13

Lily se había calmado un poco, al parecer había guardado mucho, puesto que lloro casi una eternidad.

Sus papás no se molestaron en bajar el volumen de sus gritos cuando Lily en un arrebatado momento se puso de pie y fue hasta ellos para gritar: "¡Cierren la puta boca!"

—¿Entonces tu papá tiene una amante? —pregunte intentando entender todo.
—Además de una hija de casi mi edad. Tiene 16, creo.
—Vaya... —susurre y ella asintió lentamente.
—¿Tus padres discuten? —pregunto ella con curiosidad.
—No... bueno, muy poco —respondí tajante—, pero eran discusiones divertidas que terminaban en cosquillas... y risas —dije ocultando las lágrimas.
—Oh... sabes, tu familia suena que es genial.
—Lo es —respondí.
—¿Por qué no viven aquí contigo? —pregunto mientras se acercaba más a mí para poder escucharme.
—Por... es complicado...
—Ands, dime, Sam —dijo Lily mientras suplicaba con las manos, sonreí.
—Mis padres no viven aquí porque... están en otro país trabajando —Lily alzo sus cejas, sorprendida—. Ellos son personas muy importantes y no podían mudarse aquí conmigo.
—Vaya, ¿y tu hermana? Algunas vez dijiste que era complicado, ¿por qué?
—Bueno, ella... está en un internado estudiando, así que casi tampoco la veo —sonreí intentando sonar convincente.
—Tu familia suena demasiado interesante, yo no tengo mucho que decir, mis padres son... personas que no merecen tener hijos.
—¿Por qué? —pregunte.
—Bueno, ellos dos no tienen "eso" —dijo colocando comillas con sus dedos—, que los padres sienten por sus hijos. Para ellos siempre he sido un impedimento para viajar, hasta que ya tuve una edad considerable, comenzaron a dejarme con nanas; cuando volvían, encontraban un desastre y a la nana enfadada, renunciaban en seguida. Ellos al ver que siempre era lo mismo, deducieron que tenía algo mal en la cabeza, cuando lo único que quería era su amor...
—Oh... Lily...
—Me mandaron a varios psicólogos por años, era deprimente, no viví un infancia grata de recordar, fui a colegios privados toda mi puta vida, ellos están molestos porque elegí una universidad pública, dicen que estamos a más nivel. Pero me gusta estar ahí... hay personas geniales como tú, que son capaces de escuchar a una tonta semiadolescente deprimida.

Sonreí al escuchar eso último y la abrace sin decir ni una sola palabra, sé que ella lo necesitaba, en seguida ella correspondió a dicho abrazo.

Al separarnos quedamos muy cerca, pude ver como sus pecas eran infinitas, podían conectarse una con la otra.

Y sentí algo raro en mi estómago, algo jamás sentido.

—¿Puedo ir a tu baño? Creo que algo me hizo daño —dije y ella comenzó a reír para señalar una puerta que estaba a lado.
—¿Quieres que te ayude?
—No, sé cómo hacerlo.

Entre al sanitario, lave mi cara mientras veía como era todo, tan hermoso, podría ser una habitación más, sin problemas.

Las paredes eran blancas, había ropa de Lily por todos lados, había una tina y sobre ella, muchos shampoos y un patito de hule.

Habían toallas colgadas... y unas bragas.

Mire hacia las bragas y después hacia la puerta, mordí mi labio para después ir a tomarlas.

Eran lindas, tenían encaje... a lado de dichas bragas, había una camiseta de los rolling stones, la tome y la estire mientras observaba el diseño. Me dio curiosidad de saber si olía a Lily, así que la acerque a mi nariz...

Sin duda alguna era el aroma de Lily, sonreí mientras acariciaba la camiseta... cerré mis ojos mientras la camiseta la pasaba por mi cuello...

—¿Estás bien? —se escucho que grito Lily mientras daba golpecitos en la puerta.

Abrí los ojos de golpe dándome cuenta que tenía una mano acariciando mi entrepierna, solté en seguida la camiseta, lave mis manos y abrí la puerta.

Estaba enrojecida y un tanto impaciente, al ver a Lily, la imagine con dicha camiseta; mi estómago de nuevo dio vueltas.

—¿Qué sucede? ¿llamo a un doctor? —pregunto Lily preocupada.
—No, no hace falta, es que, bueno, me dolió la panza, llama mejor a mi tía...
Lily asintió.

   ...

No podía conciliar el sueño, su puto cuerpo en mi cabeza no me dejaba dormir. Lo peor de todo es que no sabía qué sucedía.

El celular vibro haciendo que diera un brinco, mire quién sería a está hora.

Era Lily.

LILY.
Hola, bueno, lamento por mandar éste mensaje tan altas horas de la madrugada, pero no puedo dormir...
Enviado a las 2:30 am.

SAMANTHA.
No te preocupes, tampoco puedo dormir... hay pensamientos locos que me lo impiden.
Enviado a las 2:31 am.

LILY.
Gracias por escucharme... me preguntaba si, bueno, quizá no quieras, pero ¿te gustaría acompañarme a mis entrenamientos? Entenderé si no quieres, he sido muy grosera...
Enviado a las 2:32 am.

SAMANTHA.
Claro que quiero, juegas demasiado genial, eres fantástica.
Enviado a las 2:32 am.

Sonreí al leer las últimas palabras, sin duda alguna ella era fantástica, con su cabello rojo andando de aquí para allá.

LILY.
Tú eres fantástica...
Enviado a las 2:34 am.


  •••

PD: En 30 min otro capítulo <3

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