Parte 6: La teoría

Harry no quería admitir que, cuando había sugerido ir al valle de Godric sólo podía pensar en visitar las tumbas de sus padres, y no en la espada. 

Pensaba en la casa donde había vivido y casi estuvo a punto de morir. También recordó a Bathilda Bagshot.

-¿Recuerdas lo que dijo Muriel?

-¿Quién? - replicó Hermione, aún ensimismada en todas las complicaciones del próximo viaje.

-Ya sabes...- vaciló el joven, ya que no quería mencionar a Ron- la tía abuela de Ginny, en la boda. La que dijo que tenías los tobillos demasiado delgados.

Hermione tomó color en las mejillas. Claro que recordaba a Muriel y sus comentarios sobre ella.

-Dijo que Bathilda Bagshot todavía vive en el valle de Godric - acotó rápidamente al verla incómoda.

-Bueno, podríamos...

De pronto, Hermione soltó un grito ahogado. Harry sacó su varita al instante y se lanzó sobre Hermione, protegiéndola de cualquier mortífago que hallara en su camino.

La respiración de ambos se entrecortó. 

Si bien el clima fuera de la carpa era gélido, dentro de ella parecía que alguien hubiera subido el termostato veinte grados arriba de un golpe. Hermione, avergonzada, no levantó su rostro en ningún momento.

-Perdón Harry, no quise asustarte. Me emocioné cuando pensé que.. que tal vez, Dumbledore podría haberle dado la espada a Bathilda.

Harry, que todavía estaba sobre ella protegiéndola de enemigos invisibles, trataba de procesar toda la información de lo que había sucedido hace unos pocos segundos. ¿Cómo había sido tan impulsivo?

Sabía que tenía que reaccionar y pronto. 

Debía incorporarse y pedirle perdón por su reacción tan extrema, pero estaba maravillado por el sonido de las palpitaciones de Hermione al estar tan cerca el uno del otro. 

Su respiración se había vuelto más pesada de alguna forma y su boca no paraba de producir saliva, como cuando uno ve algo sabroso o al prepararse para dar un beso.

Hermione tampoco trató de alejarse de Harry. 

Le daba vergüenza admitirlo, pero su cuerpo había estado anhelando algún tipo de contacto desde esa noche, la fatídica noche en que Ron la había abandonado. 

Los abandonó a ambos,  se corrigió mentalmente.

-Bueno, entonces ¿qué te parece mi teoría? - repitió Hermione, aún en el suelo junto a Harry.

El muchacho la desasió lo más delicadamente que pudo y luego clavó su vista a la entrada de la carpa, aún sentado cerca de ella. 

Por un momento, se había imaginado a su amigo, Ron, interrumpiendo la escena y mirándolo con desprecio. 

¿Qué le estaba pasando? ¿Acaso se estaba volviendo loco? No podía pensar claramente y ni siquiera tenía puesto el relicario maldito.

-Sí, creo que es una idea excelente - le respondió al final, un poco cansado luego de tanta tensión.

Hermione sentía como la electricidad corría como un río secreto debajo de cada centímetro de su piel, llenándola de un cosquilleo doloroso. 

Trató de incorporarse y comenzó a detallar en voz alta lo que requerirían para tan arriesgado viaje.

-Para empezar, debemos entrenarnos para desaparecernos juntos debajo de la capa de invisibilidad - sus mejillas se tornaron de un rosa más profundo al mencionar esto- también sería prudente preparar algunos encantamientos desilusionadores -"eso me vendría muy bien ahora" pensó para sí misma. - Por si acaso, podríamos preparar una poción multijugos...

Hermione siguió hablando sin parar por horas, como si debiera recuperar el tiempo que había estado tendida en el suelo junto a Harry. 

Por otro lado, el joven la había escuchado sin interrumpirla ni una vez, sólo se limitaba a asentir cada tanto, pero sin retirar la mirada de la abertura de la carpa.

Soy la peor - pensó Hermione.

Vaya amigo fiel - reflexionaba Harry para sus adentros.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top