Lo que resto del camino a casa fue silencioso por parte mía, digo mía ya que mis tíos estuvieron hablando de lo genial que sería tomar unas breves vacaciones en algún lugar tranquilo. Yo no quería ir a ninguna parte y terminar perdiendo también a mis tíos.

—Bien, Lily llamó para avisar que hoy sí vendría —avisó mi tío mientras me dejaba sobre la cama—. ¿Estás bien? —preguntó al mirarme tan distante.
—Sí, todo bien —respondí forzando una sonrisa. Mi tío la devolvió con una indecisa sonrisa para después salir de la habitación.

Suspire para después tapar mi rostro con mis manos, me dolía el pecho sólo de pensar que podría repetirse la trágica historia de cómo perdí a mi familia.

—Hola —saludó Lily al ver que despertaba—, cuando llegué estabas dormida... ¿cómo estás?
—Hola —salude tallando mis ojos—, estoy bien, ¿por qué lo preguntas?
Lily apretó la mandíbula y ladeó un poco antes de responder—. Bueno, tus tíos me dijeron que andas extraña y quería saber si estás bien, a mí también me preocupa.

Desvié la mirada para después toser algo agitada, Lily no sabe el problema que hubo con mi familia, ella sigue creyendo que están vivos y tampoco quería que lo supiera.

—Bueno... es que ellos hicieron un comentario incómodo —dije aún pensando lo que diría—, y ellos —dude nerviosa—, bueno, ellos dijeron que nosotras haríamos bonita pareja.

Lily en seguida se ruborizó para después mirar el suelo con vergüenza.

»—Y yo, bueno, en seguida lo negué —proseguí ahora más nerviosa que antes.
—¿Y por qué lo negaste? —preguntó Lily extrañada— Tú no sabes lo que yo pienso.
—No... ¡pero supuse que así es, ya que tu actitud es tan indiferente conmigo que pareciera que quieres todo menos algo conmigo! —solté para después cruzarme de brazos y mirar a otra parte, menos a ella.

Lily soltó una risa burlona y decaída para después salir de la habitación sin decir más. Mire la puerta esperanzada en que volviese a entrar, pasaron varios minutos y ella no volvió, suspire cansada de que siempre terminen así las cosas.

Baje la mirada y comencé a jugar con las mangas de mi suéter color azul marino que traía puesto; se escuchó la puerta abrirse dejando entrar a una pequeña Lily cargando un enorme oso pardo de peluche.

Éste oso era muy peculiar ya que traía una peluca pelirroja y unos puntos en sus mejillas dando a entender que son pecas.

—Sé que no es la gran cosa, sé que no he sido clara con mis sentimientos —dijo Lily dejando al oso al pie de mi cama—, sé que no merezco tu frío y caprichoso carácter, pero en verdad me gustas.

Sonreí y sin darme cuenta me estaba pellizcando mi brazo, supuse que lo hacía por la emoción o alguna tontería que tuviera mal en mi sistema nervioso.

»—... Me estresa que pienses que no me importas —prosiguió Lily—, ya que eres realmente importante para mí... Sam, ¿quieres ser mi novia?

Y ahí juro que si no hubiera sido por el pellizco, me hubiera desmayado, mis lágrimas brotaron como una ridícula adolescente cursi, en seguida las limpié con las mangas de mi suéter, Lily dejó al oso y corrió hacia mí para llevarme a sus brazos, la abrace con todas mis fuerzas para después buscar sus labios, al sentirlos algo se encendió en mí, mi corazón latía con tal velocidad que sentía que se saldría.

—Quiero ser todo para ti —susurre con mis manos en su rostro— y no quiero que te sientas forzada —advertí, ella en seguida negó con el rostro.
—Admito que éste oso te lo daría mañana... pero sonabas tan convencida de que yo no sentía nada por ti que me tuve que arriesgar a darte todo ahora —confeso Lily.
—Lo lamento —susurre avergonzada—, es que... —Lily me callo con un tierno beso que despertó todos mis sentidos.