Agosto 2017

Un paso.

Una apertura.

Otro paso y un cruce.

Y la música se detiene.

Gus no apartó su mirada de la mía hasta que un par de torpes latidos pasan en mi pecho. Y entonces fui consciente de los aplausos de mis compañeros. Traté de disimular mi rubor cuando me separé de Gus, no tan rápido como para que se viera maleducado.

—Perfecto, chicos. Perfecto —repitió mi madre y maestra, mientras se acercaba a nosotros—. Ya está casi listo para la presentación. Solo hay que mejorar el acting —aclaró volviéndose a mí y levantando mi rostro con una mano—. Tenés que levantar más el rostro cuando bailás, Sakura. Acordate que estamos contando una historia con este baile y tu personaje es...

—Una mujer altiva y arrogante que enamorada de un truhan de barrio —contesté sin dudar. Después de todo yo había propuesto esa historia. Me encantaba encontrar relatos dentro de las canciones, descifrarlos. Aunque luego me resultaba difícil interpretarlos.

—Así es —afirmó mi madre y se dirigió a Gus—. Lo mismo para vos, Gustavo. Todos acá sabemos que sos un pan de Dios, pero en cuanto subas al escenario, quiero que te conviertas en un atorrante* sin vergüenza. Y no me importa si es a mi hija a quien tengas que pervertir.

—¡Sandra! —exclamé, completamente colorada de vergüenza al oír la risa de mis compañeros. Durante las clases siempre llamaba a mi madre por su nombre, pero eso no le impedía avergonzarme como tanto le gustaba hacer a los padres.

—En la actuación, cielo —me tranquilizó, dando palmaditas en mi cabeza—. No me importa si es Gus u otro pan de Dios, si algún chico quiera pervertirte se las verá conmigo.

A mi lado, el rostro de Gus estaba tan rojo como el mío.

—¿Podemos volver a la práctica? —supliqué, intentando ignorar las risas y comentarios de mis compañeros.

—Está bien, está bien. Intentémoslo una última vez —accedió.

Y cuando la música volvió a sonar me olvidé de lo que había pasado y de la vergüenza. Me olvidé que eran las manos del chico que me gustaba las que sujetaba mi espalda y tomaba mi mano. Tan cerca de mí como un suspiro.

Me olvidé de quién era yo.

*atorrante: vago, holgazán.

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Para los lectores de Dylan & Bastian, los lectores de la versión vieja de S&C y lo nuevos lectores, ¡bienvenidos!

¿Qué primera impresión tuvieron de nuestras protas?

Si se lo preguntan, no, esta no es una continuación de D&B, aunque hay algunos guiños a esa obra. Y no, no necesitás leer esa historia para entender esta... Aunque si gustas, eres bienvenida/o a pasar por allí.

Cabe aclarar también, que SvsC tendrá un estilo ligeramente distinto a D&B, capítulos un poquito más largos, con más humor que ternura, más maduro (no en el sentido erótico) y más crítica social. 

También habrán varios cambios con respecto a la versión anterior, como, por ej. el cambio de nombres de Teo a Leo (esto es porque tengo otro Teo en otra historia y no me gusta repetir (?) y algunos detalles más adelante.

En cuanto a las actualizaciones, los capítulos saldrán de dos en dos todos los lunes y, durante julio, también los jueves. Luego ya veremos.

Y eso es todo. Nos vemos el jueves y recuerden...