Capítulo 85
Cálido, todo era tan calido, podía sentir alguien abrazandome, pegándome a su cuerpo, permitiéndome dormir en su pecho, su aliento caliente y tranquilo chocaba contra mi frente, moví ligeramente mis manos, tanteando con torpeza el borde del cuello de su sudadera ¿quién era?
Antes de que pudiera abrir los ojos para ver de quien se trataba alguien abrió la puerta, deje caer mis manos sobre su pecho aún con el cordón ajustable de su sudadera entre mis dedos.
-Tom, es hora de atender unos asuntos-reconocí la que parecía ser la voz de James, ahora sabía de quien se trataba ¿Qué se había cansado de Keyslee y había venido a divertiste con su juguete?-.
-¿Qué hora es?- su voz adormilada me erizo la piel, se removió tallandose la cara, aún con su brazo rodeandome, lo odiaba y lo quería apartar inmediatamente, pero la sola idea de perder el calor de sus brazos me calaba en los huesos-.
-4:30am- Tom alargo un suspiro cansado, inflando de aire su pecho donde todavía mantenía mi cabeza, incapaz de abrir los ojos-.
-Cinco minutos más... yo bajo- podía sentir su mirada puesta en mi, aún que no abriera los ojos, lo podía sentir, a la perfección-.
-Esta bien- tras de esto James salió, cerrando la puerta con cuidado-.
Tom paso su mano libre sobre mi mejilla, acariciandome con la llema de sus dedos, recorriendo un mechón de mi cabello hasta ponerlo detrás de mi oreja, me vi en peligro de desfallecer ante su tacto.
-Lo siento- susurró pegando sus labios a mi frente, depositando un beso, pero sin separarse- perdoname por lo que voy a hacer- me apretó más a el- intentó alejarme de ti, pero no puedo, no puedo estar sin ti-sus finos labios rozaban mi coronilla con cada palabra que salía, sentía mi corazón latir con fuerza- te mandre a salvó cueste lo que cueste, eso no lo dudes...ángel, incluso sí eso implica alejarte de mí- me sorprendió que ante todo lo que estaba causando en mi no fuera capaz de enterarse de que estaba despierta, adormecida, pero lo suficientemente lúcida para entenderle- te quiero...-la simpleza de su "te quiero" proveniente de su voz, me hizo temblar, él alargó un beso en mi coronilla, abrazandome con cuidado, acercandome hacía el mientras se mesia con cuidado manteniendome sobre su pecho, tal vez él sí era consiente de que estaba despierta, pero era tan incapaz como yo de verme a los ojos sin derrumbarse-.
Lo sentí arrullarme entre sus brazos, un largo rato más, sus manos paseaban acariciando mi cabello, seguía dejando besos sobre mi piel, como sí fuera la última vez que lo haría, ante esto solo podía aguantar la respiración, no quería un final, no para nosotros, lo quería él, me quería a mi, despertando en sus brazos todas las mañanas, sintiendo la calidad de sus labios sobre mi piel helada.
Igual que un niño, terminé por caer dormida nuevamente, disfrutando cada una de sus caricias, sintiendo el vacío en mi pecho acercandose cuando el definitivamente se fuera.
Un ruido me sacó del sueño, abrí los ojos al fin, intentando acostumbrarme a la luz colandose por las ventanas, Rubén estaba sentado en la silla a mi lado, se había quedado dormido con su cabeza sobre su palma, Tom se había ido dejando un hueco en la cama, podía sentir su aroma fresco aún en mi piel.
-¡La bruja dorada!- gritaron desde el pasillo, Rubén abrio los ojos tan alertado como yo-.
-Los piojos...- me miro extrañado ante mi comentario, si bien el no conocía a Matilde-.
-A mi no me jodas ___, yo no tengo piojos- negó incorporandose en la silla-.
-¡Sueltame bruja pelos de elote!- Matilde gritó enojada fuera de la habitación, intente levantarme rápidamente, arrastrarme por las sabanas, ahora menos que antes podía sentir mis manos-.
-Espera, ven aquí- me ayudó a pararme, corriendo a la par conmigo hasta la puerta, donde en el pasillo, Matilde le soltaba un punta pie a Keyslee logrando safarse de su agarre, antes de irse corriendo con Thomas escaleras abajo-.
-¡Malditos mocosos!- tenía el cabello rubio hecho un desastre con la cara llena de ronchas, corriendo enfarruñada detrás de ellos-.
Corrí detrás suyo, algo me decía que Matilde y Thomas tenían que ver con las ronchas en su piel, se habían metido en el estudio de Tom, la rubia entro con la cara fruncida.
-¡¿Porqué no se van con su mamá estúpidos niños?!- les grito buscandolos con la mirada- ah sí, ustedes no tienen mamá-.
-¡Hey! yo sí tengo mamá y estoy seguro que Matilde también- Thomas había salido de debajo del escritorio, amenzandola con un cucharon de cocina-.
-Piojo...- Rubén me tomó del brazo, impidiendome avanzar, mientras tragaba saliva con fuerza-.
-Tú mamá esta más muerta que viva niño, es un vegetal- rió consiguiendo que Thomas bajará la guardia mientras sus ojos se entristecian, Keyslee aprovecho para acercarse y tomarlo del borde de la camisa con fuerza- ¡Muerta, tú mamá esta muerta!- le daba golpes en la frente con el dedo indice, mientras Thomas rompía en lagrimas, me deshice del agarre de Rubén consumida por la rabia-.
-¡Sueltalo maldita bruja!- tire con fuerza de ella, haciendo que se girará bruscamente soltando a Thomas, mi puño termino en su rostro, sentí el placer de mis nudillos adormecidos, al verla en el suelo, sujetandose la mejilla-.
-___- Matilde y Thomas se abrazaron a mis piernas, ocultandose de Keyslee que los miraba aún más molesta-.
-Pero claro- rió con fuerza antes de pararse, sacudiendose el polvo- si son el grupito patético de huérfanos ¡trío de bastardos!- se acercó amenanzante a mi, Thomas se apretó más a mi, pegando su cara a mi pierna totalmente, sentí la humedad de sus lágrimas atravesar mi prenda, a diferencia de Matilde, que parecía estar lista para saltar contra Keyslee y arrancarle las pestañas con un palillo de dientes-.
-¡Escuchame pelos de alambre, a mi me puedes hacer lo que quieras, pero con ellos no te metas!- le grite dispuesta a matarla a zapatazos cuando sentí las manos de Rubén rodearme la cintura- sueltame Rubén-.
-Hey, ____, ____- intentaba llamar mi atención intentándo calmarme- te recuerdo que los esfuerzos pueden romper la sutura y entonces, ahora sí, ahí queda la defensora de las chinches-.
-Piojos- repuse aún con mi vista fija en Keyslee-.
-Lo que sea, no vale la pena, no vale la pena- sus palabras no impedían que quisiera ahorcar a Keyslee-.
-Tienes razón mi amor, no valen la pena- le sonrió a Rubén con sinismo, se encamino hacía nosotros con pose de diva, inclinandose a la altura de los infantes- esto- se señalo la cara, donde las ronchas eran cada vez eran más visibles, parecía una especie de vaca pinta- me lo van a pagar-.
-Quiero ver que lo intentes- respuso Matilde, frunciendo el ceño, aún con sus manos sobre mis muslos-.
-Ni se te ocurra- Keyslee se levantó tirandole un golpe a Rubén antes de salir encabritada por la puerta- ¿Qué hace ella aquí?-.
-No lo sé...- dijo Rubén contrariado- ¿No te lastimaste?- se separo de mi, observando mis brazos vendados un tanto preocupado-.
-No, no te preocupes- Thomas se soltó de mi tapandose la cara mientras sollozaba con fuerza, así mismo Matilde se soltó para abrazarlo-.
-Piojo, tranquilo- Thomas no correspondía el abrazo de Matilde, alzó su cara para verme, Keyslee le había dejado pequeños rasguños sobre la frente-.
-___ ¿mi mami se va a morir?- soltó antes de abrazarme, me coloque de cunclillas para poderlo abrazar mejor-.
-No, claro que no, tú mami va estar bien, esta bien cada día más- resoplaba con fuerza, oculto en mi hombro, Matilde que se nos unió abrazandolo por la espalda- ella vendrá y jugará contigo y te dará muchos besitos- deje varios besos sobre su oreja haciendo que soltara una risa, antes de separarse, con una débil sonrisa- ella ya despertó, por ti, porque te ama, tanto como yo- esta vez soltó una risa más grande-.
-Yo también, mucho mucho- me abrazó con fuerza subiendose a mi regazo, Matilde hizo más fuerte su abrazo, dejando un beso tímido sobre la mejilla de Thomas- ¡asco!- gritó Thomas limpiandose la mejilla, Matilde le dio un pellizco haciendo que el rubio diera un respingo-.
-Ya par de piojos- Thomas se separo un tanto pensativo-.
-No no no, yo soy el piojo, que ella sea la chinche- Rubén soltó una risa divertido ante la petición del niño-.
-Brincos dieras porque perteneciera a tú bando- Matilde le sacó la lengua mientras se cruzaba de brazos, pude notar mejor que debajo de sus ropas una venda como la mía le cubría las costillas-.
-El piojo y la pulga entonces- ellos se miraron entre sí unos segundos antes de asentir con la cabeza satisfechos-.
Tenía la cabeza hecha un lío ¿Qué hacía Keyslee allí? ¿Donde estaba Tom? ¿De dónde viene Matilde y como fue que terminó con ese sujeto de piel grisasea que la obligaba a pelear? Todas ellas sin ninguna respuesta.
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Pregunta de ALCOOPER_13 para Alex ¿Me compras un perro?
Te compro una avestruz.
Antes que nada muchas, muchas gracias por leer, ayer de pronto se me acaba el aire y me desmayo al ver que ya teníamos 20k, de verdad gracias, no se, les juro que estoy sin palabras, esto es un sueño hecho realidad.
Gracias por tanto 😭❤
¡Las quiero! ❤
PD: ¿Como les dejo el capítulo en esta escala?
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