Peek a boo
Adams
Todo iba bien, estos días Emma había mejorado notoriamente y eso en parte me enorgullecía porque yo era la mente maestra detrás de ella.
Tiene una gran inteligencia aunque no se esfuerce en hacerla notar, aún así se que podrá enriquecerla aún más si sigue trabajando tan constantemente en ello.
Hace ya un corto tiempo estaba pensando en el laboratorio, no puedo ocultar el deseo de saber el porqué el laboratorio había decidido enviar una practicante para que yo le diera clase, además de que no me habían avisado en lo absoluto, en estos días no quise preguntar nada porque decidí creerle a Emma.
Quizá fuese cierto que el padre había hablado con Fred, el encargado, pero aún así todo me parecía extraño. Fred nunca hace excepciones, no importa quien sea.
Así que decidí quitarme todas estas dudas que rondan en mi cabeza de una vez por todas, agarré mis cosas y me despedí de Emma para ir a mi área de trabajo, el laboratorio Liddns.
Mientras caminaba por lo largo del bosque trataba de encontrar una respuesta coherente a todas mis dudas, pero no podía. Necesitaba de alguien más para quitármelas del todo.
Al entrar lo primero que hice fue buscar a Fred, cuando supe donde se encontraba caminé rápido a su encuentro.
—Siempre estás aquí, ¿no te aburres de ver y experimentar con estos patógenos una y otra vez?
—John, me tomaste por sorpresa. Creo que ambos sabemos cuál es la respuesta, es lo mismo que te pregunto a diario a ti.
—Y la respuesta sigue siendo la misma... No.
—Así es querido amigo, exactamente eso. Pero bueno, ¿qué te trae por esta área en específico? Pareciera como si me hubieras estado buscando. Ahora estoy a tu disposición.
—Si, quería preguntarte el porqué el laboratorio envió a una aprendiz a mi casa, hace ya varias semanas. Al principio me molestó pero ahora ya nos llevamos un poco mejor con Emma, pero me preguntaba el porqué no se me comunico con anterioridad.
Ya que bueno, siendo el caso de tener que dar clases me preguntaba si mi sueldo sube o se queda igual.
—...
Lo notaba pensativo, Fred era alguien ya algo mayor, era un hombre sabio, pareciera estar buscando las palabras adecuadas para poder responder lo que anteriormente le había dicho. Luego de unos minutos en silencio habló.
—John, el laboratorio nunca hizo eso, ni tampoco lo hará. Las prácticas se toman en otro lado, aquí solo están los capacitados, personas como tú y yo. No conozco a ninguna Emma, nadie fue enviado para que tú le enseñes. ¿Alguien fue a tu hogar a decir eso?
Nada encajaba, ¿por qué Emma me mentiría? Si ella no fue enviada por el... ¿de dónde había salido?, ¿quién era de verdad esa chica?
—No, no. Solo que... olvídalo, gracias por tu tiempo, te dejo para que sigas trabajando. Me confundí con otro suceso, nos vemos más tarde, gracias por todo Fred.
—Siempre es un placer hablar contigo John, hasta luego. Espero y puedas arreglar lo que sea que te está preocupando en este momento.
Cuando nos despedimos muchas preguntas quedaron en mi mente, ahora no podría hacer mucho, solo tendría que esperar a llegar a casa. Ya que el laboratorio no perdona las faltas al trabajo, más a mi, que me tienen entre ceja y ceja.
Cuando comencé a cumplir con mi horario laboral los minutos se me hicieron horas, parecía como si el tiempo estuviese muchísimo más lento, yo solo quería llegar y descubrir cómo es que una chica tan... como Emma me había tomado como un idiota, me había engañado cuando yo no hice más que ayudarla a mejorar.
El horario había terminado, mis piernas no daban a basto, faltaba poco para que me echara a correr, realmente quería llegar lo más antes posible. Nunca se me había hecho tan largo el bosque, mi respiración agitada por tanto correr hacia mi casa, al igual que el sonido de las ramas debajo de mis pies rompiéndose por cada paso que daba. cuando llegué me enfrenté a ella, ni siquiera traté de llamarla solo le solté unas bruscas palabras.
—¡¿Quién eres y quién te envió realmente?!
Al principio no contestó, estaba algo desorientada, era obvio que la agarré de sorpresa. Yo solo la miraba analizando sus gestos, estaba sorprendida, pero también pude notar algo de nerviosismo. Aún así no cambie mi postura ni un segundo, no podría dejar que me tomase otra vez por tonto.
—¿De que hablas? Yo... wow, ¿qué pasó?
Su tono de voz la delataba, algo ocultaba. ¿Por qué tendría ese tono de voz?, me vio la cara de imbecil todo este tiempo, esto no puede quedarse así.
—No te hagas la sorprendida, ya lo sé absolutamente todo. ¡¿Qué quieres de mi?!
—Yo no se de que hablas, John cálmate, por favor.
—Lo más extraño es que desde el primer día sabías mi nombre, observabas todo tratando de encontrar algo. ¿Acaso quieres robarme? Si es así ¿por qué no hacerlo antes?, necesito respuestas ahora, ¿quién eres?, si me estuviste mintiendo de seguro tu nombre no es Emma. Habla antes de que haga algo que luego me arrepienta.
—No, no. Yo te explicaré todo, con detalles. Pero necesito que te calmes, necesito que estés dispuesto a creerme, no será fácil lo que tengo para decir. Es algo sobre ti, pero yo podré ayudarte. Pero no puedo hacerlo si tú no estás dispuesto a escucharme.
Me irritaba, me irritaba la manera en la que hablaba, estaba muy enojado como para escucharla, no podía soportar que alguien me mintiera. Trate de mentalizarme para luego mirarla, en momentos así no tendría que pensar en esto, pero joder, era bellísima.
Necesitaba alejar mi mente y enfocarme en otras cosas, por ahora lo único que me logró alejar de la dura realidad fue ella y su lindo rostro. Un rostro que ahora mismo no era nada más ni nada menos que de una vil mentirosa.
—Bien, estoy tranquilo. Dime la razón por la cual llegaste aquí. Te dejaré hablar, lo prometo.
Hola queridos saltamontes 🦗
Olé tranquilos que acá no hay enamoramiento pero bueno, creo que Adams por fin notó a Emma... pobre, ¿le habrá roto el cora de alguna manera?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top