PRÓLOGO. the princess


000. ❛❛ La princesa ❜❜


El trabajo de parto de Rhaenyra Targaryen era extenuante, más de lo que jamás había imaginado, aunque no del todo inesperado. Desde que era una niña, los recuerdos de su madre, la reina Aemma, y el fatal desenlace de su último parto habían sembrado en ella un temor profundo. Ahora, enfrentaba su propia batalla, rodeada de parteras que intentaban calmarla con palabras de aliento.

━━━━ ¡Ánimo, princesa! Solo un poco más, y el dolor pronto terminará ━━━━ repetía una de las mujeres, con voz firme pero llena de compasión, mientras sostenía su mano con cuidado.

Rhaenyra estaba agotada, su rostro perlado de sudor y su cuerpo luchando contra cada contracción. Cerraba los ojos con fuerza, buscando concentrarse en el trabajo que tenía por delante. A pesar de todo, no se permitía rendirse. Con un esfuerzo final, apretó los dientes y empujó con todas sus fuerzas.

De pronto, un nuevo sonido llenó la recámara: el llanto claro y fuerte de un recién nacido. La partera que sostenía al bebé sonrió ampliamente.

━━━━ ¡Enhorabuena, alteza! ━━━━ anunció con orgullo ━━━━ . Es un hermoso niño.

Rhaenyra dejó escapar un suspiro tembloroso, el agotamiento mezclado con una chispa de alivio. Pasó una mano por su frente, secando el sudor mientras una leve sonrisa se dibujaba en su rostro.

━━━━ ¿Está bien? ━━━━ preguntó con voz débil, pero cargada de emoción.

━━━━ Está perfectamente sano, princesa. Fuerte como un dragón ━━━━ respondió la mujer, envolviendo al pequeño con un paño limpio antes de cortar el cordón umbilical.

Sin embargo, cuando estaba a punto de colocar al bebé en los brazos de Rhaenyra, esta soltó un nuevo grito. Las parteras intercambiaron miradas de alarma y se apresuraron a su lado.

━━━━ ¿Qué ocurre, princesa? ━━━━ preguntaron inquietas, observándola con atención.

Rhaenyra no podía articular una respuesta. El dolor había vuelto con fuerza, golpeándola como una ola imparable. Sus labios se movieron, intentando formar palabras, pero solo consiguió gemidos ahogados.

━━━━ Otro bebé viene ━━━━ informó la mujer mayor, con un tono mezcla de sorpresa y urgencia.

El caos en la recámara se reanudó de inmediato. Las parteras se colocaron en sus puestos, preparándose para recibir al segundo hijo de la princesa. Los gritos de Rhaenyra se intensificaron, resonando por toda la Fortaleza Roja como un eco desesperado.

━━━━ ¡Puje, princesa! ━━━━ insistió la mujer que seguía sujetándola de la mano, tratando de transmitirle ánimo mientras Rhaenyra luchaba por mantenerse firme.

Entre jadeos y lágrimas, Rhaenyra alzó la mirada al techo de su aposento. En un susurro quebrado, comenzó a rezar en alto valyrio, pidiendo fuerzas a los dioses.

━━━━ Por favor,traigan a mi hijo al mundo sano y salvo ━━━━   imploró, sintiendo que cada contracción la desgarraba desde el interior.

El dolor era casi inhumano, como si su cuerpo no pudiera soportar más. En su mente, la decisión ya estaba tomada: este sería su último parto. No permitiría que el peso de su linaje, ni el trono, ni nada más la sometiera a este sufrimiento de nuevo. Con un grito final, que parecía cargado de toda la desesperación y determinación que le quedaban, Rhaenyra empujó con todas sus fuerzas, aferrándose a la esperanza de que todo terminara pronto.

Las parteras trabajaban con precisión y cuidado, sus manos experimentadas se movían rápidamente mientras sus voces suaves llenaban la habitación con palabras de ánimo.

━━━━ ¡Puje, princesa! Su fuerza es lo que traerá a este bebé al mundo ━━━━ dijo la mujer frente a ella, con una firmeza que buscaba darle valor.

Rhaenyra, entre lágrimas y gemidos, concentró toda su energía en ese esfuerzo final. Cada contracción era como una tormenta que azotaba su cuerpo, pero en su corazón solo había una cosa clara: debía hacerlo, no importaba el costo.

Con un último grito desgarrador, el dolor llegó a su clímax y, al instante, fue reemplazado por el llanto de un recién nacido. Una niña. Las parteras la alzaron con cuidado y emoción, mostrándola a la princesa.

━━━━ ¡Es una hermosa niña, princesa! ━━━━ anunció la dama más joven de la habitación, con una sonrisa radiante mientras el sol del mediodía iluminaba la escena.

Rhaenyra, agotada pero aliviada, dejó caer la cabeza hacia atrás mientras sus lágrimas se mezclaban con una sonrisa que parecía surgir desde lo más profundo de su ser. Observó a su hija con una mezcla de admiración y ternura mientras la pequeña brillaba bajo la luz que entraba por las ventanas.

Las demás mujeres se acercaron con cuidado, susurrando cumplidos sobre la recién nacida.

━━━━Es preciosa, princesa. Tan parecida a usted ━━━━ dijo la partera mayor con una sonrisa cálida.

Rhaenyra asintió, agradeciendo con una mirada cargada de orgullo y emoción. Poco después, ambos recién nacidos fueron colocados cuidadosamente en sus brazos. Observó a sus hijos con una mezcla de asombro y amor infinito.

El pequeño príncipe heredero descansaba tranquilo en su brazo derecho, con un aire sereno y serio, como si desde ya llevara consigo el peso del destino que lo esperaba. La niña, en cambio, dormía en su brazo izquierdo, aunque de vez en cuando despertaba para regalar pequeñas sonrisas que descubrían un encantador hoyuelo en su mejilla.

Rhaenyra no podía apartar los ojos de ellos. Eran perfectos, mucho más de lo que había imaginado. Sus cabellos claros, aunque no tan rubios como los de ella, eran una señal que no pasó desapercibida. Sabía que la corona, y sobre todo la reina Alicent, se aferrarían a ese detalle como un arma para sembrar dudas y burlas.

Pero en ese momento, nada de eso importaba. Ahora era madre, y sus hijos eran su mundo. Con la determinación que caracterizaba su espíritu, se prometió a sí misma que los prepararía para cualquier desafío, enseñándoles a ser fuertes como los dragones que llevaban en la sangre. Las palabras venenosas de la corte serían insignificantes frente al fuego que ella alimentaría en sus corazones.

Rhaenyra observó a sus dos bebés una vez más, aunque su mirada se centró en la pequeña que descansaba en su brazo izquierdo. La niña era realmente hermosa, incluso más de lo que Rhaenyra se consideraba a sí misma. Cada rasgo parecía perfectamente formado, como si los dioses se hubieran tomado su tiempo para moldearla. Aunque también amaba profundamente a su hijo, algo en su conexión con la pequeña era diferente, más íntimo.

Sabía que el príncipe estaba destinado al trono de hierro, a llevar el peso de la corona y los siete reinos sobre sus hombros. Sería criado como heredero, educado para gobernar. Pero su niña, esa pequeña que parecía más un sueño que una realidad, sería solo suya. De su propiedad, su consuelo y su refugio. Y Rhaenyra se prometió en silencio que a ninguno de sus hijos les faltaría nunca amor ni protección.

Mientras estos pensamientos llenaban su mente, un movimiento en la puerta la hizo levantar la vista. Frente a ella estaba el rey Viserys, su padre, quien la observaba con una sonrisa amplia y llena de orgullo. A su lado, Ser Harwin Strong permanecía erguido, irradiando felicidad.

Rhaenyra notó con alivio que la reina Alicent no había venido, lo cual agradeció. Lo último que necesitaba era enfrentarse a sus miradas críticas, aunque entendía su ausencia: hacía pocos días había dado a luz al príncipe Daeron, su cuarto hijo.

━━━━ ¡Padre! ━━━━ dijo Rhaenyra, agotada pero genuinamente feliz de verlo.

━━━━ Rhaenyra, hija mía. Qué maravilla. Dos preciosuras has traído al mundo. Y este pequeño príncipe, el heredero de nuestra corona, ya está aquí ━━━━ exclamó el rey mientras se acercaba a la cama de su hija con una expresión de admiración.

Rhaenyra sonrió suavemente y extendió al niño hacia él. Viserys lo tomó con cuidado, conmovido por la solemnidad del bebé, que parecía observarlo con ojos serios.

━━━━ Qué niño tan encantador ━━━━ comentó el rey con entusiasmo ━━━━ Será un príncipe fuerte, lo veo en su mirada. Un gran jinete de dragones y un líder en batallas. Ser Harwin, ¿verdad que se encargará de enseñarle? ━━━━ añadió, lanzando una mirada cómplice al caballero.

Ser Harwin sonrió al escuchar su nombre, aunque su postura mostraba un respeto absoluto. Rhaenyra, por su parte, observó al hombre con calidez, consciente de que nadie más en esa habitación sabía la verdad. Él era el padre de sus hijos, aunque ese secreto estaba reservado solo para ellos dos.

Harwin recorrió la habitación con la mirada, deteniéndose en los bebés. Finalmente, Rhaenyra hizo la pregunta que Harwin Strong moría por hacer.

━━━━ ¿Le gustaría cargar a la niña, Ser?
━━━━ preguntó al caballero, quien abrió los ojos como platos por la pregunta de la princesa.

Rhaenyra, sin dudarlo, alzó ligeramente a la bebé hacia él.

━━━━ No deseo despertarla, princesa. ━━━━ dijo tímidamente el caballero.

━━━━ Vamos Ser, además ella es muy tranquila, el niño es más revoltoso. ━━━━ sonrió Rhaenyra, provocando al caballero a cumplir.

Con pasos cautelosos, Harwin se acercó, y sus manos rozaron las de Rhaenyra al tomar a la niña. Una leve sonrisa iluminó su rostro cuando la tuvo en brazos. Era evidente que estaba maravillado con ella, sosteniéndola con una ternura que nadie en la habitación podría cuestionar.

━━━━ ¿Y dónde está tu esposo, hija? ━━━━ preguntó Viserys, sin apartar la mirada del príncipe. ━━━━ Debi felicitarlo por su trabajo, engendró a dos preciosos niños.

Harwin y Rhaenyra compartieron miradas cómplices acompañados por sonrisas omitidas.

━━━━ Fue en busca huevos de dragón para los niños. Syrax ha puesto una nueva nidada ━━━━ respondió Rhaenyra, tratando de sonar natural mientras el agotamiento seguía pesando en su voz.

Desde su posición, observó cómo Ser Harwin se movía con la niña por toda la habitación, balanceándola con cuidado. La escena era encantadora; la manera en que él la miraba, como si fuera el tesoro más grande del mundo, llenó a Rhaenyra de una calidez que, por un momento, hizo que se olvidara de las intrigas de la corte y del peso de sus deberes. En ese instante, solo existía el amor en sus aposentos.

El rey Viserys miró a su hija con una mezcla de orgullo y expectación mientras sostenía al pequeño príncipe en brazos.

━━━━ Estos niños deben llevar nombres importantes en nuestra historia. Nombres que marquen un nuevo comienzo, que nunca hayan sido usados por otros antes. ¿Qué nombres has considerado, Rhaenyra? ━━━━ preguntó con interés.

Rhaenyra, algo desconcertada por la repentina pregunta, se tomó un momento para responder. Había pensado en nombrar al niño Aegon, pero la existencia del otro Aegon, el hijo de Alicent, había arruinado ese nombre para ella. Además no llamaría a su primogénito como otro primogénito ya existiendo en el reino.

━━━━ Jacaerys ━━━━ dijo finalmente ━━━━ Se llamará Jacaerys.

Viserys asintió con entusiasmo, encantado con la elección.

━━━━ Jacaerys, primero con el nombre, futuro rey de los Siete Reinos ━━━━ dijo con una sonrisa amplia, como si ya pudiera imaginar la grandeza que esperaba a su nieto ━━━━. Y claro, con toda una historia que escribir.

Luego dirigió su atención hacia Harwin Strong, quien aún sostenía a la pequeña.

━━━━ ¿Y la niña? ¿Qué nombre llevará? ━━━━ preguntó, señalándola con curiosidad.

Rhaenyra pensó un poco más. Aemma era un nombre que consideró, en honor a su difunta madre, pero descartó la idea. No quería que su hija llevara una carga emocional tan pesada. Visenya también cruzó por su mente, pero sentía que la niña necesitaba algo nuevo, único.

━━━━ Daenarys ━━━━ dijo al fin, mirando a su padre ━━━━ Se llamará Daenarys. Es un nombre fuerte y hermoso, perfecto para ella. ¿Qué opinas?

Viserys sonrió con aprobación.

━━━━ Jacaerys y Daenarys. Son nombres magníficos, hija. Perfectos para un futuro rey y una princesa tan hermosa.

Se acercó a Harwin y extendió los brazos para cargar a su nieta. Harwin, con cuidado, entregó a la pequeña, y el rey la sostuvo con ternura, admirándola.

━━━━ Es tan bella como tú, Rhaenyra ━━━━ dijo, con una mirada cálida ━━━━ Tal vez algún día sea la esposa de Aemond... o de Aegon.

Rhaenyra sintió un nudo de disgusto en el estómago ante esa idea. La sola mención de Aegon, con su comportamiento irresponsable y egoísta, le provocaba un profundo rechazo. Aemond, aunque más inteligente, no hacía que la idea resultara más atractiva. Aún así, ocultó sus pensamientos tras una expresión neutral, dejando que su padre disfrutara del momento.

Miró a su alrededor, notando la tranquilidad que llenaba la habitación. Por un breve instante, deseó que el mundo fuera tan sereno como ese momento, pero sabía que, más allá de las puertas de sus aposentos, los rumores y las críticas ya comenzaban a correr.

Rhaenyra sabía que la apariencia de sus hijos levantaría comentarios y miradas inquisitivas. Pero estaba decidida a enfrentarlo todo. Ellos eran su vida, su responsabilidad, y como madre de dragones, los protegería del fuego y del acero si era necesario.




La noticia del nacimiento de los hijos de la princesa Rhaenyra había recorrido Desembarco del Rey como el fuego del dragón, alcanzando incluso los rincones más lejanos de los Siete Reinos. Todos hablaban de los nuevos príncipes, describiéndolos como niños hermosos y saludables, aunque las sospechas y rumores que Rhaenyra temía también comenzaron a propagarse.

Cuando las puertas de los aposentos se abrieron, la calma en la habitación se rompió. El rey Viserys entró con una amplia sonrisa, seguido de la reina Alicent, cuyo rostro reflejaba disgusto disfrazado de cortesía. Su mirada recorrió el lugar con desdén antes de detenerse en Rhaenyra y los bebés.

━━━━ Alicent ha venido a felicitarte por el nacimiento de los niños, querida ━━━━ dijo el rey con entusiasmo ━━━━. ¡Nuestros primeros nietos!

Alicent, todavía debilitada por el reciente nacimiento de su hijo Daeron, se mantenía erguida con esfuerzo, aunque el brillo en sus ojos no era de alegría, sino de calculada frialdad.

━━━━ Te felicito, Rhaenyra ━━━━ dijo con un tono seco, cargado de segundas intenciones ━━━━. Has traído al mundo a dos fuertes niños.

Las palabras, aunque amables en apariencia, tenían un filo que no pasó desapercibido para Rhaenyra.

━━━━ Les agradezco su visita, Majestad ━━━━ respondió la princesa, con una sonrisa tan falsa como la de Alicent.

El rey, aparentemente ajeno a la tensión, miró a su esposa con expectativa.

━━━━ Amor, deberías cargar a uno de ellos ━━━━ sugirió, como si aquello pudiera aliviar la incomodidad en el aire.

Alicent abrió los ojos con sorpresa, incapaz de ocultar lo poco que deseaba cargar a los hijos de Rhaenyra. Sin embargo, se acercó con paso lento, obligada por la insistencia de su esposo. Rhaenyra tomó a Daenarys y, con una calma estudiada, la colocó en los brazos de la reina consorte.

━━━━ Es una niña tranquila ━━━━ comentó Viserys, observando la escena con satisfacción ━━━━. Será una princesa hermosa, como su madre y nuestra Helaena, querida.

Alicent miró a la bebé en silencio, pero su expresión endurecida revelaba lo que realmente pensaba. No tardó mucho en soltar un comentario que tensó aún más el ambiente.

━━━━ Qué peculiar es el cabello de estos niños ━━━━ dijo, alzando una ceja━━━━. Ni tú, princesa, ni el joven Laenor Velaryon tienen el cabello castaño. Realmente es curioso.

El suspiro de Rhaenyra fue largo y pesado, mientras sus ojos se fijaban con evidente hostilidad en la reina consorte. Alicent no le devolvió la mirada, pero el desdén en su tono había dicho suficiente.

El rey, sin perder la compostura, tomó a Daenarys de los brazos de Alicent y se dirigió a ella con una sonrisa tensa, pero con un aire de autoridad que no admitía discusión.

━━━━ Querida, ¿qué importancia tiene eso? Lo único que importa es que estos niños son sanos y fuertes. Tenemos al futuro rey de los Siete Reinos y a una princesa hermosa. El color de su cabello es irrelevante en estos momentos, también es importante que Rhaenyra esté con nosotros.

La respuesta de Viserys dejó a Alicent en silencio. No era un hombre que soliera confrontarla, pero en ese momento dejó claro que no toleraría comentarios que sembraran dudas o discordia sobre sus nietos.

El ambiente en la habitación quedó enrarecido. El silencio que siguió era tan denso como un escudo, con la tensión casi palpable entre Rhaenyra y Alicent. Las miradas de resentimiento y desafío se cruzaron entre ambas, mientras Viserys intentaba devolver una sensación de normalidad con su entusiasmo por los bebés.

Rhaenyra, con una expresión firme, sostuvo a Jacaerys y miró a su padre. No tenía dudas de que fuera de esa habitación, las palabras de Alicent se convertirían en rumores peligrosos. Pero mientras los tuviera en sus brazos, sabía que protegería a sus hijos de todo, incluso del veneno de la corte.

La puerta de los aposentos volvió a abrirse una vez más , revelando esta vez a los príncipes Aegon, Helaena y Aemond, acompañados por su niñera, que llevaba en brazos al más pequeño, el príncipe Daeron. Los niños entraron con pasos curiosos, explorando con la mirada cada rincón de la habitación, hasta que sus ojos se posaron en su madre y en el bebé que cargaba.

Rhaenyra frunció el ceño al verlos. Nunca antes habían pisado sus aposentos, y su presencia allí la incomodaba. Aegon, como de costumbre, fue el primero en hablar.

━━━━ Felicidades, hermana ━━━━ dijo con desinterés, acercándose a la cama para mirar al bebé que descansaba en ella.

Aemond y Helaena se dirigieron hacia su madre, interesados en observar a la pequeña Daenarys.

━━━━ ¿Qué hacen aquí, niños? Su hermana necesita descansar. El parto no es algo sencillo ━━━━ intervino el rey Viserys con tono autoritario, lanzando una mirada a la niñera.

━━━━ Madre dijo que podíamos venir a ver a nuestros sobrinos ━━━━ respondió Aegon con indiferencia, cruzándose de brazos. Después, con una sonrisa burlona, añadió ━━━━ ¡Qué curioso!. El príncipe heredero no tiene nuestros rasgos. ¿Por qué será?

El comentario hizo que la sangre de Rhaenyra hirviera. Lo fulminó con la mirada, mientras Viserys se levantaba para encararlo.

━━━━ Eso no tiene importancia, Aegon ━━━━ dijo el rey con serenidad ━━━━ Lo único que importa es que los niños están sanos, igual que su madre.

Aegon alzó las cejas, claramente poco convencido, y respondió con desdén:

━━━━ Será raro ver a un rey sin nuestros rasgos.

━━━━ Pues entonces será el primero ━━━━ interrumpió Rhaenyra, cansada de los comentarios.

Aegon se encogió de hombros y caminó hasta donde estaba su madre. Mientras tanto, Aemond y Helaena se acercaron al bebé en la cama, mirando con interés pero en silencio.

Aegon, sin perder su tono sarcástico, señaló hacia Daenarys y preguntó:

━━━━ ¿La niña también nació con la misma dificultad?

El comentario arrancó una sonrisa de satisfacción en Alicent, aunque trató de cubrirlo con un reproche falso.

━━━━ Aegon, no seas cruel ━━━━ dijo con voz suave, pero sin verdadera intención de corregirlo.

Rhaenyra, al borde de la paciencia, ignoró el intercambio y se centró en la niñera, que sostenía al pequeño Daeron. Con movimientos lentos y delicados, se acercó, admirando al bebé en brazos de la mujer.

━━━━ Daeron es un príncipe hermoso ━━━━ murmuró, dirigiéndose a su padre con suavidad.

Pero Aegon, siempre dispuesto a provocar, respondió con rapidez:

━━━━ Claro, y portador de nuestros rasgos.

Rhaenyra, sin pensarlo dos veces, le dio un discreto pellizco en el brazo, lo suficiente para que entendiera el mensaje. Aegon se quejó en voz baja, pero antes de que pudiera decir algo más, el rey lo interrumpió con un tono firme.

━━━━ ¡Aegon! No toleraré ese comportamiento ni esos comentarios fuera de lugar hacia tus sobrinos e implorando algo en tu hermana.

Aegon miró a su padre con los ojos entrecerrados, mientras Alicent, fingiendo autoridad, añadió otro regaño artificial a su primogénito.

━━━━ Aegon, hijo, no es digno burlarse de las dificultades de los demás.

Rhaenyra soltó un suspiro de frustración, tan pesado que llamó la atención del rey. Viserys, comprendiendo que la tensión era demasiada para su hija, se puso de pie y tomó el control de la situación.

━━━━ ¡Todos fuera! ━━━━ ordenó con voz clara el rey ━━━━. Rhaenyra necesita descansar con sus hijos. Váyanse ahora mismo.

Los niños salieron primero, seguidos por la niñera con Daeron en brazos. Finalmente, los reyes se acercaron para despedirse de la princesa.

━━━━ Descansa, hija ━━━━ dijo el rey con ternura, inclinándose para besarle la frente ━━━━. Me encantaría presumir a mis nietos por todo el castillo, pero primero debes recuperar tus fuerzas.

Alicent, en cambio, no pudo ocultar la rigidez en sus gestos. Aunque se despidió con palabras amables, su tono estaba cargado de veneno disfrazado de cortesía.

━━━━ Te felicito una vez más , hijastra. Has hecho una gran labor al traer al mundo a estos niños. Mellizos, nada menos. Una tarea admirable.

Rhaenyra forzó una sonrisa.

━━━━ Gracias, majestad. Agradezco su visita.

En su interior, deseaba añadir que no se repitiera, pero sabía que mantener la calma frente a Alicent era, por ahora, la mejor estrategia.

Cuando el rey y la reina finalmente se marcharon, Rhaenyra dejó escapar un suspiro de alivio. El caos y las malas energías que habían llenado la habitación desaparecieron con ellos, dejándola por fin en paz. Ahora, después de todo lo vivido en ese día, sabía que lo único que necesitaba era descansar. Se lo había ganado.

Con movimientos suaves, acomodó a sus hijos en las cunas que sus abuelos paternos, Lord Corlys Velaryon y Rhaenys Targaryen, habían enviado a construir. Las cunas, hechas con una madera fina y decoradas con grabados exquisitos, habían sido diseñadas con tanto detalle que deslumbraron a Rhaenyra desde el momento en que las vio. Los bebés se acomodaron tranquilamente en ellas, ajenos a todo lo que había sucedido.

Luego, con un aire de cansancio que casi podía sentirse en el ambiente, Rhaenyra se dirigió a su cama. Cambió su ropa por algo más cómodo para dormir, sabiendo que Laenor no llegaría pronto, como era costumbre. No lo esperaba, como nunca lo hacía cuando se trataba de compartir la noche.

Finalmente, se recostó sobre las suaves sábanas y apoyó la cabeza en la almohada. Cerró los ojos, dejando que el agotamiento de su cuerpo y su mente la arrastrara rápidamente a un sueño profundo. Era el descanso que tanto necesitaba y, por ahora, el único refugio que podía disfrutar.

HOLAAAA!
Volví después de un año 🤪
Quise actualizar y volver a reescribir este fic, van a tener nuevos caps editados. Espero que esté ahí la gente que me apoyó desde el primer día que publiqué este fic, los amoooo 💗

Quería comentarles que tristemente deje ir a "Daenyra" mi niña, ahora es "Daenarys" estoy segura que la amarán tanto como a Dany 😭

Además quise volver a escribir porque sentí que el romance entre Daenyra y Daeron iba muy acelerado, por lo que no me agradaba mucho. Ahora las torturare haciendo que vaya un poquito más lento jeje 😝

Bueno solo era eso, no se que más decir, los amooooo ✨✨✨✨

Espero que les guste el prólogo!

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@BILVSK_

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