3. 𝑷𝒐𝒛𝒐 𝒅𝒆 𝑫𝒆𝒔𝒆𝒐𝒔- 𝑭𝒊𝒏𝒂𝒍
«Alguna vez han lanzado una moneda a una fuente aleatoria y deseado algo?
Bueno,
A veces siento que me tiran múltiples monedas para cumplir deseos, pero no recibo nada... Y cuando he dado todo de mí, se van y no vuelven hasta tener otro deseo. Ahora sé lo que debe sentir cada Genio dentro de cada lámpara....
Se siente solitario. »
Kathy piensa observando desmotivada los huesos que vilmente la retienen contra su voluntad en un espacio tan pequeño como una jaula. No hay suficiente espacio como para estirarse o estar libremente de pie. Es una clausura tan pequeña como su corazón. Es curioso, los espacios más pequeños son los que retienen grandes sentimientos.
La morena cabizbaja el rostro dentro de sus pensamientos.
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Los sirenos guiaron a los chicos cerca del Triángulo de las Bermudas, Lee Ling manteniendo el bote en movimiento. Cuando han llegado a esa tenebrosa área dónde el mar se ha resumido a un enorme torbellino que arrastra todo hacia abajo. Los chicos acontecen el torbellino con miedo. Mucho miedo. Según la leyenda, todo lo que entra por el Triángulo de Las Bermudas JAMÁS sale. Es como un basurero de rápida exterminación...
Uno de los sirenos asoma su rostro del agua para voltear hacia el bote. Su cuerpo rebotando un poco de arriba a abajo por la meneante cola que lo mantiene a flote. -Bien, haremos algo que será muy peligroso. Por favor, por ninguna circunstancia, se suelten. SUJETENSE al bote como más puedan. Nosotros los sumergiremos para sacarlos de aquí.
-¿Cómo sé que nos van a ayudar? - Gulf pregunta un poco desconfiado está vez. Tomando el rol de Mew. Incluso el pelinegro se sorprende pero mantiene una seria mirada sobre el sireno.
-Lo haremos. Confíen en nosotros.
El sireno promete viéndose justo y sincero. Realmente sincero. Su consternación es una que los chicos pocas veces han visto.
-Bien. Lo haremos. Siempre y cuando nos ayuden. - Gulf promete dando un firme asentir. Lee Ling ahora se sujeta del bordado, dejando de manar maná, los chicos también se aferran a severas partes del bote.
El chico sireno que lleva informándoles su método de ayuda también da un firme asentir mirando abajo a sus hermanos sirenos y se sumerge en clavada.
Todo el grupo marino, incluso el caballito de mar, se unen por debajo del bote a ayudar. Lo sumergen, usando toda la fuerza sobrenatural que contienen para desafiar la gravedad. La sumersión del bote tiene un sonido grave e incluso miles de torrentes burbujeantes corren a la superficie por su desafío gravitacional.
Hay una pequeña pausa entre todos los integrantes marineros pero entonces se impulsan hacia adelante determinados. Nadando sus aletas de abajo a arriba. Al no poder ser capaces de respirar, los chicos han inflado sus cachetes como ardillas con centenares de nueces dentro y sus ojos han entrecerrado para ver.
Sus cabellos flotan majestuosamente en el océano. Debido al lento despegue, estos andan tirados para atrás flotando de lado a lado.
Bajo el océano, el Triángulo de Las Bermudas luce aún más aterrador, es un enorme tornado que no parece tener fin. La arena oceánica no continua justo debajo del tornado sino que se detiene.
Lo demás tiene arena decorada con algas excepto esa área. Se mueven hacia adelante pasando de lado el tornado. Saliendo de ese panorama con éxito. Aliviados quedan todos cuando ven que el tornado queda atrás y ellos unos pasos adelante.
Cuando, momentáneamente, sus guías marineros se detienen. La vuelta se dan en esa noción pausada que el océano transmite, y los miran traviesos. Sonriendo. Gulf junto con todos arrugan el ceño confundidos.
-¡Cayeron! ¡Disfruten el vacío! - Despide el mismo que los convenció de confiar en ellos y entre todas las criaturas marinas, empujan el bote hacia atrás.
-¡NO! - Lee Ling grita rápidamente ahogándose por las miles de burbujas que abandonan su voz. El bote se mueve súper rápido sin darles tiempo de pensar a nadie y entonces el tornado los consume. Arropandolos en su tormentoso remolino, haciendo el bote rotar y rotar por severas colinas curvas hasta adentrarlo en su hambriento interior.
-¡AGH! - Tae Darvid levita fuera del bote pero Lee Ling atrapa su mano justo a tiempo y lo sostiene, reteniendolo ahí por más que el bote se mueva en círculos.
Hasta ser arrastrados a una profundidad muchísimo más oscura...
𝙀𝙣 𝙄𝙢𝙖𝙜𝙞𝙣𝙖-𝙇𝙖𝙣𝙙𝙞𝙖
El parque está completamente destruído y el grupo de Lee Ling anda entristecido sin poder emanar maná porque sus ánimos están por los suelos. Además, no tienen a su querida acompañante con ellos. El maestro está más que apenado porque para él ella es como una nieta.
Aún así, los lectores de los libros de Kathy, aún pueden entrar. Suelen entrar con nombres de usuarios arriba de sus cabezas como un anuncio público y un avatar fantasía. Muchos tienen cabellos de múltiples colores adjuntando prendas súper fantásticas o otros con ropa casual ordinaria. Ahora mismo los que entran se sorprenden. Viendo con tristeza lo que ha sucedido en el parque que siempre les gusta visitar.
Cuando entran y no disfrutan, es como cuando están leyendo horrores ortográficos en el libro de la chica. Pero montones de ellos. Al no gustar, esos usuarios desvanecen. Significando que han dejado de leer.
El grupo karateca observan con tristeza los usuarios entrantes. Incluso las neuronas pensantes azulitas encerradas en la máquina.
Cuando, de repente, un avatar entrante de cabello risado marrón oscuro, piel morena y labios carnosos entra. Es una chica de ropas cotidianas. Sonríe mezquina al entrar.
Fevermore, ahora convertido en bebé dragón, gruñe dentro de las manitas de un ciudadano que también mira con miedo a la recién llegada.
-Esperen, esa es... - Comienza Gronfawl, el maestro. Todos se conmocionan.
-Es Traya. Siempre se aprovecha de la tristeza de Kathy para molestarla en los comentarios. Ahora mismo Kat debe estar demasiado abrumada como para romperse por cualquier cosa. - Informa el anciano Gronfawl.
La usuaria saca su móvil del bolsillo trasero para comenzar a dejar comentarios en los capítulos del libro que está leyendo.
Traya también es escritora. Era una buena amiga de Kathy, pero por inseguridades y un trato no educado ni respetuoso, perdió ese puesto. Ahora se la pasa ingresando SUS personajes en los comentarios como si intentase comparar los personajes de ambas en todas las historias. Algo que a Kathy no le hace gracia ni le parece agradable.
Traya: Ja, qué cabrón el personaje. Si se sigue comportando así le enviaré a mi Petersburgo.
Traya: 🥱Ay, no la soporto, encima de mi hombre. Matenla.
𝙀𝙣 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙧𝙚𝙖𝙡
Kathy está comiendo la comida preparada por su papá, sentada en el mueble con sus dos progenitores quiénes con sus sonrisas de cada segundo intentan reanimar a su hija. Ella accede a las sonrisas contestando con suyas propias. Agradecida por el intento de sus padres. Por tenerlos siempre a su lado.
Va mirando el televisor cuando su teléfono vibra al lado. Lo recoge en una mano para ver si es un comentario positivo o algo bonito para el día. Al ver desde que enciende la pantalla que es Traya, lentamente deja de sonreír.
Ve sus comentarios aún esperanzada de que a pesar que ya no son amigas como antes, esta la apoye. Pero al ver que solo comenta cosas de contenido soez y adjuntando sus personajes como si fuera una competencia, tan solo decae. Ahí es cuando comprende que Traya habrá sido una amiga al comienzo, pero ya solo es una conocida. Es increíble como las personas pasan de ser alguien en quién confías a alguien a quién ya no conoces.
Los comentarios van incrementando. Solo vienen de ella.
Kathy, con paciencia, intenta responderle uno.
Kathy: Recuerda que es un personaje, aquí no debes sentir ese tipo de celos por el actor.
Traya: Ay, tu me entendiste.
Y sigue comentando más cosas ridículas. Impacientando a la autora que el teléfono coloca boca abajo y tras rodar los ojos, sigue comiendo.
𝙄𝙢𝙖𝙜𝙞𝙣𝙖-𝙇𝙖𝙣𝙙𝙞𝙖
Ha tenido éxito en molestar a la autora así que su poder crece tanto que su estatura promedio cambia a una enorme. Más enorme que Fevermore.
-¡Oh no! ¿Ahora qué hacemos?- Expresa uno de los karatecas.
-¡Esto es un desastre! - Gritan otros más.
-¡CORRAN, SALGAN DE SUS CASAS! - Grita otro y muchas familias e integrantes del mundo salen de sus ciudades abrazados de sus niños. Corren lo más lejos posible. Mientras que los enormes zapatos de Traya caen como enormes meteoros. Demoliendo las casas. Incluso las torres. Traya ríe malvada disfrutando el mal que hace.
-¡¿Cuándo volverán Kathy y los chicos?! ¡Esto está siendo un caos! ¡La necesitamos! - Grita otro chico corriendo.
-ESTO ES DIVERTIDO. - La voz de Traya suena como la de un dios supremo poderoso mientras derrumba toda una casa bajo su zapato. Viendo a los ciudadanos correr como hormiguitas.
💟
Los chicos succionados por el Triángulo de las Bermudas son expulsados a una cueva. Escupidos como basura empapados en agua.
-¡AHHHH! - Caen todos en la roca. Mew y Gulf unidos. Van recuperando sus estabilidades cuando al mirar arriba, el hueco por el cual cayeron, el bote va cayendo hacia ellos. Gulf agranda los ojos súper sorprendido entonces abraza a Mew para rotarlos hacia el lado opuesto. El bote cae haciéndose añicos. Su mármol quebrandose y eso siendo el único sonido que hace eco.
Gulf ha quedado encima del pelinegro con ambas manos plasmadas a los laterales de su cabeza. Mew recupera su consciencia poco a poco abriendo los ojos y notando así al compañero que ha tenido durante 19 largos años. Se miran teniendo respiraciones entre cortadas.
-¿Estás bien? - Pregunta Mew.
-¿Y tú?
-S--Sí.
Sostienen sus miradas por largos segundos.
-¡Lee Ling!, Lee Ling, ¿qué te ocurre? - Escuchan a Tae El Constructor gritar agitado. Miran a la izquierda rápidamente ajustando el mecanismo de sus cuerpos para separarse y correr al dúo.
Lee Ling está con la cabeza acostada en el regazo del Constructor, parpadeando débil. Apenas y puede moverse. Tae está llorando.
-¡No se puede mover! ¿Por qué no se puede mover, chicos? - Pregunta desesperado sin dejar de empapar sus mejillas con lágrimas.
Los chicos se miran entre sí preocupados. Entonces vuelven a mirar a la pareja.
—Creo que le está sucediendo como con Bean, el antiguo amigo imaginario de Kathy,... Él fue eliminado porque ya había ayudado a nuestra autora superar su fobia social y hacer amigos. Por ello desapareció. Pero esto debe ser porque Kathy está borrando Imagina-Landia inconscientemente.
Exactamente como explica Gulf, los pies de Lee Ling van evaporandose en cenizas color oro. Literalmente convirtiéndose en polvo de hadas como Peter Pan. Esas pequeñas cenizas flotan hacia arriba.
—No me... Puedo mover. — Lee Ling dice. Mirando únicamente a Tae aunque súper debilitada.
—¡Lee Ling! — Grita lloroso.
—Estoy, ¿muriendo? No siento mis piernas. Ni mis manos.
Alza un brazo viendo como el largo de este se reduce a cenizas flotantes color oro. Volando lejos de ella.
—¡¿Qué hacemos?! A este ritmo morirá chicos. — Darvid exclama a todo pulmón realmente desesperado. Los chicos no tienen una respuesta acertada. Solo miran apenados a su amiga quién lentamente está desapareciendo.
—Fue un placer haberlos podido ayudar,...— Toma una bocanada de aire para sonreír triste. —amigos.
—No hay nadie tan excelente como nuestra luchadora, Lee Ling.— Enorgullece Gulf de anunciar. Mirandola con ojos cristalizados. Lágrimas se corren bajo estos y ella asiente en su dirección para dejarle saber lo agradecida que está.
—Darvid... Jamás te lo he dicho, — Ya todo su cuerpo se ha desvanecido. Solo queda un poco de su garganta y la cabeza. —¡yo te...!
—Yo también, Lee King. — Llora el constructor sabiendo lo que la karateca recién acababa de confesar. Con una sonrisa tranquila, lista para descansar en paz, lo mira enternecida y justo al cerrar los ojos ya se ha evaporado en flotantes cenizas oro.
Darvid aún mantiene abiertas sus manos sobre las rodillas indicando que estas hace poco sostenían a la chica que amaba. A la chica que siempre amará. Para enfrente se inclina abrazándose así mismo.
—¡No...! — Tiembla. El dúo de chicos se une a él para abrazarlo. Colocando sus rostros sobre los hombros de su amigo. —¡La perdí...! La he perdido.
Los pocos charcos de la cueva suenan con chapuzones pequeños así que ellos miran el túnel continuo de tal y ven a una Amelia Earhart asiática. Quijada cuadrada ella, ojos que sonríen por si solos, tallo largo de nariz con un receptáculo victoriano como esas mujeres de las antiguas décadas occidentales, labios extra carnosos. Destacan como una Bratz y el cabello color cobre en ondas sobre sus hombros anda.
Viste un casco marrón de anteojos enormes como binoculares, adheridos a tal. Pantalones cuero marrón, una chaqueta cuero del mismo color con cuello de algodón blanco y botas largas hasta las rodillas.
—También ¿fueron succionados por el Triángulo? — Pregunta con miedo deteniéndose al borde del túnel.
—¡S--Sí! Hemos sido succionados por esa terrible cosa--— Iba hablando Gulf todo exaltado caminando hacia ella pero ella le cubre la boca, resaltando las mejillas del moreno como si estas retuvieran nueces, un desesperado pero temeroso: «¡Shhh!» sisea, plantando un dedo sobre sus propios labios como indicación.
El moreno arruga el ceño.
—He conocido la manera de salir de aquí desde hacen años. Pero jamás he tenido la ayuda suficiente para poder hacerlo. — Explica ella. Lentamente baja su mano del rostro ajeno.
—¿Qué quiere decir con eso, srta. Earhart?
Preocupada, mira al dúo sentados en el suelo. Mew permaneció abrazando al lloroso Darvid, dándole un hombro en el cual reposar la cabeza y frotando como consuelo su hombro.
Mirando desconfiado a la extraviada piloto conocida a nivel mundial.
💟
𝙋𝙧𝙤𝙣𝙩𝙤, los cuatro de ellos están acostados sobre una grama blancuzca al final del túnel. Esa grama rodea todo un enorme charco de agua pero este hermoso jardín encerrado tras cuatro paredes, tiene velociraptors patrullando cada cornisa. Babeandose por estar muertos de hambre. No han tenido carne en años.
Esos animales de garras gigantes observan detenidos sus alrededores. Buscando a por algo. Aunque sea una rata. Por suerte jamás cruzaban el túnel. Solo permanecían como robots en esa área.
Lo más irónico es que el avión de Amelia al parecer se había deslizado por todo el túnel y ahora andaba al lado del charco de agua justo en el centro.
La salida de la cueva se encuentra arriba dónde hay un enorme hueco con vista al arrecife.
—Mierda.— Admite Mew.
—Sip.— Enfatiza Amelia reconociendo lo bastante que ha dicho esa palabra durante su estadía aquí.
—¿Creen poder distraerlos de alguna manera? Solo necesito llegar al avión, nos montamos todos y ¡fiu! — Silba bajito gestionando un despliegue hacia arriba con una mano. Todo esto mirando al dúo dinámico pues Darvid está a la izquierda de ella sin comentar nada. Teniendo ojos rojos del llorar.
Los chicos comienzan a pensar. —Bueno, creo que puedo hacerlo. — Gulf ofrece.
—¡¿Qué?! — Sisea Mew reteniendole una muñeca contra la grama. Reteniendolo por protección. —¿Qué piensas hacer?
—Tengo una idea. Estaré bien.
Su compañero de toda la vida rigidece la quijada como si amenazará, «Jurálo.»
—Estaré bien. — Promete cariñoso Gulf oleando suaves asentires. Mew accede con suaves asentires también entonces se pone de pie caminando para enfrente. Crujiendo pares de hojas.
—¡Hola, chicos! — Brinca abriendo y cerrando las piernas en adición aleteando las manos como si hiciera algún tipo de zumba. Los velociraptors pausan sus caminares mirando rápido al individuo chillón.
Amelia, Mew, Darvid, apresuran en alzarse. Los velociraptors se agachan meneando de lado a lado sus caderas (pegando brincos exaltados con las patas traseras) y corren para enfrente abriendo sus enormes bocas cuales caimanes con demasiados hilos salivosos a la vista.
Amelia ingresa a la nave, Mew vigila a Gulf parado al lado de tal mecanismo y Darvid corre, saca su martillo, entonces golpea los rostros de las viles bestias que quieren comerse a su compañero.
Golpea dos con éxito, la tercera lo tomó de sorpresa y como escudo, puso el martillo en horizontal frente su pecho.
Como clip el velociraptor cerró los colmillos en esa gruesa vara mármol crujiendo esta. Su rápido correr hace que los pies fuertemente anclados al suelo de Darvid, se deslicen rígidamente hacia atrás. El constructor dando lo mejor de sí en no dejarse abarrotar por un ser prehistórico.
Amelia alza los interruptores correctos, gira botones de acuerdo a como van, entonces el hélice rota súper veloz. Listo para desplegar. Tanto Mew como ella ríen aliviados.
—¡Lo lograste! ¡Podremos irnos! — Exclama contento el pelinegro mirando los botones.
Amelia no parece opinar lo mismo pues voltea a mirarlo con una sonrisa decaída. Viéndose maligna de repente. Mew la mira una vez por casualidad pero a la segunda, le mantiene la mirada. Él decayendo tanto su celebración como su sonrisa.
—Más bien yo me iré. — Dice ella colocando una mano en la palanca que iniciará el despliegue.
Mew pasa de mirar su mano a mirarla a ella súper decepcionado. Ella sonrie mezquina. Mostrándose lo malvada que es. Por suerte del destino, queda un velociraptor. Tal se asoma desde las oscuridades en dirección a Amelia. Mew lo nota.
—Por suerte, ¡yo me fío fácilmente de las personas! — Gira de costado para pegar una patada desde la ventana pasajera (ninguna ventana tiene vidrio) y con patear a la piloto, el cuerpo de esta de azota contra el bordado ventanal del conductor.
Justo ahí, el velociraptor que la tenía en mira asoma el hocico, cubriendole todo el rostro y nuca con tal. Ella aún grita dentro de la boca de la criatura mientras es jalada fuera del avión. Pedalea cuanto puede pero esa criatura la menea de lado a lado como perro con un nuevo juguete hasta crujirle el cráneo.
—¡Chicos, vámonos! — Grita Mew.
Darvid recobra fuerzas en los brazos con un grito ensordecedor y endereza la espalda. Desafiando la fuerza ajena. Esa criatura gruñe, pero Gulf le mete un puño. Gesto que al velociraptor no le agrada y suelta el martillo para gruñirle a él, recibiendo finalmente un martillazo de Darvid.
—¡Bien! ¡Vamónos!
Gulf grita, plasmando una mano en la espalda de su compañero (gentil y en modo guía) para correr hacia adelante. Gulf monta el asiento pasajero, Darvid el asiento trasero mientras Mew el conductor.
—¡¿Y Amelia?! — Se sorprende Gulf de no verla.
—Cuidado con las pelirrojas. Solo eso diré. — Mew confiesa negando con la cabeza.
—Ouh.— Se decepciona también Gulf.
—Abrochense bien, niños. — Mew avisa. Todos hacen como indica. —¡Porque es hora de salvar a nuestra autora! — Jala para enfrente la palanca. Desplegando el avión para arriba. Yendo hacia ese hueco rebosante de luz. Su maravillosa salida. Gulf y Darvid angustian los rostros cuánto más se acercan pero Mew solo sonrie mezquino, disfrutando la aventura.
💟
Kathy, aún en esa jaula huesuda, comienza a recibir comunicaciones telepáticas. Chillidos molestosos que la perturban un poco hasta que, como radio dando con señal, una voz hace presencia. Gronfawl habla:
—Kathy, ¿me escuchas?
—¡Gronfawl! — Exclama al principio sin cuidado alguno y súper emocionada, pero recuerda reducir la emoción. —¿Qué sucede? — Susurra para atrás evitando alzar sospechas.
—Imagina-Landia está siendo destruído. No por Inseguridad, sino por Traya. No sabemos qué hacer, autora.
Kathy mira con temor los espacios a través de los huesos que le muestran la entrada principal del reino. Ya esto iba más allá. Su tierra estaba siendo destruida, su isla dominada por la oscuridad, sus personajes asustados... Ya no más.
—¡Los chicos! Cierto. Ellos salieron a buscarte. Gulf, Mew, Darvid y ¡Lee Ling!
—¿Salieron a buscarme?
—Sí, autora. Usted sabe lo que significa para nosotros. Más aún, lo que haríamos por usted así como lo que usted hace por todos y por nosotros. Sé que crees estar sola pero no lo estás. Tienes a tu familia primaria luego a tu familia imaginaria. A nosotros.
Esas palabras son la motivación que impulsan los ánimos de Kathy. Elevan todo lo que ya había bajado defensas. Se pone de pie con un rostro feroz.
—Gracias, Gronfawl. Por recordarme lo que realmente importa. — Agarra un hueso y lo saca de sitio, derribando toda la jaula de huesos que a cenizas se reducen. —No más miedo.
Deposita cada pie abriendo paso entre las lagartijas que vulneran sus ojos al ver cómo la autora ya no les teme. Pasa estos súper firme. Mirando hacia enfrente.
—No más abuso. — Cierra un puño durante su caminar.
Entonces haciendo esa declaración, la Traya de 𝙄𝙢𝙖𝙜𝙞𝙣𝙖-𝙇𝙖𝙣𝙙𝙞𝙖 se hace pequeña. Pequeña como una luciérnaga. Gritando como hormiguita, «¡¿Por qué?! ¡¿Por qué ya no soy tan grande?!». Como castigo, Gronfawl la atrapa en un jarrón de cristal.
Tal plasma puñitos repetidas veces en el cristal. Golpeteando ahí. Gronfawl ríe mientras niega la cabeza. —Has sido una mala visitante.
💟
Kathy sale a las afueras del lúgubre castillo de Inseguridad. Los troles se exaltan volteando a verla sorprendidos.
Inseguridad, quién andaba de espaldas hablando con ellos, voltea. Rápidamente arrugando el ceño.
—¿Qué haces afuera--?
Gruñe pero Kathy la abraza. Deteniendo a esta en seco. Inseguridad congela sus manos a los lados del cuerpo de Kathy, sin saber qué decir. Jamás había recibido un abrazo. Mucho menos de su dueña. Es algo tan... Cálido y bonito. Sin embargo, no entiende el gesto cariñoso. Ni para qué es.
—Gracias por mostrarme mis miedos pues ahora sabré cómo sobrellevarlos.— La chica confiesa en su pecho.
La mujer de dedos negros con garras agrieta los dientes mirandola desconfiada. Queriendo hacer algo pero sin saber qué.
Pero poco a poco va sintiendo una cálidez súper bonita. Al mirar sus manos estás van convirtiéndose en cenizas color oro. Todo de ella evaporandose.
Cada extremidad de ella se convierte en un holograma traslúcido que deja ver el panorama.
—Así que, — Bufa Inseguridad algo triste. —¿mi propósito jamás fue ser mala?
Kathy niega su cabecita sobre su pecho. —Jamás lo fue. — Se distancia para que se miren cálidamente. Como dos hermanas. —Solo fue molestarme hasta ayudarme a superar mis miedos.
Los troles van desapareciendo. Estallando en cenizas flotantes.
—Si alguna vez vuelves te daré un mejor castillo ¡y! No volverás a destruir mi pueblo, ¿okay?
Inseguridad reduce su sonrisa a una labial triste. —Okay.— Promete sincera. Ambas haciendo una promesa meñique (con lo que restaba del meñique de Inseguridad), hasta que ella estalla en cenizas oro.
Kathy queda sola. Varada en esa isla. La brisa soplando su cabello. Queda en silencio consigo misma.
—¡Kathy! — Escucha a los chicos a su derecha llamar. Gira súper feliz a verlos y una avioneta pasa justo frente a ella, desplazándose, cuando Gulf la rodea de la cintura con un brazo para subirla. Él se hace a un lado y ella queda al final del dúo dinámico. Asentando el trasero ahí con un rebote y mira a sus chicos.
—¡Mew, Gulf, Darvid! Vinieron por mí. — Abraza a los más cercanos primero quiénes gozan con ella. Kathy voltea hacia los asientos traseros emocionada por recibir al constructor pero no ve a Lee Ling. En adición Darvid luce triste.
—¿Y Lee Ling? — Se consterna.
—.... Varios personajes estaban siendo eliminados y al parecer ella fue una de ellos. — Murmura cabizbajo. Kathy permanece viéndolo adolorida. Su cabello entrometiendose severas veces en su rostro por el rebobinar del viento.
—No por mucho. — Confirma y con un chasquido de dedos, Lee Ling aparece al lado de Darvid. Tae reajusta su encorvada postura mirando a la izquierda sin poderselo creer. La animada karateca anda toqueteandose los muslos, brazos, rodillas para confirmar que está entera.
—¡Lee Ling! — Grita él. Su querida karateca voltea hacia él sonriente.
—¡Tae!
Darvid parece ir a decir algo, pero ella le arropa el cuello con sus brazos y a un tierno besito los une. Ambos cerrando sus ojos. Él resume todo lo que quería decir en un gustoso gemido, abrazandola y deslizandola un poco hacia él, por lo que ella queda de costado (aún abrazada) con una rodilla alzada mientras que una pierna acostada. El panorama de sus labios no es visto por ella estar de espaldas pero la unión de sus cabezas indican un buen beso. Además, ambos gimen gustosos.
Kathy ríe un poco y al darse la vuelta, queriendo hablar con su dúo dinámico, estos se están dando un beso también. Solo le cabe a ella reír. Les da su minuto de amor para ir salir de 𝙄𝙢𝙖𝙜𝙞𝙣𝙖-𝙇𝙖𝙣𝙙𝙞𝙖.
Aún sentada en el mueble deposita el plato de comida frente a sus pies en el piso, y abraza a sus padres quiénes comienzan con «¿Qué--? » pero terminan riendo con los mentones en sus hombros.
—Los amo. — Confiesa Kathy besando el cuero cabelludo de su madre y el calvo cráneo de su padre. Todos se distancian para verse bonito a los ojos.
—Nosotros también te amamos, hija. — La abrazan mientras ella mantiene una sonrisa. Realmente feliz. Realmente decidida a no tener miedo. Ya no más.
3 𝙨𝙚𝙢𝙖𝙣𝙖𝙨 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙪é𝙨
𝙁𝙪𝙚𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝙄𝙢𝙖𝙜𝙞𝙣𝙖-𝙇𝙖𝙣𝙙𝙞𝙖 (𝙔𝙖 𝙧𝙚𝙥𝙖𝙧𝙖𝙙𝙤)
En Puerto Rico nunca cae nieve, pero aún así hace frío. En una noche de navidad, el árbol encendido a una esquina, acontece como la autora vestida en pijamas navideñas y un gorro navideño mantiene una página abierta con el botón de "Publicar", indicando sacar a la venta un libro.
Finalmente se atreverá.
Respira hondo cerrando los ojos.
—Tu puedes, Kathy, ¡ya sabes! Sin miedo. — Susurra cariñoso Gulf en su mente.
—Sin miedo. — Exhala ella. Abre los ojos súper animada. —Gracias, chicos. — Susurra mirando enternecida bajo los párpados y mira la tecla " Enter".
Presiona en ella.
💟FIN💟
*N/A: Ya llegamos al final de este libro lleno de aventuras 😻, ¿Qué les ha parecido? ¿Les gustó saber un poco de mí? No di todo pero sí cosas importantes jaja. Si tienen preguntas que quieran hacerme con gusto haganmelas abajo en los comentarios o por privado si se sienten más cómodos, les responderé ❤⬇. Espero les haya gustado, gracias siempre por apoyar mis locuritas✨, ¡lxs quiero! ¿Nos veremos en alguna otra novela? 😘*
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