NARRA SAMANTHA.

Terminé de anotar lo último que había anotado el profesor en la pizarra. Leí detenidamente mi apunte comprobando que no tuviera algún error.

—¿Sabes qué significa eso? —pregunto Cinthia distrayendome. Rodee los ojos y le pase mi cuaderno para que ella copiara—.Gracias —dice minutos después. Asentí.

Cinthia me avisó que hoy se iría temprano porque tiene cosas que hacer con su familia, así que me quedaré sola a partir de la siguiente hora. Y eso no me molestaba en lo absoluto.

Lo que molestaban eran las putas risas de Harper y Lily, el profesor ya las había callado algunas veces, pero ellas seguían y me sacan de quicio.

Sonó la campana anunciando que ya había terminado la hora, Cinthia guardo sus útiles y se despidió de mí con un abrazo.

—Hasta mañana —dice ella para después salir por la puerta.

Segundos después entro el chico que ayer me había saludado. Un tipo agradable que me pidió mi número. El día de ayer me pase mucho tiempo hablando con él por mensajes, es tan interesante que me sorprende la edad que tiene. Por su mentalidad podría ser mayor.

—Hola, Sam —dice saludándome con un beso en la mejilla.
—Hola, Gus —respondí.
—¿Cómo estás?
—Bien, bueno, algo cansada, no me dejaste dormir bien.
—¿Yo? —pregunto fingiendo sorpresa—. ¿Quién era la chica "no, aún no tengo sueño"? —volvió a preguntar con burla intentando imitar mi voz.
—¡Así no es mi voz, bobo! —dije entre risas. Él también comenzó a reír.

Pasamos todo el descanso charlando, no tuve la necesidad de voltear a mirar a Lily, en realidad ni había pensado en ella. Gus se fue al terminar el descanso, se ofreció en llevarme a casa pero le expliqué que son mis tíos los que vienen a recogerme.

Lily llego y se sentó a lado de mí provocando que diera un pequeño respingo.

—¿Sí? —pregunte sin mirarla.
—¿Quién es el sujeto de barbilla grande? —pregunto ella con curiosidad.
—Que te importa.
—¿Te gusta?
—Eso no es de tú incumbencia.
—Claro que sí.
—Claro que no. Haber, dime ¿por qué lo sería?
—Porque soy tu enfermera —respondió obvia.
—Eso no tiene nada que ver.
—Sí lo tiene. No tengo que dejar que te figes en gente estúpida.
—Entonces deberías de alejarte de mí, eres la primera idiota y odiosa que debo evitar —respondí sin siquiera haber pensado lo que diría.

Lily bajo la mirada para después ponerse de pie e ir a su lugar. Voltee disimuladamente, Lily sólo se acurrucó en los brazos de Harper.

   ...

Cerré la puerta del auto y mis tíos me miraron extrañados.

—¿Qué? —pregunte seria.
—Nada, ¿te encuentras bien? —pregunto mi tía. Asentí en seguida.
—Sólo estoy un poco cansada.
—¿Por qué no viene Lily contigo?

Y como si esa pregunta sirviera para invocarla, Lily salió de la escuela junto con Harper, venían abrazadas y riendo. Lily miro el auto, todos mirábamos a ella.

Se acerco dejando a Harper atrás. Mi tía bajo el vidrio de la ventana del auto.

—Hola —saludo Lily—, llegaré a la hora que llegué ayer, ya que iré con ella —dijo señalando a Harper— a ver algunas cosas.

Mi tía asintió sin problemas mientras que yo sentía que me hervía la sangre. No podían quedarse solas así sin más. Es tonto.

Lily se despidió de mi tía y fue hasta donde Harper y le pidió su mochila, Harper apenada negó pero a los pocos segundos accedió entregando su mochila a Lily. Yo quiero que cargue mi mochila.

Mi tío encendió el auto para ir a casa, al llegar fue la misma rutina, comer e ir a ver un rato la televisión para reposar. Después mi tío me subía a mi habitación y ahí ya podía hacer cualquier cosa. Sólo que hoy dejaron tarea y eso es lo que haría.

Mientras sacaba lo que necesitaba de mi mochila, alguien llamo a la puerta. Pedí que pasara quién sea que sea.

—Hola. Llegue —dijo Lily algo seria.
—Creí que no vendrías —logre decir sin sonar molesta, sólo desinteresada.
—Yo también lo creí.

Lily sonaba molesta, triste o fastidiada, no comprendía porqué está así, siempre me está sonriendo y haciendo cumplidos tontos; pero ahora ni ganas de verme tiene.

Después de horas de no hablarnos y dedicarnos a hacer tarea, mi vejiga ya no podía aguantar hasta que se vaya Lily, me andaba mucho pipí pero no sabía como decirle a Lily.

—Oye, ¿podrías llamar a mi tía? —pregunte nerviosa.
—No están tus tíos —dijo sin más.

Maldeci por lo bajo mientras buscaba alguna solución estúpida que me ayudará a no querer ir al baño.

Tome mi celular y entré a la bandeja de mensajes, había uno que no había respondido y quizás esto me distraiga.

GUS.
¿Cómo llegaste a tu casa? :D
Enviado a las 2:30 PM.

SAMANTHA.
Llegué bien, lamento responder hasta ahora, pero mi celular se había descargado. Enviado a las 7:30 PM.

GUS.
Creí que no querías hablar conmigo jajaja. ¿Crees que podamos salir un día de estos?
Enviado a las 7:32 PM.

Sonreí para mis adentros, nunca, ningún chico se había interesado en mí, nunca he tenido una cita como tal donde van a comer algo, o van al cine y admito que esto me gustaba. El sentirme querida por un chico.

SAMANTHA.
Sé que será genial salir contigo un día de estos.
Enviado a las 7:34 PM.