21 - Cherry

Septiembre 2017


Dicho y hecho, la semana siguiente, a la salida de mi clase de yoga, esperé a que Sakura saliera para llevarla a comer algo.

—¿Tenés hambre? —le pregunté cuando la vi salir del estudio.

Su rostro al verme fue una mezcla de sorpresa y resignación. Me sorprendía lo expresiva que podía ser cuando se la agarraba con la guardia baja. Cuando no llevaba esa expresión de pocos amigos.

—No —mintió y otra vez su estómago la volvió a traicionar dejando escapar un rugido.

—¿Segura? —pregunté con una sonrisa un poco arrogante.

Ella estaba por responder con otra negativa cuando sentí que alguien pasaba por detrás de ella y casi la chocaba.

—Traten de no acaparar todo el pasillo, chicas —comentó algo distraído el Dr. Graham volteándose con una sonrisa que se ensanchó cuando me vio—. Hola, Cherry, ¿cómo vas con las clases?

—Bien —respondí con una sonrisa boba. No me había dado cuenta cuánto había extrañado ver su lindo rostro—. Aunque termino muerta de hambre. Justo le estaba diciendo a Sakura si me quiere acompañar a comer algo.

—Copado*. Eso suena como una buena idea —comentó él sobándose la panza.

—¿Querés venir con nosotras? —preguntamos Sakura y yo al mismo tiempo.

—¿Eh? ¿Les parece?

—Sí, sí —volvimos a decir las dos a la vez.

—¿A tu hermano le parece bien, Cherry? ―me preguntó

—Sí, él me va a pasar a buscar más tarde —me apresuré a responder—. Además, es bueno que salga un poco más.

—¿Y vos, Sakura?

—Después me van a buscar también —dijo, mostrándose repentinamente entusiasmada.

—Si ustedes dicen —aceptó el Doc, rendido al final—. Entonces, las llevo en el auto. ¿Les parece?

Las dos asentimos y lo seguimos fuera del estudio. Él tomó mi silla para guiarme por la vereda y me dejé llevar hasta un sencillo Chevrolet naranja. El Dr. Graham no llevó hasta la Costanera Sur por unos choripanes*.

—No hay mejor lugar para quitar el hambre que acá —había dicho cuando comenzamos a recorrer los diferentes carribares que despedían olor a carne asada, condimentos picantes y mucha, mucha, grasa.

Yo estaba completamente de acuerdo con él, Sakura quizás no tanto.

Ella miraba los puestos de comida ambulantes con desconfianza, como si fuera una inspectora de salubridad. Por su mueca de asco y su ropa de marca y bien planchada no era difícil adivinar que era una piba cheta*. Una sonrisa maliciosa se dejó ver en mi rosto ante una nueva idea.

—¿Podemos comer en ese? —dije señalando un carribar que ofrecía choripanes picantes y llenos de condimentos.

Como nadie se opuso me dirigí a él y encargué al cocinero, un señor panzón con la camisa sudada, tres choris con todo.

Mi monedero lloró cuando tuve que pagar, pero no había caso. Le había prometido una comida a esa chica y esta, además, había sido la excusa perfecta para pasar tiempo con el Doc. Sin embargo, fue un alivio cuando él se ofreció a comprar un Coca-Cola.

—Mmh, está riquísimo —exclamé cuando le di el primer bocado.

Cuando el cartel anunciaba con todo, no mentía. El chorizo estaba cubierto por queso chédar, jamón, chimichurri* y hasta salsa barbacoa. Era una bomba de colesterol.

—No está mal darse un permitido de estos de vez en cuando —concordó el Dr. Graham.

—¿Qué pasa Sakura? —pregunté con falsa preocupación cuando vi que se quedó como cinco minutos mirando fijo su choripán. Seguramente nunca había comido uno en su vida—. ¿No te gusta?

—No... —dijo tratando de ocultar su desagrado ante la comida.

Pude ver cómo juntaba toda su fuerza de voluntad para darle un mordisco al choripán.

Y en cuanto lo hizo sus ojos azules se iluminaron. Parecía que al final si le había gustado.

—No está mal —admitió al final, para mi sorpresa.

Su aspecto de niña rica y mimada la delataba justamente como el tipo de chica que jamás en su vida comería comida chatarra en la Costanera. Y, aun así, ella a veces no resultaba ser lo que me esperaba.


*cheta: chica de posición económica elevada o que aparenta tenerla y ostenta d ello, equivalente al "fresa" mexicano.

*choripán: sándwich de chorizo. Originalmente es solo una hogaza de pan con un chorizo de carne, pero se le puede agregar lo que uno quiere.

*chimichurri: aderezo a base de vinagre, aceite y muchos condimentos. Puede o no ser picante.

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