Capitulo 4 (Blindfolded)

Mis terrones de azúcar, felicidades han podido cumplir el reto.

Wow, wow, wow... Mas de diez votos y mas de diez comentarios, me siento super feliz mis terrones de azúcar.

Es que... No me lo creo... Wow, gracias... Me siento muy feliz y mas por que significa que esta locurita les gusta mucho y eso hace a mi corazón mega feliz. 

Son los mejores terrones de azúcar y los quiero un montón.

Bien, el reto sigue igual...

Diez votos y diez comentarios para antes del medio día de mañana, si no hasta que se cumpla el reto.

Van dos días seguidos, si siguen así, creo que les daré un pequeño incentivo. 

Sin mas, vuelvo a repetir terrones de azúcar, advertencia de lemon, parafilias, abuso, violación, incluso ataca a un menor de edad... Que si bien en el One Shot no menciono que es un niño, es un joven de una época antigua... Ya saben, cuando a casaban a las jovencitas alrededor de los 13 a 16 años...

Dense una idea...

Por lo cual, si son menores de edad y muy sensibles con estos temas, sean discretos y absténganse de leer.

Si me fue difícil escribir este One Shot, por la temática, pero... También me gusta explicar temas difíciles, para que noten que a veces cuando algunos romantizan algo, no quiere decir que sea bueno.

Ahora a la descripción del tema de hoy.

Blindfolded: Ojos vendados... Simple y sencillamente variante de la relación Amo/Sumiso...

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Un ruido extraño se llega a escuchar.

En medio de aquella oscuridad, un joven Doncel de cabellos lilas se encuentra dormido sobre su cama...

O eso parecía, pues al darse cuenta de aquel ruido que en medio de su tranquilidad lo perturbo, abre sus ojos, intentando ver aunque la oscuridad es demasiada hasta para una habitación con un enorme ventanal.

-¿Que?- Confuso pregunta aquello para sí mismo, pues... No recuerda haber cerrado las cortinas antes de irse a dormir.

Por ello no entendía cuál era la razón por la que no podía ver nada.

Se incorpora rápidamente, sentándose de golpe, asustado, y llevando sus manos directamente a sus cienes, para con la misma intentar entender que es lo que ocurre.

Pero apenas si llegó a tocar aquella tela que le impide ver...

Una voz bastante lúgubre, pero imponente a la vez, se hace presente.

-Detente- Es lo que aquella voz le ordena con firmeza.

Reacciona de inmediato, por alguna razón, una fuerza extraña lo hacía obedecer, sin embargo el temor reino justamente al saber que no estaba sólo.

-¿Qui... Quien... Eres? - Su voz temblorosa, pues no logra comprender lo que ocurre en su propia habitación.

-Eso no importa...- Responde aquella voz grave, mientras se esconde entre la oscuridad para de a poco irse acercando ante el lecho del pelilila.

-¿Que... Vas... Ha... Hacerme...?- El miedo en esa fina voz, su cuerpo temblando, pues... Entiende lo que esto es...

Siempre escucho las advertencias de los demás, sobre todo las que sus padres le hacían.

Sobre siempre cubrir las ventanas antes de dormir, pues era una invitación a los seres sedientos de sangre, para devorar jóvenes doncellas y donceles, incautos, demasiado puros para su propio bien, aquellos con una dulce belleza y gentil modales son su predilección.

Eh allí la razón por la cual, los padres de este Doncel, buscaban de forma desesperada desposarlo con alguien bueno y digno...

Ya que un Doncel, tomado en matrimonio no era algo que los seres robadores de vida disfrutarán como alimento.

No existe respuesta, salvo por los pasos que se acercan cada vez más hacia dónde yace aquel Doncel en un fino camisón... Que sin darse cuenta había dejado parte de sus delicadas y hermosas piernas descubiertas, por el miedo de lo que su destino marque.

-Por favor... No lo haga... Yo...- Tiembla ante lo que se avecina... Esperando que por alguna razón lo que diga lo salve -Ya estoy comprometido... Yo, yo... Por favor... No... No... Tome mi sangre...- Si no fuera por la venda en sus preciosos ojos color esmeralda, se podría ver que esta derramando lágrimas de desesperación, aspirando por su nariz, mientras su labio inferir se mueve erráticamente también.

Es una vista exquisita para cualquiera... Un doncel tan joven, tan puro y adorable, su sangre de seguro debe ser magnífica, de primera calidad...

Y claramente no era de cualquier familia, se podía apreciar por lo ostentosos de su habitación que si bien es lujosa, pues los muebles de arces, roble, adornados con toques dorados y tonalidades pasteles que asemejan la inocencia del joven Doncel.

Su camisón blanco, con las mangas bombachas, denotan la pureza de su alma, con la ingenuidad de la juventud...

No cualquiera tiene un ventanal así de grande, ni prendas tan precisas... Adornos de unos animales de peluche...

Simple y sencillamente la habitación de alguien muy joven.

-Silencio- De nuevo aquella orden... Ese tono, que eriza la piel del más joven.

Frunce el ceño, sus ojos azules como la noche se clavan en esa inocente figura temblorosa, y llorosa... Lo había escogido a él, quería tenerlo para él solamente.

Pero, que estuviera comprometido con alguien, significaría que no podría existir esa realidad.

Enojo, furia, desprecio... Es lo que aquel monstruo sin escrúpulos siente.

Si debe matarlo para que no le pertenezca a nadie más, lo hará...

Al final de cuentas aun es puro, es virgen como lo que buscan los de su especie.

Solo debía beber su sangre, hasta la última gota, esa calidez... La sabrosura de consumirlo hasta que el latir de su corazón se detenga y la piel quede muerta.

Pero, aquello que pensó se esfumó al verlo dormir, al contemplar como un simple humano puede despertar tanto en él.

Quería abalanzarse contra él, empezar a morder el cuello y sacar hasta la última gota, pero... No podía asesinarlo... No deseaba hacerlo ahora...

Pero si otra cosa... Algo más despierta en ese hombre de apariencia joven.

Vendarle los ojos era necesario por tantas razones...

Una es para que no lo reconozca... Para que no pueda ver el rostro del monstruo de su ciudad... Que aunque haga cosas terribles, es alguien atractivo y de buena reputación entre los vivos.

Y la segunda, es que si ve esos zafiros luminosos de oscuridad, terminaría bajo el hechizo de obedecerlo y por alguna razón... No quería hacerle eso.

No aún...

El pelilila deseaba hablar, alzar su voz y pedir ayuda, pero...

No podía hacer nada, su boca no se abre, ni puede emitir ninguno sonido que no sean gemidos y ruegos internos...

Siente que va a morir, que su vida se ha acabado... Sin siquiera haber conocido el amor...

Sin haberle sonreído a alguien especial...

Pensando en tantas cosas que sucederían, y que no podría evitar.

Por su miedo, por la agonía y angustia, no siente cuando aquella persona sube sobre el colchón para quedar tan cerca de él.

Solo se percató de esto cuando sintió un frío aliento chocar contra su erizada piel.

-Mmh... Mnmm...- No puede decir nada, lo que le a dicho es como una orden que su cuerpo acata sin remedios.

-No vengo a matarte- Aquella voz tenebrosa le dice esto, tan calmado y seductor que provoca peor miedo en el pelilila.

Podría escapar, podría correr... Pero... Su cuerpo no le responde...

Solo reacciona a asustarse cuando una de esas manos frías, empieza a tocar sus piernas descubiertas... Y no de una forma suave, sino... Sujetándolo con fuerza, tal que deja marcada de rojo la piel...

Un peor miedo empieza a aparecer en el cuerpo del Doncel... No entiende que es esto...

Se supone que debería matarlo, de arrancarle hasta la última gota...

¿Acaso esto es lo que hace para preparar a su víctima?

No quiere morir, solo pide que no le arrebate la vida.

Aquellas manos atrevidas, recorren las tersas y suaves piernas de ese Doncel... Empezando desde la pantorrilla, hasta subir más allá de las rodillas, los muslos cremoso y tibios... Que va invadiendo por debajo del camisón...

Las mejillas del aquel Doncel se tornan rojizas, mientras sigue con miedo, temblando y derramando lágrimas.

-No te mataré, pero a cambio... Quiero algo de ti- Le susurra en el oído, de manera lasciva como sus ojos que ven a ese inocente humano temiendo por su vida, le derrite por completo, aunque su cuerpo no pueda experimentar calor por sí sólo... Le ayuda mucho el beber sangre de otros para tener suficiente vitalidad para la virilidad que se presenta de forma molesta entre sus negros pantalones...

Aquella ropa que lleva este joven hombre de cabellera rubia y tez pálida, demuestra que también pertenece a la alta sociedad de aquella ciudad.

Lo que convierte su vida en un delirio de fantasías y libertinaje...

¿Tal vez por esa razón, no fue siquiera considerado como un prospecto para ese joven Doncel?

Tantas veces antes pudo haber bebido su sangre, pero... No se atrevía por que era tan lindo de niño, y le causaba ternura, pero al crecer y volverse un joven educado... Lo sedujo su porte fino e inocente.

Que deseaba que fuera suyo... Y sino, lo devoraría hasta matarlo.

Pero ahora, esas palabras se las traiga, pues... Esta por hacer otra cosa que cree mejor para no acabarlo, pero si para poseerlo.

-Puedes disfrutar, tu boca solo podría producir dulces gemidos...- Habla con un tono de orden...

Eso es uno de sus poderes sobre los humanos, dar órdenes a estos para que las lleven a cabo.

Aunque si lo vieran a los ojos, los haría sus esclavos de una vez.

-Aaaaggh...- No puede entender como su cuerpo está obedeciendo a ese monstruo chupa sangre... Acatando su orden de disfrutar y producir sonidos tan obscenos.

Sigue temiendo, llorando y tiemblan, pero... No puede evitar que su inocente cuerpo reaccione a esos toques tan vulgares.

Lentamente, el rubio recuesta al joven en la cama con una cierta delicadeza, intentando ser un poco educado... Por que quien esta vez estará debajo, no es una ramera o un prostituto... Sino alguien que sin duda valdría la pena tener como cónyuge.

Si tan solo hubiera sido una digna propuesta, no estaría así, privándolo de su vista para no dejarlo bajo su control total.

El Doncel no hace nada para detenerlo, puede sentir esos dedos fríos recorrer su vientre... Acariciándolo, que va subiendo su prenda, hasta que esta queda por encima de sus delicados botones rosas...

Su cuerpo se estremece debajo de este ser.

Los toques fríos, provoca que su piel se erice y tiemble, produciendo unos fuertes gemidos.

Puede sentir el peso de este cayendo un poco sobre él.

Aunque más que nada la respiración golpeando su pecho...

Las manos intrusa quitando con rudeza esa prenda... Que no le importa rasgar para dejarlo libre de esta y así tomarlo.

No sabe que está ocurriendo, solo puede sentir demasiada estimulación en su cuerpo... Miedo por que esta expuesto ante un completo desconocido que está a nada de violarlo, de tomarlo a la fuerza... Aunque no esté luchando su corazón no desea esto, tiene tanto miedo....

Y odia con todo su ser, que su propio miembro esté reaccionado a lo que le hacen...

Odia que la humedad en su ropa íntima que está apareciendo...

Tanto por delante su pene húmedo precede al semen y su parte posterior... Insinuando que está produciendo los fluidos propios de un Doncel para cuando sea el momento de una penetración.

-Ahhhhmmm... Aaaahhhggg... No...- Sus lágrimas ya han manchado esa tela negra que le impide ver... Le estremecerse tanto el sentir unos labios atacan uno de sus pezones.

Lamerlo, succionar, mordisquear... Y besar... Todo de maneras nunca ante sentidas, tan desesperadas y salvaje, como a la vez un poco suaves y tiernas...

Entiende que pretende este monstruo, pero... Eso no lo quería... No quería hacerlo con nadie... Ni siquiera con su prometido, pero con él no tendría de otra.

-Eres un joven tan hermoso, e inocente... Entiendo por qué te encierran en una jaula de oro- Su sonrisa lasciva quiere ver la completa expresión en ese dulce rostro que había visto sonreír y reír tanto... Pero ahora se lo priva por prudencia.

-Aaay... Por... Aaaayy...- Quiere protestar, quiere que esto pare de una vez por todas, pero su cuerpo no coopera...

-No te resistas- Acaricia ese dulce rostro angelical, estando sobre él... Mirándolo abajo, apoyando sus manos ahora a cada lado de la cabeza del Doncel... Como sus piernas flexionadas apoyadas por las rodillas han quedado entre las desnudas piernas blancas.

-Mmmh... Por... No... Aaaahhh...- No termina de hablar, su cuello es devorado... No como creería, que una mordedura drenará su sangre, pero... Si podía sentir esa lengua húmeda chocar contra su piel nívea, relamiéndolo, delineando su contorno con la punta, dedicando besos salvajes que dejaran buenas marcas...

Ese sabor sublime, denota que jamás había sido capaz de probar algo así de dulce en toda su miserable existencia.

¿Cuántas veces debió saciar su deseo con putas?

Jamás tomó a alguien como su cónyuge, no creía que los humanos fueran dignos, y además... Una fémina o Doncel de su misma condición no podría albergar vida...

Busca dejar de otra manera una marca de su existencia.

Un sabor inocente y fresco... Es lo mejor para su apetito... La sangre de ese Doncel no importa si tiene su cuerpo.

El frenesí de escuchar esos gemidos tan tímidos y hermosos.

Comienza a hacer que su virilidad comienza a palpitar al grado de ser doloroso.

Se deshizo de su ropa con gran velocidad.

No quiere perder más tiempo, sabe que lo desea y no se conformara con una sola vez, ni le importa si se desmaya el pelilila... Va a romperlo hasta las últimas consecuencias.

-Mu, eres mío... Y te lo demostraré- Vuelve a alzar su vista, aunque no pueda ver esas esmeraldas, sabe que serían de una fantasía sexual insuperable...

Al ver como esa pequeña boca jadea, el cuerpo desmenuzándose entre sus dedos... Es un placer que solo él debía tener, el privilegio de poseerlo.

Escucho su nombre, siendo pronunciado por quien lo está asaltando... Aquello lo estremece y asusta más, pero pierde el control, su cuerpo es muy sensible... ¿Tal vez sea por que lo han privado de la vista y está ante la voluntad de una persona que ni siquiera sabe quién es?

No puede reconocer esa voz, aunque en el fondo de su mente siente que le es familiar.

Esos labios que son fríos, vuelven a tomar el pulcro pecho del Doncel... Para seguir torturando esos botones rosados, aunque uno esté algo rojo e hinchado...

Sin duda, cuando ese Doncel lleve una vida dentro, crecerán un poco y tendrán una deliciosa leche que ansiara probar...

Pega su cuerpo hacia el más joven, principalmente para chupar el otro pezón que aún es libre, morderlo y con la punta de su lengua delineándolo.

Los gemidos son la gloria que no se resisten, pues aunque tenga sus manos libres, obedece a sólo disfrutar y no luchar.

La mano libre derecha pelliza con total rudeza aquella protuberancia rojiza...

Quiere molestarlo, al grado de que cada vez que alguien lo toque recuerde esa sensación.

La mano izquierda libre baja hasta el pene del menor... Es obvio que es aún inmaduro, es de un tamaño normal para un Doncel...

Es rudo, no tiene cuidado alguno ante él.

Sujetando el falo con fuerza, para que su mano suba y baje, y luego con el pulgar apretar la cabeza, asemejar estar escarbando en esa zona.

-Aaaahhhggg... No... Aaaahhhh... Ayyy... Due... Le... - Niega con su cabeza, desesperado por apartar a quien lo está lastimando, pero sus brazos no le responden... Y sus piernas solo se cruzan levemente para sentir algo de fricción en la parte posterior que esta humedecida.

Deja esa marca en la sabana, pues la ropa interior ya fue retirada.

Las mejillas sonrojadas... La boca abierta y jadeante...

Es precioso ver a un Doncel tan puro siendo corrompido por un monstruo de la peor calaña.

Ha tenido tantos amantes, ha pasado por tantos cuerpos que no tiene la cuenta exacta, por eso sabe dónde tocar para volver loco a cualquiera.

-No tengas miedo, esto debía pasar- Le habla con un tono suave y dulce... Que no se asemeja a que lo esté torturando y a punto de violar.

Pero esta muy cegado y confiado de sus técnicas.

Que no le importa disfrutar los gloriosos gimoteos del pelilila.

Mu se comienza a retorcer, su cuerpo se está sintiendo tan bien que le duele... Admitir que esto es muy placentero... Aterrador pero agradable...

El no poder ver, estimula sus otros sentidos y esto es contraproducente pues en consecuencia cada toque, rose y mordidas de ese monstruo lo hace gemir muy vulgarmente... Avergonzado por qué su cuerpo sea tomado por otro... Siempre le inculcaron que debía esperar a hacer esto, hasta un matrimonio... Con alguien que ame...

Pero con quien está, lo toca tan descaradamente, jamás quiso esto...

Una sensación de hormigueo invade su vientre, bajando hasta la base de su pene...

Es alarmante para el pelilila sentirse así, nervioso... Primero es asaltado, su cuerpo reacciona de la peor forma... Sintiéndose ya sucio por esto y ahora algo nuevo se presenta.

-No... Aaaay... Voy aaah... Algo... Saldrá...- Su inocencia es tal que no sabe lo que se aproxima para él.

-Vas a eyacular- Le corrige rápidamente, mientras con una sonrisa, que sabe no es vista, le susurra contra la cremosa y tersa piel -Hazlo... No me importa que manches mi mano-

Por esta advertencia, comienza a mover la mano más desesperadamente, arriba, abajo... Clavando un poco su dedo pulgar en la cabeza de ese pene...

El Doncel solo atina a echar su cabeza para atrás, arqueando su espalda... Abriendo su boca a todo lo que puede... Dejando escapar un gemido algo fuerte, pero que es callado con ferocidad por unos labios y unas manos que aprietan sus mejillas y lo obligan a besarlo...

Haciendo dicho acto para que nadie de aquella familia se dé cuenta que este hermoso Doncel es profanado.

La infértil semilla es arrojada por su eyaculación, derramándose en la mano del victimario... Y en el abdomen plano del joven pelilila.

No le importa que esto lo pueda dejar agotado y aturdido...

Escucho ese hermoso corazón palpitar, mientras deja marcas en ese precioso lienzo...

Desea seguir experimentando con un virgen.

Besar esa boca con ferocidad, introducir su lengua sin permiso, hacerlo gemir más... Mordiendo los rosados labios, hasta que se tiñan de rojo... Es peligroso que lo haga, pero un pequeño aperitivo es lo mejor de este mundo insano.

Ahogado en el placer carnal... Siente la primera eyaculación de su vida, jamás se había tocado, era la primera vez de todas... Aunque era algo grande para ello, es alguien que tiene una inocencia que se ha cuidado y mantenido tanto.

No conocía la maldad de las personas y en su pequeño mundo, jamás la conocería.

Y aun así, con toda la protección que sus padres le han dado, un intruso está a nada de profanar a lo que más aman.

No intentaría una pose rara, no tiene tiempo de prepararlo tampoco...

Si se deja ir directamente dentro del Doncel, sabe que con eso... Bien podría dejarlo embarazado y eso no estaría mal.

Su boca ocupada de probar la del más joven.

Se dispone a que su propio cuerpo busque aquella entrada, que había divisado con anterioridad.

Sus manos primero la buscan, hasta que siente la mayor calidez... Y humedad... Que no era por la venida...

Aquella virginal entrada, esta preparada para recibir un pene... Los fluidos naturaleza se han acumulado para que la primera vez no sea tan dolorosa.

Al sentir como unos dedos rosan su virgen ano, se estremece... Quiere alejarlo de nuevo, no desea permitir esto, sin embargo es inútil...

Su cuerpo esta entumecido por la eyaculación, además del peso sobre él y que sus reacciones están aletargadas por la orden de quien lo profana.

Se separa del pelilila, dejando que sus rubios cabellos caigan sobre este... Mirar como los une un hilo de saliva... Combinado con sangre.

Es sublime, perfecto, como si el mejor vino de esta época fuera reducido a nada, al probar ese dulzor del Doncel de debajo

Está a punto de tomar aquel pelilila, robar su inocencia, su pureza volverla nada con un simple acto que no se sabe por qué está guiado, sólo por el deseo y la desgracia.

Se apoya sobre sus manos extendidas al nivel del torso ajeno... Verlo tan indefenso ante él... La venda es tan buena, que no se ha movido en lo más mínimo... Pero sí que esta humedecía... De solo pensar que lo hará llorar más... Hace que su pene palpité tanto que no pueda soportarlo más.

Localiza la entrada de ese Doncel vendado y roza aquel lugar tan estrecho... Que de solo imaginar lo apretado que está, deleita su enferma mente.

Y de buenas a primeras... Sin avisar, sin decir nada, guiado por los más primitivos instintos...

Penetra aquel sagrado templo, el falo del rubio se adentra sin reparo...

Yendo lento, pero al sentir esa dulce humedad, la calidez y lo estrecho, no soporta más y arremete contra el inocente Doncel que sólo atina a llevar su cabeza hacia atrás, intentando aferrarse a algo sin éxito, pues sus manos no saben que sujetar...

Su espalda se arquea, el sudor recorre su pura piel.

Las mejillas sonrojadas, la boca abierta jadeando, dejan un escenario perfecto para la lujuria.

Aquellos gemidos y jadeos inundan la habitación... El olor del sexo la invade, entre las sábanas deja la marca de los fluidos combinados...

Sus lágrimas empañan más aquella tela negra, la saliva sale de la comisura de su boca, intentando tomar oxígeno, pero sin éxito alguno... Su cuerpo está entumecido por el placer, su miembro se senté hormiguea por de nuevo estar siendo estimulado de otra parte... Su inocente cuerpo es violado, no hay otra forma de decirlo, cuando no lo deseaba... Por mucho que el cuerpo lo goce, no fue consensual.

El rubio por primera vez siente que el placer de tomar a alguien que de verdad deseas desde un sentimiento confuso y distinto.

Es gloriosos el sentir adentrarse a una cavidad tan estrecha y caliente.

El sonido de sus pieles chocando es escandaloso y obsceno.

Entrecierra sus ojos... Llevando sus manos ahora mejor a sujetar esas delicadas y tersas manos, para apretarlas y hacer sentir al otro que no es solo un sueño, que es realidad lo que esta sucediendo.

Cada embestida arremete más y más profundo, al grado que sabe dónde tocar, pues lo ha hecho incontables veces.

Aunque esos inocentes gemidos... Lo distraen tanto...

Puede admirarlo desde arriba, cada que esa boca se abre para tomar aire, su miembro crece... Su cuerpo desea más al Doncel.

Y no se logra controlar, penetrando tan duro que sabe muy bien que lo lastima.

Pero pedirá perdón algún día, y acabara por este pecado carnal tan magnifico.

-Aaaah... Ya... Por... Favor... No... Mas...- Los ruegos del pelilila... Dejando que su mente esté a nada de perderse... Esta hundiéndose en un abismo sin fondo... Atormentado por un placer que no creía experimentar nunca.

Jamás creyó que lo haría con un desconocido, que no logra ver siquiera su rostro.

En su interior puede sentirlo... Yendo tan profundo que lo puede desgarrar, tocando un punto que lo estremece de pies a cabeza.

Engarruñando los dedos del pie y apretando la mano más grande que la propia...

Se siente mal por gozarlo... Temeroso porque se supone su cuerpo debía solo pertenecerle a su prometido... ¿Cómo se lo explicaría?

Preguntas qué no tienen respuesta, pues con el vaivenee se pierden en su subconsciente.

La respiración profunda y sonora del rubio... Invaden los oídos del menor que solo tiembla ante su atacante... Entregándose a un placer sin final.

El ritmo se marca apresurado, profundo y pausado cada que escucha un gemido diferente, cuando toca la próstata del pelilila... Que sudoroso, sin ropa, con la piel marcada, los cabellos esparcidos por todo el colchón... Hecho un desastre, es tan angelical que peca de exquisito.

No lo dejara ir... No hasta que su eyaculación pueda llegar y así dejarla dentro del Doncel.

Las embestidas van más y más profundas... Poco falta para que se libere el mayor y el más joven... Siente que de nuevo tendrá un orgasmo... Pues el clímax por la estimulación es más al no poder ver... Solo oír, saborear, oler y sentir... Es tan agonizantemente el deseo en su piel... Que lo terminará destruyendo.

Durando así uno tiempo más... Cuando de nuevo el Doncel libera su semen en los abdómenes de ambos... El rubio esta sobre él... Al sentir que su cuerpo es manchado por el pelilila, solo lo hace sonreír... Sentirse feliz por provocar esto en quien ha devorado de otra forma.

-¿Te ha gustado?- Pregunta con sorna, como si no conociera la respuesta tan obvia...

-Aaaahhgggg... Mnmmh... Aaahh... Si... - los gemidos se presentan, y entre ellos una afirmación que ya no es de su conciencia, sino de él instinto primitivo del placer despertando en él.

-Tú ya te corriste...- Su mano libera una de las contrarias para acariciar la mejilla humedecía por el sudor del sexo y lo salado de las lágrimas -Ahora yo lo haré... Arrrggg... En tu interior...- Le susurra con maliciosa... Sonriente ante lo que va hacer...

-¿Qui... Quien... E... Eres...?- Su voz temblorosa, perdiendo así de a poco la consciencia... Aunque sus ojos estén vendados y no pueda ver nada, más que la oscuridad, siente como sus párpados se van cerrando... Su mente pronto se apagara.

Pero el rubio lo obliga a segur despierto... Por lo menos que sienta consciente lo que es, que alguien se corra en su interior.

Y así sucede... De buenas a primeras... Aquel ser de oscuridad perpetúa... Termina su atroz labor... Habiendo tomado la inocencia de un joven doncel... Que jamás le ha hecho daño a nadie.

Penetrando hasta lo más profundo... Todo su miembro dentro de ese destrozado templo... Algunas gotas de sangre se han combinado con el semen... Indicando que era la primera vez... De un punto tan estrechó de qué debió ser tratado con total delicadeza.

No le importa que su semilla quede dentro... Si Mu quedará encinta, esta bien... Está a poco tiempo de casarse, podría pasar por el hijo del hombre que escogieron como pareja del pelilila.

Odia a ese sujeto por que él si podrá estar a lado de ese hermoso ser de cejas curiosas y preciosas.

Al menos... Pudo tenerlo así... Aun contra su voluntad.

Reconoce que usar sus poderes para influenciarlo y que su cuerpo obedezca... No fue correcto, pero la justicia de los hombres no lo alcanzara, ni la divina, pues su vida es un pecado, que ha entregado su alma podrida hacia el inframundo.

Deja salir un ronco jadeo, indicando que también ha terminado...

Entrecierra sus ojos al liberarse y sonríe satisfecho... Logró poseer a Mu...

Y espera que siempre lo recuerde... O al menos esa es la idea principal...

Pues... La culpa carcome sin pensarlo su podrido corazón...

Verlo indefenso debajo de él... Jadeando apenas... Ver las marcas que le ha dejado, como la tela se ha manchado de la humedad de un sin fin de lágrimas.

-Lo siento... Era esto, o matarte... Y no estoy listo para dejar de ver... Tu hermosa sonrisa- Le susurra con delicadeza... Piensa que con eso es suficiente para el inconsciente Doncel que yace debajo de él, aun sujetándole esas delicadas manos... Con fuerza...

Sin salir de ese interior... Al menos le consuela que su idea logró hacer disfrutar como nunca a su víctima, según lo que cree y lo que ve... Aunque fuera obligado el pelilila...

No sale del interior... Desea permanecer lo más que pueda, incluso... Puede sentir como su miembro se vuelve a endurecer... Dando deseos de un segundo asalto... Con un inconsciente Mu.

---A la mañana siguiente---

Aquel pelilila, despierta asustado, con sus mejillas sonrojadas, su cuerpo sudando y el corazón latiendo a mil por hora... Desconcertado por lo que vivió...

Pero sin embargo, su miedo y susto se va desvaneciendo cuando nota... Que su ropa está intacta... Su cama igual... Sus ojos pueden ver... Sin nada que se los impida... Y su piel no tiene marcas...

-Fue... ¿Un sueño?- Pregunta rápidamente... Mirando sus manos... Y moviendo sus piernas... Buscando alguna marca en ellas.

Confuso ante este despertar... Pues en su mente parecía tan real todo... Aun creía sentir algo recorrer su cuerpo... Pero no existe dolor o evidencia que algo pasará... Y aun así... Se siente diferente.

-¿Que ocurrió?- Pregunta de nuevo... Creyendo que no pudo haber sido un sueño, pero todo indica que si...

Mira hacia la ventana, ve que esta abierta la cortina, como la dejo la noche anterior...

Fijamente sus esmeraldas ven el hermoso amanecer que le indica que un nuevo día a llegado.

Su ceño de confusión... Su mirada de desconcierto...

-¿Quién... Era?- Fuera sueño o realidad... No logro ver ese rostro jamás, solo recuerda una voz grabe, que a veces lo asustaba y otras lo reconfortaba... No entendía que paso... Pero su mente rápidamente captó que fue solo un sueño...

Que al menos así debió ser sin sentir nada más en su cuerpo.

Si tan solo supiera... Que en una de las antiguas mansiones...

Un joven hombre rubio... Solo dedica sonrisas ante el recuerdo de lo vivido esa noche...

Aunque como un acto de bondad, borro esos recuerdos del Doncel para no condenarlo a la vergüenza y agonía, pero no borro toda su marca, pues... El semen que dejó dentro, ese debía fecundar ese cuerpo que ha reclamado como suyo.

No importa si otro se casa con él, al final es suyo y de nadie más.

-Señor Shaka, todo está arreglado- Un hombre también joven, con un semblante serio le habla a aquel que se mantiene en la oscuridad de una habitación... Admirando un precioso cuadro.

-Bien, quiero que todo quede perfecto para esta noche... No tolerarse ningún error- Puede que no logre salir de día... El sol mata a los Vampiros, pero... De noche podría ofrecer la fiesta... Que como última opción le queda, para de una vez, ofrecer lo que sea por el Doncel que no puede perder.

Sus acciones y sus pensamientos son una contradicción por el egoísmo y ambición de poseer de nuevo a ese inocente ser.

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro muy bien... Con mucho frió... Dioses... La neta no puedo soportar este clima...

Kiaaaa... Por favor que alguien se lo lleve... ¿Quien hace enojar a Krest, Degel, Camus? No manche... Me estoy muriendo de frió...

Bueno, espero que disfruten el capitulo del día de hoy.

Recuerden que deben cumplir el reto de diez votos y diez comentarios, si lo logran rápido, puede... Que tengan un detalle bueno. 

Y que estos temas son bastante fuertes y sensibles, ademas que amas deben aceptar estos tipo de tratos y si llegara a suceder algo así... Siempre hablarlo y contarlo, denunciar... Y no quedarse callado nunca.

¿Entendido?

Gracias a todos mis terrones de azúcar por leerme, apoyarme, comentar y estar aquí conmigo, de verdad se los agradezco tanto.

Son lo mejores del mundo mundial.

Kiaaaaa... Los adoro mis terrones de azúcar.

Por favor cuídense mucho siempre de cualquier cosa, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 

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