SALVATION.
UN FANFIC DE THE DARKLING.

▃▃&. En momentos como ese, cuando él levantaba su mano y la colocaba en su rostro, es cuando la hacía temblar de puro éxtasis. La constante necesidad de que él supiera que ella lo estaba reconociendo, lo estaba poniendo ansioso. Sin embargo, cuando las frías yemas de sus dedos tocaron sus mejillas y recorrió hasta la punta de su nariz, sus labios... Maya milaya... la oscuridad los sumergía a ambos ocultando los detalles de la habitación, la luz que se aferraba desesperadamente. Sintiéndose a gusto, sintiéndose él mismo, él se apoyaría en su toque, presionando un beso contra sus dedos solo para verla sonreír. Toda esta guerra, toda esta necesidad constante de supervivencia llegó a este momento, su sonrisa. ( pre sombra y hueso )

─────RESUMEN.

Quiero contarles la historia de una mujer que perdió sus pétalos de flor uno por uno. Una vez fue una hermosa flor, ahora queda con el mero verde de las hojas, los pequeños tronos que te pinchan cuando te acercas.

La belleza estaba en su silencio, enterrada bajo el rostro inexpresivo. Su belleza estaba en las yemas de sus dedos, enterrados profundamente en sus palmas, sacando sangre, dejando cicatrices en una piel de porcelana.

Defectos enterrados profundamente en su cuerpo, exhalaba dolor y caminaba sobre agujas. Un paso, dolor. Otro paso, dolor. Último paso, agonía.

Había un hombre que se sumergió en las sombras, moviéndose más profundo en la locura, más profundo en la búsqueda de la luz. Una vez fue un niño solitario, ahora era un gobernante despiadado, deseando y anhelando hacer más, ver más, sentir más.

La seductora belleza de él era encantadora. Él físico era impresionante, del otro mundo. Caminó por esta tierra con la cabeza en alto, los tacones de sus botas hacían que el suelo bajo él temblaran, haciendo surgir sombras y pequeños pedazos de oscuridad.

Los defectos estaban enterrados profundamente en su cuerpo. Innumerables muertes, el carmesí y el dolor estaban pintados en sus manos. Los gritos lo adormecieron, lo obligaron a cambiar, lo obligaron a admitir que la oscuridad era su refugio, no su perdición.

Siempre buscando la luz, encontró algo más. Los paralelos de la luz y la oscuridad, el bien y el mal no eran nada, ya que no necesitaba la luz para calmar su oscuridad, no necesitaba el bien para reprimir su ira.

Él la necesitaba a ella.

La mujer conoció al hombre que hacía sangrar a todos. El dolor en sus ojos, la contracción de sus labios agrietados, el suave y, oh, tan doloroso suspiro que escapó de su boca lo dejó sin palabras.

Lo peor de todo, entendió su oscuridad, la aceptó y la apreció. Amaba cada parte de su cuerpo, sin importar lo pecaminoso que fuera y que la estaba conduciendo a su propia perdición.

Ella lo amaba.

Él la amaba.

Este cuento, lo llamamos Spaseniye. Se encuentra en las páginas de los santos, arruinado por la franqueza de mis memorias. Algunos optaron por no creer en los mitos, algunos optaron por ignorarlos. Pero esto no es un mito. Sucedió y lo vi todo.

Spaseniye era mi hermana y les contaré su historia en la que él no era un villano.

Pero en la mía si.

madelaine petsch es...
liya safin, la que sangra.
( heartrender. herbalist. sightless. )

ben barnes es...
aleksander morozova, el que la sostuvo mientras sangraba.
( shadow summoner. general of the second army. amplifier. )

daisy head es...
genya safin, la que escribió el cuento.
( tailor. the abducted one. the protector. )

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DISCLAIMER: Esta es una historia original de minzynari, yo solo la estoy traduciendo del inglés al español, por lo que todos los créditos a su respectiva autora.

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