Once de Febrero de dos mi diecinueve

16 de febrero de 2015.

En un pequeño pueblito, alejado de las grandes ciudades, una chica se arreglaba para ir a estudiar, estaba muy emocionada porque iba a ver al chico que le gustaba "Mario". Como todo los días ella y él se reunieron antes de la hora en la que empezaban las clases, pero había algo distinto, Mario parecía muy nervioso y eso inquietó un poco a la chica. Pensaba "tal vez dije algo que lo puso incómodo" o " ¿Quizás ya no le gusto? Y no sabe cómo decírmelo". Un sin fin de pensamientos inundaron su cabeza en un instante, hasta qué, Mario dijo:

—Quiero preguntarte algo, ¿Puedo?

—Claro! —respondió con algo de inseguridad la chica.

—¿Quieres ser mi novia?...

Esa chica, esa hermosa tarde de febrero, era yo; a partir de ese día Mario y yo empezamos a construir una muy bella relación, o al menos, eso creía yo.

Pasaron los meses, él era el hombre más dulce y atento que conocía, muy inteligente y deportista, todo lo que podía desear. Al cumplir los 6 meses decidimos formalizar más la relación, entonces el habló con mis papás, pidiendo permiso para seguir conociéndonos más a fondo. Sin darnos cuenta, ya habíamos pasado por muchas cosas y después de un año, nuestra relación era igual de fuerte que al inicio, después de muchas peleas, el primer "te amo", el primer beso... Habíamos cumplido un año.

Me sentía realizada, no podía pedir nada más; cuando sin previo aviso, empecé a sentir que él cambiaba, ya no era atento, no me prestaba atención, a veces sentía que era irrelevante para él. Creí que era mi culpa, que yo ya no lo trataba como él se lo merecía, entonces me propuse ser "la mejor novia del mundo", pero mientras más trataba, él más se alejaba, se volvió muy abusivo y trataba de controlarme todo el tiempo, casi hasta el punto de que llegue a sentir que yo no tenía ni voz, ni voto en la relación, me volví solamente, la sombra de él.

Yo pensaba que no podía dejarlo, porque lo amaba y no quería vivir sin él. Pasaron cinco meses de sufrimiento y agobió antes de que tomará la decisión. Yo no iba a dejar que me tratará así, ¡Yo merecía mucho más!, Y no había razón para estar aguantando ese tipo de maltrato, así que me armé de valor y, ¡Me decidí! Le diría, lo dejaría. Imaginen que sorpresa me llevé, cuando ese mismo día que yo me decidí en dejarlo, él decide terminar conmigo.

—No puedo estar con alguien como tú —dijo—, ya encontré a alguien más.

Sentí mi corazón romperse en mil pedazos. Mi vida se volvió gris y monótona, creí que no iba a salir de esta, me había hundido y el camino para salir era muy largo. Después de mucho meditar llegue a la conclusión, de que había sido lo mejor, no podía hacer nada, más que seguir adelante, y no ver hacia atrás, más que para aprender de los errores.

Me enfoque en estudiar y en ya no jugar más con mi corazón por el momento. sin darme cuenta, había pasado un año, desde que no estaba con él, y mi vida había mejorado en muchos aspectos, ¡Podía estar sin él!, Podía ser feliz sin él. Mi corazón sanó y aprendí una muy buena lección.

Nunca dejes que nadie te diga, tú valor, la única que puede calificar eso, eres tú, amate, valórate, respetare y date tú lugar siempre, eres muy especial, y tú calor ni tiene comparación alguna. Solo, no lo olvides y aprende del pasado.

Del pasado se aprende, el presente se vive, y el futuro se construye.

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♥11/14♥