Una Mala Noticia en Navidad
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Una Mala Noticia en Navidad
En la madriguera el ambiente era festivo, como cada año la casa estaba abarrotada de pelirrojos. Trataban de no pensar mucho en los caídos, aunque respetuosos guardaron ese lugar que siempre ocupaba en la mesa Fred a lado de George.
El momento que había esperado había llegado Hermione entro al cuarto que compartían Harry y Ron, el pelirrojo había acompañado a Ginny a hacer algunas compras, por lo que tenía la oportunidad de hablar a solas con Harry. Ni siquiera toco la puerta solo entro y hechizo la puerta en cuanto cerró.
-¿Ocurre algo? -Pregunto al notar la seriedad en el rostro de Hermione y se enderezo de la cama donde había estado recostado después de una cansada mañana bajo las órdenes de la señora Weasley.
-Sí Harry. -Admitió se fue a sentar a su lado intentado saber por donde era más conveniente comenzar. -Lo que tengo que decirte es muy delicado.
El pelinegro se tenso de inmediato presintiendo la gravedad del asusto, Hermione no era del tipo de personas que andan con rodeos y tampoco de los que hablaban por hablar, lo que fuera que tuviera que decirle debía ser grave. Espero que continuara.
Hay un nuevo movimiento de mortifagos. -Afirmo
-Eso no puede ser posible.
-Lo es, estoy completamente segura.
-Pero el ministerio no ha dicho nada. -Replico pálido.
-Estoy completamente segura de lo que te digo Harry, qué más quisiera yo que esto no fuera real pero lo es.
-¿Pero cómo? ¿Por qué ahora? ¿Quiénes están involucrados?-Pregunto angustiado.
-Calma. -Le pido con suavidad Hermione y tomo su mano. -Te lo contare todo, pero debes dejarme hablar hasta el final, confía en mi Harry, además necesito que me prometas que por ahora será un secreto lo que voy a contarte.
-Te lo prometo. -No dudo en contestar
-Al inicio del curso Pansy comenzó a reclutar a nuevos mortifagos dentro del colegio, al principio no parecía nada demasiado serio, incluso pensamos que solo se tratada de reorganizar la casa de Slytherin con aquellos que sobrevivieron, para restaurar su honor y su orgullo que había terminado apabullado durante la guerra. Pero la llegada de Vladimir Parkinson lo cambio todo el esta reconstruyendo los ideales del innombrable, está reclutando a sus seguidores y entrenando en el colegio a los estudiantes de Slytherin. Piensa provocar una revolución, una nueva guerra que coloque a los de sangre pura en el poder y derroque el gobierno que ahora tenemos para desterrar a los impuros y traidores de la sangre que consideran inferiores.
-¿Pero como sabes todo eso Hermione?
-Por alguien que trabaja como espía.
-¿Malfoy? -Pregunto deduciendo las piezas que faltaban. La castaña afirmo con la cabeza.
-Y Nott. -Agrego, ambos aceptaron pertenecer a sus filas para ponernos al tanto de sus movimientos.
-Porque no me lo habías dicho antes. -Reprocho.
-Porque era peligroso Harry, tenemos que ser cautelosos, hasta ahora los únicos que sabemos ademas de Malfoy y Nott, somos Luna, tu y yo.
-¿Luna lo sabe?
-Por seguridad tuve que decirle, si me llegaba a pasar algo a mí, debía de haber un guardián del secreto.
Se quedo callado un largo momento el chico.
-¿Confías en ellos?
-Sí Harry. -Dijo con firmeza
-¿Cómo puedes saber que esto no es una trampa para destruirnos?
-Eso no puedo asegurarlo, pero yo confió en ellos.
-No estoy seguro Hermione, si todo esto es cierto estamos en desventaja.
-Tienes que confiar en ellos, confiar en mí.
-¿Qué garantías tenemos?
-Ningunas Harry, quizás solo las mismas que dio Snape a Dumbredore cuando fue espía para la causa, están arriesgando sus vidas si los descubren los matara, ¿Qué otra garantía quieres?
-No sé. -Dijo ocultando su rostro entre sus manos con desesperación, había creído que ya habían superado todas las adversidades. -No sé si podamos. -Admitió abatido.
-Podremos Harry, juntos podremos. -Le animo abrazándolo.
-Tienes razón. -Le dijo correspondiendo su abrazo -¿Qué haremos ahora?
-Lo primero es reagruparnos, prepararnos para lo que se avecina, tenemos que convocar a la orden y al ejército de Dumbledore, a todos nuestros aliados y amigos. Pero tenemos que ser cautelosos, aprovechar lo que sabemos, tomarlos por sorpresa haciéndolos creer que no sabemos nada.
-¿Cómo lograremos hacerlo sin que se den cuenta?
-Aprovecharemos que la mayoría estará presente aquí en la madriguera para la cena, será el momento preciso. Solo hay un detalle Harry, aparte de nosotros nadie más debe de saber que Draco y Theodoro son espías, sería ponerlos en riesgo.
-¿No le diremos a Ron?
-Sabes lo que dirá y como se pondrá. -Le advirtió. -Pero lo dejo a tu consideración.
Harry no podía excluirlo, tenía que contarle pero sabía que su reacción no sería la mejor, mucho menos después de lo mucho que lo atacaba por considerar demasiado agresivo sus ataque en la clase de defensas, además de que comenzaba a insultarles de nuevo cada que tenia oportunidad.
-¡Que no se dan cuenta! ¡Es una trampa!
-Ya basta Ronald. -Le grito exasperada Hermione haciéndolo callar.
En cuanto había llegado Ron, le habían pedido hablar a solas. Lo habían puesto al tanto de todo lo que pasaba, pero en cuanto supo la fuente de toda esa información comenzó a replicar y a ponerse colorado alegando como ya se habían imaginado.
-¿¡Como puede ser posible que le crean!? -Exclamo un tanto ofendido pero más calmado. -Que le crea Hermione lo entiendo pero tu Harry como puedes creerle. -La castaña le miro con resentimiento.
-Yo también le creo. -Dijo tajante. -Ya les había contado de que escuche a Malfoy discutir con Pansy y ahora tiene sentido todo lo que dijeron, se estaba negando a colaborar con ella.
-Pues yo no le creo. -Dijo con terquedad cruzándose de brazos.
-Está arriesgando su vida, se está jugando el pellejo por nosotros. -Replico cada vez más molesta
-Puede estar fingiendo.
-Si vieras las heridas que tienen cuando regresas de sus entrenamientos no dirías lo mismo. Pero está bien, si no crees en ellos, cree en mí o ¿acaso no confías en mí? ¿Quieres que por tu terquedad gente inocente muera? -Le pregunto con dureza -¿Quieres que otras familias tengan que celebrar sus navidades sin sus seres queridos?
Ron palideció y agacho la cabeza, sintiéndose avergonzado ante las acusaciones de Hermione que lo miraba con decepción.
-Se que lo que te pido no es fácil Ron, pero que puedo esperar de los demás si mi mejor amigo no confía en mí.
-Es que yo…
-Te entiendo Ron, se que tienes miedo de que todo esto sea real, pero lo es, y negarlo no nos ayudara en nada, ya no quiero que nadie más muera. Confió en ellos y necesito que tú también lo hagas. Yo también tengo miedo, pero no puedo dejar que el temor me paralice.
-Hermione tiene razón, no tenemos más opciones que confiar en ellos como ellos esta confiando en nosotros.
-Está bien. -Acepto, Hermione sonrió y se apresuro a abrazarlo feliz.
-Gracias Ron. -Le dijo besando su mejilla. -Hay mucho que hacer, así que a trabajar. -Dijo con voz autoritaria y sus amigos solo rodaron los ojos, ahí estaba la controladora y perfeccionista amiga suya.
La información completa se la darían después de la cena de navidad, no querían estropear el feliz momento, mucho menos considerando todas las cosas a las que se iban a enfrentar a partir de ahora.
La mesa había sido alargada para que todos cupieran, todos lucían felices, se encontraban presentes los señores Weasley a la cabecera de la mesa, George, Bill y Freu, Percy, Charly, Ginny, Luna, Neville, McGonagall, Hagrid, Harry, Ron y Hermione.
Esperaban el momento para comenzar a contarles, buscaban el mejor momento, pero admitieron que ese no existía, para darles una noticia como la que estaban a punto de contarles. Llegad el momento Harry se levanto con solemnidad y se hizo silencio, Hermione y Ron también se levantaron colocándose a su lado.
-Me temo que hay algo muy importante que debemos decirle. -Dijo con seriedad y todos pusieron atención en el elegido.
Hermione ondeo su varita y comenzó a hechizar el salón, nadie entendía nada, pero todos guardaron silencio y esperaron que los pusieran al tanto de lo que pasaba.
Harry comenzó a contarles sobre el nuevo movimiento de mortifagos, sobre los planes que tenían, omitiendo el origen del informante, pero asegurando que todo era real y tenían pruebas. Las Señora Weasley ahogo un grito y la directora palideció al enterarse que en su colegio se estaba fraguando un plan tan escalofriante y que no se había dado cuenta de ello. Todos estaban serios evaluando la información que habia sido dada, pero ninguno pondría en duda la palabra de Harry o la de Hermione que lo apoyaba con firmeza, asegurando la veracidad de la información.
Sumado a eso el Señor Weasley comento que en el ministerio habían detectado extrañas desapariciones, algunos ataques a menos escala en puntos estratégicos, ahora todo tomaba sentido.
-¡Debemos hacer algo! Los alumnos están en peligro en el colegio. -Exclamo Minerva.
-No podemos hacer nada sin que sospechen que ya los hemos descubierto. -Se apresuro Harry a aclarar.
-Pero estaremos arriesgando a inocente. -Replico la longeva mujer.
-No harán nada por ahora, y cuando pretendan hacer cualquier movimiento estaremos listos. Además correrán más riesgo si no estamos cerca para protegerles. -Dijo Hagrid.
-Hagrid tiene razón, debemos hacerles creer que no sabemos nada, pero debemos tomar previsiones, prepararnos.
-Y si lo denunciamos ahora. -Pregunto Molly refiriéndose a Vladimir
-Lamentablemente no tenemos pruebas y a hacerlo no nos garantiza que no lastimara a los estudiantes o a personas inocentes.
La navidad término con un sabor amargo, Hermione lo lamentaba, pero sabía que no había mas alternativas, no disponían de más tiempo y tenían que aprovechar cualquier cosa que les diera una mínima ventaja.
Esa noche muchas cartas fueron escritas, misivas para desear una feliz navidad, pero hechizadas para liberar mensajes ocultos solo visibles para los destinatarios correctos, las noticias eran malas pero ninguno dudo cuando fueron requeridos para estar preparados para la lucha.
El ejército de Dumbledore estaría listo para luchar hasta el fin, los estudiantes defenderían su colegio con sus propias vidas de ser necesario.
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