Estos últimos días he estado con Diana, ella es muy agradable, de hecho me ha defendido un par de veces de las personas.

-¿Entonces? -dice Diana sacándome de mis pensamientos.
-¿Qué? ¿entonces qué? -dije distraída.
Resoplo y apretó sus labios. -Que si vamos a tu casa o a la mía para el trabajo de Química.
-Ah... pues... si quieres a la mía -dije.
-Si, mejor porque en mi casa hay muchas escaleras y... -me miró y bajo la mirada.

Ya estaba acostumbrada a comentarios así, Diana es muy distraída y se le suelen salir ese tipo de comentarios, aveces ni se daba cuenta hasta minutos después y ya me pedía disculpas.

...

Ya habíamos llegado a la casa y Diana llegaría más tarde. Estaba en la sala con mi tía que estaba leyendo.

-¿Te gusta la Universidad? -dice ella.
-Sí... es complicada porque pues soy la única que va en una silla... -dije sonriendo.
-Ay, pero tienes amigos, ¿no? -dice animada.

Asentí y volví mi mirada a mi cuaderno de física, estaba terminando la tarea, de cierta forma se me complicaba la escuela porque es enorme y son varios maestros, lo demás no me importaba mucho.

Ya había terminado toda la tarea y estaba esperando a que llegara Diana, ya venía veinte minutos tarde. Estaba emocionada por tener a alguien en mi casa, que no sea familia.

-¿Aún no llega? -dice mi tío asomándose en la sala. Negué y mordí mi labio.
-Tranquils, seguro ya viene en camino -sonrió y subió a su habitación dejándome ahí sola, ya que mi tía había salido.

...

Ya había pasado la hora y ni un mensaje pidiendo disculpas, le pedí a mis tíos que no me subieran nada de cenar, que solo quería dormir.

Ellos entendieron porqué yo estaba así y no me regañaron ni nada, sólo me dejaron sola y ya.

Tenía la lampara encendida que me permitía poder distinguir las letras de mi libro, ya me dolía un poco la vista y cerré el libro dejándolo sobre la mesita de a lado.

Me acomodé y me dormí en seguida.

...

Ya estaba en el salón y Diana aún no llegaba, cosa que no me sorprendía porque ella siempre llegaba cuando ya estaban cerrando la puerta.

Saque mi libro y comencé a leer desde dónde me había quedado ayer en la noche, llevaba puestos mis audífonos, en mi grupo no había nadie a quien le hablara, ellos me ignoraban como yo a ellos.

Llevaba ya un buen rato leyendo, al parecer el profesor también se había quedado dormido.

-Hola -dice una voz femenina. Volteé y mire quien había dicho eso, era una chica de cabello anaranjado, ojos grises y una enorme sonrisa.
-¿Hola? -dije.
-¿Esta ocupado aquí? -dice señalando la silla de a lado, donde se supone va Diana-. No, puedes sentarte aquí.

Ella sonrió y dejo su mochila en el suelo para después tomar asiento, estaba por volverme a poner los audífonos cuando ella volvió a hablar.

-¿Cómo te llamas? -dice-. Tienes cara de llamarte Brenda.
Hice una mueca y negué en seguida. -Me llamo Samantha.
-Mucho gusto -dijo ella sonriendo-. ¿No preguntarás como me llamo?

Negué y volví a poner mis audífonos para ya no escucharla, ella sin emcabio saco un cuaderno y un bolígrafo, comenzo a escribir algo que no podía distinguir y de pronto arranco el papel y me lo dio.

Yo lo tome confundida y lo abrí.

Vaya, conozco varias Samanthas y todas son amargadas pero no maleducadas. Me llamo Lily.

PD: El libro que estas leyendo, al final el chico muere.

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Espero les haya gustado el capítulo. :3
¡Hasta el Lunes! 🐶