Seis Meses Después.

— ¡Por dios, Sam! —chilló mi tía al ver como trataba de dar un paso mientras me agarraba de un par de tubos.

Sonreí con un esfuerzo extraordinario y después caí sobre la alfombra, los enfermeros me auxiliaron y me regresaron a mi tortura, la silla. Mi tía se limitó a mirar a otro lado.

— De nada está sirviendo esto —susurré mientras mi tía empujaba la silla por los corredores del hospital—. Seis meses y aún no logró ni dar dos pasos, ni siquiera mantenerme de pie.

— Claro que está sirviendo —dijo mi tía en un tono serio.

— ¿En qué? ¿En qué llego a dormir de lo agotada que quedo? —pregunté con molestia— No creí que fuese tan complicado..., y para terminar, Lily no vino.

— Está ocupada —dijo mi tía intentando calmarme.

— ¿En qué? —pregunté— ¿Qué puede ser más importante que su novia en silla de ruedas intentando caminar?

Mi tía guardo silencio, suspire cruzándome de brazos.

» A veces siento que ya no le importo como antes —susurré—, porque las cosas ya no son como antes.

— Oh, Sam... —Mi tía detuvo la silla y se puso de rodillas frente a mí— Claro que le importas, y mucho, ella te ama.

— ¿Entonces?

— No lo sé, ha estado haciendo cosas, nada malo, ella no es mala y lo sabes.

— Quiero ir a casa...

— Pero no has visto a Maggie desde hace ya unas dos semanas...

— Pero quiero ir a casa —dije firme.

Mi tía suspiro y se puso de pie.— Bien —musitó.

•••

Terminé de peinar mi cabello y volví a tomar el celular, ninguna notificación...

Me acosté aún con el cabello mojado y mire detenidamente al techo mientras soñaba despierta imaginando estar con Lily. ¿Qué habrá ocurrido?

Quizás fue mi amargura que la alejo, últimamente por la universidad y las terapias no he tenido ganas de hacer cosas, o quizás fue que se aburrió, y no la culpo..., a quién le gustaría amarrarse a una vida así de aburrida.

Quizás la vea mañana en la escuela, ha estado faltando a clases, muchas veces ya no me cuenta las razones o se pone nerviosa cambiando de tema, la he notado más delgada y distante. Supe que su padre huyó con su secretaria, qué locura, su mamá cayó en depresión.

Pero nada de esto justifica su comportamiento conmigo, o sea, soy su novia..., con la que nunca ha tenido sexo.

— Si tan sólo supiera qué sucede... —susurré para después acobijarme y cerrar los ojos resignada en que Lily hoy tampoco me desearía una linda noche. 

•••

— Buenos días —saludó Cinthia mientras soltaba la mano de Alexa y se acercaba a besar mi mejilla.

— Buenos días —saludé a ambas, Alexa sólo sonrió.

— ¡¿Cómo te ha ido?! —preguntó con emoción Cinthia, supuse que se refería a las terapias.

— Bueno... —carraspeo un poco antes de volver a hablar— Creo que me ha ido bien.

— Me alegro muchísimo, ya verás que en un dos por tres estarás corriendo de la mano de Lily —dijo Cinthia con emoción. Mi sonrisa se esfumó—. Oh... ¿Dije algo malo?

— No, claro que no —dije negando con la cabeza—, sólo que, no sé, me lo he imaginado, eso es todo.

— Ah..., vale —respondió Cinthia un tanto incómoda—. Bueno, nos vemos en el salón.

Y así se fue casi corriendo de la mano de Alexa que se limitó a seguirla sin mirar atrás. Y allí estaba, de nuevo sola.

Después de llegar al aula y mirar como loca la puerta y el reloj esperando que Lily llegase, de nuevo faltó, y de nuevo estuve sola todo el día.

Mis tíos llegaron a tiempo, así que no me dio tiempo siquiera de preguntarle a algún otro compañero si sabía algo de Lily.

Venía en silencio en la camioneta, miraba los demás autos pasar e ignoraba el camino en el que íbamos. Hasta que mi tío se estacionó.

— ¿Qué hacemos en el hospital? —pregunté confundida.

— Hubieron noticias de Maggie.

Abrí grandes mis ojos. Noticias de mi hermana y lo único que quería era irle a avisar a Lily.

Tres meses atrás.

— ¡Por dios! —gritó Lily al darle la noticia— ¿No mientes? —preguntó incrédula.

— Obvio no —dije riendo—, de verdad me dijeron que tendría posibilidades de volver a caminar... ¿No crees que es genial? Pronto podremos caminar de la mano y bueno, no sé, estoy muy emocionada.

— Es sensacional, Sam, ¿te das cuenta? ¡Volverás a caminar! O sea, de nuevo las sentirás y... Demonios, estoy muy feliz por ti. Pero, ¿por qué no me habías dicho hasta ahora?

— Bueno... —Rasqué mi barbilla—, no sabía que esto iba en serio, no quería ilusionarte.

— Entiendo, pero no debiste ocultarlo, yo creí que algo andaba mal, no sé, que tenías a alguien más o yo qué sé —dijo encogiéndose de hombros.

— ¡Obvio no! —grité— La única eres tú.

Lily sonrió con ternura y se acerco a mis labios con una lentitud tan romántica y pacífica.

•••

— ¿No crees que sería fascinante bailar? —preguntó Lily de la nada mientras acariciaba un mechón de mi negro cabello.

— Yo creo que cualquier actividad hecha a tu lado, sería fascinante —respondí con sinceridad—. No sé, Lily, eres la estrella que brilla en mi oscuro cielo negro.

Lily simplemente sonrió y asintió con un brillo singular en sus ojos, y esto m hacía sentir extraña, porque Lily se podría decir que está hasta más emocionada que yo con el hecho de volver a caminar.

Actualidad.

Mi silla iba a una velocidad considerable siendo empujada con euforia por mi tío que quería llegar lo más rápido posible a la habitación de Maggie.

Cerré mis ojos intentando recordar en el momento exacto en el que Lily comenzó a alejarse de mí...

Flashback.

— Samantha necesita compañía que la apoye a salir adelante, no gente tóxica —dijo el doctor a mi tía.

— No se preocupe, está en buenas manos —dijo mi tía.

— Claro...  —respondió el doctor lanzándole una leve mirada a Lily que enseguida se encogió en el asiento que estaba.

¿Por qué ella sería una mala influencia para mi desarrollo?

Fin de Flashback.

— ¡Sam! —Gritó mi tío justo frente a mí— Tu hermana despertará.

N/A
Holi, bueno, quizás éste capítulo se les haga un poco confuso por los lapsos de tiempo, si es así, comenta aquí y te explico o para que te explique alguna lectora de buen corazón. :B