Bienvenidos sean todos [Pt.1]
Aarón y yo nos dirigimos directamente a la mansión, ya habíamos avisado nuestra llegada así que nos recibieron inmediatamente. El lugar era lujoso, y elegante, tenía un estilo gótico.
Escuché el sonido de unos tacones, eso distrajo mi atención que estaba puesta en una de las lámparas e inmediatamente volteé hacia el frente, una chica caminaba hacia nosotros, era muy hermosa, tenía el cabello corto de color negro, ojos azules y piel clara, ella era muy alta y delgada, vestía elegante, además caminaba con mucha seguridad, podía verlo, lo reflejaba en su mirada, comenzaba a acaparar toda la atención del lugar. Ella nos sonrío, y cuando llegó frente a nosotros besó a Aarón en los labios con ternura, dándole la bienvenida.
Se me heló la sangre, estaba tratando de contener mis sentimientos de forma que no se notara lo que estaba sintiendo. Al parecer, Beth había querido recibirnos personalmente. No era lo que esperaba, era mil veces más incómodo.
—Estoy tan feliz de verte —dijo ella, sonriéndole a Aarón.
—Disculpa la interrupción, pero... ¿Quién eres tú? —pregunté, fingiendo que no sabía nada sobre ella.
—Oh, discúlpame, no tengo buenos modales, me han regañado muchas veces por eso. Me llamo Beth, es un placer. ¿Alice? —estiró su brazo hacia mí.
—¿Cómo sabes mi nombre?
—Aarón me ha hablado de ti. Eres su mejor amiga, me da mucho gusto que estés aquí también —se mantuvo sonriendo, estreché su mano y traté de hacer lo mismo que ella — ¿Estás lista?
—Claro, por eso estoy aquí —intenté sostenerle la mirada, sonriendo.
Beth me soltó, se acercó a abrazar a Aarón y besó su mejilla. Era amable, hermosa, casi llegando a la perfección. Me quedó muy clara la razón de que él siempre evadía el tema, probablemente no quería hacerme sentir mal. Tal vez... nunca consideró dejarla en serio ¿Quién lo haría? Incluso yo sentía ganas de ser su amiga con tan solo verla. «Estoy segura de que luzco ridícula» pensé. Aarón no podía dejar de mirarme de reojo, así que por mi propio bien decidí retirarme, todavía me hacía falta ir a informarme sobre mi trabajo, concentrarme de una vez por todas.
Beth me indicó el lugar al que debía llegar, pero caminar sola entre los pasillos me hacía sentir todavía peor, el hecho de pensar que estaba sola, aunque Aarón había venido conmigo, me hacía sentir un gran vacío. Me acerqué tímidamente al "Gran salón" (Así lo llamó Beth). Podía ver a varias personas alrededor, pero ninguna notaba mi presencia. Todos se veían ocupados, gente hablando, algunos discutiendo, otros arreglando la posición de las cámaras, había un chico alto y rubio, estaba solo y al verme sonrió y comenzó a acercarse.
—¡Hola! —se acercó confiado —, tú eres Alice ¿cierto?
—¿Quién eres tú? ¿Vienes a darme información?
—No —se rio y extendió su brazo para estrechar su mano con la mía. —Me llamo Dylan, voy a actuar a tu lado en la película —me quedé viendo su mano, él no dejaba de sonreír, lo saludé y también le devolví la sonrisa. Parecía alguien bastante agradable —Me daba curiosidad conocerte, eres muy hermosa, estoy emocionado por trabajar contigo.
—¡Gracias! —me sonrojé un poco. Al bajar la mirada vi su mano que continuaba estrechando la mía, nos soltamos, en ese momento noté que él tenía en la mano lo que parecía ser un tatuaje, quería verlo, pero él metió ambas manos en los bolsillos de su pantalón y nos quedamos en silencio unos segundos.
—¿Estás lista? —preguntó volviendo a sacar un tema a la conversación.
—Sí, es algo nuevo para mí, espero hacerlo bien —respondí con confianza.
—¿Te gustó la trama? Para una historia de fantasía no está nada mal.
—¿La trama? —me quedé pensando, estuve distraída todo el tiempo y no me pasó por la mente preguntar sobre la película en el momento que me ofrecieron el papel, tal vez fue irresponsable de mi parte haber aceptado sin saber exactamente de qué trataba, pero Aarón leyó la información por mí. No sentía curiosidad. Sólo tomé la oportunidad, me dejé llevar por otros pensamientos —Sí, es increíble.
—¿No la leíste verdad? —se burló —está bien, seguramente tenías cosas mejores que hacer, no te culpo, es todo un cliché.
—¿Te refieres a la película?
—Sí, no me contuve, estuve riendo al principio, se supone que es algo serio, pero a mí me parece graciosa. La película es sobre un vampiro, que se enamora de una mortal, todo está basado en ese romance —Debí preguntar sobre esto, no me gustan las historias de amor que mezclan fantasía, romantizan esas situaciones entre seres mágicos, fantásticos, y en este caso inmortales, mezclándolo con personas normales como si funcionara. Para empezar, ¿por qué un vampiro querría compartir su tiempo con su presa? Esas cosas no sucederían en la vida real. Las personas que piensan que no existen lo toman muy a la ligera. Pero incluso para mí como un ser mágico, intentar tener una relación fue una decisión terrible, aunque irónicamente quería hacerlo de nuevo, aunque significara arriesgarme a otra mala experiencia. Conforme más me hablaba sentía que dejaba de prestarle atención a lo que estaba diciendo, es decir... Sí, mantuve la mirada fija en él, pero no podía escucharlo claramente. Trataba de sonreír como si estuviera escuchando lo que decía, asentía con la cabeza, pero no entendía por completo.
—¿Por qué te da risa la historia? —pregunté en cuanto terminó de hablar. Si él supiera que los vampiros son reales no se reiría de una situación como esa «¿Acaso me hace falta sentido del humor?» pensé.
—Porque no creo que un vampiro pueda enamorarse tan fácilmente de una mortal. ¿No debería beber su sangre y matarla? Así lo he visto en otras historias que son mucho más interesantes. Tomé el papel porque me parece divertido actuar, pero para mí es como grabar una comedia. ¿Conoces otras historias? ¿Cuál es tu favorita? Cuéntame —preguntó con bastante interés, parecía emocionado con esto.
—La verdad... No soy fan de las historias de vampiros, discúlpame—decidí responder honestamente, no quería que esta conversación continuara alargándose.
—Perdón, creo que me emocioné de más—se puso serio. —Si quieres puedo acompañarte a tu habitación, ¿ya te dijeron dónde es? Déjame llevarte.
Dylan me llevó a mi recámara y también me entregó una parte del libreto para que lo estudiara un poco. Me pareció una persona agradable, a fin de cuentas. Hablamos de algunas cosas que nos gustaba hacer, fue una bienvenida mucho mejor de la que esperaba.
Me dijo que volviera más tarde a buscar al director de la película para presentarme y firmar el contrato. Cuando él se fue por fin pude recostarme un poco, la cama era suave y cómoda, quería dormir por mucho tiempo, pero sentía la responsabilidad de ponerme a leer ese libreto, sólo que... Aún no estaba completamente cómoda con el tema.
Dylan no tenía la culpa de que haya visto frente a mis ojos un vampiro de verdad, y tampoco involucraba el tema de la película. «¡Es ficción, Alice! ¡Para ellos lo es!». Me dije a mí misma. De alguna manera tengo que desaparecer esos pensamientos de mi mente.
Tocaron la puerta, di un brinco del susto que me causó el sonido, «definitivamente me hace falta relajarme». Rápidamente me levanté de la cama y fui a abrir, Aarón entró sin decirme nada y cerró la puerta.
—¿Qué sucede? ¿Estás bien? —pregunté angustiada. —Creí que tu bienvenida no terminaría pronto.
—No me siento de humor para una bienvenida —suspiró fuerte. —Ella ni siquiera me ha preguntado cómo me siento... Intenté contarle algunas cosas, pero interrumpe, me besa, y cambia el tema para desviarlo hacia ella.
—Bueno, tal vez teme que la dejes —Aarón se quedó en silencio, supongo que no fue prudente mencionar eso, no se veía bien, estaba muy desanimado así que me arrepentí de lo que dije y me acerqué a abrazarlo. —Tate no merecía una muerte tan cruel, y de verdad lo lamento mucho, Aarón. Tenemos que seguir adelante y...
—¡Espera! —gritó interrumpiendo, su rostro cambió como si se le hubiese ocurrido una idea. —Alice Tienes razón, él no merece una muerte así. Pero tú eres hechicera —me miró sonriendo y levantando una ceja, creí que los pensamientos locos sólo eran míos, pero Aarón resultó ser más ocurrente.
—Aarón... los hechiceros no podemos traer a la vida a una persona muerta. No sé qué tipo de historias conoces, pero no funciona así.
—¿Lo has intentado? Por favor, quizá no sea tan loco ¿y si funciona? —insistió.
—No es tan sencillo, intenté hacer eso con mi padre y no fue así —fui a sentarme a la cama, inevitablemente hablar sobre aquello me bajaba los ánimos— ahora él solo vuelve en mis sueños, una vez al año, y no logro decirle nada porque es un recuerdo repetitivo que nunca cambia —fue a sentarse a mí lado y me tocó el hombro. —Lo siento, Aarón, el tiempo de Tate terminó. Es normal, ¿no? El nuestro también terminará algún día.
Me levanté para buscar mi varita y me acomodé en la cama, Aarón se me quedaba viendo con el rostro confundido, le pedí que se recostara a un lado, quería mostrarle algo.
Aarón ya me estaba viendo con la varita en la mano, se notaba nervioso, como si pensara que iba a hacer algo malo. Yo también lo pensaría si no estuviera acostumbrada a todo esto. Mi papá me enseño a hacer ese truco de la estrella, esa luz brillante que él me hizo ver cuando me confesó su secreto. Al tenerla flotando sobre la palma de mi mano Aarón cambió por completo su expresión, estaba asombrado, hizo exactamente lo mismo que yo cuando la vi por primera vez, intentó tocarla, se veía curioso.
—No puedo creer que estés mostrándome esto —volvió a tocarla y me sonrió.
— ¿Verdad que parece una estrella? No lo es. —reí un poco al recordar que mi padre me dijo eso. Ahora comprendía lo que él sentía en ese momento. —Mi padre me mostraba esto de vez en cuando, en especial cuando estaba triste o de mal humor, era su manera de hacerme sentir mejor, recordándome que en este mundo hay magia, y buenas personas para compartirla.
—Desde que te conozco vivías con Nelly ¿Ella sabe sobre esto? —se acercó un poco más y puso su brazo sobre la almohada, me acurruqué a su lado.
—Sí, pero hace muy poco que le conté. ¿Sabes? Debo confesarte que estuve mintiendo un poco. Creo que fue cruel dejarte pensando que maté a una persona. ¿Me perdonas? Estaba intentando protegerme —hablé con tranquilidad, me sentía en confianza.
—Espera entonces —Aarón volteó verme sorprendido e inmediatamente soltó un suspiro. —Alice, pudiste haberme dicho otra cosa, no era necesario ir tan lejos —habló con sarcasmo.
—Lo lamento, tenía miedo. La verdad es que William estuvo amenazándome durante un largo rato, supongo que fue mi culpa, quiero decir —hice una pequeña pausa antes de continuar hablando. —Confíe en él, le dije sobre mis poderes y... —todo estaba en silencio, comencé a sentirme extraña. —Todo iba muy bien al principio, pero él empezó a sacar provecho de esto con el tiempo. Creí que —paré de hablar, me estaban dando ganas de llorar, —creí que sería algo lindo. —Una lágrima rodó por mi mejilla y me volteé un poco tratando de hacer que mi cabello cubriera mi rostro. —Quería compartirlo con él, y resultó un desastre. No dejó que me alejara e iba a decirle a todos mi secreto, por eso tenía que decirte algo lo suficientemente fuerte, algo que te dejara sin palabras, que volviera tan incómodo el momento que no quisieras volver a preguntármelo. Pero no se sintió bien, eres tan buena persona que me arrepentí de habértelo dicho, y también... Me hubiera gustado que te enteraras de mi secreto de otra manera, quería decírtelo y tuviste que verlo antes. No sé cómo puedes estar aquí después de los sustos que te he sacado, pero tengo mucho que agradecerte —desaparecí la estrella, no quería que la luz dejara que él me viera tan triste.
—Te comprendo. Siempre has sido honesta, desde que te conozco. Sé que a veces, simplemente quieres reservarlo, y nunca quise presionarte a decir algo que no quisieras. Porque sé que cuando quieres decir algo, eres sincera, y por eso puedo confiar en ti —me acarició el cabello. —Respecto a tu secreto; lo estás confesando, y lo aprecio mucho, no importa que hayas tardado un poco en decirlo, voy a guardarlo, aunque tenga que decir que maté a alguien también —lo dijo tratando de aligerar el ambiente. —Puedes confiar en mí, no voy a juzgarte, ni a amenazarte, eres increíble, Alice, con y sin magia.
Mantuve fija la mirada hacia abajo, estaba conmovida pero avergonzada, y podía sentir su rostro cada vez más cerca del mío, escuchaba su respiración, me estaba poniendo nerviosa. Él dio un fuerte suspiro y se alejó para acostarse.
—Tengo que ir a hablar con el director, Dylan me dio instrucciones, pero... Si quieres puedes quedarte. No tardaré —me levanté de la cama sin siquiera voltear a verlo y salí de la habitación.
Después de ese momento me dieron indicaciones sobre todo lo que tenía que ver con la película y las grabaciones, fui irresponsable al no preguntar desde un principio, tenía poco interés en ello, pero ya estando ahí, ese se había vuelto mi trabajo, debería tomarlo con seriedad.
Fui allí pensando en mis sentimientos por Aarón, pero no me emocionaba lo suficiente esta oportunidad, a pesar de ser bastante buena.
Todo estaba en orden, me puse al tanto, y a los pocos días ya estaba ensayando mi guion junto a Dylan (él tuvo razón, este tipo de historia era divertida después de todo). Dejé de lado mis miedos e inseguridades, dejé de cuestionarme demasiado sobre el tema de los vampiros y los seres mágicos, simplemente tenía que entrar en esa realidad en la que el resto de personas viven y disfrutan.
Sí, soy un ser mágico, no puedo revertirlo, mis padres eran así. Pero elegí vivir una vida normal e ignorar por completo todo lo relacionado. Tenía que comportarme como tal.
Dylan y yo comenzaríamos las grabaciones en un par de días, teníamos claro lo que íbamos a hacer. «No sé por qué nunca antes probé actuar en algo así, era mucho más divertido de lo que imaginaba». El resto del cast también me agradaba, eran un grupo de amigos que estarían conmigo en la escuela (refiriéndome a la película) y también eran agradables y alegres la mayor parte del tiempo.
Por otro lado, Aarón pasó todo el tiempo junto a Beth, siempre que los veía en distintos lugares de la mansión, estaban felices y tranquilos, tal vez se arrepintió de haber dicho que quería terminarla, quizá sólo hacía falta que volvieran a verse para hacer las paces. No voy a negarlo, me entristecía un poco porque él me gustaba mucho, pero no podía obligarlo a estar conmigo, eso sería egoísta de mi parte, lo que sí podía hacer era conocer nuevas personas, y es lo que estaba pasando en este momento.
Continué trabajando y emocionándome cada vez más por este proyecto, hasta que por fin llegó el día de grabación. Desde que desperté estuve ansiosa por iniciar, me sentía preparada, y con ganas de hacer muchas cosas. Llegué al set de grabación, ahí ya estaba Dylan esperándome, puntual como siempre. Me acerqué rápidamente a hablarle, todavía no se daba cuenta de que acababa de llegar y quería sorprenderlo. Me paré detrás de él, toqué sus hombros con ambas manos para asustarlo, pero se quedó quieto y luego volteó bruscamente hacia mí, terminé asustándome yo.
— ¡Alice! —su rostro se tornó sorprendido a pesar de que ya me había visto. Esa expresión amigable comenzaba a desvanecerse casi inmediatamente. Él me besó en la mejilla, pero muy cerca del labio.
— ¡¿Qué estás haciendo?! —lo alejé de mí con timidez.
—Te estoy saludando —sonrió descaradamente.
—Pero no te acerques así, me asustaste —no quise decirle algo más, podría ser un malentendido solamente. Dylan tomó mi mano y empezó a acariciarla, no sabía por qué estaba comportándose así tan de repente, se estaba acercando más, y no soltaba mi mano. Retrocedía por cada paso que él daba, e intentaba hacer que me soltara. —Dylan, si estás jugando quiero que pares, esto no me gusta. —Insistí jalando mi brazo para zafarme de sus manos, pero él me tomó con fuerza, ahora de la muñeca. —Basta, Dylan, no es divertido —se me quedaba viendo sin decir nada, ya no podía ir hacia atrás, mi cuerpo golpeó contra la pared en el último paso que di, y sólo miraba a mi alrededor, no quería hacer contacto visual con él.
—No te lo había dicho antes, estuve ansioso de que este día llegara —lo dijo en un tono de voz muy bajo.
—Pero... ¿Por qué haces esto? Suéltame —comencé a tartamudear.
—Todavía no terminaba... Te traje aquí porque quería conocerte, desde que te vi en esa entrevista supe que eres la persona que busco.
—¿Qué? ¿De qué estás hablando? —voltee a verlo, y poco a poco comenzó a soltarme.
— ¿Qué crees que influyó en esa decisión de contactarte a ti para protagonizar esta película? ¿Por qué tú? ¿No te lo habías preguntado?
—¿Fuiste tú? —me frustré, jamás pasó por mi mente algo así. Seguía agachando la mirada, Dylan me estaba asustando.
—Me gustas, Alice —rodeó mi cintura con sus brazos, mi cuerpo estaba temblando. — ¿Me darás una oportunidad?
—Todavía no hay cámaras grabando, así que espero que esto sea un ensayo de lo que van a actuar. —Era la voz de Aarón, de repente estaba ahí, parado a un lado de nosotros. Dylan me soltó inmediatamente y se alejó, parecía molesto. —Espero que sea la última vez que te veo acosándola, ella no es un objeto para que la trates así —amenazó.
—¿Hice algo malo? No te metas en nuestra conversación, es privada —respondió.
—Si lo fuera no hablarías con ella en este lugar, si quieres privacidad no es el momento. Deja de hacerte el listo y vete —respondió directamente.
Dylan volteó la mirada hacia arriba y se fue sin decir nada.
—Alice, si te está molestando dile algo, aunque trabaje contigo no puede tratarte así.
Me quedé paralizada, si él fue quien hizo que me llamaran para esta película, significaba que estuvo planeado desde siempre. ¿Qué clase de influencia tiene él sobre esas decisiones? Pensé que tenía la misma postura que yo en esto, que sólo era un actor más y ya.
Tenía ganas de huir y esconderme para siempre. Justo cuando todo iba muy bien, las cosas se tornaban extrañas otra vez. «Sólo a mí me ocurren estas cosas» pensé.
—Alice, ¿estás bien? —preguntó Aarón.
—Sí, es sólo que...
—Lamento interrumpir, Alice, comenzamos en veinte minutos. Acompáñame por favor, hay poco tiempo para arreglarte—dijo una de las chicas de producción.
Aarón ya no pudo decir nada, sentí pena por no haberle respondido antes, pero me fui con ella porque tenía que trabajar.
No podía dejar de pensar en lo que pasó con Dylan, algo simplemente no concordaba en su actitud.
Finalmente inició la grabación, Dylan estaba justo frente a mí, a punto de grabar esa escena romántica donde me "confiesa" su gran secreto. Pero ya no podía verlo a los ojos de la misma manera después de lo que pasó. Estaba mucho más nerviosa de lo que esperaba, no quería arruinarlo.
—¿Me tienes miedo ahora? —comenzó a actuar.
—No. ¿Por qué lo tendría? —dije mi primera línea, pero aún seguía en shock.
—¿No lo ves? ¡Soy un monstruo! No puedes querer a alguien así —me dio la espalda.
—No es verdad, eres una buena persona —toqué su hombro.
—Tú no lo sabes —volteó bruscamente, igual que como lo hizo antes —no me conoces realmente.
—Aunque fueras una mala persona seguiría eligiendo estar contigo. —respondí fríamente mirándolo a los ojos.
—Cuando sepas lo que soy, saldrás corriendo. Estar solo será mi castigo durante toda la eternidad. ¿Por qué no lo entiendes de una buena vez? —me agarró la cara con ambas manos y acercó su cabeza a la mía. —No insistas, lo vuelves más difícil, sólo vete, no deberías preocuparte por mí.
—¿Qué eres? Si estás tan seguro de que voy a huir dímelo de una vez. Así ya no tendrás que soportarme —comencé a llorar, no fue tan difícil, tenía ganas de hacerlo desde que desperté, trataba de mantenerme en el papel, dejaba puesta mi mirada en él haciendo a un lado todo lo demás, pero el tiempo pasaba lentamente, estaba consciente de que había gente viendo y cámaras grabando, por eso no me alejaba ni un poco.
—No vas a soportarlo, por eso quiero que te vayas —comenzó a limpiar mis lágrimas.
— ¡No! Quiero que me digas ¡¿Qué eres?! —grité, mientras sostenía sus brazos para alejarlos de mi rostro.
—Un vampiro —respondió en voz baja pero directamente.
Se me erizó la piel al escucharlo. Ya habíamos ensayado esto juntos para acoplarnos un poco a la historia y no sentirlo tan extraño al momento de grabar. Tal vez sólo era muy bueno actuando, o mis propios pensamientos invadiéndome, pero pude sentir sus palabras y el miedo de tenerlo tan cerca, como si todo esto fuera real. Sin embargo... tenía que continuar la escena.
—¿Lo ves? No estoy huyendo —respondí como si nada.
—Deberías hacerlo antes de que arruine tu vida.
—No vas a arruinarla —toqué sus manos que seguían sobre mi rostro. —Eres la persona que más feliz me ha hecho, no voy a dejarte, para mí no eres un monstruo.
— ¿En serio quieres perder tu tiempo conmigo?
—Sólo quiero estar contigo. Déjame demostrártelo.
Se acercaba el momento final, él empezó a actuar confundido al ver que decidí quedarme a su lado, «se aleja y yo lo sigo a todas partes en medio de un cuarto pequeño e iluminado». Por un segundo mi mirada cruzó con la de Aarón, que estaba a lo lejos observando atentamente. Dylan se paró en una esquina y volteó a verme, siguiendo el guion.
— ¿Por qué tuve que enamorarme de ti? Todo el tiempo temo que me dejes —se quejó.
—Te acepto, no importa lo que seas —hice una pausa y respiré muy hondo antes de decirlo, me costaba mucho trabajo continuar con el guion tan cursi. —Me gustas mucho, por favor... no me alejes de ti.
Él caminó hacia mí, se veía avergonzado, y de nuevo, me rodeó la cintura con sus brazos. No podía concentrarme por completo al recordarlo haciendo eso, me ponía tensa. Sabía lo que estaba a punto de suceder. «Sí, es una actuación, pero eso no significa que nuestras acciones no estén sucediendo». Con la intención de terminar lo más pronto posible esta escena, me metí en la cabeza que era sólo eso: una escena, que no iba a cambiar nada después.
Poco a poco ambos nos acercábamos, sus labios ya estaban casi sobre los míos, y comenzamos a besarnos.
Yo sabía que al terminar el beso la escena también terminaría, pero el tiempo corría lento desde que iniciamos a grabar. Podía sentir sus labios a la perfección encajando con los míos, mientras yo seguía esperando el final de todo aquello.
La escena acabó, escuché al director ordenando que cortaran. Pero él quería continuar besándome, estaba apretando mis labios con los suyos tratando de alargar el beso, así que tuve que alejarlo con mis manos. Nadie parecía prestar mucha atención en nosotros, estaban distraídos viendo la pantalla, pero Aarón continuaba viendo con atención a pesar de que Beth le estaba hablando.
Me sentía mal, aunque no había razón, pero fui con el resto de actores simulando que todo estaba bien.
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