C

Elegiste la opción C. Veamos qué sucedió.

Golpeaste al animal marino en su zona más sensible, como son sus ojos, aunque también hubiera funcionado un zarpazo en la quijada. Gracias a esa acción temeraria, el animal quedó noqueado y desorientado.

Su inercia te dio tiempo para huir y llegar hasta la orilla. Finalmente, saliste ileso(a) de otra situación extrema.

Pasa al siguiente caso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top