\\Capitulo Unico//
Van cayendo del cerezo esos pétalos en flor
Cada uno es un pedazo de mi triste corazón
Mientras se dispersan sueño en volvernos a encontrar
Pero no
Pues ya estas muy lejos
Nuestra flor se marchito
Una linda eriza de cabellos y piel rosa, se encontraba caminando por las llenas calles de su ciudad, con algo de rapidez y agilidad esquivaba a las personas, estaba llegando tarde a su trabajo en la floreria, la cual se llamaba Pearls; no le tomaba atención a nada, ni nadie, sabe que su jefa es muy estricta y si no se le hubiera olvidado ajustar la alarma, no estaría corriendo.
— ¡¡Ahhh!! Voy tarde, voy tarde, voy tarde, dios ¿por que me quede dormida? ¿Por que no puse la alarma? — Se lamentaba mentalmente mientras seguía dando esos pasos rápidos y no quitaba la mirada hacia adelante.
Ya lo único que le faltaba era cruzar la calle, sonrió triunfante al ver él gran cartel de la tienda entre la multitud, y sin detenerse cruzo del mismo modo en como iba, paro en frente de la puerta, que por suerte, aun estaba él cartel del lado donde están las escrituras Cerrado. La peligrosa de orbes esmeralda suspiro aliviada, luego, se encorvó un poco y apoyo sus manos en sus rodillas mientras intentaba recuperar él aliento.
Toc toc toc
Levantó la mirada hacia la puerta del local, encontrándose con una de sus mejores amigas sonriendo dulcemente, quien acto seguido abrió la puerta y se acercó a la Peli-Rosada.
— Es la primera vez que llegas tarde. — Dijo riendo levemente la ardilla de cabellos castaños y piel mas clara, que vestía con un mantel rosa pastel decorado con él logo de la tienda, y, por supuesto, con unos vaqueros grises, una blusa blanca y, sus tan típicos y característicos, chaleco y botas azules, que se encontraban debajo de ya mencionado mantel.
— Se me.... olvido poner la alarma y me quede dormida. — Respondió con la respiración algo agitada, pero más calmada que minutos atrás, luego, acomodar su compostura, poniéndose recta.
— Bueno, entremos rápido, la jefa esta acomodando unos papeles en su oficina, ponte tu mantel. — Dijo, así las dos, entrar por la puerta (Ah! No, yo crei que por la ventana :v) empujándola, a lo que, con rapidez, la Peli-Rosa se pone su delantal, y, así, entre las dos, empiezan a acomodar y limpiar un poco él lugar, para así, en una hora abrir.
— Vaya.. —Murmuro Sally, mientras veía algo a través del ventanal.
— ¿Que sucede? — Pregunto Amy, acercándose a su amiga y ver lo que sea que la castaña estaba viendo.
— La ciudad esta llena de hojas de cerezo... Es hermoso. —Respondió mientras miraba aquellas hojas color rosa volaban por los cielos al igual que otros que volaban mas cerca del suelo.
La de orbes esmeralda no dijo nada, solo se quedaba admirando esos pétalos, mientras que esos recuerdos volvían a su cabeza... Esos hermosos y tristes recuerdos; otra vez, comenzó a sentir su corazón estrujarse y en sus ojos, lágrimas amenazaban por salir, todas sus energías se agotaban y su sonrisa se desvaneció convirtiéndose en una mueca de tristeza; volteo a otro lado mientras miraba un punto muerto en él piso, intentando ignorar la vista a través del ventanal.
— ¿Amy? — La castaña miro a su amiga preocupada y, sin más, la abrazo. — No llores.. Ya veras que él volverá... Solo... No pierdas las esperanzas. — Murmuro a un volumen que su contraria pudiera escuchar. La mencionada no dijo nada, solo asintió con la cabeza, para luego levantar la vista.
— ¡Bien, listo, ya son las ocho, habrán la puerta! — Ordeno la jefa de cabellos amarillos platinos, mientras, bajaba de las escaleras llevando unos papeles en sus manos, para así, acercarse al escritorio y dejar las hojas a un lado de la registradora.
— Si, señorita Gitz. — Hablaron las dos amigas y empleadas de la tienda en unisonó, a lo que la peli-rosa, a paso de trote, se acercó a la puerta y volteo él cartel pequeño, pero llamativo, donde mostraban la escritura Abierto.
Suspiro con una sonrisa, acto seguido, inconscientemente, volteo hacia los cielos de la ciudad, admirando, otra vez, las hojas con ese pigmento rosa. Cerro los ojos, en su rostro se formo una mueca de tristeza, quería verlo otra vez, quería abrazarlo, sentir su calor; ya ha pasado tres años sin verlo, él le prometió que volvería, él le prometió que regresaría por ella, pero ya ha pasado mucho tiempo, o eso sentía la oji-Esmeralda, y durante todo esos días, podía ver como esa hermosa flor, de un color peculiar, —entre tonos rosas y negros— que ella solo podía ver en ese hermoso campo con un cielo azul, un césped verde y fresco, con un lago cristalino y un hermoso cerezo, era una escena típica de una película o novela de romance, solo que esa mencionada flor, era lo que hacia una diferencia entre todo ese paisaje; se estaba empezando a marchitar, poco a poco sus pétalos se iban desprendiendo y caían en ese verdoso césped, a lo que, inmediatamente, se hacían polvo y él polvo se hacia escarcha y la escarcha desaparecía en él cielo.
Abrió los ojos nuevamente, su mirada aun estaba triste, pero, tomo aire y sonrió, así, empezó su trabajo con sus compañeras.
Al abordar él tren matinal
La nostalgia no se hizo esperar
Cada punto me recuerda a los días que fui feliz
Nuestra graduación fue la conclusión de nuestros día de infancia
Viendo él río busco revivir rastros de mi antiguo yo
(...)
Un nuevo día empezaba, la joven eriza de cabellos rosa, empezaba a abrir los ojos debido a la luz solar que entraba por la ventana iluminando toda la habitación, acompañada con una fresca brisa mañanera y él hermoso y sonoro cántico de las aves.
Bostezo, para luego empezar a levantar la parte de su cintura para arriba, así terminando sentada. Extendió sus brazos a los lados para estirarlos un poco, acto seguido observo su habitación y termino viendo la ventana. Se levanto con fatiga y camino a paso lento hacia ese hueco en la pared, en la cual, se puso a admirar todo lo que se encontraba a su alcance.
— Bueno, a empezar él sábado. — Murmuro para si misma, acto seguido, se dirigió a su closet y saco una ropa, la cual, por supuesto, iba a utilizar, consistía en una camisa deportiva color morada de marca Addidas, unos shorts, igual de deportivos, color blancos y unos zapatos de diversos, y muy llamativos, colores. — Listo.
Agarro un termo lleno de agua y sus llaves, para así salir de su apartamento y dirigirse al metro, no tardo mucho, pues, dicho lugar, estaba solo a unos pasos de su hogar; como todos los días, tomaba él mismo metro para ir al parque, donde haría su rutina de ejercicio diario.
Él tren llego, como todos los días, de acuerdo al horario, Amy, sin tardar, entro, habían pocas personas, pues era algo temprano; se dirigió a un puesto vacío, en él cual, lógicamente, se sentó. Empezó a observar a su alrededor, cerro los ojos y luego los volvió a abrir, pero, todo se veía mas claro y diferente, todo él metro estaba vacío, no había absolutamente nadie, justo en ese mismo momento, dos erizos de, aproximadamente, 11 años, entraron al metro, estaban riendo y conversaban animadamente, pero sus cuerpos se veían borrosos, aunque no tanto como para no verles él rostro; Amy se quedo quieta en su asiento, estaba sorprendida, pues esos dos niños los reconocía muy bien, la pequeña eriza tenia él cabello rosa y sus orbes eran de color esmeralda; él erizo tenia unos ojos color carmesí al igual que unas mechas en su cabello y su piel era de un tono azabache.
Parpadeo repetitivas veces, todo volvió a la normalidad, los colores volvieron a ser normales y las personas estaban en su lugar, suspiro, pero al volver a cerrar los ojos y abrirlos, todo cambio, otra vez; no había nadie en él metro, solo esos dos niños, los cuales estaban sentados frente a Amy, conversando con una sonrisa.
"— Mi madre dijo que si podía ir. — Hablo él chico mientras hacia un ademán con su mano derecha y sonreía con mucha felicidad."
"— ¿En serio? ¡Genial! La pasaremos fino, tengo muchas películas en mi casa, helado y videojuegos, aunque solo espero a que mi hermano me los preste. — Decía la niña con una gran emoción en su rostro junto con un brillo especial en sus ojos."
"— Jeje, ya no puedo esperar. — Reía levemente él azabache por la actitud tan activa de su amiga."
La escena cambio, los dos niños eran mas altos, como de unos 15 años, estaban igual de hablando felizmente, solo que estaban en una esquina de todo él vagón, como si no tuvieran mas espacio, lo cual era cierto, pues en ese día todo él metro estaba lleno de gente.
"— Hace calor. — Dijo la chica de pelos rosa."
"— Bueno ¿Que se puede hacer? Hay mucha gente y él aire esta dejando de funcionar, así que deja tus quejas, quejona. — Hablo burlonamente él chico mientras reía."
"— ja ja, que gracioso, nigga orgulloso. — Dijo burlona con una risa de victoria, a lo que él chico solo suspiro haciendo un puchero, lo que le parecía tierno a la chica."
Otra vez, la escena cambio, los dos chicos estaban parados en frente da la eriza, quien era la única la que podía ver eso; esta vez, los chicos tenian ya como 18 años, estaban agarrados de la mano, la joven peli-rosa recostaba su cabeza en él hombro del azabache, mientras los dos sonreían dulcemente.
Abrió los ojos, nuevamente todo volvió a la normalidad, la eriza de 22 años sentía una nostalgia en él aire, no sabia él porque, en realidad, todo lo que vio, la mayoría, no lo recordaba, había varios recuerdos de su niñez que se encontraban guardados, como si estuvieran en un cofre bajo llave, oculto en la oscuridad dentro de una habitación cerrada con pestillo.
(...)
Salió del metro, dirigiéndose al parque, en donde, al llegar, empezó a trotar, no necesitaba tiempo, pues siempre daba cinco vueltas a todo él lugar, luego, iba a la zona de ejercicio del lugar, donde se encontraban diversos objetos de ejercicio como las barras, pesas, caminadoras, entre otras.
Con cada paso que daba, mas se fijaba en él ambiente, se sentía diferente, de por primera vez, desde que cumplió sus 19, se sentía cambiada; miro sus manos, eran mas grandes y un poco mas ásperas, se detuvo y acomodo su coleta, sintiendo su cabello mas largo, miro hacia arriba y su flequillo le tapaba algo la vista por lo largo que estaba, sacudió su cabeza y siguió su camino trotando. Tenia la mente en blanco y quería que se mantuviera así, pero en eso, paso por al lado de un lago, estaba extrañada, ya que nunca lo había visto, aunque de seguro era por que no le tomaba importancia, pero ¿Porque ahora le presta atención?
Se acercó y observo mejor, ese lago se le hacía familiar.
— ¡Claro! Aquí fue la... Graduación. — Murmuró, observaba todo el lugar recordando ese día, ese momento en el que cerraba la puerta de su infancia para abrir otra, nueva y sin conocer, la adultes, ese momento, en que todo empezó a cambiar, en que todos empezaron a cambiar, en que todos empezaron a separarse y tomar su propio camino.
A paso lento se acercó al borde del río, se sentó y se inclinó un poco para ver su reflejo en el agua, no sabía porque lo hacía, pero en el fondo, quería lograr algo ¿Qué era? No lo sabía, se quedo un rato sin quitar su vista de su reflejo, en eso, se distorsionó, la imagen en el agua cambio completamente, se podía ver a dos erizos, la menor era una chica con las mismas características de la peli-rosa, el otro era el mismo erizo que inundaba la cabeza de la joven adulta ese día, los dos erizos estaban abrazados y celebraban ese momento. Parpadeo varias veces, el reflejo volvió a ser normal, se quedo otra vez viéndose a sí misma en el agua, con sus ojos se miraba cada detalle de la cara, hay noto, que había cambiado mucho.
Nuestra primavera ya llego a su fin
Con caminos separados por tomar
Y él futuro aunque promete
No puedo evitar que él temor me asalte
Mientras viajo en él tren puedo advertir
Los cerezos que ya están floreciendo
Y puedo escuchar claramente
Tu melodiosa voz
La carta que estoy escribiendote
Dice que todo va muy bien
Pero se que conociéndote no lo vas a creer
(...)
"— Shadow.... ¡No! ¡No te vayas!"
"— Lo siento Amy, Le prometí a mi madre que me iría con mi tía cuando termine el verano."
"— Recién terminamos la preparatoria, ¿no te puedes quedar un poco más? No quiero estar sola. — Las lágrimas empezaban a salir y resbalar por las mejillas de la chica."
"— Lo siento. — El chico beso la frente de su contraria. — ya me tengo que ir."
"— No.... Por favor. — Hablo con un hilo de voz mientras se limpiaba las lagrimas, lo que causó, que hasta el chico empezará a llorar."
"— Lo siento. — Sin más, y con un dolor en el alma, salió corriendo, desapareciendo de la vista de la peli-rosa."
"— No.... No... Quiero estar sola. — Dijo con ese mismo tono de voz, quebrado y débil, a pesar de que estaba feliz porque su amado iba a estar en una universidad muy buena, al igual ella, tenía miedo, miedo de estar sola como antes, miedo de sentir ese frío, otra vez."
Abrió los ojos, volviendo a la realidad, se encontraba sentada en el metro, pero esta vez, de regreso a su casa, suspiro algo fastidiada pero triste, desde unos días a empezado a tener esos recuerdos, a lo cual, no lograba entender. Volteo su cabeza para ver a travez de la ventana, justo lo primero que vio fueron esos árboles de flores rosas, que con los días que pasaban, podía admirar como empezaban a florecer, mientras que más recuerdos invadían su cabeza y esa voz ronca pero llena de dulzura, no paraba de escucharse en su cabeza.
Ya harta de todo decidió hacer algo para al menos comunicarse con él, siente que si lo hace tal vez todo esos recuerdos paren y vuelva a su vida normal. Cuando el tren paro, como por décima vez, salió corriendo a su casa, ya quería acabar con todo lo que pasaba por su cabeza.
Al entrar a ese departamento fue directo a su escritorio y empezó a escribir en un papel, si, tenía planeado hacerle una carta, ya que donde él vive no había internet o señal; Era su única opción. Intentaba sonar alegre en la carta, optimista, pero al terminar sabía que no lo engañaría, ella no estaba bien.
Suspiro y tiro la carta a la basura.
Y ahora en la ciudad todo floreció
Es primavera otra vez
Otro año debo pasar sin que tú a mi lado estés
Aunque muy difícil es
Lo resistiré
Y gracias a eso se que maduraré
A veces la distancia pone a prueba a las personas
Lo más triste es que en verdad te amaba
Y ahora tengo entre mis manos
Los pétalos que estaban siempre cayendo
Como mi corazón
(...)
Desde hace meses que no se ponía a apreciar lo que le daba la naturaleza, estaba muy ocupada con su trabajo y no le daba mucho tiempo para hacer lo que quería. El viento envolvió su rostro, era fresco, daba tranquilidad, respiro hondo. Abrió los ojos y empezó a observar a su alrededor, estaba otra vez en ese parque, pero esta vez no iba a trotar, solo quería pasear, disfrutar un poco y relajarse, dejar el estrés, olvidar todo; Caminaba por el césped y podía notar como todo había florecido otra vez, los árboles estaban verdes y había alguno que otro cerezo —Donde viven suelen haber muchos—, Era primavera. Vaya, otro año sin él, la ponía triste pensar en ese tema, pero después de todo ya había estado sin él desde hace tiempo y había aprendido a ser fuerte, a resistir ¿Porque ahora no?
— Vaya que madure jeje. — Pensó la chica.
Tenía mucha razón, ya sabía que alterarse o armar un bochinche no era la solución correcta, ya sabia como tomar decisiones.
— ¡Amy! — Se escuchó una voz femenina a lo lejos llamando la atención de la peli-rosa.
— ¿Cream? ¡Cream! — Grito de igual manera al distinguir a su vieja amiga de la infancia.
Ambas corrieron a hacia sí, dándose un gran abrazo.
— Ha pasado mucho tiempo. — Hablo la menor de las dos.
— Si, estas alta ¿sabes? — Dijo burlesca, tal vez haya madurado, pero su actitud divertida nadie la cambia.
— Oye ¿Qué te pasó? Apenas te miro y estas algo deprimida ¿Es por Shadow, verdad?
Suspiro la mayor.
— Si, pero tranquila.
— Sabes, alguien sabía me dijo que la distancia pone a prueba a las personas, tal vez esto es una prueba de la vida, un obstáculo ¿no? — Hablo optimista la adolescente.
— Si, supongo.
— Ven, vamos a gozar este tiempo juntas ¿Quieres pastel?
— Si.
Tal vez Cream tenía razón, era una prueba y debía superarla, lo haría por él, por su amor.
— ¡Oye mira! — Exclamó emocionada la coneja mirando un lindo lago que se encontraba frente a ellas. — Fue donde hicieron nuestra graduación, sigue siendo hermoso ¿no?
Sonrío acercándose hacían un lindo cerezo siendo seguida por su amiga.
— Si. — Contestó.
De pronto una brisa empezó a aparecer haciendo que varios pétalos y hojas empezarán a desprenderse.
— ¡Agarralas! — Dijo divertida Cream mientras hacía lo que ella misma dijo.
Así Amy empezó a hacerlo, agarraba los pétalos rosas con sus manos, se estaba divirtiendo. Ya cuando la brisa se desvaneció miro sus manos con dichos pétalos, su sonrisa se borró.
Van cayendo del cerezo esos pétalos en flor
Cada uno es un pedazo de mi triste corazón
Esas primaveras que vivimos nunca volverán
Ahora están grabadas en mi pecho
Van cayendo del cerezo esos pétalos en flor
Remembranzas de cuando estábamos juntos los dos
El soñar que habrá una primavera para nuestro amor
Es lo que me da la esperanza
— ¿Amy? — Pregunto algo preocupada la menor al ver a su amiga decaída otra vez.
— ¿eh?
— Ven, vamos por los helados. — Dijo sonriendo, haría sentir más animada a su amiga de cualquier forma.
La de mirada Esmeralda recordaba esas primaveras tan hermosas con él, tan especiales, decidiendo así guardarlas, pero no sólo en su memoria, sino en un lugar más especial y en donde nunca jamás lo olvidara, en su corazón.
— ¿De qué lo quiere usted? — Pregunto una voz algo masculina, pero era suave y aguda.
— Oh, de Fresa, por favor. — Respondió al notar que estaban frente a un carro de helados.
— Aquí tiene.
— Gracias. — Agradeció al señor al entregarle la barquilla.
Empezaron a dar una vuelta por el parque, la brisa era algo fuerte y movía las ramas de los árboles, las hojas y pétalos de cerezo revoloteaban por los aires, era hermoso, único.
— Sabes, mi madre da clase en la universidad donde estudia Shadow. — Amy en ese momento la miro, esperando que diga más. — Hable con él, me dijo que tenía planeado regresar y buscarte. — Su amiga mayor sonrío. — Era una sorpresa, pero no quería seguir verte triste.
— Gracias, Cream.
Abrió los ojos, estaba confundida ¿Qué pasó? Miro a todos lados y noto que estaba en su habitación ¿Fue un sueño? Suspiro para luego sonreír levemente, aún tenía un rayo de esperanza.
Ese día iba a ir a la casa de su madre, quería pasar un rato con ella como era de costumbre cada fin de semana, tenía que tomar un tren para ir a Mobius. Con rapidez toma su mochila, metió ciertas cosas como comida, su teléfono, cargador, bueno lo necesario. Acto seguido empezó a vestirse con una linda blusa blanca de flores coloridas, unos jeans cómodos y unos zapatos deportivos, algo normal.
Sin más camino hacia la estación del tren, compró su boleto y lo espero. Según los horarios llegará en tres minutos, qué suerte. Saco su teléfono y empezó a marcar el número de su madre, debía avisarle que iría para allá.
— ¿Hola?
— Mamá, voy para allá.
— Okey, aquí te espero.
Sin más, colgó y siguió esperando el tren, era temprano así que llegaría a Mobius en menos de las once para así pasar el resto del día con su madre. Suspiro y justo se iba a sentar, pero el tren llegó, cuando vio que el tren se detuvo y un señor grita "Todos a bordo" rápidamente se dirigió hacia el para subirse y buscar un puesto cómodo, sabía que el viaje tardaría tanto por la distancia como por la razón de que aún faltaba gente por montarse, el tren siempre se toma su tiempo para llenarse de personas.
Saco su teléfono y audífonos, con la música tal vez podría distraerse y así que el tiempo pase rápido, cerró los ojos para relajarse un poco y escuchar la melodiosa voz de Melanie Martínez cantando Cry Baby, una de sus canciones favoritas.
Así transcurrió el viaje, entre música, paz, solo eso. Ya cuando el tren paro, Amy sabía que había llegado, así que sin más agarro sus cosas y empezó a caminar para salir del tren, sin preocuparse de que no le habían revisado el pasaje. Miro hacia el frente y vaya que se llevó una sorpresa.
Nuestra flor revivirá
— ¿Shadow?
Fin
Bueno, este One Short me llevo mucho tiempo, con todo lo que me pasaba no pude terminarlo
La canción fue sugerida por yorya18
Sin ella no hubiera conocido esta canción y no hubiera echo esto, así que vayan a su perfil, escríbanle elogios, las gracias, SÍGANLA, Envíenle mensajes, conózcanla jeje
Espero que les haya gustado, creo que es la primera vez que hago esto, espero que entiendan un poco el tiempo y espacio, por si tienen dudas pregunten en los comentarios.
Y déjenme decirles que no seguiré nada, esto en un OneShort y así se queda, sé que deje un final abierto, pero es para que imaginen ustedes lo que sigue ;3
Adiós!! :D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top