Capítulo 77

Nuevo León, México

-Sam ¿Sabes porque estás aquí?- Alison, la trabajadora social de la escuela me cuestionó  siguiendo con la mirada cada uno de mis movimientos-.
-No, no lo sé- me levanté de la silla para caminar en circulos por la mediana habitación  llena de libros y diplomas que ponían en letras cursivas "Alison Webster. Lic. en psicología"  me sentía nervioso, ansioso y cansado-.
-No aplicaste para tú examen ¿No piensas estudiar? Aún  tienes una oportunidad, por tu tan buen desempeño...la institución ha decidido darte una prórroga de tiempo...para que presentes tú exámen- informó  la pelinegra un tanto irritada- Sam ¿Podrías sentarte? Por favor-.
-¿Eh?- no quería estar allí, no quería hablar con ella o que intentará reparar el daño, no quería estar allí y que me hablará  de la escuela cuando Harry nisiquiera podría recoger  sus papeles, solo quería ir a casa, sin embargo no tenía opción, ya les había jodido bastante la muerte de Harry para asumir que ahora también me estaba volviendo un loco deprimido,-la escuela...¿Es todo lo que les importa?- me tire sobre la silla frente a su escritorio de madera oscura, comenzando a rascarme la nuca incapaz de verla a los ojos-.
-No, Sam, estamos preocupados por ti, tus padres también lo están- mis padres están muertos, al igual que Harry, probablemnte Thomas también, al final de la lista nos uniremos Paddy y yo-.
-Mis padres...ellos se van a divorciar, los he escuchado hablando de ello- tamborileaba mi pierna por debajo del escritorio, imaginandome lo mucho que Harry se estaría burlando de mi y de lo jodido que estaba-.
-Sam...sabes que eso suele pasar, después de la muerte de un hijo...-hablaba  pausadamente, con cuidado, después de todo estaba intentando hacer razonar a un loco-.
-¡Nisiquiera era su hijo!- solté  preso del pánico y la rabia, poniendome de pie, golpeando la mesa con la palma de mi mano, ella dio un respingo en su sitio, llevando sus manos debajo del escritorio, donde debía tener algún gas pimienta- no...no se que esta pasando- dije a medias con un  nudo en la garganta, tirandome en la silla, era patético, llorando frente a la trabajadora social de la escuela-.
-Sam, necesitas ayuda- se había puesto de pie rodeando el escritorio, sentandose a mi lado,me hice ovillo en la silla, inclinando mi cuerpo hacía mis piernas, tomandome del cabello con fuerza, mientras sollozaba cual idiota incapaz de tragarme por más  tiempo las lágrimas, tal vez si lo seguía haciendo terminaría por ahogarme en ellas-.
-No, yo no necesito ayuda- chille apenas audible, apenas creíble, su mano viajo a mi espalda dejando varias caricias, tal como hacía  mamá  para tranquilizarnos cuando Tom llegaba a casa golpeado y sangrante por culpa de mi padre, me estremeci al instante ante el recuerdo de mi madre "Todo estará bien" decía ella mientras curaba las heridas de Tom y dejaba besos sobre nuestras cabezas-.
-Sam, has bajado 10 kilos, no quieres comer, estas al límite de una anoréxia, no has dormido en semanas- me obligue a levantar  la cabeza para encontrarme con sus ojos verdes clavados en mi con seriedad- tú...hermano Patrick dice que te levantas en la madrugada, despiertas gritando y llorando ¿Eso es cierto?-.
-S-sí, así es...supongo- mi cuerpo temblaba bajo la ropa, intentaba tranquilizarme limpiandome con brusquedad las lágrimas, tallandome con fuerza los ojos, al punto que me dolieron-.
-Sam, no te puedo ayudar sí  no me dejas ayudarte...- su mano busco la mía, dejando un ligero apretón- dime por favor ¿Qué  es lo que te hace gritar?-.
-Yo...- no quería contarle, después de todo era una extraña que sólo se preocupaba por mí porque le pagaban por hacerlo, le pagaban por fingir empatía- yo lo veo morir todas la noches- confesé rompiendome otra vez en llanto- no acaba nunca, esta ahí, repitiéndose una y otra vez - me solté  de su agarre abrazandome a mi mismo, dejando caricias sobre mis brazos, hubiese sido más fácil si la bala me hubiese dado a mí, Harry podía haber manejado el asunto de mi muerte mejor que yo, incluso había podido encontrar a Tom- ...y no quiere parar-.
-¿La escena se repite?- preguntó aún sería, apesar de todos los títulos y profesionalismo que tenía no podía evitar darme miradas lastimosas-.
-Aveces, la mayoría de las veces sí, otras veces es un sueño extraño, hay un club conectado  a mi habitación- era un idiota- y neva, el llega a la barra...yo no lo reconzco, pero el a mi sí...- era un completo idiota-  el me guía con mi madre, ella esta bailando y tocando su violín, después...él  se despide, yo me despidió de ambos...pero al despertar, no hago más que aferrarme a ellos y a su ausencia- un completo imbécil-.

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