CAPITULO XXX
Una joven de cabellos azulados acomodaba las flores cortando con cuidado los tallos a manera que están no se marchitan, en el silenció.
-Se me hace tarde-Dijo Sonomi como loca viendo aun lado otro, lo que sonríe Daidouji.-No me siento cómoda dejándote sola.
-No te preocupes mamá estaré bien. -Le responde con tranquilidad.
-Como puedes decirme eso eres mi hija es evidente que una madre siempre se preocupara.
- Yo me encontraré bien.
-Se nota como has crecido. -Dice con tristeza al ver como su niña se hacía toda una señorita. -Lo siento...
-¿Porqué?
-Desde que recuerdo siempre te e dejado sola.
-Se que tienes trabajar mamá desde que... -Haciendo una pausa antes de mencionar esa palabra.
-Se que no a sido fácil, pero prometo que te recompensar.
-Mamá.
-Dime.
-Me gustaría ir a verlo.-Sonomi cambio su faceta a una preocupada al saber quién se refería. -Nunca me has mostrado el lugar donde se encuentra el, tan siquiera para dejarle flores.
-Hemos hablado de ese tema. -Respirando hondo y hablando en un tono dulce y acariciando la mejilla de su hija.
-Lo sé pero, me gustaría saber donde esta.
-Si quiere yo le llevo las flores en el camino de tu parte, de acuerdo.
-Para no contradecir le, prefiero aceptar sus condiciones. -Esta bien. -Dijo con una sonrisa.
-Tengo que irme Tomoyo, nos veremos en la noche.
-Si mamá. - Se despide con un movimiento de la mano al ver cómo se retiraba, un suspiro salió de sus labios.
Con ayuda de las muletas se fue acercando al mueble, donde al llegar abrió el cajón sacando un álbum de fotografía, lo que sólo vio a Sonomi y de Tomoyo cuando era una bebé, las otras done eera más joven su madre estaba cortadas a la mitad y podía afigurarse que era su padre.
-Porque tanto misterio sobre mi padre.
En la empresa llegando a toda prisa saliendo de la limusina.
-Esto inaudito que nadie puede hacer nada bien, sin que este yo. - Dice quejándose Sonomi.
-Veo que no has cambio en nada Sonomi. -Dijo una voz masculina que se le hizo tan familiar que aún al pasar de los años la hacía palpitar pero a la vez tener ese dolor en el pecho, pero saliendo del trance la puso en alerta.
- ¡¿Que haces tu aquí Shuhiro?! -Dijo Sonomi alterada mirando aquel hombre que era el vivo retrato de su hija tomó en varón era evidente que era su padre de su Tomoyo.
-Yo igual te extrañe.
-Como supiste de Tomoyo.
-Entonces así se llama nuestra hija.
-¡Es mía! -Afirmando con dureza. -No se te olvide que nos cambiaste por esa tipa.
-No voy a discutir ese tema Sonomi. -Solo quiero verla.
- ¡Sobre mi cadáver verás a mi hija!
-Eso lo veremos con mi abogado.
-No me vas a quitar a Tomoyo.
-Me quitastes ese derecho, lo que haya pasado entre tu y yo eso no te quita en quitarme la. -Dijeron dándose esa mirada de odio, para después dándose la vuelta ambos. -Eso no se acaba o volveré, has entendido.
- Apretando sus manos con fuerza con lágrimas en los ojos. -Tomoyo. -Tirándose de rodilla al suelo. -Si se entera ella me.... -Tapándose con sus manos el rostro lleno de lágrimas.
Tomoyo cantaba la canción que cantaba de niña al compás del piano al tocar.
Su imagen de pequeña al ver a sus compañeritos con sus papás, solo siendo espectador queriendo saber lo que era tener un padre.
-Señorita Tomoyo vinieron a verla. -Dice la sirvienta desde el otro lado de la puerta.
-Hágalo pasar. -La puerta se abre.
-Sakura pensé que vendrías más tarde. - Dice Tomoyo sin voltear.
-Lamento la decepción Daidouji-san -Dijo la voz masculina del joven que estaba de pie fuera de la habitación.
-Voltea. - Usted es.
-Se que e cambiado bastante desde la última vez que nos vimos.
- Sonríe con dulzura. -Joven-Hiraguisawa.
-Se preguntara que hago aquí.
-Así es.
-Bueno e venido aquí por una misión muy importante.
-¿Una misión?
-Una predicción de mi tía me a dicho que alguien estaba en gran peligro
-¿No comprendo?
-Se arrodilla frente suyo, tomando su mano. -Venido a protegerla.
-¿A mi?
- Ahora no lo entiende pero lo hará, así déjeme ser su guardaespaldas.
-Pero que dice.
- Usted es una persona importante para Sakura, si algo le sucediera creo nunca se lo perdonaría y yo tampoco.
-Pero es que esto es muy confuso, por favor le pido que me explique.
-Si lo hago podía que... salga herida.
-Yo lo rsistire lo que se lo aguantarme por favor dígame lo.
-No podría, no tendría el corazón para revelarse lo. -Dijo Eriol con un semblante triste. -Mejor que sea un secreto porque sería que hiera alguien cercano a usted y eso progrese más su destinó.
-Hiraguisawa, porque lo hace ver tan sencillo la vida.
-Me enseñado el mundo a verlo con otros ojos, que usted y yo solo podemos hacerlo.
-Yo no soy tan madura como uste, si no usted me lo diría.
- No es eso, solo no quiero que sufra y si usted lo hace, nunca me lo perdonaría.
-Veo que el amor lo ha hecho así.
- Amor... que es el amor, solo sufrimiento, que puede acabar destruyendo el corazón más puro.
-Discúlpeme creo que dije algo que no debí decir.
-Usted no sabía lo que pasó entre kaho y yo, pero lo importante es mantenerla a salvo, hacia que dice.
-De acuerdo.
-Prometo nunca fallarle y mantenerla a salvo. —Sellando con un beso en la mano como un caballero leal.
-Eriol tengo una misión para ti.
-Que es tía.
-Me a pedido de favor un viejo amigo.
-¿Un viejo amigo?
-Esta persona me a comentado con desesperación que protejamos a su hija se acababa de enterar de su paradero hace unos meses.
-Sabe de quien se trata. —Una sonrisa se dibuja en sus labios de la mujer de gran belleza.
-Sabes e visto tu futuro querido sobrino.
-Tia ya había hablado de esto.
-E visto el amor arropando al tigre con sus alas del dragon.
-¿Que prediccion es esa tía?
-Lo entenderás algún día querido. - Dice acercándose a él, tomando sus mejillas con ternura. —Sólo prometeme que no porque tuviste una decepción, te niegues a tu destino.
-No quiero saber nada vida amorosa.
-Por favor. —Dice en tono triste la mujer haciendo un puchero, lo que este, sonríe.
-No prometo nada.
-Te daré el nombre de esa persona, y creo que las cosas serán diferentes desde ahora en adelante —Se aparta lo dejo pensativo a Eriol.
-No se que quiso decir mi tía, pero debo mantenerla a salvo a Daoduji como de lugar. —Ella solo sonrie
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