Boo
Los ruidos en la cocina eran persistentes.
Su madre se movía de un lado al otro causando graves estruendos al mover las ollas y agarrar los envases.
Se veía un poco ansiosa.
¿Un poco? Pff por favor...
Se veía MUY ansiosa
El azabache observaba a su madre atentamente.
Se ajustó un poco sus lentes, para luego remojarse los labios y carraspear un poco la garganta.
Abrió la boca dispuesto a decir algo que aligerara el ambiente.
-No lo digas, Kevin. Sólo... no- El leve susurro de su madre fue suficiente para el jovencito azabache-.
Sólo se limitó a volver su vista al suelo.
Mentiría si dijera que estaba relajado, que se sentía calmado y tranquilo.
Rayos, No!
No se sentía para nada tranquilo, es decir, iba a estar sólo en casa por más de 3 horas.
Estaba hiperventilando.
Pero no lo demostraba.
Ya de por si, su madre estaba muriendo lentamente dentro de su propia cabeza, y su padre estaba hablando con todas las niñeras disponibles en el pueblo.
Pero, vamos.
¿Cuál beta en su sano juicio cuidaria a un joven Omega de un Alfa agresivo?
Apenas y su padre decía a las niñeras que se trataba de un jovencito Omega, estas colgaban la llamada, así, sin más...
Suspiró para acto seguido levantarse de su asiento y acercarse a su madre para luego abrazarla por la espalda.
No faltó mucho para que el llanto de su madre se hiciera presente.
Tenía miedo.
Miedo de perder a su único hijo.
A su único, adorable y encantador niño.
No podía dejarlo sólo.
Pero debía ir a esa maldita reunión.
Su cabeza era un lío.
La mujer se aferraba fuertemente a su hijo.
Su llanto paro bruscamente, para luego alejarse del abrazo con la misma rudeza.
-No te pasara nada. ¿Okey? Nada. Cerraremos todo. Puertas y ventanas, y pondremos algo para trancar fuerte la puerta principal y--La mujer se vio interrumpida al observar aquella dulce mirada de su hijo-.
-Estaré bien mamá, lo prometo- Aquella mirada, desbordaba aquel consuelo que la adulta buscaba con desesperación-.
Y así, fue como la Señora Stoley, rompió en llanto mientras se aferraba a su pequeño niño como si su vida dependiera de ello.
En otra habitación de la casa, el hombre de la familia, se sobaba la cien intentando disminuir la fuerte presión que ahí se ejercía.
No podían llevar a Kevin a aquella reunión, por supuesto que no.
Era una reunión seria en la que discutirán cualquier detalle y factor sobre su restaurante chino junto a sus socios e inversores.
Era una reunión muy importante.
Ese no era el lugar para su pequeño hijo fanático de Star Wars.
Definitivamente, no.
A pesar de que su hijo solía ser tímido y muy introvertido y silencioso, sus socios se enojarian de sobremanera.
No podía arriesgarse a perderlos...
Perderlos...
Perderlo...
El hombre se tomaba su whisky para volver a llevar su mano a su frente.
Negaba.
No podía llevarlo, el lo sabía, su esposa lo sabía, y Kevin también lo sabía perfectamente.
Se levantaba bruscamente al observar la hora en su reloj.
8:30am.
Le dio un último trago a su whisky para luego dirigir su mirada a aquel portaretrato hecho de macarrones donde yacía el mismo hace 4 años junto a un pequeño niño disfrazado de Chuwaka.
Una leve sonrisa se asomó por su rostro.
El va a estar bien.
Se paso una mano por su cabello sintiéndose frustrado para luego caminar en dirección a la cocina.
...
-Bien, ya... nos vamos-.
Aquel hombre observaba a su esposa, la cual asentía levemente para luego darle un rápido abrazo a su pequeño.
-Vas a estar bien, no salgas de casa. Hay helado en la nevera- Decía rápidamente la mujer alejándose de su pequeño-.
El jovencito mantenía la mirada fija en el suelo, como si este fuese lo más interesante del mundo.
Los tres caminaban lentamente hasta la salida de la casa.
Pararon al llegar su destino.
El hombre miraba a su hijo con una leve sonrisa.
-No tardaremos mucho, lo prometo - El hombre le sonreía a su hijo para luego darle un dulce beso en la frente a su niño- Estarás bien. Adiós hijo- Decía finalmente el hombre para luego alejarse agarrando la mano de su esposa-.
El chico se despedía desde el marco de la puerta.
Al ver que se iban, el azabache suspiraba, cerrando la puerta con llave y pestillo.
Se dejo caer lentamente por la puerta, hasta quedar en posición fetal.
Las lágrimas caían lentamente de esos hermosos orbes azules.
Tenía tanto miedo.
Observaba todos los días la casa que estaba al lado derecho de la suya.
Una bonita casa, con una elegante piscina en el patio trasero.
Una elegante y bonita casa.
Cerró los ojos fuertemente al recordar aquel día, hace ya una semana.
-¡¡NO!!ALEJATE DE MI HERMANO!!
El azabache suspiraba mientras se quitaba aquellas lágrimas.
Se levantó de donde estaba arrecostado y se fue directo a su cuarto.
Apagó todas las luces de la casa.
Cerró todas las cortinas.
Se arrecosto alrededor de esos cojines y gigantes sábanas.
Encendió el aire acondicionado y lo dejó en una temperatura baja.
Se colocó sus medias de espacio y su sudadera la cual le hacía juego.
Se envolvió entre todas esas sábanas.
Y, encendió el televisor.
Iba a intentar pasar la mañana lo más relajado posible.
Lentamente sus ojos se fueron cerrando, hasta quedar profundamente dormido.
...
-Van a ayudarme-.
-¿Estás loca? Por supuesto que no, chica. Hace menos de una semana que hicimos nuestro último movimiento. Nos atraparan sin dudas-.
-Craig, dile a tu prima que no la ayudaremos. No ahora-.
- Ella los ayudó-.
-NOS ayudó, Craig! Aún así, ese no es motivo para pedir semejante favor-.
-Idiotas! puse en peligro la maldita Van de mi jefe, ¿Creen que tengo tiempo para sus estupideces? Ustedes me van a ayudar, o si no...-.
-¿O si no que, Red? Que podría hacernos una maldita zorra como tú, eh?!-.
- Stan...-.
-¿Qué?! ahora tu también quieres ayudar a esta puta? No me jodas Kenny-.
-Escuchen bastardos, tengo imágenes de ustedes, podría mostrarselas a la policía cuando yo quiera, y créanme que no dudaría en usarlas-.
-Maldición...-.
-Maldice todo lo que quieras, Black. Eso no los salvará de ir y ayudarme-.
-Ugh... Bien, como sea-.
-¡¿Qué?! Stan, ¿Estas loco? Nos estas condenando-.
-Tranquilo, maldición. Ella hará bien, después de todo, dudo que le vaya a hacer daño a su propio primo-.
-Créeme cuando te digo que me subestimas, Marsh-.
-Dejen el parloteo y organizemos esto rápido-.
-Bien, bien. Red, detalles-.
-Muy bien...-.
...
Un sonido fuerte fue lo que lo despertó.
Se levantó algo desorientado, observando.
Observó el televisor encendido y lo apagó.
Se restrego los ojos con algo de pereza para después revisar su celular.
10:27am
El chico sonrió.
No faltaba mucho para que sus padres llegarán.
El chico se levantó lentamente mientras caminaba en dirección a la cocina, dispuesto a comerse su dichoso helado.
Iba bajando las escaleras, hasta que su pie piso una pelota pequeña de béisbol, haciéndolo rodar por las escaleras fuertemente.
El chico al golpearse contra el suelo, al final de las escaleras, sintio su cabeza como si estuviera bajo el agua.
Se había golpeado muy duro la cabeza con la pata de una silla.
Sus ojos veían todo borroso, fue entonces cuando se dio cuenta que no tenía sus lentes, los cuales probablemente se habían ido volando en su caída.
El chico llevo una mano al lugar de la herida en su cabeza, ajustándose gravemente al sentir algo húmedo.
Lo llevo rápidamente frente a sus ojos.
A pesar de que sólo lograba ver una extraña mancha roja al frente suyo, aquel olor metálico lo ayudó a saber de que se trataba.
Su cabeza le dio un fuerte mareo, haciéndolo sentirse mal.
Empezó a tocar el suelo desesperadamente en busca de sus lentes.
Madijo entre dientes al tocar varios trocitos de vidrio rotos.
Los detalló con mucho esfuerzo.
Estaban rotos, completamente.
El chico suspiró, y bajo la mirada intentando desviar su atención del terrible dolor en su cabeza.
La sangre escurría lentamente de su frente.
Escucho pasos detrás de el, haciéndolo levantar la mirada asustado.
Un trapo se interpuso en su boca y nariz, obligándole a inhalar sea lo que sea que tenía.
El chico pataleo poco. Estaba muy debil a causa de la caída de todos modos.
Su cuerpo inconsciente fue agarrado fuertemente por una chica pelirroja con una máscara de mono.
La chica alzó al azbche al estilo nupcial, saliendo por la entrda principal. Y, se fue, dejando descaradamente la puerta abierta de par en par.
Se acercó a aquella van blanca.
La puerta de la van se abrió rápido montando al azabache y la Alfa.
La camioneta se fue derrapando y quemando las ruedas traseras.
Pasaron junto a un pequeño Corolla plateado, en el cual estaba el matrimonio Stoley.
La mujer miró extrañada aquella van, pero decidió dejarlo pasar.
El carro se detuvo bruscamente al estar frente a su casa.
La puerta estaba completamente abierta.
La mujer se bajo del vehículo como alma que lleva el diablo hacia su casa, gritando desesperadamente el nombre de su pequeño retoño.
El hombre no desquitaba su mirada del volante del vehículo.
Una lágrima silenciosa bajo de su ojo derecho mientras los gritos de su e esposa eran cada vez más persistentes.
Una chica castaña salió de su casa al escuchar todo ese alboroto.
La mujer azabache salió corriendo de la casa, quedandose a mitad del jardin, mirando a todos lados a mitad del panico.
Temblaba.
Su mirada se conectó con la de aquella castaña de ojos llorosos.
La chica se lanzo a abrazar a la mujer.
-Los encontraré... a ambos, lo prometo- Soltaba la joven entre llantos de rencor-.
La mujer sse soltó a llorar escandalosamente entre gritos y lamentos.
El hombre sacó aquel portaretratos de su chaleco.
-¡¡¡KEVIIIIN!!!-.
...
-Segun lo que me informan, ya van cuatro niños desaparecidos. Sus edades rondan entre los catorce y quince años. La Policía esta investigando arduamente. Se le informa a todo el pueblo que desde hoy, se llevará a cabo una profunda búsqueda para encontrar el paradero de; Kyle Broflovsky, de 15 años de edad. Philip Pirrup, de 14 años de edad. Clyde Donovan, de 14 años de edad, y el ahora nuevo a la lista, Kevin Stoley, de 14 años de edad. Por favor, si usted tiene a uno de estos jovencitos, entreguelo, o aunque sea manifieste que sigue vivo. Tieneen padres y familiares que se preocupan y sufren a diario. Claude Donovan es urgentemente solicitado. Tiene un estado de Salud crítico. Si a alguien sabe el paradero de alguno de e estos chicos, se le recompensada con 3000 USD. Feliz tarde para todos, vamos contigo Ray-.
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