54

Días, semanas, meses. El tiempo seguía su camino mientras yo me quedé estancada en aquel día en el que ella decidió irse.

Y yo aún sabiendo que su número había cambiado, todos los días le mandaba un mensaje... Un "Buenos días, Lily" o un "Creo que te extraño." 

Stone cold, baby
God knows I tried to feel
Happy for you
Know that I am, even if I
Can't understand, I'll take the pain
Give me the truth, me and my heart
We'll make it through
If happy is her, I'm happy for you...

Demi Lovato con Stone Cold no ayudaba mucho, la verdad.

Mi vida ya no podía ser más rutinaria y triste.

— ¡Sam! ¿Puedo pasar? —preguntó una voz detrás de la puerta.

— Pasa —respondí.

— Hola, ¿qué haces? —preguntó ella— ¿Escuchas a Demi Lovato? ¡Que locura, luego ésa canción tan triste! 

— Estaba... Maggie... ¿te han rotó el corazón?

— Oh, todo es por la pelirroja, ¿no es así? —preguntó ella que masticaba una goma de mascar. Asentí— Sí, obvio me han rotó el corazón, pero ve: sigo viva.

— No entiendo... —respondí.

— Quiero decir que: Sam, no es el fin del mundo. Duele, y duele muchísimo, se lleva todas tus fuerzas, tus buenos recuerdos duelen y sientes que no podrás salir adelante, que el aire te falta, que esa persona era ése aire. Pero todo pasa... El dolor pasa, un día simplemente te das cuenta que ya no la amas.

— ¿Cuánto falta para que llegue ése día?

— No lo sé —respondió encogiéndose de hombros—. Tal vez te hace falta salir de ésta lúgubre habitación llena de recuerdos.

— ¿Tienes algo en mente? —pregunté.

— Claro —respondió siendo obvia—. Una opción es mudarnos, y la otra es que vayamos a un concierto de metal donde lancen cabras muertas y sangre de una virgen sacrificada.

— Ambas suenan bien. Le voy más a la ida al concierto satánico lleno de cabras y sangre.

Ambas reímos —. Claro, es más factible el concierto —respondió ella.

•••

Y como fue. Aquella visita de Maggie a mi habitación fue para darme la noticia de que nos mudaríamos. ¿Razones? Una nueva vida juntos. Todo el mundo necesita de cambios.

Y mi cambio estaba en una casa de tamaño decente que se encuentra a unos minutos lejos del mar.

La escuela será ahora más complicado, puesto que nos hemos mudado a las afueras de la pequeña ciudad donde se encuentra el hospital, la universidad y la preparatoria donde Maggie terminará su último año.

Ahora son 30 minutos de diferencia. Pero mi tío dijo que no habría problema, tenemos auto.

— ¿Qué te parece? —preguntó mi tío entrando a la habitación que me correspondía.

— Es muy linda —respondí.

— Lo es.

La casa es preciosa y... ¡No hay escaleras! Es lo mejor de éste sitió, mis tíos ya no tendrán que subir y bajarme de las escaleras, todo es liso para que la silla pueda transportarse con facilidad.

Y mi habitación... sé que es la mejor aunque mis tíos y Maggie no quisieron admitirlo. Mi habitación consta de un espacio grande para la silla, más un closet de tamaño considerable para que yo pudiese sacar la ropa y no gritarle a mi tía para que ella lo hiciera. Y lo más importante: Una gran ventana con vista al mar, es de aquellas ventanas-puertas, en realidad no sé cómo se llaman pero si la casa estuviese en alto, sería como una terraza.

Después de ya varias horas desempacando, mi tía nos llamó para comer. Comeríamos en el mar.

— Esto es genial —admitió mi tío mirando a su alrededor—. De verdad es lo que necesitábamos.

La tarde se basó en risas y más risas. Maggie ya por fin aceptaba que soy su hermana, comenzamos a tratarnos de nuevo porque de cierta forma, mentalmente soy mayor por tres años y eso me hace sentir superior, aunque físicamente ella está más vieja.

Regresamos a casa después de ver un bonito atardecer, ya no había necesidad de que mi tío me cargará hasta mi habitación y esto me hacia sentir una chica independiente.

— Vine —se anunció Maggie mientras entraba a mi habitación—. ¿Estás leyendo?

— Sí —respondí sin siquiera mirarle.

— Agh, vamos, Sam... Veamos una película.

— ¿Y cuál sería? —pregunté aún sin dirigirle la mirada.

— No sé... —admitió— Me gusta The Breakfast Club...

¡A mí también! —grité dejando el libro a un lado.

Maggie me ayudó a pasarme a la silla y me empujó hasta llegar a su habitación, ya que podíamos verla en la sala pero nos daba pereza ir allá, entré a su habitación que era la mitad del tamaño de la mía pero estaba todo muy lindo, muy ordenado a comparación de la mía que hay cajas llenas de libros, libros tirados, ropa, cajas vacías... en fin.

Maggie puso la película y se quedó dormida a los 30 minutos... Decidí quitarla y dejarla dormir, me fui a mi habitación en silencio, la silla no daba ruido y eso me alegraba. Cerré mi habitación y encendí la luz, no tenía sueño.

Quise ordenar un poco pero hacía mucho ruido cuando golpeaba por accidente la caja de cartón con la silla, o cuando se llegaba a caer un libro.

Tomé mi celular y me dispuse a leer lo que encontrase, que eran dos conversaciones.

Miré la de Lily, le he mandado sinfín de mensajes...

SAM.

Ya nos mudamos, es todo tan hermoso, joder... Te encantaría, lo sé.
Enviado a la 1:47 AM.

Lily... sé que éste ya no es tu número, pero me gustaría saber por qué razón no quisiste decirme la verdad... ¿Tan débil soy?
Enviado a la 1:55 AM.

No puedo dormir... te necesito.
Enviado a las 2:30 AM.

¿Ya viste la hora? No hago más que leer nuestras conversaciones antiguas, aún recuerdo cuando hicimos la locura de tatuarnos... O cuando me ayudaste a superar la pérdida de mis padres... O cuando me acompañabas a visitar a Maggie... O cuando me puse ebria en el concierto de tu amigo Sopeeta (sé que no se llama así).
Enviado a las 3:00 AM.

Ya debería dormir... Linda madrugada, Lily.
Enviado a las 3:15 AM.

Te amo.
Enviado a las 3:17 AM.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top