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Mi sudor era frío y mi apariencia era aún peor. Lo deduje por la cara de horror de Lily.

— ¿Te encuentras bien? —preguntó.

— Yo..., estamos bien —dije dando palmadas en todo mi cuerpo—. Lily, demonios, nosotras..., todo...

— Vamos, calmate, todo está bien —dijo Lily en seguida mientras acariciaba mi cabello—. Fue una pesadilla.

Asentí y miré a mi alrededor, estábamos en la sala mientras mis tíos metían el equipaje al auto. Volví a tocar mi frente, aún sudaba; volteé a mirar a Lily, ella me miraba con preocupación.

— Estoy bien —dije—, estás bien, mis tíos están bien —Lily asintió—. Perdón, es que, joder, todo fue tan real.

— ¿Qué fue lo que soñaste? —preguntó.

— Íbamos en el auto, y entonces... —Lily puso su mano en mi boca y sonrió con delicadeza.

— Todo está bien.

...

Ya estábamos a mitad de camino, y hasta ahora todo estaba bien, Lily no soltaba mi mano para nada, mis tíos venían cantando sonrientes y todo parecía bastante bien. Pero aún tenía miedo.

Después de otra hora donde Lily se quedó dormida y me limité a mirar la carretera, vagos recuerdos me inundaron:

Venía viendo la carretera mientras Maggie escuchaba música y mis padres charlaban de sus tiempos donde estudiaban.

— ¿Ya llegaremos? —pregunté a mis padres, interrumpiéndolos.

respondió mi madre con voz cansina—. ¿Ya quieres lucir tu cuerpazo de una señorita?

Mis mejillas se pusieron calientes, mi madre soltó una risa divertida y dio un leve golpe al hombro de mi papá mientras miraba con seriedad a mi mamá.

Ella es una niña —dijo—. Tiene cuerpazo de niña.

Claro que no ma' —interrumpió Maggie mientras se quitaba uno de los auriculares—. Sami aún tiene cuerpo de niña rara.

La miré durante unos segundos y le di un golpe en su brazo, ella me miro molesta y me regresó el golpe con más fuerza. En segundos ya estábamos soltando manotazos al aire mientras mi mamá gritaba que nos calmaramos.

No qué dices, Margaret —dijo mi mamá—. comenzaste a tener forma hace apenas un año.

Maggie miró a mi mamá con vergüenza, y después  me miró a que estaba aguantando la risa.

Siempre están arruinándome la vidasusurró y volvió a ponerse los auriculares.

Comenzamos a reír y Maggie se limitó a mirar a la carretera. Lo que resto de camino ya nadie dijo nada.

...

— ¡Llegamos! —gritó mi papá haciendo que despertáramos—. Vamos, niñas. Miren que hermoso es.

Miré por la ventana mientras tallaba mis ojos. Todo era precioso, la vista, la arena. Todo.

Abrí la puerta del auto y con una velocidad extraordinaria ya estaba llegando a la orilla del mar. Mis pies con confianza sintieron el mar y una energía recorrió mi cuerpo.

Volteé buscando a mis padres, encontrándolos poniendo las sombrillas y la enorme alfombra que pondríamos para poder recostarnos allí.

Corrí hasta ellos y ayude en lo que debía y podía. En un momento de risas mi padre me cargó y me llevó hasta el mar.

No, no, está fríagrité aunque no sirvió de nada. Ya estaba empapada.

Después de esperar varios minutos sentados en la alfombra, por fin se apareció Maggie luciendo un cuerpo trabajado y reluciente. Sentí celos.

Wow, Maggie, creo que estás muy destapada —dijo mi papá mirando con seriedad a Maggie.

Obvio no, pa'respondió—. Me veo fabulosadijo con arrogancia.

Dejala, tiene que lucir los kilos que logró bajar con tanto esfuerzodije entre risas—. Porque rayos, debiste ver su gran estómago.

Mi papá comenzó a reír y Maggie me lanzó lodo en mi cabello. Me levanté furiosa y corrí detrás de ella mientras mi papá me echaba porras para alcanzarla.

Después de varias vueltas, logré derribarla en el mar. Ambas comenzamos a reír a carcajadas mientras mis padres corrían hacia nosotras.

— ¡Feliz cumpleaños! —gritó mi papá levantándome en sus brazos.

Parpadee intentando ocultar las lágrimas que comenzaban a salir de mis ojos y miré a Lily que aún seguía dormida. Suspire y volví mi vista a la carretera.

Después de varios minutos de ver interminables caminos, árboles y autos pasar. Lily despertó.

— Buenos días —dije sonriendo.

— Buenos —respondió Lily tallando sus ojos.

— Bien, ya llegaremos —anunció mi tío.

Y efectivamente. Mis fosas nasales ya percibían el ya tan esperado aroma.

— Buen, es hora de cubrirte los ojos —dijo Lily mientras sacaba una bufanda de la mochila que traía.

— ¿Qué? —pregunté confundida—. Ya sé cómo es el mar, no necesitas cubrirme los ojos...

Pero Lily me interrumpió pasando la bufanda por mis ojos y así lograr nublarme la vista.

— Tranquila —susurró en mi oído haciendo que toda mi piel se erizara.

Se escuchó el ruido de las puertas abrirse y diversos pasos, la cajuela abrirse y después mi silla abrirse. Segundos después mi tío ya me estaba llevando en sus brazos..., creí que me llevaría en la silla.

Caminó con lentitud, en silencio dejándome percibir el ligero y penetrante ruido que hace una ola al deshacerse, el aroma que inundaba todo mi ser. Mi estómago está haciendo cosquillas.

Mi tío me bajó aún con más cuidado y me dejó sobre la arena. Mis manos se hundieron en la arena y por un momento me sentí realmente feliz.

Y se escuchó el mar. Cada vez más cerca..., y me tocó, mis manos la sintieron y me estremecí.

— Es hora —dijo Lily mientras desataba la bufanda.

Me la quitó con lentitud hasta que la quitó. Aún no me atrevía a abrir los ojos.

Abrí mis ojos con lentitud y al ver la playa visualice a mi familia disfrutando de un buen cumpleaños.

Una tristeza y felicidad infinita me inundó.

Mis ojos se nublaron por un momento y no pude evitar sonreír. Lo había logrado.

— Maggie debe ver esto —susurré. 

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