Naruto no tenía remordimiento alguno de lo que había estado haciendo, al cual más, estaba feliz, esos días se había estado entregado al mayor por voluntad propia. Si hoy no salía embarazado, el bastardo de Sasuke lo violaría nuevamente, aunque ya no estaba dispuesto, haría cualquier cosa para evitarlo, aunque lo provocase más, ya no lo tomaría, observaba la prueba con angustia, como si quisiera colocar el resultado con la mirada, los minutos se hacían eternos, se asomó a ver el resultado con un miedo enorme, sus ojos se abrieron tan grandes que parecían los de un gato, apretó contra su cuerpo la muestra, comenzó a llorar a lágrima suelta.

-¿Te encuentras bien, bonito? -la puerta del baño de la cabaña sonó, la voz de su amante traspasó la puerta, ésta se abrió lentamente, el heredero lo observaba con algo de miedo -¿salió negativa? -el rubio se lanzó a sus brazos -es positiva, gracias, gracias… gracias -el azabache sonrió feliz, tendrían un hijo, no importa si el mundo creía otra estupidez, era su hijo. El Uchiha tomó su rostro, comenzó a besarlo con necesidad, el pequeño se sorprendió creyendo que lo dejaría de lado cuando la prueba saliera positiva, sonrió, se dejó besar, en ese momento se entregó nuevamente al padre de su bebé.

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Estaba la familia Uchiha y Naruto sentados en la mesa para la cena, el rubio sacó el sobre con sus análisis que ni siquiera a Sasuke había entregado, se los entregó al patriarca del clan directamente, su marido lo observó con algo de molestia, pero lo dejó pasar. Fugaku levantó una ceja, tomó el sobre, lo abrió con cuidado, leyó el resultado, sonrió levemente satisfecho -es bueno saber que sirves para algo -el pequeño apretó sus puños bajo la mesa, Mikoto recibió el sobre, lo leyó con una sonrisa, abrazó con cariño al rubio -felicidades a ambos, será un hermoso bebé -

Sasuke sonrió satisfecho, orgulloso de él mismo -sólo espero que sea un varón -el rubio se puso nervioso, asintió a su suegro lentamente, cruzando sus dedos porque lo fuera -Itachi, debes comenzar a buscar pareja, te doy un año, sino yo mismo seleccionaré una chica adecuada -el azabache asintió levemente. La cena continuó en un silencio pesado, aunque debajo de la mesa el heredero acariciaba con su pierna las del rubio, ambos jugaban un poco, con movimientos lentos, lo único que anhelaban era sentirse.

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Naruto hacía jardinería en su pequeño espacio, sintió a un intruso en su refugio, sonrió contento -¿sabes que te ves exageradamente tierno y bonito cuando estás en tu jardín? -las orejas del pequeño podían verse rojas desde el ángulo de vista de Itachi quien sonrió al tener ese efecto en él, se sentó a su lado, besó su mejilla con cariño -te traje esto -el pequeño con algo de pena levantó el rostro, observó el paquete de dulces, sus ojos brillaron con emoción, tomó una banderilla de dangos la comió con si fuera la última sobre el planeta entero -están deliciosos ttebayo-

Itachi sonrió divertido, sabía que el antojo por su embarazo le pedía esos dulces, no lo había visto comprarlos, supuso que era para que no lo molestaran en casa, besó su cuello con cariño -me alegra que te gusten bonito, si tienes antojos, sólo debes decirme, yo me encargaré de cumplírtelos ¿entiendes? -Naruto lo vio con un gran sonrojo, sonrió con cariño -eres muy bueno conmigo -

Itachi acarició su mejilla con el dorso de su mano -tú eres él bueno aquí, te estás sacrificando por una causa que no es tuya ¿sabes?, desearía haber llegado unos meses antes, ahora serías mi esposo y no el esposo del bastardo de Sasuke -Naruto lo vio con un sonrojo, tenía razón, él iba a ser su marido. Itachi se acercó lentamente al pequeño, robó un beso lento, transmitía muchas cosas, pero el pequeño no sabía definirlas. El heredero jaló de él hacia su pecho, ambos se acostaron en el pasto a observar el cielo, en un agradable silencio durante toda la mañana, no hubo más, sólo la compañía de ambos, algunas platicas y caricias ligeras, los imaginaban que eran pareja, la idea les fascinaba.