CAPITULO XXIX. Dudas Del Corazón
Dejando cierta tensión en el ambiente en la sala donde Shaoran cruzados de brazos junto Kamin que se miraban fijamente hasta en unos segundos, soltaron un suspiro.
- Aveces si eres idiota o te haces.
- Las dos cosas dicen que ya viene de nacimiento.-Se ríe.
-¿ Me dirás en donde dormirá genio?
- No es exigente, a lo que se quedara conmigo.
- Lo tenías bien calculado. -Arqueando la ceja izquierda.
- Claro. -Dijo orgulloso.
- Estas seguro seguir con tu plan.
- Crees que estoy haciendo mal.
- Mejor no te respondo porque sabrás la respuesta.
-¿Oigan? No es por interrumpirlos pero creen que es correcto que escuche toda su conversación. -Dijo el menor que estaba sentado en la silla del comedor, mirando ambos chicos teniendo esa platica que no entendía lo que decian.
- Tan malos somos siendo tan discretos.
- Demasiado diría yo hermano. -Dijo con seriedad
- Eso me dolió. -Haciendo un puchero.
- Ya Kamin, estamos más apretados.-Se quejo Shaoran rascándose la cabeza.
- Señor listo no te quejes, tiene una habitación para ti sólito, las que comparten son meiling y Humie.
- Bueno bienvenido Zhakin, estas en tu casa y portate bien.
-Dices que mi pequeño hermanito no se porta bien.-Le dice.
- Me refería a ti genio.-Le dice refiriéndose al mayor.
-¡Ah! - Responde con una risilla, cuando la puerta se abre y entran las dos jovenes a lo que la reaccion del menor fue muy notable, el abrazo con tanta emocion que era comun en Zhakin hacia Meiling, lo que Shaoran miro de reojo a Kamin que fingia estar bien lo que no era cierto, era normal sentir celos.
- ¡Zhakin!.-Dijo sorprendida.
-Te dije que estariamos juntos, esto es cosa del destino.
-¿Y bien genio? -repuso- ¿Aun sigues pensando que es buena idea?-Baja la voz le murmurar.
-Pues que crea que es buena idea no, pero no puedo echarme para atrás.
- Tenemos mucha presión en el Concilio de Hechizeros, me vas a decir que será para ti fácil ¿ver a Meiling como tu cuñada?
-Me dolerá verla como la mujer de mi hermano menor, pero sabes... -Responde con nostalgia. -Ambos los amo, hacia que si ellos son felices lo demás no importara, aparte pronto nacerá mi hijo y eso me dará fuerza para soportar todo, aparte te tengo también a ti.
- Y siempre me tendrás. -Una sonrisa se dibuja en sus rostro de ambos amigos.
- ¿Entonces son esos tus motivos para llevar esto acabó?-comentó una voz femenina lo que voltearon Shaoran y Kamin con temor de quien se trataba, palidecieron más ver el rostro molesto de la chica de cabellos oscuros. -Podría creerlo de este idiota, pero Xialoang. -Lo riñe.
-Meiling, deja que te expliquemos.
-¡No tienen nada que explicarme! -Respondió hecho una furia, lo que sus gritos fue despertando al Zhakin, que al observar que la puerta de la habitación se encontraba entre abierta salió sin escuchado y asomándose discretamente, viendo a los tres teniendo una disputa, que no entendía nada. -Como se atrevieron a decidir por mí, ¡ Par de imbéciles!
-Mira no es como lo imaginas. -Intentando solucionarlo.
-Cierra la boca idiota. -Fue silenciado rápidamente por furia de la joven que ardía como el fuego. - que tipo de ser eres hacerle esto a tu hermano.
-Pero no te das cuenta que Zhakin, estaria encantado ser tu pareja en el futuro.
- ¡ Deja de decir estupideces Kamin! -Le dice. - Jugar con los sentimientos de los demás para tu antojo te hace peor que tu padre.
- Pero yo... -Apretando los labios. -No lo hice con esa intención. -bajo la mirada al oír esas palabras dándose cuenta que si era la verdad o peor.
- ¡Ya basta Meiling, fue suficiente! -Habla Shaoran con enojo. - Kamin, lo que hace es en protegerte.
-Que maneras de hacerlo, arrimando a su hermano como si fuera no se que...
- Te equivocas . -Le responde. - Lo que hago es mantenerte en las mejores manos y ese es mi hermano, el daría todo por ti y lo sabes.
-Aun así, nunca le haría daño y tampoco fingiria sentir que tengo un sentimiento por el.
- Meiling escucha conmigo no tienes un futuro, pronto seré padre.
- Eso lo se.
- Por eso te pido. -Se arrodilla frente a ella, tomando ambas manos. -Que te cases con Zhakin, aunque eso signifique que le este entregando a la persona que mas amo en el mundo. -Mirándola fijamente con llena de tristeza casi rompiéndose en mil pedazo. -Pero se que estaré tranquilo, porque a los dos los amo y se que mi hermano no permitirá que nadie te dañe ningún familiar nuestro siendo parte del Clan Kio.
Apretando sus manos y hiendose en silencio, dirigiéndose al cuarto, recostadose en la colchoneta, las lágrimas brotaron de sus ojos, estaba tan feliz escuchar que su hermano confiaba en el, pero a la vez... Sentí demasiada tristeza y dolor al ver como sufrían, sabía que el matrimonio de Kamin no fue una decisión que el hubiera querido, pero lo hizo por el Clan, y Meiling quedó devastada, pero haría lo mejor para que ella se enamorarse de él, aunque tarde en años, haría cualquier cosa de verla feliz, daría hasta su vida por completo.
Mei Ling estaba en el silencio de su habitación, deseando que todo lo que había escuchado hubiera sido una pesadilla, pero la realidad es que su destino, de estar junto a la persona que ama nunca llegaría, lo que debía renunciar por completó, a lo que eso conllevará... Recorsardo cada palabras saliendo de sus labios de Kamin, que aceptará casarse con su hermano menor, lo que sabía Zhakin era reconocido como el mago más joven de su Clan, pero a la vez el más poderoso, lo que tenía un gran futuro, pero podría enamorarse de él, convivir el resto de su vida a su lado, le llevaba dos años, siendo un casi un niño, pero no simula su edad, lo contrario parecíera que se llevabaran los mismo años, hasta eso teniendo la fachada de chico malo, era popular con las chicas, bueno la mayoría de su Clan son muy reconocidos, lo que tenían a las mujeres atrás suyo, y el no era excepción. Recostados sobre su cama intentando conciliar el sueño, pero enseguida escucha como se abre su puerta, sin poder ver entre la oscuridad una silueta entra, acercándose.
-¿A-quien eres... ?
- Soy yo. -Responde el chico avergonzado en entrar a la habitación de Meilinv, quien pareciera que le había dado un gran susto de miedo, al oír su tono de voz. -Disculpame, no quería espantarte
- Zhakin, que haces aquí.
- Y-Yo...
-¿Tu que... ?
Al sentir como se suma la cama de lado izquierdo, al ver que este se sentaba en la orilla.
-Escuhe lo que dijo mi hermano. -Dijo en un tono tranquilo, pero para Meiling, se le hizo un nudo en la garganta.
-¿Y que piensas sobre eso... ?
-Yo se que muy bien que tu no vez como yo lo hago contigo.
- Zhakin... yo...
- Es por eso, que daré mi mayor esfuerzo para que funcione. -Dice animado.
-Pero tus padres nunca lo aceptará.
-No me interesa lo que opinen, es mi vida no la de ellos. -Dijo con firmeza. - Se que soy muy joven y me falta mucho que aprender, pero no permitiré que me arrebate la felicidad como lo hicieron con ellos
Extrañamente sintió como su corazón se aceleró al oír esas palabras y no sabía que responder a eso
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Honk Kong...
En la mansión Li, tocan a la puerta lo que una de las niñas se apresura en abrir antes que wei lo haga.
-Con una sonrisa en sus labios de la pequeña ve, a una mujer y un hombre con miradas serias lo que hace que cambie su expresión. -¿A quien buscan?
- Se encontrará Shin Li y Guein.
-¿Quienes son señorita? -Pregunto el viejo wei que estaba acercándose.
-Buscan a mis tío Shin y Guein.
-¿Para que es su visita? -Preguntó la mujer de cabellos oscuros de vestimenta oriental, vestido largo que cubría sus piernas pero descubierto de los hombros y mostrando la mitad de sus pechos, junto a su lado un hombre con el emblema del Clan Li mostrándose como el segundo hijo, ropas chinas mostraba su linaje.
Y desde la puerta de la otra habitación observaban las cuartas hermanas de Shaoran junto a sus esposo y hijos sin perderse ningún detalle.
-Mejor terminemos con esto a lo que van. -Comentó Shin con frialdad cruzando se de brazos.
- No creas que estamos por gusto. -Comentó el hombre.
-Querido.
- Sin rodeos, mejor hablen. -Dice Guein rodeando su brazo en la. Dsu esposo.
-Venimos a pedir la mano de su hija. -Dejando en silencio la habitación.
-¿Están bromeando?
-Me gustaría que eso fuera, pero no.
- ¡ Y quien les da la seguridad que les voy a entregar a mi única hija a ustedes par de arpias! -Dijo echo una furia Shin.
-Calmate querido, debe haber una explicación, ¿verdad? -Dijo observando a la madre Kamin.
- Nuestro hijo menor se enamorado de su hija.
Casi ganas de reírse de Shin Li, casi quería sacar chispas y romper a su alrededor, parecía burla esto.
- Su hijo tiene catorce años.
- Eso mismo dije que era una locura, pero mi mujer insistió que debía respetar en los sentimientos de nuestro hijo.
- Meiling sabe de esto.
-Dudo que esté enterada pero mejor.
- Que quiere decir que es mejor que nuestra hija no lo sepa.
- Como ven Zhakin, siendo el más joven, tiene un gran nivel de poder, lo que sería una gran ayuda en el futuro.
- Y eso que beneficia a nuestra hija.
-Admitesmoslo Guein, tu hija no tiene ningún poder y sería muy peligroso que este desprotegida, viniendo del Clan Li, sería un gran objetivo para los enemigos. -Lo que no convenció a ninguno de los con las palabras de la mujer, se miraron entre sí.
- Por eso nos tiene a nosotros para protegerla, no necesita un mocoso y menos que provenga de Clan Kio, y más de lo que paso con tu muchacho al comprometerse con otra.
Siempre había estado consiente que su única hija no naciera con un don de poder mágico aceptaba que su vida fuera normal en cierto modo aún así el miedo le inundaba como todo padre al saber que habrá un momento que protegerla como desearía para siempre no podría tarde o temprano le llega su momento o hora.
-¿Que piensan? -Preguntó la mujer
- Nos negamos. -Su afirmación de Guein, sin quitar esa expresión sería..
-¡¿Debes estar bromeando!? -Dijo alterada.
- Para mi bien, imaginate mujer que nazca un nieto sin poder mágico sería una gran vergüenza y desgracia para el Clan. -Esas palabras provocaron que se enfureciera Shin, nadie se atrevería a insultar esa manera a su hija, lo que tomó del cuello de la camiseta casi estampandole a la pared.
Los ojos salto es de los cuñados y hermanas Li estaban sorprendidas al ver como el tío había demostrado su gran fuerza como el segundo hijo de Lien Li.
-Ni tu, ni nadie... ¡Se atreverá a insultar a mí hija! -Rugiendo enfurecido.
Se escuchaba las discusiones desde afuera de la mansión mientras la figura de una persona se acercaba se quedó quieto unos segundo escuchando la gran confrontación, pensando si estaba bien abrir la puerta, lo que respiro hondo y tomó la manija para abrir, al ver el hogar de su tía, el sentimiento familiar no había cambiado en nada, caminando hasta llegar a la otra habitación donde se encontraban las cuatro hijas de su tío Hien Li, junto a sus esposos, e hijos oyendo con mucha atención.
- Que escuchamos. -Se asoma entre ellos.
- Están apunto de romperle la cara el tío. -Este tenía en su boca un dulce masticando que era el esposo de Fanren Li (hija mayor),
-¿Y eso porque ?
-Insulta a nuestra Meiling. -Comentó el esposo de Feimei Li (segunda hija)
- Yo también hubiera hecho lo mismo, se lo tendrá muy merecido. -Dijo el esposo de Fuutie Li (tercera hija)
- ¿Pero no entiendo porque la insulto?-Preguntó antes de sobresaltarse igual.
- El viejo vino para ver si aceptaban en comprometer a nuestra Meiling y mis tío lo rechazaron y por esto lio. -Explicó el esposo de Shiefa Li (cuarta hija)
-Ahora entiendo todo.
Ni guno de ellos se había dado cuenta de su presencia estaban tan metidos en el problema, este solo se metió apareciendo para intervenir antes que el problema haciendo más grande.
-Son un par de salvaje.
- Yo debería darte tu merecido vieja urraca. -Dijo Guein remangandose las mangas, esta se hacía hacia atrás.
- No creo que sea lo indicado madre. -Habló el muchacho.
-Mioshi, mamá sabe lo que hace. -Dicho esto, se percata de algo, lo que se gira lentamente viendo ahí, parado a su primogénito cabello largo y lacio oscuros como la noche, ojos castaños, vestimenta de traje negro y camiseta azul cielo, sus manos metidas en los bolsillo de su saco. Sus ojos se cristalizaron al verlo, lo que el hombre se detuvo al oír como sus retumbaban el nombre de su primogénitor, quien se había años por unos conflictos que hubo entre padre e hijo. -Hijo...-Pronunció con tanta calidez.
-Mioshi...
-Disculpen si no avise, pero la última vez me dijistes que yo ya no era... -Desviando la mirada con temor, fue recibido con un abrazo de sus padres quien conmocionados de la emoción.
-Entiendo tus motivos y tenias mucha razón y no cometer el mismo error dos veces. -Su alegria cambio aúna amenazante, que alarmó a los Kio. -Les dos diez segundo para se desparesca o yo los saco a patadas. -Casi en rugido, se fueron casi corriendo de la mansión.
-Al fin se fueron urracos. -Dijo la hija Fuutie alzando las manos hacia arriba y emocionada que casi aventó la puerta mostrando a todos escuchando, se quedaron atónitos y en silenció.
-Porque esto ya no se me hace raro. -Dijo Guein, estos se rieron y casi saliendo como el relámpago llevándose a sus pequeños. -Hijo. -Lo acaricia con ternura su mejilla.
- Nunca imagine encontrarlos aquí.
- Estamos igual que tu, pensábamos que nunca te volveríamos a verte. -Dice muy alegre la mujer.
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- Lo siento, fui demasiado directo-dijo él girando para verla en ese momento.
-Zhakin, se que no tienes una buena relación con tus padres.
- Como voy a tenerlo si quieren controlar la vida de sus hijos, decidiendo lo mismo que hicieron sus padres. -Desvía la mirada. - Aunque mi abuelas sean unos ángeles eso no quita que mi dos abuelos sean unos tiranos machistas. -Resoplando con pesadez.
- Estas consiente que yo no tengo poderes mágicos a lo que puede que si tu y yo en un futuro tengamos hijos podría... y tus papas. -Apretando las sábanas , lo que este pone su mano en la suya.
- Yo no soy los demás que se fijan en esos detalles de tener un don mágico, lo que deseo es ser feliz junto la persona que amo.
-Zhakin, es que yo... -Baja la mirada.
- Se que no sientes nada por mi por ahora, pero eso no signifique que me daré por vencido, no descansare hasta lograr ganarme tu corazón con sinceridad.
- Eso lo sé, y no tengo duda, pero aún eres joven, llegare un punto que desearás otras cosas.
-Te demostrare que no sera así. -Se pone de pie, dándole la espalda. - En menos te lo esperes cumpliré cada palabra que sale de mi boca. -Se retira en silencio dejándola pensativa.
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-Me alegro que todo estará mejor. -Dice kero que estaba sentado en el futon mientras Sakura se cepilla a su cabello.
-Lo dices porque nos mudaremos a otro lugar.
- De eso y que pronto Tomoyo podrá volver a caminar lo más pronto que sea posible.
- Aunque pienso que poner más guardaespaldas es muy exagerado.-Comenta Sakura en un tomo preocupado al mirar desde el ventanal el cielo oscuro de la anochecer.
- Es normal Tomoyo estuvo en gran peligro.
-Pero más seguridad tenga, no podrán protegerla del peligro de la magia. -Dijo sacando su llave de estrella que llevaba como dije.
- No fue culpa tuya lo que sucedió. -Le dice.
- Siento que más gente me rodee peligrara y si algo sucediera yo... -Apretando su mano y cerrando sus ojos.
- Sakura...
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Desde el balcón de su habitacion, recargado en el barandal miraba el cielo, mientras hablaba por teléfono con la más joven de sus sobrinas.
- Entonces eso pasó. -Dijo en suspiro Shaoran.
- tío Xia, porque juzgan tan feo a mi tía Mei, por no tener magia.-Dijo la pequeña de cinco años que le costaba aún es pronunciar el nombre de Shaoran.
- Hay gente que aún se fijan en esos detalles sin importancia.
- Entonces eso significa que también me van a despreciar en un futuro por no tenerlos. -Dijo en un tono triste que le salían las lágrimas y se limpia con la manga de su camiseta.
-Yin Ken, ya habíamos hablado de este tema. -Dice Shaoran a su sobrina, que le dolia de escucharla hablar así.
La luna tonada de rojo, diez hombre de túnicas oscuras miradas serias pronunciaba unas palabras, del otro lado se encontraba reunidos ocho jóvenes en un aura de diferente tonos, el sonido del ave fénix, rudigos del tigre y dragón.
-un león a su lado. - ¿kero?. -Un muchacho de cabellos castaño de traje oriental color verdes, se ponía en posición para atacar junto a su espada. -Sh... shaoran-kun... -Mencionó lentamente. -A lado estaba una chica de cabellos largos que se hacía tan familiar que casi quedó atónita al como caminaba con valor junto al otro joven que la acompaña. --Yo la conozco ella... ¿No puede ser?. -Casi dejándola sin palabras. -sus cabellos eran revueltos por brisa. -¿Tomoyo?.
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