46
Mi ropa ya estaba empapada pero no me importaba, no quería moverme de donde estaba.
El día se tornaba nublado, tranquilo, no había necesidad de ponerse bloqueador, sombrilla o hasta sombrero.
Miraba como el mar cada vez penetraba más mis pensamientos y cada vez me gustaba más. Lily y mi tía habían ido a cambiarse, mientras que yo y mi tío nos sentamos en silencio a reposar.
— ¿Cómo estás? —preguntó mientras jugaba con la arena—. ¿Te sientes cómoda?
Miré a mi alrededor y después pensé en la pared de Lily. — Sí —respondí—. Me siento bien.
— Me alegro, Lily vino a hacerte mucho bien, ¿no crees? —preguntó lo obvio.
— Sin duda alguna. Lily vino a mejorar mi vida —dije con un hilo de emoción en mi voz.
— Me alegro que la encontrarás —dijo mi tío mientras sonreía con descaro—, nunca creí que lo tuyo fueran las chicas.
Solté una risa nerviosa. — Yo tampoco.
•••
Después de varios minutos de charlar sobre cosas de las que jamás había hablado con mi tío, reír, y hasta recordar a mis padres; Lily y mi tía por fin volvieron. Mi tía lucía muy bien, demasiado bien a decir verdad.
Pero quedé atónita al ver a Lily. Nunca terminaré de decir lo mucho que me gusta.
Mis tíos se recostaron en la alfombra, estaban un tanto alejados de nosotras, también ellos merecían y necesitaban su espacio romántico.
— ¿Y? —preguntó Lily—. ¿Qué te pareció? —dijo refiriéndose al mar aunque yo deseaba que preguntará por su bañador.
— Es precioso..., había olvidado lo brillante que es —susurré—. No sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí.
Lily me miro sonrosada y me dedicó una media sonrisa, se acerco despacio y me dio un lento beso en mis labios. — No sé cómo te atreves a creer que debes agradecerme.
— ¿No debo hacerlo? —pregunté con voz divertida—. ¿Ni con...
— ¡Con amor! —gritó Lily interrumpiéndome. Ambas reímos y ella dejo caer con delicadeza su cabeza sobre mi hombro—. Soy muy feliz contigo... De verdad no sabes cuán feliz me haces, Sam.
— Nunca creí quererte tanto —dije—. En serio, jamás creí quererte —dije con voz segura—. Eras un dolor de cabeza.
Lily me miro sorprendida y después rió como si hubiese contado el mejor de los chistes. — Tampoco me agradabas —dijo—, tu carácter era tan frío, engreído y orgulloso que muchas veces me imaginaba tirándote de la silla... —La miré asustada y ella rió—, obviamente ya no quiero tirarte de la silla.
Suspire con alivio y reí divertida aún recordando la primera vez que me habló.
— Quiero que Maggie esté aquí —dijo de la nada Lily. La miré sorprendida y un tanto dolida al recordarla—. Sé que le haría muy feliz estar aquí.
— Yo también lo sé —respondí con voz apagada—. Pero ella quizás nunca despierte...
En ése momento Lily me rodeo en seguida entre sus brazos y no pude evitar sonreír ante su comportamiento tan tierno hacia mí.
— Ella despertará, boba —dijo mientras me miraba a los ojos—. Vaya, tienes unas pestañas enormes.
Reí nerviosa y cerré mis ojos mientras buscaba sus labios con un tanto de desesperación. Y cuando por fin pude tocarlos, me dejé llevar por la sensación que era estar de ésta forma con ella.
O eso pasó hasta que una ola cortó el romántico beso que nos estábamos dando, y ahora mis labios tenían un asqueroso sabor a agua de mar.
Lily me miro con los cabellos atravesados en su rostro y comenzó a reír, terminé riendo con ella.
•••
El día estaba terminando, las nubes grises se hacían más presentes y mi sueño también.
Debo de aceptar que me siento distinta ahora que estoy aquí, y que todo ha cambiado en mi mente, en mis emociones. Por un momento creí que venir sería una mala idea, pero hasta ahora todo ha resultado bien.
— Hora de irnos —anunció mi tía mientras caminaba hacia nosotras.
— ¿Tan pronto? —preguntó Lily con desánimo. Mi tía asintió.
— Lloverá —dijo ella—, por eso será mejor que nos vayamos antes de eso.
Lily volteó a verme y yo asentí sonriente, Lily me dio una media sonrisa y asintió. Se puso de pie mientras mi tío se acercaba a mí.
Me cargo y me llevó hasta el auto, minutos después llegó sólo mi tía para ayudarme a vestir, me cambió la ropa húmeda por una seca.
— ¿Cómo estás? —preguntó mientras ataba los cordones de mi tenis derecho.
— Estoy bien —dije sin dudarlo.
— ¿Y ése tatuaje? —preguntó con seriedad. Lo había olvidado.
— ¿Mi...
— Tatuaje? —preguntó mi tío acercándose con lentitud.
Estaba en problemas, había olvidado el tatuaje. Mierda.
— Yo..., bueno..., es que.... —Rasqué mi nariz con nerviosismo—. Es que, no lo sé, quería hacerlo.
Mis tíos me miraron incrédulos y después se miraron entre sí. Mi tía se veía más enfadada que mi tío, y yo sólo me limitaba a mirar de uno a otro.
— No tienes edad para tatuarte —dijo por fin mi tía—, supongo que lo hiciste por Lily, ¿no?
Apreté mis labios con nerviosismo y asentí dándome por vencida. — Nos tatuamos...
Mi tía soltó una risa burlesca y después se fue de allí, no entendía por qué tanto drama por un tatuaje, sólo era un pequeño garabato que tenía uno de los significados más hermosos.
— ¿Por qué te tatuaste? —preguntó mi tío con voz tranquila.
— Fue el momento, quería hacerlo, Lily es, ella es importante para mí y éste tatuaje lo representa, sé que es una locura, pero..., ella me ha vuelto la felicidad que había perdido en una rutinaria vida que llevo gracias a que siempre estaré pegada a una silla.
Mi tío me miro por unos segundos y después sonrió mostrando su tobillo izquierdo. Tenía un tatuaje, era una llave.
— Tu tía tiene un candado tatuado en su tobillo derecho —dijo—, el amor está hecho de locuras tontas.
Revolvió mi cabello y se fue dejándome allí boquiabierta sentada en el auto, aunque segundos después supe porqué lo había hecho. Lily se acercó con una media sonrisa.
— Lamento meterte en éste lío —susurro.
— Es mi lío favorito —dije y reí.
N/A: Lamento haber tardado tanto en publicar, pero he tenido una vida muy ocupada llena de tareas y suplicas a mi madre para que me deje tener un perro.
PD. No me ha dado permiso. </3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top