Hoy me desperté tarde, mi madre me regaño de que ay muy tarde me duermo, que pinche mapache ojeroso, y que no sé qué, al menos no me pego con su chancla, eso es un logro.

Como sea, fui a trabajar, hoy hubo un montón de clientes, pinche bola de ociosos, por no cocinar en sus casas. Tuve que ir de mesa en mesa como loca repartiendo los platos con la comida, de hecho, hubieron más cuando ya íbamos a cerrar porque mi mamá y yo ya queríamos comer, pero mi jefecita como toda madre sacrificándose por su hija me dijo, anda come en la cocina, yo me encargo. Grande mi mamita, grande, se merece un aplauso.

Y así fue mi día de hoy, ahora estoy en mi casa semi-desnuda porque, pues porque es mi casa y si yo quiero ando sin nada, es más, ahorita mismo me desnudo pues porque me voy a bañar, huelo a pollo frito del menú, ¡no me vayan a ver mientras me eh! Dios que enferma ya hasta hablo sola.

Listo ya estoy bañadita, hora de ir por mi celular, felizmente hace aire, y yo amo que este así el clima, lo que no amo es salir a caminar, pero todo sea por mi celular, ay ojalá no salga con una de sus estupideces mi amigo, porque si no, le pego en los meros huevos y me voy corriendo como toda una profesional.