los nekoshou somos o bueno éramos una tribu muy salvaje, nos gustaba comer carne humana y nos volvíamos locos con el Sennjutsu, ya era tiempo que se realizará una purga.

En estos momentos soy el mayor de todos, sólo teniendo seis hermanitos vivos, resulta que mi madre y mi padre se han estado divirtiendo el último medio milenio o bueno se divertían ya que hace diez años mi padre paso a mejor vida o creo que por sus acciones pasó a peor vida.

Mi madre es conocida por los dioses, no hay dios masculino del Shinto que no halla pasado por su cama en estas fechas, no es ni buena ni mala es una madre regular así que de ella no tengo quejas.

La señorita que acaba de llegar para regañar a la pequeña como ustedes se han dado cuenta se llama Grayfia, es mi maestro.

Es muy difícil mantenerse vivo así decidí hacerme familiar hace ya trescientos años, la encontré cuando dormía en el bosque de los familiares ya que era fácil hallar presas ahí y nadie te molestaba.

Tuve que realizarle una pequeña prueba que se salió de las manos pero bingo, la pequeña había sobrevivido por lo que me asegure de que no muriera y que yo me quedara sólo y sin nadie que me mantuviera.

-*Por lo que oli huele a nekoshou, una niña ya que se restrego muchas veces en esa niña por lo que debe estar insegura, debe ser nueva*-Me pensé mientras me ponía panza para arriba, pensar mucho da sueño.

Yo sabía que Grayfia era mía por lo que no tenía que marcar mi olor en ella ya que solo le causaría problemas con otros familiares.

Seguí los consejos de mi padre unos dos mil años y te puedo decir con seguridad que fue un error muy grande, muchos seres poderosos vinieron a intentar matarme, sólo había matado a unos tres millones de seres, no había razón para que me siguieran.

Al menos yo no hice un genocidio como ciertos dragones en su lucha, todavía recuerdo que casi me calcinan en un par de ocasiones.

Estaba esperando pacientemente para que pudiera salir ya que todos se asustan con el nombre de [Gato negro bañado en sangre] no quería ser perseguido, da mucho trabajo matar a una docena de soldados.

Al menos aquí tengo una cama, comida, televisión y videojuegos para mi solo todo el día, es la vida ideal para mi.

No se porque Grayfia sigue ayudando al pequeño Sirzechs ni tampoco me interesa, se que el niño es un buen líder.

Eh vivido tres guerras, la segunda y tercera gran guerra y la guerra civil devil, misteriosamente siempre eh estado del bando demoníaco pero que más da, apoye a Sirzechs en vez de ha Rizevim ya que la guerra no te deja dormir tranquilo, siempre tienes que estar pendiente de que un enemigo aparezca de nada y te trate de matar.

Rizevim era un hijo de puta peligroso, literalmente era un hijo de puta, no eh conocido a una zorra más grande que a Lillith, aunque en la cama era una carnívora sexual, lástima que Elohim la halla vaporizado en su último ataque, sólo su cabeza quedo de recuerdo.

Rizevim fue mejor que su padre en el mandato pero la idea de ver arder el mundo llevó a Sirzechs, Falbium, Ajuka y a Sera-tan a revelarse en su contra, luche con ellos en un par de ocasiones y Sirzechs así como Ajuka casi me matan en un par de ellas por lo que su poder es considerablemente grande.

Al final cuando Grayfia se pasó al bando de los nuevos Maou pelee junto a ellos.

A mi no me interesan las guerras ni nada por el estilo, mi cama era lo único que me interesa, pobre de aquel que trate de quitarmela.

-*Mmmm luego veré como es*-Me pensé mientras el cascabel sonaba.

Joder como odio ese maldito cascabel, aunque servía para que el contrato demonio-familiar pudiera realizarse con éxito.

No es por regodearme de mi poder pero soy poderoso, no al nivel de Shiva, Indra y Ophis pero era más fuerte que Grayfia quien era la reina más fuerte del inframundo por lo que debía mantener bajo control mi poder ya que el contrato se podría ver afectado, para eso servía el condenado cascabel toca cojones.

Fin del pov.

Naruto se hizo un ovillo mientras seguía durmiendo pacíficamente en la cama.

Con Grayfia.

Grayfia estaba al frente de un pelirrojo quien se tocaba la barbilla con una sonrisa.

-Aunque me preocupa estoy impresionado al ver que la reina de mi Ri-tan logro un hechizo tan complicado-Habló el hombre pelirrojo mientras que Grayfia daba un bufido.

-Sirzechs-sama esto es serio, Akeno puedo haber muerto, necesito que impongan un castigo a ella y ha Rias por dejarla sola-Habló Grayfia mientras que Sirzechs asentía.

Sirzechs conocía muy bien a Naruto y había sido indulgente, su cicatriz en la espalda podría dar fe de cuán cruel podía ser Naruto sin intentarlo.

Sirzechs no usaba sus alas por una razón, sólo pocos conocían que el diablo las había perdido en una batalla.

-Es cierto, tu familiar es muy peligroso, incluso si te aseguras de que siempre este dentro de tu cuarto no garantiza que no seguirán intentando ingresar, Naruto puede llegarlas a herir con tal de que lo dejen en paz, hablaré con Rias y Akeno para que esto no se vuelva ha ocurrir-Habló Sirzechs mientras que Grayfia se inclinaba.

-Se lo agradezco Sirzechs-sama-Habló Grayfia mientras que Sirzechs asentía.

Grayfia amaba a Naruto pero sabía que el era criado como los vampiros antiguos, incluso con su flojera Grayfia estaba segura que Naruto no pensaría en segar la vida de un niño si tenía algún beneficio el hacerlo para su persona, no importando cuán pequeño sería.

Un claro ejemplo era Mephisto quién era un demonio tranquilo pero sanguinario al mismo tiempo, el demonio no dudaría en matar si sacaba provecho de esto.

Ambos eran seres longevos criados cuando el mundo era violento y cruel por lo que tuvieron que ser violentos y crueles.

-Grayfia dile a mi esposa que preparé otro plato, iré a cenar con ellos hoy-Habló Sirzechs mientras que Grayfia asentía.

-Como usted ordene, iré de inmediato ah avisar a la señorita-Habló Grayfia mientras que Sirzechs sonreía.

La esposa de Sirzechs era un misterio para todo el inframundo, muchos pensaron que era mentira pero se dio la notícia del nacimiento de Millicas Gremory.

Los ancianos intentaron convencer a Sirzechs que formará un harem sin embargo el se negó rotundamente diciendo que a la única mujer que el amaba era su esposa y no tendría encadenadas a varias mujeres por algo tan banal como la codicia y la lujuria.

Algunos quedaron descontentos debido a que querían meter las mas bella de sus clanes para tener los genes Bael/Gremory ya que Rias y Sirzechs nacieron con el espeso poder demoníaco Gremory y con el poder de la destrucción Bael.

Rias era vista como la siguiente superdemonio ya que a su edad mostraba un poder clase media alta muy poco visto antes sólo ganando su hermano y Ajuka que ha su edad eran Clase alta.

-Te lo encargo-Habló Sirzechs mientras suspiraba y Grayfia partía en un círculo mágico.

Sólo Grayfia, Zeoticus, Venelana, Serafall, Ajuka, Falbium y Millicas sabían quien era la esposa de Sirzechs.

Sirzechs sabía que estaría en problemas si se daba a conocer quien era su esposa, debía terminar los preparativos.

Noche.

Naruto caminaba por los pasillos de la mansión Gremory, iba en su forma gatuna con toda la pereza que se podía reunir en un solo ser.

Lentamente sintió un pico de energía provenientes de la sala de cines de la mansión, guiado por su curiosidad se adentró en la sala.

Adentro.

Naruto observó a los niños frente a el, todos estaban dormidos profundamente y algunos tenían sus cabezas recostadas en los hombros de otros.

"Cuanto tiempo ha pasado desde la última vez"

Una voz suave hizo a Naruto verde reojo a la persona que estaba a su par.

Era una mujer, su pelo era café y caía como una cascada hasta su cintura, sus rasgos eran delicados y tenía la piel tersa, lo que más destacaba de la mujer eran sus enormes atributos femeninos tanto delanteros como traseros, ella era Venelana Bael pero ahora Gremory, esposa principal del patriarca Zeoticus Gremory.

-Unos cincuenta años, quien los cuenta ~Bhaaaa~-Habló Naruto mientras bostezaba.

-¿A que se debe que hallas salido?-Preguntó Vanelana interesada ya que pensó que Naruto seguiría encerrado otro cien años.

-Tengo que actualizarme de vez en cuando, por lo visto tu y Zeoticus hicieron un pequeño Sirzechs en versión femenina-Habló Naruto al ver a la niña de pelo carmesí dormida.

Venelana dio una risita al oír aquello, Naruto y Sirzechs era mejores amigos.

-Ha pasado mucho estos cincuenta años, también Sirzechs tiene un hijo-Habló Venelana mientras que Naruto abría los ojos con incredulidad.

Naruto observó al menor de todos que era pelirrojo, olfateo el aire mientras rápidamente veía a Venelana.

-De verdad ha pasado mucho, este niño antes sería quemado y los Gremory caerían en deshonra al permitir tal repugnancia-Habló Naruto ya descifrando quién era la esposa de Sirzechs, el la había visto en un par de ocasiones y un olor el nunca lo olvidaba.

-Los tiempos pasan, ¿Cuándo tu me darás me darás nietos?-Preguntó Venelana mientras que Naruto suspiraba.

-Las ganas no se pierden eso es seguro, pero tú sabes que Grayfia y yo seremos afortunados en tener uno debido a la mezcla de razas, te recuerdo que soy mayor que tu cien años jovencita así que fuiste tu el que me diste otro nieto, que pereza otro rayo carmesí imperactivo-Habló Naruto en tono aburrido mientras Venalana reía.

-Quien los cuenta, deje de contarlos a mis dos mil años, ven ayúdame a llevarlos a la cama-Habló Venelana mientras que Naruto quedaba confundido.

-¿Ya no te echan agua fría?-Preguntó Naruto mientras que Venelana reía.

-No ya no se hace-Habló Venelana mientras que Naruto suspiraba de alivió.

-Hemos cambiado para bien, alabado sea Sirzechs y su mandato, velare por toda su estirpe ya que tan buen líder no merece que su legado desaparezca-Habló Naruto con el pecho inflado de orgullo.

Venelana dio una risita ante aquellas palabras de Naruto, lentamente agarró a Akeno mientras la levantaba estilo princesa.

Lo que parecía ser extremidades de oscuridad con un toque naranja salieron de la sombra de Naruto, agarró a todos los niños faltantes mientras caminaba atrás de Venelana.

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Fin del capítulo.

Sin mas que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.