Solo Una Esperanza

Hoy es el tan esperado baile de Halloween, las chicas habían decidido arreglarse juntas, incluso invitaron a Pansy y a Luna a la habitación de las Gryffindor.

Hermione estaba sumamente nerviosa conforme pasaban las horas, aun no se abría la caja que contenía su vestido, sabían que tenía que confiar en el buen gusto de Draco, pero el hecho de no saber cómo le quedaría el vestido la tenía ya desesperada. Ayudo a arreglarse a las demás chica, todas ya lucían sus esplendorosos vestidos y daban los últimos retoques a sus arreglos, mientras que ella estaba en bata, mientras que esperaba que el famoso hechizo de la caja se rompiera.

Ginny lucía un vestido corto en color Azul que se ataba a la nuca  y llevaba el cabello recogido en un medio chongo; Pansy llevaba un vestido también corto pero en color negro satinado con aplicaciones de piedras en el escote; Luna traía un llamativo pero hermoso vestido amarillo de tirantes delgados en picos y traía sus típicos aretes de rabanitos pintados en el mismo color que su vestido, aun así se veía soñadoramente hermosa. Ya solo faltaba ella y no tenía ni la más remota idea de cómo era el vestido. Solo Draco y Pansy lo sabían, pero el rubio le hizo prometer a la morena que no le diría nada hasta que Hermione viera el vestido.

Justo una hora antes de iniciar el baile, el hechizo termino, la castaña se acerco a la cama donde descansaba la caja y nerviosa levanto la tapa, un fino papel envolvía el vestido y no permitía verlo, le temblaban un poco las manos al retirar aquellas delgadas envolturas hasta que se encontró con el vestido.

Lo saco lentamente de la caja era sorprendente, de alguna manera era perfecto para ella, era algo familiar que no podía explicar, pero simplemente Draco y Pansy no pudieron hacer una mejor opción.

Con ayuda de las chicas se cambio, y entre todas la maquillaron y peinaron, ya que no lo habían hecho antes porque no sabían el color del vestido.

Cuando todas estuvieron listas fueron saliendo de una en una para buscar a sus respectivas parejas, la castaña solo se tomo un poco de tiempo antes de bajar.

Estaba sola en la habitación frente al espejo de cuerpo completo y lo que veía le agradaba mucho, con gran alegría se daba cuenta lo mucho que había cambiado, en muchos aspectos. Pero quizás lo más significativo que sentía en ese momento es que tenía todas sus esperanzas puestas en el amor.

Haber conocido parte de esa historia antigua la había liberado, encontró parte de su identidad, parte de sus raíces. Amaba profundamente a sus padres y se sentía orgullosa cuando pensó que era hija de muggles, pero ahora ese orgullo era mayor porque sabía de la gran lucha que libraron sus antepasados para intentar liberar al mundo de la maldad, y tratar de ser felices.

Por primera vez, desde que Draco le regalara el cofre, sin necesidad de escuchar la música de la gargantilla, la había colocado sobre su cuello, combinaba a la perfección con su atuendo.

Le pidió a Draco que la esperara en las escaleras que están antes de llegar al gran comedor, para entrar juntos, esta era la última velada que pasarían juntos, al despertar mañana ya no será más novia de Draco Malfoy, ya que él se comprometería con Parkinson, no quería pensar en eso, quería disfrutar esta noche y estaba decidida a no perder las esperanzas hasta el último momento.

Bajo con cuidado las escaleras de piedra rumbo a la sala común, ahí estaban esperándola sus amigos con sus respectivas parejas. Cuando la vieron bajar Harry y Ron sonrieron orgullosos de su amiga, al verla así, recordaron un poco a Elizabeth personificando a Azula Joven.

-¿Nos vamos?  -Pregunto Hermione a sus amigos, que asistieron con la cabeza y salieron todos uno por uno por el hueco del cuadro.

Bajaron elegantemente las chicas del brazo de sus amigos por las escaleras que cercanas al gran comedor. Hermione se detuvo un momento en lo alto de la escalera  para buscar con la vista a su amado rubio. Vio a lo lejos a Pansy al lado de Adán, se veían felices y le saludaron con un movimiento de mano antes de entrar al gran comedor.

Y en ese momento lo vio acercarse, se veían sumamente guapo con su cabello rubio cuidadosamente peinado haciendo brillar sus hermosos ojos grises, lucía un túnica de gala en su distintivo color negro. Por un minuto se perdieron es sus miradas, transmitiéndose tantas cosas a la vez que parecían que estaban manteniendo una conversación a pesar de no estar pronunciando palabra.

Draco no pudo mover por un instante estaba deslumbrado por la belleza de Hermione, estaba ahí, parada posando su delicada mano sobre el barandal de la escalera, mirándolo con sus cálidos ojos castaños, la visión de ella era impactante, sabía que era hermosa definitivamente, pero en este instante era algo simplemente celestial verla.

Llevaba un espectacular vestido verde esmeralda estraple con escote en forma de corazón, ceñido al cuerpo hasta la cadera, después era un poco más suelto con volantes de seda en diferentes tonos de verde largo en corte asimétrico, llevaba el cabello recogido en un moño con pequeños rizos cayendo por los lados enmarcando su rostro y sobre su cuello traía la fina gargantilla de oro blanco y esmeraldas que le había regalado cuando le salvo la vida. Uso un poco mas de maquillaje del acostumbrado claro que sin exagerar, pero logro delinear finamente sus ojos haciendo que lucieran más grandes y pinto sus labios de un tono suave que los hacía ver más carnoso, en pocas palabras estaba perfecta.

Draco subió lentamente algunos escalones al mismo tiempo que Hermione bajaba con las misma lentitud uno a uno cada escalón sin dejar de mirarse a los ojos y sin perder esa sonrisa que los hacía ver enamorados. Cuando por fin estuvieron uno frente al otro se besaron suavemente los labios con infinita ternura, la castaña traía entre sus manos el broche que hacia juego con la gargantilla y la atoro en la túnica del rubio con sumo cuidado, del lado del corazón, como lo hacía Azula cuando se lo colocaba a Ron.

No dijeron palabra alguna, con cada mirada decían todo lo que deseaba, no querían romper el encanto, la magia estaba a su alrededor y querían disfrutar cada momento de esa velada.

Bajaron los escalones restantes tomados de la mano, y así entraron al gran comedor, ambos formaban una pareja espectacular, llamaban la atención por donde pasaba. Hermione se veía extremadamente bella, nada que ver con la niña castaña de cabellos enmarañados que había sido al iniciar en el colegio, por otra parte, Draco, mantenía el porte y la elegancia que lo caracterizaban desde el inicio, pero había dejado mucho de su arrogancia y altivez de antaño, por lo cual se compaginaban ambos de manera extraordinaria.

Bailaron casi toda la noche hasta que sus pies no aguantaron mas se sentaron en la misma mesa que los amigos de la castaña a tomar un poco de jugo de calabaza para refrescarse.

Lejos de enojarse por verlos aun juntos Nott está satisfecho, sabia el daño que le causaría tener que separarse de manera definitiva con la castaña. Estaba disfrutando cada vez mas mientras el fin de esa relación se acercaba.

Hermione y Draco parecía que no se daban cuenta de esas miradas maliciosas de Nott, por este día lo único importante era estar juntos y nada más.

Al pasar de las Horas cada vez quedaban menos alumnos en el gran comedor, por lo que Hermione y Draco decidieron salir por uno de los tantos pasillos que conocían tan bien para salir del castillo.

El rubio le había colocado su capa sobre los hombros a Hermione para que no sintiera frio,  caminaban con paso decidido hacia el sauce boxeador, quería poder prolongar un poco mal el tiempo juntos, así que se dirigieron a la casa de los gritos, por la trampilla de sauce.

Ambos sabían que este día seria su despedida, que después de hoy tendrían que alejarse uno de otro por el bien de la familia Malfoy, nuevamente Draco se sacrificaba por sus padres a costa de su felicidad.

Llegaron a una de las habitaciones de la casa de los gritos y Draco con un movimiento de varita la dejo limpia, por su parte Hermione encendió algunas viejas velas que había en el lugar para no estar en penumbras. No era el lugar más acogedor posible, pero no necesitaban nada más que sentirse uno al lado del otro para ser felices.

En la habitación había muebles viejos y destartalados, un ropero, y algunas sillas quebradas, y en el centro una cama grande con viejos doseles, donde una vez Hermione se había quedado dormida pensando en Draco.

No era lo que hubieran querido para pasar su primera noche juntos, pero sabían que esta era una despedida, no estaban seguros si sería un adiós definitivo, pero necesitaban dejar grabado en su piel todo el amor que sentían uno por el otro. Todo inicio con un beso suave lleno de ternura que poco a poco se volvió más intenso y profundo, las caricias fueron muchas, al igual que las palabras de amor que salían de su boca entre suspiros y gemidos.

Fue una entrega total más que algo meramente físico o carnal, claro que  se deseaban mutuamente y llegaron a satisfacerse por completo, pero la conexión que lograron a través de ese acto de amor fue suprema. Exhaustos se quedaron dormidos abrazos.

Cuando Draco despertó Hermione ya no está a su lado, solo estaba pequeña llave sobre el cofre con una nota, en cuanto la vio, una parte de él se estremeció, ese era un adiós.

Querido Draco:

Espero de todo corazón que este no sea un adiós definitivo, te quedas con mi corazón, sabes cuánto me duele alejarme  de ti, pero sé que es necesario.

Aquí esta el cofre con todo y su contenido, ahora que ya sabemos la historia la promesa que hicimos a concluido, no puedo quedármelo, un trato es un trato amor.

Según la tradición de mi familia, que te  suplico  no rompas, deberás de regalárselo a tu novia cuando anuncien su compromiso.

Deseo de todo corazón que seas feliz mi amor. Y te pido no me busques para no prolongar más esta agonía.

Hasta siempre amor.

Hermione Granger.

Draco comenzó a llorar amargamente como nunca lo había hecho antes, una parte de su corazón estaba muriendo con ese adiós, no sentía las fuerzas para seguir adelante, hubiera preferido moría a perder de esa manera el amor de Hermione.

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Pasaron semanas completas en las que se evitaron lo mas posible Hermione y Draco, era un gran esfuerzo y a ambos se les veía muy desmejorados.

Los amigos de la castaña tratabas por todos lo medio de animarla, pero por mas que lo intentaban no lograban que fuera la misma de antes, sus ojos lucían tristes, apagados, como si toda alegría hubiera escapado de su vida. Draco no está en mejores condiciones entre mas se acercaba la fecha de su compromiso, se agudizaba mas su dolor. Pansy y Adán también se habían separado y lucían continuamente abatidos y tristes.

Las clases de pociones continuaban pero Draco había solicitado que alguien más fuera su tutor, por lo que ya no trataba mucho con la castaña y por lo tanto también terminaron las clases de quidditch.

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Hermione leía nuevamente el Libro de historia de la magia donde estaba la imagen de Azula, cuando una idea llego a su mente, una pequeña llama de esperanza se encendió en su corazón.

De inmediato salió de su sala común para buscar a Pansy, era solo una débil idea pero tenia que aferrarse a ella.

Después de buscarla por casi todo el castillo la encontró.

-Pansy necesito hablar contigo urgentemente -Le dijo desesperada la castaña

-Claro Hermi, ¿Ocurre algo? -Pregunto la morena al ver algo alterada a su amiga

-Es algo importante pero tienes que prometerme que no le dirás a nadie, es algo sumamente delicado, no sé si funcione, pero es lo único que se me ocurre y necesito de toda tu ayuda. Pero no debes contarlo no quiero dar falsas esperanzas. Esto lo Haremos solo tú y yo. -Termino la castaña tomando un poco de aire, porque hablo tan rápido que al final se sintió sin aliento.

Pansy no entendió del todo lo que le decía Hermione, pero conforme le explico con detalle lo que se le había ocurrido, sus ojos adquirieron un brillo especial conforme las ideas se fueron aclarando, estaban jugándose la última carta.

-Cuenta conmigo. -Dijo decidida Pansy mientras abrazaba esperanzada a la castaña.

Después de que Pansy acepto ayudarla, Hermione se dispuso a preparar las cosas les esperaba un arduo trabajo y nada les garantizaba que funcionara, pero después de todo ella era una Gryffindor Valiente y audaz y tenía a su lado la tenacidad y la fuerza de una Slytherin. Juntas lo tenían que lograr.

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