11
Lo que duró el entrenamiento se basó en miradas molestas de Lily hacía mí.
Juega bien, juega muy bien, Harper no paraba de aplaudir y gritar llamando la atención de Lily que sonreía como imbécil.
Volví a casa y le pedí a mis tíos que no me molestaran con la cena porque tenía mucha tarea (mentira, ese día no me habían dejado nada de tarea).
Me pase de la silla a la cama y acerque mi celular, mi libro y una cobija para mis inútiles piernas.
Abrí el libro en la página que me había quedado y comencé a leer, a salir de mi cruda y difícil realidad hasta que sonó mi celular anunciando que me había llegado un mensaje. Las únicas personas que me envían mensajes, son: mis tíos o Lily.
Desbloquee emocionada mi celular hasta que vi que era de un número desconocido. Por un momento se me ocurrió que sería Lily con otro número, abrí la conversación para darme cuenta que no era exactamente eso.
NÚMERO DESCONOCIDO.
¡Hola Sami! Soy Cinthia, quizá te estarás preguntando que de dónde saqué tu número. Bueno, me lo pasó Lily. Espero no te moleste.
Enviado a las 6:30 pm.
SAMANTHA.
Oh... que tal, bueno, no me molesta aunque hubiera preferido que me lo pidieras a mí. ¿Lily no te preguntó para qué lo querías?
Enviado a las 6:31 pm.
CINTHIA.
Ah, lo lamento, es que quería hablar más contigo pero me daba vergüenza pedirte tu número. Pues sí lo hizo, me preguntó para qué lo quería, le dije que era algo personal y creo que se molestó...
Enviado a las 6:33 pm.
Deje el celular a un lado y mordí la uña de mi dedo pulgar mientras pensaba el porqué Lily andaba tan rara. Bueno, desde un principio le dejé claro que no me agradaba pero también me había acostumbrado a su presencia.
Decidí no responder al mensaje de Cinthia, no era necesario saber más sobre Lily, sobre la bipolar Lily.
...
Había llegado temprano a la escuela, dibujaba en un cuaderno cuando escuche que la silla de a lado era ocupada por alguien. Al voltear me di cuenta que era Cinthia que me miraba sonriente.
—Hola, ¿no te molesta que me siente aquí? —preguntó Cinthia.
—Bueno, ahí va Lily —respondí un tanto seca.
—Pero Lily no se molestará. ¿Por qué no respondiste mi mensaje?
—Me había quedado dormida —mentí y me voltee para seguir con mi dibujo.
Cinthia intento acercarse cuando entro Lily, la mire y reprimí una sonrisa, Cinthia la miro con amargura y sonrió con hipocresía.
—Yo voy ahí —dijo Lily molesta.
—Lily, los asientos no tienen dueño —respondió Cinthia.
—Bueno, el mío sí —dijo y saco de su mochila un bolígrafo, quitó la mochila de Cinthia y anoto su nombre—, ves, lo tiene.
Cinthia mordió su labio, tomo su mochila y se levanto sin decir nada, fue al asiento donde ella siempre se sienta. Lily rodó los ojos y tomo asiento.
—Yo voy aquí, ¿ok? —dijo Lily mirándome. Asentí nerviosa—. Que tonta es tu amiga.
—¿Qué? —pregunte molesta—. Ella no es...
—Otra cosa, no tienes que ir a verme a los entrenamientos, sé que me amas pero no debes seguirme. Eso es acoso —dijo Lily molesta, se puso de pie y salio del salón sin siquiera dejarme hablar.
Lily había cambiado tanto desde que llegó Harper que no puedo evitar no echarle la culpa aunque ella ni siquiera esté aquí.
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