La sirvienta (3)
Hola mis chibi-chibis ojalá y les guste
Pase muchos años viendo cómo las novias de sacrificio iban y venían, llegó el punto en que ya no sentía nada por su sufrimiento y posterior muerte. Puedo decir que yo era la dama de la mansión a pesar de ser solo la ama de llaves. Para los chicos siempre fui como una madre y ellos antes de tomar decisiones siempre me pedían mi opinión, mi palabra era ley hasta cierto punto
Todo cambio con la llamada de Karlheinz-sama, dijo que una nueva novia vendría, pero que a ella no podíamos matarla y si algo le sucedía me podría ir dando por muerta. Llame a los chicos a la sala para poder informarles sobre la llegada de nuestra nueva invitada
-Ore-sama quiere saber para que nos has llamado-Ayato solo tenía una mirada de molestia
-Sin modales, ten más respeto por Sakura, te recuerdo que ella manda en el lugar-Reiji acomoda sus lentes mientras mira con exasperación a los demás
-No van a pelear, Karlheinz-sama llamo hace rato y quiere que les de el mensaje-todos se tensaron al oír el nombre de "esa persona"
-¿Que demonios quiere ese tipo?-pregunto Subaru con el humor ya empeorado
-Vendra una nueva novia de sacrificio-
-¿Otra bitch-chan?, Eso no tiene nada de importante-se burló Raito
-No me dijo la razón, pero dió a entender que ella es importante y por tanto no pueden dañarla o sino...-se tenso por un momento
-¿O sino que?-pregunto Shu
-O sino puedo ir dándome por muerta-lo dice un susurro, pero al ser vampiros lo escucharon a la perfección y parecía que la temperatura disminuyó aún más
-Entendemos, no haremos nada que lo haga enojar-dijo Reiji por todos
-Chicos he tenido una larga vida, ustedes todavía son jóvenes, espero y llegue el día en que sean libres de todo esto y el Makai también-
Los hermanos solo miraron con lastima a su niñera, la pobre había sufrido tanto durante su vida e hizo grandes sacrificios por ellos. Si su cierto bastardo muriera la vida de todos sería mucho mejor
Finalmente llegó el día en que la famosa novia de sacrificio llegó.
Yui Komori tenía miedo, no sabía porque su padre la había mandado a este lugar tan escalofriante, pero no es como si pudiera hacer mucho. La chica tocó la puerta y fue recibida por una chica muy linda vestida de mucama, una trabajadora del lugar
-Asi que tú debes ser Yui Komori-la hizo pasar-bienvenida a la mansión Sakamaki, yo soy Sakura, la ama de llaves, cualquier pregunta yo te la responderé, espero y te sientas a gusto, no hemos tenido visitas en años-la rubia solo observo el lugar aún nerviosa, era frío y oscuro
No había nadie y de repente había seis chicos igual de fríos que aquel lugar observándola como un depredador a su presa
-Ustedes no espanten a nuestra invitada, creí que tenían mejores modales-regaño la chica con las manos sobre las caderas
-Lo lamentamos-dijo el chico de lentes-to soy Reiji, ellos son Raito, Ayato, Kanato, Shu y Subaru-los señaló respectivamente
-M-mucho gusto, s-soy Yui Komori-se inclino
-Espero y sepas porque estás aquí-dijo la pelirosa
-No entiendo, solo mi padre dijo que debía quedarme aquí mientras resolvía algunos asuntos-dijo la chica desconcertada por toda la situación
Sakura solo negó con la cabeza mientras maldecia mentalmente a su señor y al padre de la chica
-Te mandaron aquí como novia de sacrificio-informo la pelirosa-nosotros somos vampiros-
Yui sintió que su corazón se había detenido, acababa de enterarse que fue mandada como alimento para vampiros, no podía ser verdad. Pero los ojos de los habitantes de la mansión ahora eran rojos y tenían sonrisas siniestras que mostraban sus colmillos afilados. La rubia hizo lo único que se le ocurrió, sacar su teléfono y marcarle a su padre, Subaru en ese momento apareció a su lado para arrebatarle su teléfono y romperlo con la mano, ese tipo tenía una fuerza sobrehumana
La rubia entonces saco su cruz de plata esperando que fuera útil, aora su desgracia no fue así y los vampiros se burlaron de ella y de sus creencias. Su última opción fue correr en busca de una salida, por una especie de sensación de dejà vu termino en una habitación con un aura más siniestra y fría, había sido de una mujer por las joyas que había sobre un tocador. Luego un viejo diario cayó al piso, al abrirlo vio que había una foto de su padre y ella cuando era una bebé, ahí lo descubrió, era adoptada, pero no entendía el porque de ese diario en aquel lugar
Yui se distrajo cuando creyó ver a una mujer realmente sensual con un largo cabello morado, unos brillantes ojos verdes y un vestido morado bastante revelador. Solo un parpadeo bastó para que aquella misteriosa mujer desapareciera, estaba tan distraída que no noto la llegada de los hermanos y de la ama de llaves hasta que Sakura se le quedó Ayato la vio fijamente a los ojos, esos verdes tan parecidos
-Sus ojos son iguales a los de ella-dijo aún en estado de shock. Ninguno de los hermanos supo a qué se refería la chica, pero Sakura sospecho con tan solo entrar al antiguo cuarto de su señora muerta
-Cabello morado y voluptuosa-dio una vaga descripción y Yui asintió rápidamente porque alguien le creyó
Los trillizos y Sakura eran los más afectados sin duda. Yui soltó un grito al ser jalada por Sakura hasta el pasillo
-No vuelvas a entrar aquí, ¿Me escuchaste?, Jamás-Sakura se veía más enojada y asustada a la vez
La rubia solo asintió mecánicamente
-Cualquier otra cosa que vea me lo dirás de inmediato, ¿Comprendes?-dijo la ojijade
-Yo...si, entiendo-respondio la rubia
-Bien, te llevaré a tu habitación, más tarde te traeré tus cosas-la ojijade llevo a la joven hasta su nueva habitación, era muy femenina y rosa, le recordó a su antigua habitación
-Gracias-dio una reverencia-
-De nada, la cena es a las siete, yo te vendré a avisar, no intentes escapar, es en balde-cerro la puerta y se retiró
Sakura volvió a su cuarto, aún estaba alterada porque su nueva invitada había logrado entrar al cuarto de su señora y hasta verla en el balcón, tenía miedo, mucho miedo. Decidió tranquilizarse y tomar un baño, debía pensar en que estaba sucediendo y si aquello no tenía que ver con alguno de los planes de su señor, de Karlheinz se podía esperar de todo y no en un buen sentido. Salió de la tina cuando el agua empezó a enfriarse demasiado para su gusto, se vistió con su uniforme y se cepillo el cabello para después volverlo a trenzar
-Con que no aparezca nada o nadie más me conformo-dijo para si misma
Viendo la hora supuso que tendría que iniciar con la preparación de la cena, eso la ayudaría a calmarse y distraerse por un rato. Salió de su habitación sin ver qué al final del pasillo una mujer de cabello violeta e intensos ojos verdes la observaba detenidamente
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