SUN

Di gracias al cielo de que Peter no tardó demasiado en bajar al salón porque Drogo me miraba como un depredador. Debía de mantener las distancias porque no podía perdonar que me hiciera esto de nuevo ahora que nos íbamos a casar. Entendí a las razones por las que él vino porque si mi hermana estuviera en peligro iría al fin del mundo, pero no sola, siempre contaría con Drogo para todo.

Pero él se empeñaba en ver en mí a una bruja inexperta con un potencial peligro siempre a mi espalda y estaba bastante harta de eso. Aunque daba gracias a Peter de que no me viera de esa forma, siempre había sido un buen aliado y me lo había demostrado en cada ocasión hasta ahora.

Cuando Peter llegó, nos miró a ambos son una sonrisa llena de significado, era una sonrisa triste porque sabía que no iban bien las cosas. Él nos hizo una señal para que le acompañásemos.

-Vamos al despacho de Nicolae, en el estado que se encuentra creo que no le importará demasiado. Dijo Peter mientras que tomaba la llave de su bolsillo y abría la puerta. Tras entrar, Peter se disculpó por unos minutos.

Drogo me miraba de nuevo en silencio mientras que yo estaba sentada en uno de los sofás que daba a la chimenea. A pesar de ser primavera, en Mistery Spell hacía frío por la noche.

Mientras que tenía los ojos cerrados, sentí como algo cálido se posaba en los hombros. Cuando levanté la vista, sentí la boca de Drogo en mi oreja.

-Déjame besarte cosita, no puedo soportarlo más-Me dijo mientras su lengua comenzaba a acariciar el lóbulo de mi oreja. Su chaqueta amenazaba con caerse de mis hombros mientras que me movía ondulando mi cuerpo ante sus atenciones. Pronto debía de romper la burbuja antes de caer de nuevo y las manos de Drogo no me hacían la tarea fácil para rechazarlo.

Sus manos jugueteaban con mi cuello y presionaban mis hombros en un masaje delicioso. Me vi tentaba a poner mi cabeza en su hombro dejándome llevar. Sus manos abandonaron aquel lugar para adentrarse más abajo.

-Quiero tu cuerpo sobre el mío, cosita. Vamos a mi dormitorio y olvidemos esta pelea; centrémonos en la reconciliación.

Era una oferta tentadora, pero nada realista, si yo aceptaba eso, él tendría carta blanca para hacerlo cada vez que quisiera porque sabría que lo perdonaría y no estaba dispuesta a eso.

 Mi orgullo me impedía perdonarlo.

Me alejé de nuevo de él, acercándome a la ventana. Él parecía más serio que antes, cruzando los brazos mientras me miraba en silencio con el ceño fruncido. Su respuesta no se hizo esperar:

- ¿Sabes qué?, por primera vez me gustaría que dejaras atrás tu egoísmo y pienses en mi hermano. No sé qué cojones le pasa a Nicolae y me temo que sea algo grave, pero tú te empeñas en pelear conmigo porque simplemente no quería exponerte. Recuerda que somos vampiros Sun, no somos precisamente criaturas débiles y no sé si recuerdas que Nicolae siente cosas por ti. Así que me gustaría que me apoyaras un poco porque en este caso ni tu ni yo importamos en este tema, sino Nicolae.

-No soporto que me alejes Drogo y sé que me ocultas cosas. Siempre que te pido que me hables un poco más de tu vida como humano te escabulles o cambias de tema. No sé hasta qué punto confías en mí; recuerda que soy desconfiada porque la vida me ha hecho así.

Para mi mayor tranquilidad, Drogo no se movió ni un solo centímetro de donde estaba para darme el espacio que necesitaba. Tenía que aclarar mi mente porque tenía los nervios a flor de piel. Finalmente, él habló de nuevo:

-No eres a la única que le han ocultado cosas en la vida, Sun, recuerda que he vivido muchas vidas hasta ahora y he sufrido hasta los horrores de la guerra. Toda mi familia ha padecido por muchas cosas y aquí nos ves; enteros con los pedazos pegados unos con otros pero viviendo al fin y al cabo, ¿Crees que fue fácil tomar la decisión de unir mi vida a una bruja?¿una criatura mortal?

Suspiré mientras que mi vista seguía posada en la ventana. Intenté reprimir las lágrimas porque no quería que me viera débil o indefensa; eso siempre lo odiaba.

- ¿Por qué ese odio a llorar Sun? ¿Acaso no soy el hombre que amas?, yo he cambiado mucho para estar contigo, he cambiado hasta de ciudad... ¡Jamás desde que vine a Mistery Spell me he mudado a otro lugar que no fuera esta mansión! ¿Sabes lo que supuso para mí?¡¿Sabes lo que supone para mí saber que un buen día tendré que enterrarte?!

- ¡Ya basta Drogo! -Le grité, pero él corrió hasta mí tomándome suavemente del cuello mientras que con el otro brazo me tenía aprisionada contra él. Su mirada no era nada amable:

-Aquí no solamente yo peco de desconfiado Sun, tu desconfías de mí y yo de ti. Sé que no me has contado ciertas cosas de tu vida. Dime, ¿Por qué ese odio hacia los hombres que tenías antes? ¿Porque esa terrible desconfianza ante cualquier persona del mundo?

-No tengo nada que decirte, solamente he venido aquí para ayudar y ya está.

Él asintió en silencio sin apartar la vista de mí; parecía furioso, frustrado y agotado; no era el único.

Antes de que ambos nos dijéramos algo peor, Peter entró con una bandeja de galletas para mí con un chocolate caliente. No tenía ánimos ni ganas de comer, pero Drogo, como siempre, se preocupaba por mí a pesar de las circunstancias.

-Quiero que comas y no acepto una negativa.

-No necesito reprimendas; no soy una niña.

Drogo comenzó a reírse de mi comentario, pero no tenía nada de ganas de reírme. Solo quería acabar la reunión y poder irme a la cama.Peter intentó suavizar el ambiente como pudo hablando de mi hermana:

-Ya he instalado a tu hermana en tu antiguo dormitorio. No te preocupes, está muy cómoda y le dije donde eran nuestras habitaciones por si necesita algo durante la noche.

-Eres muy amable Peter, gracias-Le dije.

El lado insolente de Drogo había vuelto como cuando vine por primera vez a Mistery Spell y él era mi alumno. Tenía la sensación de haber vuelto atrás en el tiempo y eso no me gustaba.

Peter carraspeó y dijo:

-Nicolae está en su cuarto, antes de bajar lo he espiado y está frente al espejo de nuevo. No entiendo el idioma que habla, pero parece un ritual que repite cada noche. Como sabrás Sun, los vampiros jamás nos miramos a los espejos porque muestran nuestra verdadera apariencia. Es una imagen demasiado grotesca, es casi insoportable, por esa razón creo que hay algo que esconde y creo que tiene que ver con algún tipo de ritual de magia.

- ¿Magia? ¿Qué tipo de magia? -Le pregunté. Peter sonrió levemente y me dijo:

-Esperaba que esa parte pudieras averiguarla tú. Debemos de ser cautelosos, pero contigo aquí puedes ser de gran ayuda.

Drogo se acercó a nosotros visiblemente molesto; parecía no gustarle demasiado el plan:

- ¡Ni hablar!¡Sun no se quedará a solas con Nicolae!

-Drogo cálmate...solamente dije que debemos de tomar toda ayuda que tengamos a mano. Por supuesto no quiero que Sun salga herida, para eso estamos tú y yo para cuidar de ella-Explicó Peter con gran calma, pero Drogo no parecía demasiado convencido.

-Ya está bien de charla, es hora de dormir-Dijo mientras tiraba de mí, ¿Qué demonios estaba haciendo?

-Drogo, voy a dormir con mi hermana, no contigo.

Él me acercó de golpe hacia él sin borrar aquella sonrisa forzada. Se le notaba demasiado molesto y eso no era típico de él:

-Ésta es mi jodida casa y tú eres mi prometida estés o no encabronada como lo estás ahora, así que vas a dormir conmigo te guste o no. Déjate las gilipolleces Sun y centrémonos en lo que importa.

-No puedes obligarme a dormir contigo si yo no lo quiero-Le contesté intentando soltarme, pero su fuerza era mucho superior a la mía.

-Ese es el problema, que sí quieres, pero tú maldito orgullo no te deja pensar con claridad. O duermes conmigo o te vas de la mansión.

-Pero Drogo creo que...

- ¡Cállate Peter, es mi decisión y nadie va a contrariarme!, no hay nadie en el mundo que conozca a Sun mejor que yo y sé lo que necesita.

Sin que pudiera reaccionar, él me tomó en brazos llevándome con rapidez a su cuarto. No iba a discutir con él porque en una cosa si tenía razón; el importante ahora era Nicolae por lo que no iba a discutir con Drogo porque eso empeoraría las cosas.