Capítulo dedicado a camilablack21 gracias por todo tu amor a la historia :3 Por tus bellos comentarios, por tus votos <3
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Tredici:

Pasado...

Fui tirado con fuerza hacia afuera del lugar, mi cuerpo impacto con brutalidad contra el asfalto. Mierda.

—¡Y no regreses hasta que te hayas calmado bestia! —me espeta Demetrios desde la puerta del lugar—. También decide si volverás a pelear para mí —sonríe de manera cínica, para después entrar y dejarme con millones de cosas por decir. Hijo de puta.

Mi hermana hace su aparición e intenta ayudarme a levantar. Pero la apartó y me levanto sólo del suelo. ¡Estaba que me llevaba el puto infierno! Esto sobrepasaba mi límite y estaba tan cabreado que en cualquier momento volvería para partirle la cara a ese cabron.

La mano de Ceto apretó mi hombro izquierdo -—Tranquilo Stef, todo estará bien —intenta fingir que será así, pero sabía que no.

—¡Nada esta bien Ceto! ¡Nada! —exclame con furia en mi voz—. Para empezar ella se ha metido con ese bastardo. ¿Eres tan idiota que dejas que ese hijo de puta se meta entre tus piernas? Creí que eras más inteligente Acacia, pero me he equivocado fatal —masculle, dejando que mi enojo hablará por mí. El sonido de un puñetazo resono en todo el lugar y así dejando un pequeño dolor en la zona golpeada. ¡Me ha dado un puñetazo! ¡Se ha vuelto loca!

—Eres un imbécil —susurra aguantando las lágrimas y logrando que me sienta la peor mierda. Entrecierro mis ojos y respiro con profundidad. No quería volver a cagarla, por eso intentaba pensar bien mis siguientes palabras.

—Lo siento —me disculpe—, Pero debes entender que esto me sobrepasa y que estés con él me cabrea —admito y la observó—. Acacia, Demetrios Pride es un tipo peligroso. ¡No debes acercarte a él! Te hará daño y yo no podría soportar verte así —la tomé por sus hombros y la obligue a verme.

—Lo amo Stef —suelta y eso fue como si me hubiesen tirado un balde de agua helada encima.

¿Ella ha dicho que lo ama? ¿¡Se ha enamorado de ese cabron!? ¡Esto debía ser una jodida broma!

No pude evitar soltarla y reír con amargura pura —¿Te has vuelto loca? ¿¡Amarlo Acacia!? ¡Ese tipo sólo se quiere así mismo! ¡Te está usando! ¿Acaso no puedes verlo? —pregunté mientras le daba la espalda y me hacía de todo mi autocontrol. Iba a matarlo.

—¡Él me ama también! —chillo, intentando convencerse de su propia ilusión.

Giré para verla y le regalé la sonrisa más cínica —¡Claro que te ama! -solte con ironía—. ¡Sólo quiere meterse entre tus piernas! ¡Date cuenta! Se acercó a ti, para asegurarse de que regresaría y tendría el dinero que ha perdido desde que me fui. ¡Lo has escuchado de su boca! ¡No puedes ser tan ingenua! ¡Te llevará a sus negocios de prostitución si no hago lo que quiere! ¡Joder! —vocifere tapando mi rostro con mis manos. Ceto escuchaba con atención nuestra discusión y sé a la perfección que también desea hacerle ver la realidad de lo que está sucediendo.

Acacia comenzó a llorar y negó con frenesí ante todo lo que acababa de decir —Mientes —masculla—. ¡Él si me ama! ¡No puedes verme feliz Stef! Crees que todos debemos ser infelices como lo eres tú. ¡Es tu culpa que Tess te haya dejado! ¡Ella se dio cuenta la mierda que arrastras contigo! Por más que intentes fingir que has dejado atrás el mundo de las peleas, sigues tan metido como antes. ¡Jamás dejarás esta mierda! —me grita fuera de si y eso sólo logra que me cabree aún más.

Solté una risa sin gracia —¡Ve a que te folle entonces Acacia! ¡No haré nada por ti! ¿Quieres estar en este mundo de mierda y con ese imbécil? ¡Bien! ¡Hazlo! Pero luego no vengas llorando pidiendo mi ayuda, porque no estaré para ti —advertí con tanto veneno, que me sorprendí de mi mismo diciendo aquello a la persona que más amaba.

Y antes de que pudiera responderme, me aleje hacia el auto y así poder regresar a casa. ¿Ella quería estar con él? Bien, no me metería. Dejaría que hiciese lo que quisiese y espero no arrepentirme de esa decisión.

Presente...

—No había visto esa mirada desde Tess —comenta con una sonrisa Ceto y por mi parte recibe un gruñido.

—Cierra la boca —espeto, lo que me molestaba era que la nombrase y la comparase con lo que sucede con Amber. Eran dos cosas diferentes.

La castaña era diferente a Tess, ella había decidido que yo no era lo suficientemente bueno y por eso se fue. Quiso hacerme creer que mi mierda era lo que le impedía estar conmigo, que mi mundo en las peleas ilegales era tóxico para lo nuestro. Sólo fue una excusa para irse con alguien más y aunque al comienzo me costó comprenderlo; al final lo entendí. Tess no era lo que buscaba, ella no podía salvarme.

Aunque ahora nadie podía hacerlo, había venido a Londres en busca de Demetrios Pride. El hijo de puta que me arrebató lo que más amaba y pagaría por haberlo hecho. Mi venganza había comenzado el día que enterre a Acacia y no terminaría hasta que ese cabron se fuera al infierno. No me importaba si en el proceso yo iba con él, ya no tenía nada que me importase y tan poco buscaba que algo me importará.

—Yo digo que te olvides de tu venganza y que por una vez te permitas ser feliz —dice mi amigo y bebe de su cerveza—. Esa chica es todo lo que necesitas —admite y por mi parte niego.

—Ella no necesita mi mierda, ya tiene suficiente con la suya —comento—. Y sabes tan bien como yo, que involucrarme con alguien no es lo correcto. Él sabe que vengo en su búsqueda y si descubre que algo o alguien me importa, no dudará en matarla —susurre y dejé que los recuerdos de la muerte de Acacia me consumieran.

—¡Buenas noches damas y caballeros! ¡Sé que habéis estado esperando por esto! —grita eufórico Derek a través del micrófono y el público le seguía—. ¡Es un peleador mundialmente conocido! ¡Y hoy decidió regresar a sus inicios! ¡Elliot el tigre Griffin! —vuelve a gritar entusiasmado y yo me quedó de boca abierta al verle. Ese era el primo de Amber y sí, era un peleador de artes marciales mixtas mundialmente conocido. Pero lo que más me sorprendía era que fuera a boxear y más en este lugar.

—¡Al fin llegan! Creí que me habíais dejado sola —me queje una vez que ambos estuvieron frente a mí y les había regalado mi cara de pocos amigos. Por culpa de esos dos traidores me había enfrentado sola a Caristeas y tuve que escuchar todas las idioteces que decía. Demonios.

—Tranquila que ya estamos aquí —se había defendido Oliver y Clarie le daba la razón.

Ahora los tres nos encontrábamos observando el cuadrilátero, donde Elliot esperaba a su contrincante. Me había quedado de boca abierta cuando escuché que Derek le presentaba y más al verle. Ahora entendía porque Oliver insistió en venir, él sabía sobre la pelea y no me dijo ni mierda.

Solté un bufido, siempre me enteraba de todo al último. Joder. Derek volvió a hablar y está vez presento al otro peleador. Me quedé de boca abierta cuando mi hermano subió al cuadrilátero. ¡Esto debía ser una puta broma! ¿Qué demonios hacía Isaac aquí? Si me ve será mi fin, me asesinara y luego enterrara mi cuerpo para que nadie sepa de mi muerte. ¡Demonios! Vale, tal vez estoy exagerando un poquitín.

Derek dio comienzo a la pelea y mi hermano fue el primero en lanzar un golpe, el cual dio de lleno en la mandíbula de Elliot. Mierda. No por nada le decían la demoledora, se tenía bien ganado su apodo.

Sí, así le llamaban a mi hermano en el mundo del boxeo. Él podía con cualquier cosa que le pusieran en frente, aún si fuera el triple de lo que es él. No había perdido un sólo campeonato y no siquiera una pelea amistosa.

Fui obligada a regresar al presente, cuando Elliot tenía acorralado en las cuerdas a mi hermano. Asestaba golpe tras golpe e Isaac no sabía cómo escapar de la situación, lo único que podía hacer era cubrirse de los golpes que lanzaba Elliot.

—¡Sal de ahí idiota! —grité importandome una mierda que supiera que estaba aquí y que luego me diera el sermón de mi vida. Pero no podía soportar verle así, para mí él era el mejor y siempre querría te ganase. Lo siento por Elliot, pero Isaac estaba primero.

Y como si me hubiese escuchado, mi hermano logró salir de las cuerdas y darle unos cuantos golpes a Elliot. Quien en un momento cayó al suelo del cuadrilátero y así dándole la victoria a Isaac. No pude evitar gritar de la emoción y el público estaba igual o más emocionado que yo.

Derek subió al cuadrilátero y levantó el brazo de mi hermano dándole la victoria. Por un lado me alegraba, pero por otro me daba pena que Elliot perdiera. Observe como mi primo era bajado del ring y llevado para ser revisado.

Isaac bajo junto a Derek y esa fue mi oportunidad para escabullirse, así no sería descubierta aún.

Pero en mi intentó choque con el pecho de alguien o más bien del mayor de los idiotas. Jeremy Mayer se encontraba frente a mí y sonreía con burla. ¿Acaso tú me odias destino? Porque eso parece en este jodido instante.

—Jeremy —maculle.

—¿Adónde ibas preciosa? —pregunta y no dejó pasar el tono burlón en su voz. Cabron.

—¿Qué quieres? —pregunté, sabiendo que no era casualidad que estuviera aquí.

—Qué regreses conmigo y si lo haces tu hermano no sabrá que estas metida en esta mierda —sonríe de forma triunfal y eso logra me sangre hierva del cabreo.

—No volvería contigo ni aunque fueras el último hombre sobre la tierra —sonreí con suficiencia—. ¿Quieres decirle a mi hermano que estoy aquí? Bien, hazlo. No me interesa —dije mientras tiraba mi cabello hacia atrás.

Me tomo por sorpresa cuando me sujeta con fuerza de mi brazo y me acerca a él —¿Estás segura zorra de mierda? —espeta y no puedo evitar que mi mandíbula se tense ante sus palabras. Hijo de puta.

—Quita tus asquerosas manos de mi chica —advierte alguien y no podía ser otro que Stéfano. Agradecía que estuviera aquí, aunque has dicho que soy su chica de nuevo.

Jeremy rió y me soltó con algo de brusquedad —Veo que ya tienes a alguien más —dice con veneno.

Uno de los brazos de Stéfano me rodea la cintura y me pega a su cuerpo —Sí, ella es mía ahora —le aclara y sonríe.

Tenía ganas de decirle que no era suya, pero una idea algo loca se cruzó en mi mente. Esta sería la única manera de una jodida vez de poder quitarme de encima a Jeremy. Miré a Stéfano y sin pensarlo dos veces estampe mis labios sobre los suyos.

Mi acción lo tomó por sorpresa, ya que le llevó unos segundos corresponder mi beso. ¡Oh Santa mierda! Había que admitirlo el cabron sabía cómo besar, su lengua se abrió paso en cavidad bucal. Comenzando una batalla con la mía, la cual gustosa acepto el reto y terminó perdiendo. Sus manos rodearon mi cintura y me acercaron más a él.

No sé cuánto tiempo estuvimos ahí, besandonos. Pero la falta de aire nos obligó a separarnos. ¿Qué acabas de hacer Amber?

¡Ya era hora de que probaras esos hermosos labios! Me siento orgullosa de ti pequeña.

¡Tú cierra la boca!

Su frente se apoyo en la mía y ambos nos observamos —Ahora la has cagado enana, porque eres mía y nadie podrá cambiarlo —susurra y mi cuerpo entero tiembla ante esas palabras.

Sonreí, sí. Le sonreí a ese imbécil y no pude evitarlo. Quizá me había gustado el contacto de nuestros labios, quizá comenzaba a sentir algo por este cabron. Pero no lo admitiría jamás.

—No soy tuya ni de nadie —asegure—. Y esto no volverá a pasar —advertí y luego me separé dejándole con las palabras en la boca.

Su beso me había gustado más de lo que podría admitir.

(…)

Hola, hola. ¿Cómo estáis? Espero que bien :3 Aquí tenéis un capítulo nuevo :3 Espero os guste <3 ¡Primer beso de los protagonistas! ¿Qué os pareció?

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—Vicky—