Dazai y Chuuya ya llevaban casi un año de relación, apesar de no llevar mucho, su relación es muy seria, ya que ambos se han gustado desde los dieciséis años, pero recién hace once meses habían empezado a salir

El trabajo de Dazai era más ligero que el de Chuuya, por lo cual siempre tenía tiempo libre y tenía menos horas de trabajo. El castaño siempre pasaba el rato en la casa de su novio, ya que tenía las llaves...llaves las cuales Chuuya no le dio

Hoy era San Valentín y Chuuya estaba saliendo del trabajo a las once de la noche, caminaba por las oscuras calles y veía como había varias chicos y chicos con chocolates o galletas de San Valentín, algo muy cursi e infantil para su gusto

—..Se vería raro entre hombres

Susurró mirando chocolates en un aparador, suspiro sacudiendo la cabeza y se fue caminando a casa

Al llegar sacó su llave del bolsillo y abrió la puerta, enseguida se encontró con Dazai, quién usando un mandil amarillo y extendiendole una cajita con galletas y chocolates de San Valentín

—¡Feliz San Valentín ChuChu!

—..Conch....

Chuuya no podía contra tanta mala suerte y ternura

—..Osamu...

—¿Si?

—¿No crees que es raro?

—¿Qué cosa?

—Hacer estas cosas...considerando que ambos somos hombres

—¡La edad y sexo no importan! Vamos, come una

Chuuya suspiro estresado y tomo una de las galletas en sus manos, se la llevó a la boca y masticó, quiso reírse al ver como Dazai veía embobados sus labios

—Esta rico, ¿Quién te enseño a hacerlas?

—Atsushi-kun

—Debe tener mucha paciencia como para enseñarle a un retrasado como tú

—Mooo ChuChu

—Como sea, ¿Qué quieres a cambio?

—Sexo

—…………

—Bueno, perdón...hacer el amor

—No, estoy muy cansado

—Pero Chuuya..

—Osamu, no tendré sexo contigo por unas simples galletas

—¿Y si te doy un masaje?

—Empieza por los pies

Dijo el pelianarajado quitándose los zapatos, Dazai emocionado se tiró en el piso, agarró los pies de Chuuya y empezó a hacerle un masaje, haría de todo para tener sexo con Chuuya, esta noche le haría un hijo o un queso