Capítulo 2

Han pasado 4 días, los chicos ya estaban de vuelta a la academia, donde la popularidad de Kenichi e Indra subieron, ellos y el escuadrón que lideraban fueron los salvadores del rey loco y ahora hacían un gran baile para celebrar.

Kenichi: Se siente bien, estar de vuelta. – decía tranquilo mientras se apoyaba en el balcón.

Enju: Así que aquí pasaste la mayor parte de tu tiempo.

Kenichi: Sí, en los primeros días aprendí muchas cosas, además que tuve mi primer duelo, aunque con desventajas.

Shun: ¿Desventajas?

Kenichi: Mi cuerpo se había alterado, dado que aquí tienen su propio poder, me tomó tiempo recuperar mis habilidades.

Enju: Entiendo, por cierto, cuando Indra llegó a este mundo él terminó lejos ¿No es así?

Kenichi: Sí, estaba en una nación en donde anteriormente era nuestro enemigo, Albion, una facción dio un golpe de estado y la renombraron Reconquista y su primer movimiento fue en un pueblo donde vive una amiga mía quien me brindó alimento.

Shun: Ya veo. – Nota una estructura. - ¿Ese lugar es tu sede?

Kenichi: Sí, además que aquí tengo guardado algo que les agradará.

Enju: Eso me da mucha curiosidad, a lo mejor vamos después del baile.

¿Cómo están? – los tres voltean y ven a la peli rosa con un vestido elegante. - ¿Puedo pedir prestado a su hermano?

Enju: Claro, no hay problema.

Shun: Suerte hermano. – su hermano levanta el pulgar y se va con la peli rosa.

Louise: Me alegra que todo ha terminado.

Kenichi: Sí, finalmente podemos estar tranquilo. – la mira y sonríe. – Ese es el vestido que usaste la primera vez que bailamos.

Louise: ¿Te gusta?

Kenichi: Sí, además que esa fue la primera vez que bailamos, aunque fue como una recompensa. – ella ríe levemente.

Louise: Bueno, en esos tiempos no sabía cómo expresarme y darte las gracias. – decía avergonzada.

Kenichi: Eso lo puedo entender, pero fue una bonita experiencia. Pero ahora.... – extiende su mano de como un caballero. - ¿Me permite bailar esta pieza con usted, madeimoselle? – ella da un asentimiento y toma con delicadeza su mano para dirigirse a la pista de baile.

Louise: Esto me trae buenos recuerdos.

Kenichi: Sí, a pesar que fuera una recompensa, fue la primera que me diste. – la peli rosa aprieta su mano pero por felicidad. – Louise.

Louise: ¿Si, Kenichi? – lo miraba curiosa.

Kenichi: He estado pensando y me gustaría vivir contigo. – eso la ruboriza.

Louise: Cre-Creí que ya lo hacíamos.

Kenichi: Me refiero a conseguir nuestra casa.

Louise: ¿Te refieres a ...?

Kenichi: Sí, conseguir nuestra propia casa, tanto en mi hogar, como en este mundo. – siguen bailando.

Louise: ¿D-De verdad?

Kenichi: Sí ¿Te gusta la idea? – La peli rosa se imagina viviendo juntos pero con unos pequeños niños, haciendo que se sonroje más, pero con una sonrisa tímida.

Louise: M-Me encanta. – se acercan y se dan un beso, mientras que Shun y Enju tomaban fotografías de forma disimulada. – Realmente me gustaría vivir contigo.

Ambos iban a volver a besarse, pero se dan cuenta que eran el centro de atención, dejándolos ruborizados y con una gota de sudor mientras que Indra y los hermanos del pelirrojo con puntas negras.

Kenichi: ¿Vamos a "bailar" en un lugar privado? – lo dijo en voz baja y ella asiente por lo que se van de ahí.

En la habitación de la peli rosa, ambos estaban besándose, hasta que se colocan en la cama.

Louise: Ke-Kenichi.

Kenichi: Te ves tan hermosa Loui... -. nota algo bajo las sábanas. – ¿Eh?

Louise: ¿Qué pa...? – voltea y nota el bulto, por lo que retira las sábanas y resulta que era Siesta, quien tenía una ligera sonrisa. - ¡Siesta! ¿Qué estás haciendo aquí?

Siesta: Calentaba la cama para ustedes. – decía con una sonrisa traviesa mientras que el Uzumaki da un suspiro con una leve sonrisa.

Kenichi: Je, claro. – ella lo abraza, haciendo que la peli rosa le saliera un tic.

Siesta: Pero me alegra que hayas regresado. – el pelirrojo corresponde el gesto.

Kenichi: Gracias y sí, pasaron días. – le da unas palmadas en la espalda.

Siesta: Me he encargado de la limpieza, tanto de su casa, como la habitación de la señorita Valière.

Kenichi: Oh, Siesta, no te hubieras molestado.

Siesta: Soy la sirvienta personal de Kenichi-san, velar por su seguridad es mi responsabilidad. – esboza una sonrisa y el pelirrojo corresponde el gesto.

Kenichi: ¿Qué tal si más tarde te presento con mis hermanos? Después de todo, tú me brindaste alimento los primeros días y me ayudaste.

Siesta: ¿De verdad?

Kenichi: Claro, no tengo problemas.

Louise: Si, opino lo mismo, si no estaba presente tú lo ayudaste, en especial cuando levantaste su ánimo.

Siesta: Gracias por tus palabras señorita Valière. – la peli rosa da una leve risa.

Los tres regresan a la fiesta, donde Kenichi le presentó a sus hermanos, Siesta dio una reverencia, dejando sorprendidos a Enju y Shun, por lo que Kenichi les explica que después de la guerra, además de ganar un título, también, le dieron una sirvienta.

Siesta: Kenichi-san me dijo que no hacía falta, pero velo por su felicidad y su seguridad.

Shun: Vaya, en serio, sí que te estima mucho.

Kenichi: En sí, es porque ella me dio comida cuando recibía castigos. – la peli rosa baja la cabeza avergonzada. – Tranquila Louise, eso ya quedó en el pasado.

Louise: Lo sé, pero aún siento algo de culpa por lo que hice.

Kenichi: Ya pasó, ya pasó. – le da un abrazo mientras le daba palmadas en la espalda a la peli rosa.

Shun: Por cierto hermano ¿Dónde haríamos "eso"?

Kenichi: Ah, verdad. – coloca su mano en su barbilla. – Podría hablar con el director Osmond para que me permita hacer un espacio y que puedan construirlo ahí.

Enju: Esa es una muy buena idea.

Kenichi: No me tardo mucho. – se retira de ahí.

Siesta: ¿"Eso"?

Louise: Harán un portal que conecte nuestro mundo, con el mundo de ellos.

Siesta: ¿Eso quiere decir que? – La peli rosa asiente.

Shun: No te preocupes, ese portal será como un puente para que pueda regresar, se ve que lo estimas y no queremos que sea un adiós.

Siesta: Muchas gracias Shun-san. – da una reverencia.

Shun: No hace falta que hagas eso, todo amigo de Kenichi es mi amigo. – da una sonrisa sincera.

Enju: Es verdad, además que te agradecemos por cuidar bien de mi hermano popular. – extiende su mano y la peli negra corresponde el gesto.

Siesta: Señorita Valière ¿Y si le preguntamos cosas de Kenichi-san?

Louise: ¿Crees que sea buena idea?

Enju: Claro, por mí no hay problema.

Minutos después, Kenichi regresa e informa que obtuvo luz verde para que puedan hacer el portal en las afueras de la academia.

Enju: Eso es muy bueno, entonces procederemos a armarlo mañana. – su hermano no dudó en esbozar una sonrisa, si antes a Louise le angustiaba era porque creía que si él se iba a su hogar, ya no regresaría, pero ahora podía ir con él, experimentar un nuevo mundo, el hogar de su novio, eso la hacía muy feliz.

Shun: Pero por ahora, quiero disfrutar de este día libre, además que es en honor a ti y tu grupo.

Indra: ¡Aquí están! ¿Qué hacen? ¡Tienen que divertirse! – decía emocionado mientras cargaba dos barriles de cerveza.

Kenichi: Es verdad ¡A festejar! – todos levantan su brazo de forma animada y proceden a celebrar lo mejor que nunca, Kirche con el profesor Colbert, los caballeros ya habían sido perdonados y podían disfrutar, hasta Guiche hablaba de forma animada con Montmorency y llegaron a buenos términos, retomando su relación poco a poco.

Indra: ¡Venga, sigamos bailando! – dado que el alcohol no le afectaba tan pronto, podría beber más y disfrutar.

Kenichi: ¿Y qué te parece Tiffania?

Tiffania: Es la primera vez que participo en una fiesta como esta, sin embargo, me agrada. – respondió con una sonrisa sincera.

Kenichi: Me alegra mucho. – en eso ve a una rubia con coletas acercarse a él.

Buenas tardes Kenichi-dono. – decía la chica con coletas con modestia.

Kenichi: Buenas tardes Beatrice-san ¿Cómo le va?

Beatrice: Muy bien gracias, supe de los logros en Romalia, además que pudo reencontrarse con sus hermanos.

Kenichi: Si, hace más de un año que no los veía, eso me alegra mucho.

Beatrice: Y-Ya veo, po-por cierto... - estaba algo nerviosa y con un leve rubor pero saca un paquete. – Qu-Quería darte esto. – se lo entrega en el pecho. - ¡Sé agradecido! Normalmente yo no hago eso. – cruza los brazos y mira a otro lado para que no la vea, el pelirrojo estaba confuso pero procede a abrirlo y ve que era una gabardina de color rojo.

Kenichi: Oh, una gabardina, muchas gracias por este obsequio Beatrice-san.

Beatrice: D-De nada, está hecha del más finas telas, cómodo, duradero y adaptable para su temperatura. – juega con sus dedos. – E-Espero que te guste.

Kenichi: Lo aprecio mucho. – da una sonrisa y acaricia la cabeza de la rubia, poniendo nerviosas a sus compañeras, creyendo que eso la haría enojar pero ella baja la cabeza ruborizada., dejándolas con la boca abierta.

Beatrice: Gra-Gracias. – juega con sus dedos mientras se iba con un gran rubor.

Kenichi: Qué generosa.

Tiffania: Sí, cuando la conoces, es agradable. – da una sonrisa aunque tenía un leve toque de celos.

Louise: Aquí estas Kenichi. – mira la gabardina roja. – ¿Quién te dio eso? – preguntó con curiosidad.

Kenichi: Beatrice-san. – eso le saca un tic a la peli rosa pero lo pasa por alto.

Louise: Y-Ya veo. Pero a lo que vine. ¿Bailamos un rato más? – su novio asiente.

Tiffania: Yo cuidaré tu gabardina. – da una sonrisa.

Kenichi: Muchas gracias Tiffania.

Esa fue la mejor noche de celebración, al día siguiente, Shun y Enju empezaron a construir el portal mientras que Kenichi, Indra, Louise y Siesta, fueron a la posada de las hadas, para su sorpresa, las hazañas de Kenichi e Indra llegaron y querían hacer una obra teatral.

Kenichi: Ok, esto no me lo esperaba. – salía del shock mientras dejaba de ver la imagen.

Indra: Ni siquiera yo,

Louise: Anímense, ahora los dos son famosos. – decía en forma de broma.

Scarron: Oh Louise-chan tiene razón, muchos están ansiosos en conocerlos.

Kenichi: Con razón muchos nos miraban emocionados. – se rascaba la nuca y ve que las "hadas" se acercaban para pedirle autógrafos, tanto a él como a Indra, poniéndolos algo nerviosos.

Jessica: ¿No vas a marcar territorio?

Louise: ¿Eh?

Jessica: Porque con la fama, vendrán más y más, las chicas llegarán. – eso hizo que tanto la peli rosa como la peli negra sintieran celos ya que vieron que algunas chicas abrazaban al pelirrojo con puntas negras.

Louise: No sé por qué tengo la sensación de que cuando salgamos, habrá un escándalo.

Siesta: Qué casualidad señorita Valière, yo también tengo esa sensación.

¡Kenichi-sama! ¿Podría darme un beso? – decía una, haciendo que las chicas le salieran un tic en el ojo.

¡Un abrazo Kenichi-sama! – decía otra, sacándoles una vena a la par, todo era visto por Indra quien se reía.

Kenichi: No te rías tanto que Kurome estaría igual. – eso le da un escalofrío al pelinegro con puntas azules.

Indra: Tenías que decirlo. – dijo con un poco de miedo.

Kenichi: Pero bueno, me alegra estar aquí, aunque sea por un rato, pero creo que regresaremos, al menos hasta que se calme la situación.

Scarron: No se preocupen, aquí son bienvenidos. – da una sonrisa y el grupo agradece para luego irse de ahí.

Pero tal como Louise lo predigo, ni bien salieron, la gente de la ciudad reconoció al par y se acercaron para pedir autógrafos o abrazos o un pequeño recuerdo.

Siesta: ¡Esperen por favor!

Louise: ¡No se amontonen! - parecía que la situación se iba a complicar sin embargo, llegó el escuadrón de mosqueteras.

¡A todos los civiles, dispérsense de una vez! – poco a poco los civiles procedieron a retirarse debido a lo estricto que eran las mosqueteras, de paso, salvando a Kenchi e Indra quienes tenían su ropa hecha girones y con el cabello alborotado. – Oh, al final te encontramos.

Kenichi: Gracias Agnes, casi me asfixio. – decía mientras tenía los ojos en espiral e Indra asiente. – Pero ¿A quién encontraron?

Agnes: A ti, Su Majestad lo está llamando. – Eso no le agradó a la peli rosa.

Kenichi: ¿Eh? ¿Debo ir?

Agnes: Lo siento, son órdenes.

Kenichi: Está bien. – da un suspiro de resignación. – Nos vemos luego Louise. – ella asiente y lo besa.

Louise: Ten mucho cuidado. ¿Sí? – Siesta lo abraza por unos segundos.

Kenichi: Sí, lo tendré.

Indra: Nos vemos en la academia. – choca puños con el Uzumaki y toman caminos separados.

En el camino al, Kenichi estaba con las manos en los bolsillos y una expresión seria ¿Qué querrá la reina en estos momentos? Estuvo distraído en sus pensamientos hasta que nota que estaban caminando por los pasillos del palacio.

Agnes: Ya hemos llegado. – El pelirrojo asiente y procede a ingresar, la oficina de la reina, después de la guerra había tenido que vender todo, sin embargo, se ve que pudo recuperar algunas cosas.

Kenichi: Buenas tardes Su Majestad. – dijo dando una reverencia.

Henrietta: Buenas tardes Kenichi-san. – da una sonrisa sincera mientras le entregaba una taza. - ¿Gusta un poco de té?

Kenichi: Gracias. – recibe la taza pero antes de tomar, la reina toma la palabra.

Henrietta: Lamento haberlo llamado de forma repentina. – decía con una ligera sonrisa.

Kenichi: No hay problema.

Henrietta: Julio-san me contó que se reencontró con sus hermanos. – miraba el contenido de su taza pero en el fondo quería un contacto visual con el pelirrojo.

Kenichi: Sí, después de estar inconsciente, sentí tanta felicidad de poder reencontrarme con ellos. – tenía una ligera sonrisa al recordar ese momento.

Henrietta: Me alegra mucho. ¿Y qué planes tiene ahora?

Kenichi: Pues... - mira su taza. – Regresar a mi hogar, ver a mis padres y a mi hermana menor. – eso hizo que le doliera a la peli violeta, sin embargo no era todo. – Además, que me gustaría llevar a Louise.

La reina apretó un poco su taza, escuchar eso último no le agradó ¿Irse con Louise? ¿Por qué con ella? Incluso cuando se enteró que son novios de forma oficial, algo dentro de ella no le gustó.

Henrietta: ¿Llevarás a Louise?

Kenichi: Sí, sería una buena oportunidad para que conozca a mis padres. – estaba con los ojos cerrados mientras tenía una sonrisa.

Henrietta: Qu-Qué bueno, ir con la persona que amas. – baja la mirada.

Kenichi: Sí, a decir verdad, después de un año y algunos meses, podré volver.

Henrietta: Y-Ya veo. – termina de tomar su té mientras tenía la mirada ensombrecida. – Louise debe estar feliz.

Kenichi: ¿Hum?

Henrietta: Ella debe estar feliz de tener a alguien de buen corazón y muy amable como tú. – se levanta. – Un gran chico que está dispuesto a arriesgarse para proteger a los que ama.

Kenichi: Le agradezco por esas palabras.

Henrietta: Es por eso, que mi corazón late a mil. – se acerca al pelirrojo quien se levantó de la sorpresa.

Kenichi: ¿Eh?

Henrietta: No puedo olvidar cuando nos besamos en la posada, cada vez que me llega ese recuerdo, mi corazón late con fuerza. – se acerca más y coloca su mano en su pecho. – En el baile pasó lo mismo y cuando estabas malherido, sentí un fuerte dolor.

Ella toma la mejilla del Uzumaki quien se mantenía serio.

Henrietta: No puedo dejar de pensar en ti, realmente estoy enamorada ... - se acerca para besarlo, sin embargo el pelirrojo con puntas negras la empuja. – Ah...

Kenichi: Ya le he dicho varias veces que no ¿Cómo puede hacer esto? Sabe bien que estoy en una relación y es su amiga de la infancia ¿Cómo puede menospreciar esa amistad? – la miraba con decepción y enojo. – Seré directo con usted, yo no siento lo mismo por usted y debe renunciar a eso, además, ese beso en la posada era para no llamar la atención debido a su misión. – se dirige a la puerta. – "Gracias" por el té, pero yo procedo a retirarme.

Kenichi cierra la puerta mientras que Henrietta, cae de rodillas, baja la cabeza, su cabello tapa su mirada y lágrimas caían a sus manos, nuevamente la había rechazado, pero en el fondo, no quería aceptarlo, se negaba a aceptar ese rechazo.

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Algo dentro de ella SURGIÓ.

FIN DEL CAPÍTULO

ESPERO LES HAYA GUSTADO...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.

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