A
Elegiste la opción A. Veamos qué sucedió.
Te protegiste la zona vulnerable del ataque de las abejas asesinas. A los pocos segundos, el enjambre claudicó y se dispersó, de tal forma que pudiste ponerte a salvo.
El daño que recibiste fue insignificante, pero lo más importante es que la situación no pasó a mayores. Ahora podrás contar a tus allegados cómo zafaste del ataque de un enjambre de abejas africanas.
Pasa al siguiente caso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top