Del odio al amor hay un sólo paso.

Cómo había prometido, capítulo dedicado heirshlov
Gracias por tus comentarios, por tu apoyo y por todo el amor que le estás dando a esta historia <3
Próximo capítulo dedicado también al primer comentario <3

Dodici:


Pasado...

—¿Estas jodidamente seguro que Acacia sale con él? —pregunta con seriedad Ceto, mientras conduce.

Doy una profunda calada a mi cigarrillo antes de responder: —Mi padre lo confirmo Ceto, mi hermana está involucrada con el hijo de puta más peligroso de todo Grecia —respondí con molestia.

Y no era para menos, Acacia se había enamorado de alguien sumamente peligroso y si no me la llevaba lejos pronto; esto podría terminar en una desgracia.

El auto estaciono frente al lugar que juré nunca volver a pisar, pero por fuerzas mayores — por mi hermana— ahora debía regresar y lo haría con la frente en alto.

Bajé del auto y caminé con paso seguro. En la puerta del lugar se encontraba Joseph —el seguridad del lugar— quién al verme me saludó con emoción. Luego de un par de palabras, me dejó pasar junto a Ceto al establecimiento; si es que se lo podía llamar así. En este lugar podías encontrar personas de la peor calaña y eso era lo que más miedo me daba; que Acacia estuviera con ellos. Joder. Le busqué entre el tumulto de gente y una vez que le vi caminé decidido hacia él.

—¡Miren quién a regresado! ¡La maldita bestia! —exclama con euforia y burla en su voz. Frente a mí se encontraba la persona que más detestaba en el mundo, Demetrios Pride. El peor hijo de puta con el que querrías tener conexión, él se tenía ganado el premio al cabron del año.

Y era con quien la ilusa de mi hermana estaba saliendo, demonios. Respire con profundidad y pensé muy bien lo que debía hacer. Porque no quería armar un escándalo, no aún. Primero debía sacar a Acacia de este basurero y luego me preocuparía por darle su merecido a este imbécil.

Sabía bien porque la eligió, no era pura casualidad que se fijará en ella. Me quería de vuelta, quería que regresará a las peleas ilegales. Que peleará para él, yo era dinero del bueno y lo sabía.

—Pride —dije a modo de saludó, en un tono mordaz.

No me hacía ni puta gracia estar aquí y menos aún ver como tenía las manos puestas en mi hermana. Sé que tanto Ceto como yo, intentábamos no tirarnos encima suyo y darle su merecido por estar tocando a mi familia.

—¿Qué te trae por aquí Stéfano Caristeas? —pregunta y una sonrisa lobuna se adueña de su rostro—. Aún recuerdo lo último que dijiste antes de irte y si no me equivocó fue que no volverás jamás a pisar este asqueroso lugar —ríe a carcajada limpia y sus amigos le imitan.

Vuelvo a respirar con gran profundidad e intentó calmar la irá que se incrementa en mi interior. Aún no arruines nada Stéfano, tranquilo. Respira y exhala. Piensa bien tus siguientes palabras y saca a tu hermana de aquí.

—¿Qué quieres a cambio de dejar a mi hermana en paz? —fui directo al grano. Y era muy característico de mí, siempre me gustaba ir directo al asunto y no andar con rodeos. Y hoy tampoco sería la excepción.

Vuelve a reír y eso hace que mi sangre hierva de cabreo —Quiero muchas cosas bestia y una de ellas que me hagas ganar todo el dinero que he perdido desde que te fuiste —suelta a mi hermana y se para frente a mí—. Y mientras no me devuelvas ese dinero, Acacia seguirá conmigo —sonríe y sé muy bien lo que esa sonrisa significa.

—¡Eres un hijo de puta! —grité perdiendo el control y tirandome encima de él.

Pero fui detenido por los gorilas que lo protegían, joder. Demetrios acababa de cavar su propia tumba, mi familia era lo más importante para mí y él se había metido con lo más preciado que tenía. Acacia.

Presente...

¿Quieres ir al cajón está noche? ¿Tú? ¿Oliver Weasley Collins quieres ir a las peleas ilegales? —pregunté con incredulidad en mi voz, esto debía ser una jodida broma.

Oli odiaba que estuviera metida en toda esa mierda y en muchas ocasiones me dejó en claro su desagrado hacia ello. ¿Y ahora quería ir? ¿Acaso estará enfermo? Sí, debía ser eso. Porque no hay otra explicación para esto.

—Sí, yo Oliver Weasley Collins quiero ir a las peleas ilegales —ríe al decirlo, mientras seguimos nuestro camino hasta la cafetería de la Universidad.

—¿Dónde está mi primo? ¿Qué le han hecho? —dramatizo y llevo una mano a mi pecho.

Por su parte suelta una enorme carcajada y yo le imitó. Entramos en la cafetería y esperamos en la fila por nuestro turno. Yo moría por algo de cafeína, sí; Amber Blaire no quería una deliciosa taza de té. Sino una de café humeante, pero se debía a que le necesitaba con urgencia. Los últimos días he tenido trabajo por doquier en la empresa, además que el día de mi borrachera falte y acumule algo de trabajo.

Aunque los días se han hecho más disfrutables con la compañía de Caristeas, quizá ahora me agrada un poquitín más. Tal vez fue el hecho de que por primera vez después de tanto tiempo me animé a hablar sobre Elio, pero también sobre la cagada que me mandé. El suicidio no fue la mejor de mis decisiones, pero fue la única que parecía acabar con el dolor.

Si Aaron no se hubiera ido, si él se hubiese quedado con nosotras...

Pero no lo hizo, Aaron Jennings no estaba preparado para lidiar con mi depresión luego de la pérdida de nuestro bebé. Aunque haya querido fingir que podía y le entiendo. Yo tampoco me hubiese quedado, aún éramos niños. No estábamos preparados para ser padres, aunque quisimos fingir que si.

Mi café se me es entregado y con el en mi mano me siento en la primera mesa vacía del lugar. Oliver me imita, pero deja frente a él una enorme bandeja con comida.

Sonreí al verlo devorar su hamburguesa con demasiada hambre, pero la cual se borro en cuanto Jeremy entró por la puerta de la cafetería. Pero ese no era el problema, sino la persona con la que venía. El cabron ya salia con alguien, no había pasado demasiado de nuestra separación; que él había encontrado un reemplazo para mí. Pero no me malinterpreteis, no estoy celosa ni mucho menos.

Es sólo que cuando pienso las veces que me dijo que me quería, eran mentiras. Porque si de verdad lo hubiese hecho, aún estaría sólo. Pero vamos, estamos hablando de Jeremy Mayer. Siempre supe que era un imbécil.

—Clarie me ha contado una cosa —comenta Oliver, haciéndose el que lo quiere la cosa—. ¿Es cierto que has dormido en el departamento de Stéfano? ¿Del imbécil del ascensor? —eleva una de sus cejas de forma interrogante y sonreí ante ese gesto.

Había que admitirlo, Clarie no sabía mantener su boca cerrada y además tanto ella como Oliver amaban los chismes. Ya me los imagino dándole algún nombre raro a mí y a Stéfano. Shippeando nuestros nombres y todo ese rollo que no entiendo.

—Primero: dormí en su departamento porque estaba demasiado ebria para negarme —aclaré elevando mi dedo índice—, Segundo: Clarie me abandonó para irse con el mejor de Stéfano y tercero: no ha pasado nada entre nosotros como para que vosotros dos se estéis haciendo historias —avisé con seriedad.

—¡No hemos hecho ninguna historia! —se defiende y eleva sus manos indignado—. Pero ya sabes lo que dicen —eleva sus cejas de forma sugerente.

—Eres un idiota —me queje entre risas y bebí de mi café.

Seguimos nuestra charla sobre la Universidad, para mi suerte el tema de Stéfano y yo quedó en el olvido.

(…)

—¿Irás al cajón? —pregunté mientras me colocaba mi sudadera.

Le veo negar con la cabeza —Está noche no puedo, debo entrenar —responde mientras devora un trozo de pizza.

—Vale —digo, mientras guardo mi móvil en el bolsillo trasero de mis jeans—.  Por favor Aiden, habla de una buena vez con tu padre —pido y por su parte asiente.

Aunque sé que no lo hará, es lo suficientemente cabezotas como para no hablarle por millones de años. Es todo un Blaire. No niega que nuestra sangre corre por sus venas, además de la de su madre; claro está.

Besé su mejilla —Sí me necesitas me llamas y vendré más rápido de lo que tu padre golpea un saco —bromeó y él rió a carcajada limpia.

Tomé las llaves del departamento y de las de mi hermosa ducatti. Para luego salir fuera del mismo y así poder llegar al cajón.

(…)

Busqué con la mirada a Clarie y a Oliver, pero no había rastros de ellos. Sabía que ambos vendrían juntos, por eso yo he venido sola. Pero ahora no les encontraba por ninguna parte, joder. Caminé hacia la barra por algo de beber, está vez no habría alcohol para mí. Había aprendido la lección y más después del malestar con el que pasé.

—La pequeña Blaire esta aquí —canturrea esa voz tan conocida para mí.

Sonreí con cinismo —Y aquí está el perdedor de los perdedores, Tyler Marshall —solté con veneno.

Odio a este cabron.

No eres la única, no hay quien no desee la muerte a este hijo de puta. He conocido personas de mierda y de la peor calaña en este lugar. Pero nadie le gana a Tyler, este bastardo es hijo de uno de los peores delincuentes de todo Londres.

Sí, Kirk Marshall era su padre. Pocos conocían que ese maldito tuviera un hijo, pero ha dejado a su crío con vida y eso es realmente malo.

Apoyo mi espalda en la barra e ignoró la presencia de Tyler. Quien no soportaba no ser el centro de atención y como esperaba se puso frente a mí, cos sus brazos a cada lado de mi cuerpo.

—Vamos Amber, sé que me deseas tanto o más de lo que hago yo por ti —dice con voz seductora. No pude evitar reirme a carcajadas, este era el mejor chiste que había tenido el placer de oír.

—Sigue diciéndote esas mentiras Marshall, tal vez algún día te las creas.

—Ya vendrás a pedir que te folle duro y juro que disfrutaré ese día —sonríe y por mi parte niego. Pobre imbécil.

—Sí la sigues molestando, terminarás por no tener tus testículos —habla con voz dura alguien a las espaldas de Tyler.

No podía ser otro que Stéfano y por primera vez me alegraba de verle. Vale, comenzaba a agradarme.

Tyler se separó de mí y levantó sus manos a modo de rendición —No sabía que fuera tu chica —se defiende. Iba a replicar, pero fui interrumpida.

—Es mi chica y por eso no le puedes hablar así — le da la razón y mis ojos se abren ante la sorpresa de sus palabras. ¿¡Su chica!? ¡Se ha vuelto loco!

Y como era de esperarse Tyler se va, pero algo me dice que no le ha gustado nada que Stéfano le haya dicho eso.

—Qué sepas que no soy tu chica, ni tuya y de nadie —aclaré.

—Algún día lo serás, terminarás tan enamorada o más de lo que yo lo estaré de ti —canturrea y sonríe de esa manera que tanto me irrita.

—Té odio, no lo olvides —le recordé—. No creas porque te hablé de Elio algo cambio Caristeas, para mí sigues siendo el imbécil del ascensor —sonreí sin gracia.

—Recuerda que del odio al amor, hay un sólo paso castaña —sentencia, para luego alejarse y dejarme con mil cosas por decir.

¡Maldito!

(…)

Hola, Hola. ¿Cómo estáis? Espero que bien, aquí tenéis un capítulo nuevo <3 Espero os guste. Mañana o el lunes habrá otro capítulo para compensar que la semana pasada no hubo capítulo ;—;

Espero sus votos :3 Sus comentarios :3 Sus opiniones hacia el capítulo <3

Recuerden que hay grupo de Facebook: Lectores Vicky (Wattpad)

Podemos crear grupo de Whatsapp si gustan, me habláis al privado si os gusta la idea :3

¡Sálvame ganó el tercer lugar en la categoría romance de los Ice and Fire Awards 2018!

¿Qué os parece la nueva portada? ¿Os gusta?

Bueno os mando un abrazo enorme

¡Nos estamos leyendo!

Os jamo

—Vicky—

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