Capítulo 8

TN ADAMSON.

Es lindo poder hablar con Gray, es ciertamente relajante. Y más si te dan la razón~. También, de por si, Gray es un chico que se le ve muy relajado constantemente, quisiera ser como él y no preocuparme con diminutas cosas.

Creo que estoy pensando mucho en él.

Un bostezo salió por mi boca cuando me acercaba al gremio, realmente estaba un poco cansada. Tener que entrenar en la mañana y trabajar en la tarde es agotador, bueno, pensandolo bien, si comienzo a entrenar con Gray será aún más pesado mi día.

Pero la niña quiere volver a aprender la magia de hielo.

Me odio a mi misma por olvidarme de algo tan importante en mi vida, específicamente, odio el golpe que me di a la cabeza, gracias a ello no puedo ver obras o leer algo de terror porque me escapo a olvidar inclusive de como respirar.

Cuando llegué al gremio, busque con la mirada a Natsu, de seguro debe estar enojado conmigo.

—TN, ¡hola!—Lucy me saludó desde su mesa junto a Wendy.

—Lucy, Wendy, bienvenidas. Buen trabajo. —sonreí mientras me acercaba más a su mesa.

—Igualmente, TN-san. Espero que no haya sido un día pesado en el restaurante. —dijo con su típico tono adorable. Es una niña muy dulce.

—Solo un poco. —comenté restándole importancia. —¿Han visto a Natsu?

Cuando hice la pregunta ambas sonrieron un poco cansadas, mientras que Lucy señalaba abajo de la mesa.

—Erza le está buscando. —comentó en un susurró, Lucy.

—Entiendo. —dije de la misma forma. —disculpen.

Dicho eso, me dirigí debajo de la mesa para encontrarme a un estresado Natsu. El pobre escondía su cabeza entre sus brazos. Llevo un mes en Fairy Tail, y Erza ha sido prácticamente un amor conmigo, tampoco le he visto enojada o algo por el estilo. Creo que exageran mucho.

—Natsu. —le llamé para recibir un pequeño sobresalto a la vez que pedía que no le matara.

—¡No era mi intención, Erza! —prácticamente lloraba.

—Tranquilo, soy yo. —intenté bajar su miedo, él suspiró al verme, ya un poco más relajado.

—¿Ahora que pasa? —pregunto a la vez que se cruzaba de brazos y dirigía su mirada hacia otro lado.

Supire, Gray tiene razón. Natsu es simplemente Natsu. Es muy terco, pero es mi primo, odiaría llevarme mal con él. Le he tomado un cariño enorme en poco tiempo. Necesito a mi primo.

Antes tenía un primo, de parte de mi tío Jason, pero él no precisamente me adoraba o quería. ¿A quien quiero engañar? ¡Él era malo conmigo! Creo que exactamente por eso, anhelo tener una buena relación con Natsu.

—Lo siento.—incliné un poco la cabeza al disculparme. —También debería tomar en cuenta tus opiniones, ya que son importantes para mí.

—TN...

—Es solo que... —suspiré. —desde que tengo siete años, mi vida ha sido planeada y dirigida por mis padres y mi tío. Ellos decidieron por mi que magia aprender, cuando entrenar, a donde ir... Y sentí, que ahora que estoy sola puedo decidir sobre mi. El punto es que no puedo.

Natsu se mantienia en silencio mientras hablaba.

—Amo la magia de hielo. —me sincere firmemente. —Siempre ha estado conmigo. —sostuve mi collar de copo de nieve, dado por mi padre unos segundos. —Por favor, entiende que es demasiado importante para mí. Pero, ahora tu también eres muy importante para mí. Eres el único que queda en mi familia.

Dirigí mi mirada al suelo, mordía mi labio inferior, me puse sentimental, bien podría comenzar a llorar como una niña pequeña.

Un "pierdete", "Maldita nevera", "eres molesta", me esperaba de parte de Natsu. Pero fue nuevamente cálido ver una sonrisa enorme en su rostro.


—También eres importante para mí. —posó su mano sobre mí cabeza consintiendola un poco. —No me agrada del todo que sea magia de Hielo, pero, si de hoy en adelante serás mi prima, quiero que realmente seas fuerte.

—Nat...

—Gray es un idiota, y claro que yo soy mas fuerte. —mentalmente me di un facepalm. —Es un maldito desnudista, tiene ojos caídos, una hielera con patas...

—Al punto, Natsu... - comenté con una sonrisa cansada.

—Pero confío en él.—finalizó.—Quiero verte feliz y fuerte, ¿si? Espero pronto hagamos misiones juntos y creamos muchos recuerdos, prima.

—Eres el mejor... —no puede evitarlo y me lance abrazar a este pelirosa. Calidez, mi felicidad se mostraba en el palpitar de mi corazón.

¿A dónde estuviste estos quince años?

Nuestro momento todo lindo de primo y prima terminó al oír la voz de Erza buscando a Natsu.

—Ayúdame... —literalmente Natsu esta tramado. Pero si Erza es un amor. Suspiré, se lo debo después de todo

—Trata de no comer más su pastel. —dije mientras que él lloraba de alegría.

****

—Ya me retiro, ¡Buen trabajo! —dije tratando irme de los vestidores lo mas rápidamente posible.

Era hora de mi salida, ocho y punto de la noche. Realmente estoy emocionada, ¡Hoy comienza mi entrenamiento con la magia de Hielo! Todo el día pasé ansiosa y con unas inmensas ganas de terminar mi turno e irme al gremio.

Me importó poco el cansancio del entrenamiento de Natsu, los comentarios subidos de tono de los clientes, limpiar la soda derramada de un torpe niño. Hoy realmente... Me sentía feliz.

—¿A dónde vas con tanta prisa TN-chan? —preguntó Amai-san mientras.

—¿Es acaso una cita?—cuestionó Lari-san.

—¡Por favor no! —rogó Mitsuhide-senpai. Yo le restre importancia mientras sonría ampliamente.

—¡Mejor que eso! —comenté. —¡Nos vemos mañana! Le dicen a Yahima-san que le mando saludos.

Sin esperar más sus respuestas, salí corriendo a todo lo que daba mis pies, escapandome a caer un par de veces.

Entrenar con magia de hielo. Pensar en eso me hace saltar el corazón. La última vez que entrené fue hace casi tres meses, junto a mi tío Jason.

Mi padre, mi tío y ahora Gray.

Entre al gremio, saludando rápidamente y sin much interés a algunos del gremio. Me dirigí directamente a la parte trasera, había quedado con Gray en verme ahí.

Al ver esa espalda ancha, sus manos en sus bolsillos y su cabello negro, me hizo ponerme un poco nerviosa, en realidad nunca lo he visto usar su magia, ¿y si no soy tan buena como él espera?

Fue en ese entonces, en mi dilema personal, que el volteó a verme, dándome una sonrisa de lado, haciendo que me relajara más.

—¿Lista, TN? —preguntó, rara vez dice mi nombre, Normalmente me llama por mi apellido.

—¡S-si!—intente sonar lo más firmemente posible, lo cual no funcionó muy bien.

—Bien, acompáñame. —dijo mientras comenzaba a caminar pasándome de lado. Me quedé un rato analizando la situación, ¿a que se refiere? —Vamos. No quiero que Juvia me encuentre.—habló sacándome de mi trance.

—V-voy.

...

La noche adornaba, mostrando lo animado que se veía los puestos de ventas en la calle de la ciudad.

Llevamos casi quince minutos caminando y Gray no me dirige la palabra.

Después de otro par de minutos llegamos a lo que sería la entrada del pueblo, exactamente, donde había una pequeña quebrada, no había nadie por esas calles. Gray sin importarle mucho, se sentó en el pasto, dándome a entender que le acompañara.

—Antes, cuando era niño,—comenzó a hablar mientras veía abajo. —venía muy seguido aquí. Era un pequeño río. Aquí venía a pelear con Natsu o también cuando me hice cercano a Erza.

—Parece ser que tienes buenos recuerdos. —dije.

—Mis recuerdos no son los mejores antes de venir a Fairy Tail.—dijo un poco serio, pero suspiro relajando un poco sus rostro que antes estaba un poco tenso.

—Creo que es mas importante los recuerdos que vayas a guardar, que seguir pensando en los malos del pasado.

—Exacto, eso lo aprendí no hace mucho. —dirigió a mírame por unos segundos. —Te entrenare, lo prometí. Pero, como "paga", debes contarme lo que pasó y lo que provocó que llegaras donde nosotros.

Me puse un poco tensa. Era claro que no quiero hablar de la muerte de mi madre y tío... De todo... Es algo que ni con Natsu he hablado.

—¿Por qué piensas que debo contártelo? —dije apretando mis manos, evitando su mirada.

—Porque quiero que confíes en mi. —dijo calmadamente mientras ponía su fría mano sobre mi hombro, reconfortandome un poco. —Quiero que te vuelvas fuerte, por lo mismo, quiero saber con quien te enfrentas.

Me quede unos segundos callada, no quería terminar en un mar de lágrimas frente a él, sería vergonzoso.

—¿Confías en mi? —preguntó. Yo por mi lado me quedé callada.

Pero, si con alguien me siento calmada, es con él. Debo ser sincera, ya que quiero que él también confíe en mi.

—Confío en ti.

Capítulo nueve: "un viaje al triste pasado."

VENGAAAAAAA :D

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top