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Las semanas han sido tan tristes, una tras la otra, tan comunes y aburridas. Lily ya no es mi "enfermera", le dijo a mis tíos que yo decidí que así fuera..., me llevé una buena regañada gracias a ella.
Mi hermana, Maggie, es cada vez más insoportable con lo de la silla, aún está en el hospital porque esperan a que recupere la memoria, pero para mí es igual o hasta más fastidiosa de lo que ya era antes del accidente.
— Buenas noches —dijo mi tío antes de cerrar la puerta de mi habitación. Una noche más y cada vez me siento más vacía.
Cerré mis ojos esperanzada en que dejaría de llorar, me estoy deshidratando de tantas lágrimas que he tirado, me siento tan frágil y me odio por eso. Hace un par de días que no voy a la escuela por culpa de mis bajas defensas, ni siquiera he ido a ver a Maggie o a terapias.
Todo estaba tan oscuro, no creí volver a éste oscuro sitio donde no hay más que frío.
•••
Me terminé de peinar mi enredado cabello y tome las tijeras, sin piedad alguna lo corté, ya no lo quería largo.
Miré mi reflejo, mi rostro tan demacrado me daba lástima, era temprano y mi tío aún no despertaba, mi tía se había quedado a dormir con Maggie.
Estaba aburrida, me sentía desesperada así que tomé el celular, era hora de borrar todo tipo de rastro de Lily.
Pero había un mensaje de ella:
LILY.
Sam..., yo, joder, lo lamento tanto, sé que he sido muy indiferente éstos últimos meses pero no la he pasado nada bien, mi familia se derrumbó, la familia que siempre sentí distante, ahora ni la siento. Yo, sé que no hay perdón que valga porque no he estado para ti, pero dejame invitarte a salir, una última vez. Por favor, Sam.
Enviado a las 3:30 AM.
Sentí un vuelco al corazón, no puede ser posible que después de éstas semanas, aún ponga mi mundo de cabeza con un simple mensaje.
No sabía qué responder, deseaba responderle que sí, pero no dejaría que me convenciera tan fácil, ¿por qué no me buscó antes?
Lily ya no me quiere, eso es obvio, pero por qué tiene que venir a hacer esto, por qué no siguió con su vida y ya.
Dejé el celular sobre el mueble que está para poner allí todos mis libros, aunque ya no entran, gire mi silla y volví a la cama.
Mi tío sigue dormido y no puedo pedirle que me cargue para volver a la cama. Así que... Miro todas mis posibilidades, respiro hondo y me tomo con fuerza de las posaderas de la silla.
Relamo mis labios y pongo toda la fuerza posible en mis piernas..., tras varios segundos de pujar me puse de pie, y justo cuando decidí soltarme, la fuerza de mi pierna derecha falló haciéndome caer sobre la cama.
Resoplo un tanto enfadada, aunque logré mantenerme de pie por dos segundos, no puedo decir que estuve del todo mal.
Después de terminar de leer otro libro que me había regalado mi tío, me sobé el estómago, ya estaba hambrienta y mi tío seguía sin hacer señales de que ya había despertado.
— Mierda —susurré con molestia.
Jale mi silla y me pase a ella, desde éste ángulo ya estaba acostumbrada, tenía planeado ir a despertar a mi tío; así que salí de mi habitación y conduje mi silla a la habitación de mi tío, pero la tentación me ganó y fui directo a las escaleras.
Lo ocurrido después, no me soy capaz de narrarlo..., me duele mi cuerpo.
•••
Abrí mis ojos con fuerza, puesto que sentía mis párpados pesados. Miré a mi alrededor notando que me encontraba en un camilla de hospital. Y Lily estaba mal sentada durmiendo sobre el sillón azul marino que estaba frente a mí.
Mi brazo estaba enyesado y una de mis piernas también. Suspire y rasqué mi nariz con la mano libre que tenía.
— Lily —susurré—, Lily —volví a decir con voz más fuerte—, Lily, despierta.
Ella se movió un poco y abrió sus ojos con cuidado, se levantó en seguida al verme despierta y fue hasta donde estaba yo.
— ¿Cómo estás? ¿Te duele algo? ¿Quieres que le llame a algún doctor? —Negué ante todas sus preguntas y sonreí. Lily me sonrió de vuelta y tomó mi mano— Eres tan torpe.
— Un poco debo de admitir —dije con voz débil.
— Cortaste tu cabello —dijo Lily en un susurro mientras me miraba mi rostro—. El cabello a los hombros te queda muy bien.
Sonreí un poco incómoda recordando los tijerazos que me di, ya me imagino que tan disparejo traía mi cabello en ése momento. Pero a Lily le gusto.
— ¿Y mis tíos? —pregunté.
— Fueron a desayunar, han estado aquí toda la noche y todo el día de ayer, vine a apoyarlos un poco al enterarme.
— ¿Te dijeron mis tíos?
— Sí, bueno, algo así. Vine al hospital para..., bueno, el punto es que andaba por aquí y los vi, me platicaron lo que ocurrió y bueno, tu tío se siente un tanto culpable la verdad.
— ¿Qué? No, él no tiene la culpa de nada, fue mi imprudencia al creer que podría bajar las escaleras sola. Fui muy idiota —dije, ella asintió— Lily... tu mensaje...
— Oh, eso, yo, bueno... —Lily rascó su nuca— Creí que, olvidalo, tienes que recuperarte.
Mordí mi labio para no decir nada, moría porque ella insistiera en volver conmigo, en que me dijera que me ama y no ha dejado de pensar en mí así como yo en ella.
— De acuerdo —logré decir.
Lily me dedicó una media sonrisa y se despidió dándome un beso en la frente, me dijo que mis tíos llegarían en cualquier momento, ella tenía que irse.
Y mientras esperaba la llegada de mis tíos, una chica de rostro demacrado entró en la habitación.
— ¿Maggie?
— Hola —saludó—. Estaba muy aburrida en mi habitación que justamente ésta a dos habitaciones de aquí, bueno, supe que te caíste de tu silla y vine a verte.
— Ah... Bueno, gracias por venir —dije un poco un incómoda.
— Todo por mi hermana —dijo y sonrió. Abrí grandes mis ojos al escucharla.
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