Capítulo 13 (+18)

Kenichi se encaminaba con tranquilidad al cuarto de la posada que se les había asignado para descansar, ciertamente era bueno poder tomarse un descanso tras tanta acción continua, simplemente necesitaban un descanso de tantas batallas, especialmente el pelirrojo con puntas negras que es desesperadamente acosado por la reina Henrietta quien aún tras tanto tiempo, se rehúsa a aceptar un no como respuesta al amor.

Afortunadamente podía tomarse un respiro de todo eso, relajarse en la vivienda tan acogedora en la que están, era rústica y no muy extensa, pero perfecta para que algunas personas pudieran alojarse cómodamente en el lugar, siendo este el caso de los hijos de Aiur que podían darse el lujo de un merecido descanso tras las interminables batallas que han enfrentado constantemente hasta la actualidad desde que el portal fue destruido y Kenichi no pudo volver a su verdadero hogar, viéndose en la obligación de permanecer en el mundo actual hasta poder encontrar otra salida, claro que no sin antes detener a Henrietta para que no involucre a más inocentes en sus caprichos, eso es algo que jamás permitiría y mucho menos se perdonaría, por lo que ya se esfuerza demás al saber que hay gente inocente que ha caído en batalla o injustamente a causa de su mandato egoísta.

Kenichi: - Estirando sus brazos hacia arriba. - Necesito un descanso

Expresó como si le contara una necesidad a alguien, aunque de echo si es una necesidad, pero ahora mismo no hay nadie por los pasillos, de cualquier modo es más un pensamiento propio, no algo que necesite decirles a otros, solo necesita tiempo propio sin algo que le estrese para relajarse, no hay necesidad de nada más.

Aún le costaba un poco creer que la reina no acepta su realidad y solo lo deja ir, especialmente porque los más jóvenes son los integrantes del grupo rebelde que se opone a seguir su caprichoso y egoísta mandato, sonará repetitivo, pero es que no hay mejores palabras para describir todo lo que ella hace, es simple y directo, quiere arrastrar a un chico que luchó fervientemente contra todo pronóstico en un mundo que no le correspondía y al cual fue arrastrado sin preguntar, pero aun así optó por ayudar a los más necesitados durante su estadía para no quedarse de brazos cruzados y ver como otros eran maltratados, aunque todo dio un giro de 180° cuando su boleto de ida a casa fue destruido y fue encerrado por el anhelo poco sano del corazón de Henrietta, afortunadamente cada avance es un paso más cerca del fin de la tiranía, aunque no se sabe cuántos pasos tendrán que dar, de cualquier modo no hay vuelta atrás y tampoco aceptarían volver, tienen derechos por los cuales luchar y hace mucho que se dispusieron a eso

Llegó a su cuarto con los ojos cerrados porque se sentía en confianza de poder abrir la puerta de su propio cuarto y cerrar detrás, pero en cuanto lo hizo y abrió los ojos notó que Louise, Siesta, Tiffania y Beatrice estaban arrodilladas en la cama esperándolo con una sonrisa, además de solo vestir pijamas de tirantes.

Pasaron 3 puntos sobre Kenichi antes de que su cerebro conectara y se sonrojara por pensar que entró en un momento incorrecto, ya que su vista se dirigió casi al instante a sus cuerpos y no notó las sonrisas de cada una que miraban con atención hacia la puerta, como si quisieran recibirlo de buena manera.

Estaba dispuesto a irse, sujetando la puerta para abrir y escapar de cualquier atentado contra su salud física.

Kenichi: L-lo siento.

Por suerte Louise tuvo la suficiente velocidad para abrazarlo por detrás y detenerlo en el acto, haciendo que se sonroje, sentía pequeños puntos presionando con su espalda y se sentía algo nervioso por pensar que está en algo indebido por un error, pero realmente hay una parte de él que ya supone deshidratación por sentones o algo similar.

Louise: No te vayas Kenichi, sabes que puedes ver - se lo dijo muy relajadamente, además de cariñosa.

Kenichi: Tal vez a ti, pero a ellas no ¿Qué hacen en nuestro cuarto de todos modos? -aún podía mantenerse cuerdo y tranquilo, ya había cogido antes con Louise, no es tan inocente y nervioso en estas cosas, pero aun así le es algo incómodo el verlas así nada más.

Louise: Habrás de saberlo ¿no?

La segunda cabeza de Kenichi formuló la respuesta de lo que pasa, pero sentía que iba a ser demasiada suerte como para que realmente le esté pasando que cuatro chicas lindas lo quieran a él en estos momentos para hacerlo, obviamente abajo algo se levantó por parte del pelirrojo.

Kenichi: No estarás queriendo decir que....

Siesta: Kenichi-sama - abrazándole un brazo mientras que su mirada pues... lo decía todo, para que andar con cosas, obviamente no podía evitar estar nerviosa porque sería su primera vez, pero igual quería, si es con Kenichi, obviamente iba a querer.

Kenichi: ¿Si-Siesta? -viéndola en un estado indeciso a pesar de verlo con ganas de hacerlo, sin embargo tenía dudas al respecto, obviamente es solo por saber si le dolería o no.

La elfa rubia llegó por el otro lado para abrazar su brazo libre, enterrando ese brazo en sus descomunales pechos.

Tiffania: Si es con Kenichi-san, no tengo problema en hacerlo -recargando su cabeza en su hombro.

Beatrice que seguía en la cama arrodillada no decía nada por estar expectante con una sonrisa de lo que haría, ya suponía que ante chicas como ellas se iba a rendir fácilmente, porque a todas en el fondo si las amaba, como compañeras a la mayoría, pero sería mentira decir que no tiene sentimientos encontrados por ellas, en una forma minúscula, pero los tiene

Kenichi: ¿Están seguras de que están bien con esto?

Iba a ser su última confirmación, sabe lo seguras que pueden ser, pero la primera vez puede ser excepción de eso, claro que si ellas realmente están seguras no dará marcha atrás en sus deseos, solo quiere complacerlas... ok seamos claros, está pensando con la cabeza de abajo.

Beatrice: Mejor deja de hacernos esperar, es vergonzoso estar así - acariciando su brazo con nerviosismo por tener un pijama de tirantes azul mientras desviaba la mirada, el de Louise es rosado, el de Siesta oscuro y el de Tiffania es verde.

No dijo nada en respuesta, solo comenzó a desnudarse mientras se encaminaba hacia la pobre cama que será víctima de todo lo que pasará esta noche.

Kenichi: Lamento molestarte por eso, te lo compensaré.

Se pegó a ella en un beso que intentaba mostrarse apasionado, pero realmente tenía algo de torpeza, aún no era muy experto, pero para la virgen con coletas parecía casi profesional y sabio en lo que hacía, ni bien Kenichi estaba arrodillado y besando desde arriba a Beatrice por la diferencia de altura, esta ya se excitó con facilidad y liberando uno que otro gemido en medio de jadeos por tratar de resistir y no verse como una mujer tan fácil ya que no quiere que piense mal de la mujer con la que se va a acostar, pero en estos momentos la testosterona de Kenichi era más fuerte que su lógica o cosas así, por lo que siguió con el beso

Siesta: No es justo Kenichi-sama - sujetándole un brazo. - todas queremos de su amor.

En respuesta también la besó a ella dejando a Beatrice con la vista perdida porque estaba concentrada en el beso y se cortó de repente para que Kenichi se ponga a besar a Siesta, pero Tiffania llegó por detrás sorprendiéndolo porque se recargó sobre él, especialmente con sus enormes pechos moviéndolo para abrazarlo, recostando su cabeza sobre su hombro para comodidad propia, mientras que Kenichi solo la volteaba a ver y estaba a punto de hacer algo, pero la situación recuperó el control gracias a Louise.

Louise: ¡Alto ahí! - deteniendo a los cuatro en seco. - Él es mi novio y gracias a mi tienen esta oportunidad

ALERTA DE LEMON(+18)

Acercándose empoderada o más bien prepotente y con sus manos en jarra. Era obvio que estaba celosa de que se le arrimaran así como así a su novio, pero no tanto a comparación de antes cuando no aceptaba el hecho de compartirlo, pero de cualquier modo iba a sacar ventaja de que era la más cercana al pelirrojo para poder tenerlo más para sí, aún cuando las otras tres amantes están tan cerca.

Louise: Aún lado, ni siquiera saben cómo satisfacerlo a pesar de que están tan dotadas de cuerpo - se subió a la cama arrodillándose en esta dando una mirada irónica y burlona a Beatrice. - bueno, algunas - la rubia con coletas entendió de inmediato que se refería a ella y si nos fijamos bien Louise tenía más pecho que antes, superando a Beatrice que ahora era la más plana del cuarteto de amantes del tomate. - Así que muévanse, les enseñaré a hacerlo

Todas hicieron caso en bajarse de la cama ya que además Kenichi estaba echando encima de la peli rosa besándola en el proceso mientras la recostaba suavemente y apoyaba sus antebrazos en la cama, de los cuales Louise se sujetaba mientras recostaba suavemente su cabeza en la almohada de la cama hasta verlo a los ojos mientras se separaban con un hilo de saliva que se rompió a la brevedad.

El Uzumaki empezó su ataque directamente recostando su rostro entre los crecidos pechos de Louise, frotando su cabeza mientras los amasaba sujetándolos desde abajo, algo para lo que Tiffania y Siesta se manifestaron como la hembra de esa situación, Beatrice por otro lado frunció el ceño con envidia de que pueda hacer eso con Louise pero no con ella debido a los pequeños pechos que tiene.

Louise: Kenichi suele ser como un niño~ así que darle esta área es esencial para comenzar~ -acariciaba la roja cabeza con mechas negras del que la manoseaba mientras hacía oídos sordos a sus palabras- le gusta recorrer de arriba hacia abajo el cuerpo de la chica antes de pasar a lo verdadero.

Las tres chicas se hicieron una idea de a que se refería cuando mencionó lo verdadero, pero no quitaban su vista de Kenichi que había bajado los tirantes del pijama de Louise por sus brazos para dejar sus pechos expuestos y con sus pezones duros, además de ahora babeados porque el Uzumaki había dejado rastro de que estuvo ahí ya que estaba bajando más, estaba muy emocionado y bajó de inmediato a las caderas de Louise para sujetarlas y levantarlas, sujetando del dobladillo de sus bragas para bajarlas hasta sus rodillas.

Siesta: Kenichi-sama se ve emocionado -acercándose para ver bien como Kenichi levantaba la parte baja de Louise, haciendo que lass piernas de la susodicha apunten en la misma dirección que su cabeza y esta las abrace para que no estorben mientras este lamía la distinción femenina de Louise que estaba algo húmeda desde que se besó con el Uzumaki.

Louise: Esto es solo un preludio~ - Kenichi se comportaba diferente a su primera vez, tenía más personalidad al saborearle el cuerpo. - Deben lubricarse~ con sus fluidos~ aaah~ Kenichi les~ puede~ uuuh~ ayudar~ aaaagh~ Dios mío esto es más intenso de lo que recordaba~ - Su última oración la dijo rápidamente antes de ser interrumpida por más gemidos propios ya que ahora Kenichi introducía su lengua en ella mientras pegaba su boca, pero no satisfecho con eso la movía con desesperación dentro de ella, esta vez parecía que ya estaba teniendo sexo en lugar de estar en los juegos previos.

Tiffania: Louise ¿estás bien? - la mencionada apretaba los dientes mientras miraba a Kenichi que sorbeteaba los fluidos que salían mientras meneaba su lengua furiosamente (sexualmente y no emocionalmente hablando) dentro de ella. - ¿Quieres que cambie contigo? - Más que por querer estar así con él (y realmente lo quiere) le pareció que Louise estaba muy complicada con el asunto.

Louise: ¡Para nada~! - sus ojos empezaban a acumular lágrimas por el placer mientras seguía viendo como Kenichi no se despegaba de ella. - ¡Unas~ novatas~ como~ ustedes~ no~ podrían~! - se concentró mucho en no gemir, pero no pudo decir más que eso para expresar que no les cederá su lugar, lo disfrutaba bastante como para siquiera pensar en dejarlo de lado.

La resistencia de Louise se estaba viendo muy explotada por Kenichi que hacía licuado su coño reducido en tamaño con nada más que los movimientos feroces por parte de su lengua que era apretada por las paredes internas de la peli rosa, haciendo que sucumba fácilmente a sus deseos de solo correrse en la boca del Uzumaki que se puso a sorber tantos fluidos como podía, pero algunos salían disparados y las chicas retrocedieron un poco por la sorpresa de ver como liberaba esos fluidos desmedidamente, una sorpresa por una reacción del cuerpo bastante común, algo así como una primera clase de anatomía.

Louise: Eso~ fue una corridaaah~ Kenichi es muy buenoh~ en hacer que las chicas se corran. - soltando sus piernas para dejarlas caer sobre la cama.

Siesta: ¿En serio? - levanta el dobladillo de su pijama mientras baja sus bragas para exponer su feminidad. - ¿Podría hacerlo conmigo? - preguntó coqueta y emocionada.

Kenichi se tentó volteando a verla y de echo estaba algo viscosa esa área, tal parece que ya estaba húmeda y quizás suficientemente preparada para solo llegar y entrar en ella, pero Louise le atrajo las caderas con sus piernas algo flojas para marcar territorio, aún no había terminado su proclamado turno.

Louise: Aún falta la parte más importante, Kenichi - le llamó. - ¿Quieres que lo chupe o quieres meterlo de inmediato? - preguntó jadeante.

Kenichi: Ya no puedo resistirme - se encontraba con demasiada testosterona en estos momentos como para seguir negándose a sus instintos de hombre.

Louise: Entonces solo hazlo, de todos modos yo también estoy lista. - abrió sus piernas y con sus dedos terminó por mostrarse allí abajo, exponiendo más su feminidad

Captó el mensaje con suma facilidad y se empujó a sí mismo para entrar en ella con su dura virilidad sin problema alguno.

Louise: ¡HIIIIIIIIII! - chilló abriendo los ojos, pero no paró de sacar voz porque empezó a gemir de inmediato ya que Kenichi no quería retenerse. - ¡AH~ AH~ AH~ ESPERAH~ KENICHIIIIIIII~ ESTÁS SIENDO MUY RUDO~!

No le hablaba de vuelta, estaba embobado viendo como ella sucumbía fácilmente a pesar de que se quejaba por la rudeza, obviamente lo estaba disfrutando por completo, a diferencia de la cama que no tardó en rechinar por los embates del pelirrojo contra el interior de la peli rosa que abrazaba la cintura con sus piernas. En un instante ya estaban en una posición muy comprometedora como si nada, algo a lo cual no prestaban atención las tres espectadores, toda su atención estaba en ver como chapoteaba debido a los choques de la pelvis de Kenichi contra la de Louise, estaban sonrojadas por verlos en un momento tan íntimo, pero estaban más sonrojadas por imaginar que eso es lo que les pasará, están asustadas de que duela, pero si se sinceraban, les gustaría que lo haga con ellas también, además de que tienen confianza en que será suave con ellas si así lo desean, pero por desgracia el espectáculo que veían iba a cambiar ese deseo de comenzar.

Los gemidos de Louise podrían despertar a medio mundo, afortunadamente la habitación estaba preparada para el ruido, no para la destrucción de la habitación por coger, pero esas cosas solo son detalles a comparación de lo importante que es para las chicas el poder volverse una con Kenichi y consumar el acto para dar un paso adelante, aunque a simple vista solo parece que quieren hacer una orgía y Kenichi la tenía más grande para satisfacerlas como a unas ninfómanas, pero todo tiene su trasfondo, aquí quieren disfrutar de poder unirse con él como si fuera luna de miel.

Louise: ¡Han~ han~ han~ lo haces muy rudo! - era diferente a su primera vez, aunque es porque en esa vez comenzó doliendo demasiado, ahora mismo estaba entre dolor y placer porque no se ha adaptado lo suficiente aún, pero su cuerpo no puede evitar pedir por más, lo cual facilita la parte de soportar que embista con tanta fuerza hasta que logra sentir solo placer.

Los estrógenos de las chicas aumentaban fervientemente conforme veían que Louise era sacudida por cada embestida, claro que no era por algo más que imaginarse a sí mismas siendo las chicas en esa situación, después de todo estaban enamoradas de Kenichi y tener su momento de lujuria desenfrenada con él era parte de amar, se entregan como mujeres a él quien las recibe con los brazos abiertos para corresponder a sus sentimientos.

Las pequeñas manos de Louise se aferraban a las sábanas con fuerzas que superficialmente no deberían tener, pero no era para menos, Kenichi se dejaba llevar bastante al empujar contra su interior.

Siesta no pudo resistirse más, se subió a la cama y levantando el trasero, le puso su feminidad cubierta por sus mojadas bragas a Kenichi en la cara, apoyándose con sus brazos en la cama, algo a lo que Kenichi no opuso resistencia, sujetando la cadera de Louise con una mano mientras que abrazaba el muslo de Siesta con su otra mano para frotar su lengua contra la prenda que por la humedad en ambos lados cada vez estaba más adherida al cuerpo de Siesta ya que no se dio el tiempo de retirarla porque la situación la calentó demasiado como para querer darse tiempo de hacer algo más que no sea lanzarse precipitadamente hacia la lujuria de Kenichi que no iba a ser tan amable en estos momentos con ella.

Que tuviera que concentrar su lengua en la maid no significaba que dejara descansar a Louise, después de todo seguía moviendo sus caderas contra ella, pero no fue hasta que vio a Siesta inclinarse lo suficiente para lamer los pezones de Louise, llegando con menos esfuerzo del que creía gracias a que eran más grandes que antes, afortunadamente Kenichi nos los soltaba fácilmente, pero por desgracia el pelirrojo lo notó y pues nada más que un subidón de testosterona fue su reacción, lo cual desencadenó que embistiera con mayor violencia contra el interior de ella, además de que hizo a un lado la tira de la ropa interior que impedía el contacto directo de su lengua con los labios vaginales de Siesta, quien ahora gemía fuertemente y sin poder hacerle algo a los pechos de Louise.

Siesta: Han~ han~ Kenichi-sama, no necesita exagerar~ - volteando a verle excitada por cómo le hacía licuado con su lengua.

Obviamente no iba a malgastar su tiempo en detenerse para poder hablar, después de todo lo importante era saciar más que eficientemente a Siesta quien al contrario de tratar de alejarse le apegaba más su trasero abrazándose a él con sus piernas se notaban carnosas y trabajadas para el hambre sexual de Kenichi que cada vez crecía a pesar de que no ha parado sus acciones, las cuales lograron hacer a Louise correrse fuertemente, haciendo que apretara con violencia su interior y con ello exprimiera el miembro de Kenichi que no se iba a reprimir esta noche e iba a soltarlo todo, incluso iba a conseguir más de donde no tenía si hacía falta, pero esta noche no habrá nadie insatisfecho.

Siesta: Kenichi~sama... me toca~ -canturreó bajando para ponerse sobre Louise, descargando su peso en ella y dejándolo a cuidado de Kenichi quien sujetó sus muslos para separarle las piernas abriéndose paso por ella al penetrarla, pero no pudo gemir porque Louise le tapó la boca mientras tenía una sudorosa sonrisa astuta-

Louise: Esta es~ mi venganza por abusar~ de mi cuerpo cuando~ solo Kenichi puede hacerlo~ - la acomodó más sobre ella para empezar a manosear sus pechos considerablemente más grandes a comparación de los suyos, después de todo no iba a crecer solo por una o dos noches de placer en las que Kenichi no podía dejarlos en paz.

Siesta: ¡Lo-Louise~sama, Kenichi~chama! - la saliva se le juntó en la boca y un hilo recorrió por su barbilla hacia abajo, pero eso era un aumento en el volumen del llamado para Kenichi.

Como hombre que era, es y sigue siendo, reafirmando ese hecho junto a su heterosexualidad, no podía resistirse al llamado de la carne, como si Siesta fuera una presa la atacaba violentamente con sus penetraciones, después de todo la peli rosa estaba así a propósito, para que pudieran disfrutar con todo lo que tuvieran hasta no poder más, aunque Kenichi no iba del todo fuerte, un poco de su conciencia aún funcionaba para no ser tan rudo. Tenía empujes fuertes, pero no era veloces, de hecho llegaban lo más profundo que podían con potencia y se quedaba un poco antes de volver a cargar su estocada, sin embargo con tanta testosterona por su parte en estos momentos y tan poca fuerza de voluntad que tiene para anteponerse a las mujeres que ama, tampoco hay mucho que hacer al respecto.

Beatrice se masturbaba arrodillada sin pena como si tuviera impotencia o sintiera miseria por verlos coger pero realmente no deja de pensar en que las chicas que están así con él solo es ella multiplicada por 2, después de todo siente envidia y entre más esperaba más le daba comezón abajo, la cual debía saciar de una u otra forma porque era molesto para ella y Kenichi estaba ocupado con las que fueron más veloces en llegar a él, así que debía darles respeto, después de todo confía en que se lo tendrán a ella y si no, pues se vengará de algún modo.

Tiffania por otro lado no tan desvergonzado como Beatrice, solo se acariciaba con timidez debido a que no tenía el valor de expresarse abiertamente con esas cosas, pero también seguía nerviosa debido a lo rudo que se veían las acciones del trío sobre la cama, de los cuales Siesta estaba con sus manos apoyándose contra el respaldo de la cama debido a una fuerte embestida de Kenichi que marcaba venas en sus brazos por la tensión de estos ya que sujetaba a Siesta por sus caderas al penetrarla y no quería agarrarla más fuerte, pero se excitaba demasiado con sus gemidos y con Louise devolviéndole el favor a la maid al atacar sus pechos como si nada.

Las dos rubias seguían expectantes a las acciones mientras se satisfacían a sí mismas con tal de reducir su nivel de incomodidad de ahí abajo, pero sus dedos cada vez eran menos eficientes en esa labor, solo Kenichi podría acabar con esa incómoda agonía que las carcomía, aunque ojalá lo hiciera pronto porque llegará el punto en el que sus dedos serán inútiles y le saltarán encima cuanto antes solo para que las haga suyas a toda costa.

Volviendo con la acción principal, Louise tapaba todavía la boca de Siesta mientras estimulaba sus pechos al chuparlos o amasarlos con la mano libre como venganza porque ella lo hizo primero.

Siesta: Hm~ hm~ hm~ hm~ - eran los repetidos y constantes sonidos que soltaba teniendo la mirada elevada por el placer, teniendo sus manos ocupadas en evitar que choque con el respaldo de la cama ya que Kenichi subía de nivel a cada segundo que pasaba.

Kenichi: Louise, quiero escucharla~ no le tapes la boca - le demandó con voz ronca e imponente a la peli rosa que caía en las feromonas que liberaba el cuerpo fornido del Uzumaki, se veía candente y dominante para ella, como si fuera su depredador, así que no hizo más que quitar su mano para dejar de callar a la maid, pero a cambio intensificó sus estímulos en sus pechos.

Siesta: ¡HAH~ HA~ HA~ AH ZI~ MÁAAAAAAAAAZ~! -suplicó siendo acatada en su súplica por el Uzumaki que encorvó su postura para tener su torso más cercano al de Siesta, sujetando sus firmes glúteos como sus riendas ya que cabello no tenía para eso.

Kenichi: No es apropiado que la sirvienta le dé órdenes al amo - susurró con firmeza a su oído libre ya que el otro estaba pegado al respaldo de la cama porque oficialmente no tenía fuerzas o voluntad para oponer resistencia a sus acciones. - ¿No te parece así -le dio una audible nalgada en el derecho. - Siesta? -l e dio otra en el izquierdo.

Siesta: ¡Pod~ favod~ pedónene Kenichi~chama, no do vodvedé a hazed! - suplicó difícilmente entendible debido a que su lengua afuera y la baba acumulada afuera de su boca no le permitían hablar como la gente promedio.

Kenichi: No puedo dejarlo pasar - mientras Louise tranquilamente abusaba de sus pechos, el Uzumaki le estrujaba el trasero como si quisiera sacarle jugo y haciéndolo aplaudir mientras chocaba con más fuerza contra ella al embestir. - Debería castigarte. - terminó con una fuerte embestida que dejó rojo su trasero por el choque realizado.

Siesta: ¡HIIIIIIIIYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! - chilló alcanzando el orgasmo al sentir que Kenichi disparaba hasta el fondo de ella y la llenaba hasta desbordando un poco por el espacio que Kenichi ocupaba con su glande dentro de ella que hacía salir, además de lo que se deslizó fuera cuando salió de su interior.

Kenichi: Pero me siento muy generoso - completando su frase luego de que Siesta interrumpiera por reaccionar a la corrida en su interior.

Siesta cayó con cansancio siendo recibida por Louise que tenía una sonrisa victoriosa por cumplir con su venganza de manosearla mientras era penetrada, así que la iba a dejar reponerse, pero para sorpresa de la peli rosa que era la más consciente, vio como Beatrice se le subió encima a al pelirrojo con mechas negras, montando su virilidad aún tiesa como bastón sin detenerse a pensar en el dolor, solo se empaló y con algo de sangre ahí abajo además de desesperación comenzó a moverse, subiendo con prisa y bajando pesadamente.

Beatrice: ¿Qué... tal...? - no le era fácil formular palabras, después de todo no fue paciente en penetrarse, solo llegó y se dejó caer.

Kenichi: ¿De qué hablas? - subiendo la mirada hacia ella a la vez que ponía una mano en su cadera y la otra lo sostenía para no recostar la espalda y ver perfectamente también como subía y bajaba por su mástil, deslizándose con algo de dificultad por su pequeño espacio que apretaba con ganas al pelirrojo.

Beatrice: ¿Qué... una noble~... te~ estéh~... montandooh~...? - sonrió algo forzada porque aún le estaba doliendo un poco, pero entre más caía sobre él para empalarse sola, más le gustaba tenerlo dentro.

Kenichi: Ya experimenté a Louise antes. - comentó sin pena para sonrojo de Louise que se sintió destacada o alagada de cierta manera por ser mencionada. - Pero a pesar de que acabas de dejar de ser una virgen y es tu primera vez montando a alguien a la vez que siendo penetrada, sabes usar bien tus caderas. - ni se molestaba en moverse para ayudarla, quería dejar que la rubia lo hiciera todo.

Con ese cumplido como motivación, empezó a moverse más rápido, aunque también hacía unos movimientos que a simple vista eran raros, pero para Kenichi eran impresionantes, lo satisfacían más a la vez que dejaba caer su pequeño trasero contra su pelvis una y otra vez, sujetándose de sus pectorales marcados y sólidos cual roca, contra los cuales se recuesta cuando es cariñosamente abrazada por el libidinoso hombre que ahora mismo está cabalgando por voluntad propia, solo le falta un sombrero que menear para simular por completo la situación.

Tiffania empezó por introducirse un dedo en su interior para tratar de calmar su comezón, pero no se sentía como suficiente ya que se intensificó en gran medida debido a que Beatrice se le adelantó y está muy emocionada golpeando su parte inferior con la del Uzumaki subiendo y bajando como si se tratara de un juego de plaza para niños, algo que la dejaba envidiosa, sería la última en perder su virginidad, lo cual la tenía disgustada de cierta forma como una niña pequeña por la envidia de que alguien lograra algo antes que ella.

Los sentones de Beatrice no paraban, no porque no se cansara, sino porque Kenichi ya la estaba ayudando debido a que se dio cuenta que no tiene mucha fuerza como para mantenerse completamente por su cuenta todo el tiempo de arriba a abajo sin ningún problema, así que su querido hombre se hace cargo de que pueda durar aún a pesar de esa dificultad que tiene.

Kenichi: Si que eres estrecha Beatrice, no tienes un cuerpo pequeño solo para ser adorable - se acercó a su pezón porque pechos casi ni tiene para lamerlos, pegando su lengua por la aureola hasta llegar al montículo que se endurecía y rodearlo mientras ahora él la empalaba sin cambiar de posición, abrazándola por su delgada cintura para mantenerla apegada y a su merced.

Beatrice: ¡No~no chupes tan fuerte, ni hay algoh~ ahí! - se desestimó a sí misma mientras seguía siendo sacudida para que Kenichi entrar y saliera todavía, pero sus palabras no hicieron nada más que aumentar el afecto en esa área.

Kenichi: Entonshesh e encadgadé de que sharga argo - habló mal porque le estaba mordiendo un pezón sin mucha fuerza para no deja heridas profundas, pero su ritmo de empalarla se vio reducido debido a la concentración en sus pezones.

Así como lo hizo con Louise, no le soltaba los pechos ni por un segundo, saboreando cada rincón posible en esa área, mientras que Beatrice se sujetó con un brazo del cuello de Kenichi, porque con su mano libre se estaba desatando las oletas, lanzando a un lado los elásticos que las sostenían para seguir cogiendo.

Las mordidas y lamidas de Kenichi no cesaban, parecía querer sacarle los pezones a Beatrice al succionarla cual aspiradora, además de que no desaprovechaba para dejarle chupetones cerca de donde estaban sus rosados montículos, los cuales poco a poco comenzaban a tornarse de un tono rojizo entre más los estimulaba, pero no por eso dejaba de moverla arriba y abajo con suavidad ya que le está quitando su atención a eso para agrandarle los pechos a la antigua.

La sometió en la cama, teniendo sus caderas levantadas por mano de Kenichi que ya decidió dejar los pezones de Beatrice todos rojos al igual que los chupetes alrededor de estos, moviéndose fuertemente para recuperar el ritmo perdido de su penetración, para consternación de la rubia que se había adaptado al ritmo suave que llevaban hace poco, pero no pasó demasiado tiempo de malos sentimientos antes de que comenzara a disfrutarlo por completo nuevamente, dejando sus manos caídas en la cama en una posición completamente indefensa y a merced del Uzumaki, cosa que no iba a desaprovechar ni por un segundo.

De tanto chocarse violentamente creando un audible sonido de como la penetraba, como un chapoteo, terminó también por correrse dentro de Beatrice quien gimió fuertemente alcanzando su orgasmo también, siento la tercera venida de Kenichi y la segunda virginidad que toma, ya que Louise dejó de ser una chica pura en ese sentido hace ya un tiempo.

Tiffania: Ke-Kenichi-san. - ya había hecho un charco de fluidos algo pequeño mientras seguía de pie- estooo~... - el pelirrojo volteó a verla en su estado actual- su~supongo que ya es mi turno ¿No? - le era difícil verlo a la cara por descubrir su nueva faceta lujuriosa que probablemente la rompería. - ¡Pe-pero, no necesita tocar nada, Louise -san dijo que era necesario estar mojada para que pueda hacerlo y ya estoy mojada! - expuso su entrepierna que desbordaba fluidos femeninos marca Tiffania.

El suertudo hombre que va a tirar con cuatro chicas por más tiempo y que ya estaba de pie, aún listo y dispuesto a más acción, se encaminaba tranquilamente hacia la elfa que no subía la mirada para dirigírsela a su enamorado ya no secreto, pero por eso mismo no vio cuando estuvo frente a ella a gran velocidad para tenerla acorralada contra la pared, levantándole las piernas mientras le retenía la espalda contra las rústicas tablas del lugar, obviamente que todo esto se dio con suavidad para que ella no saliera herida, porque el Uzumaki ya sabía de antemano, ella es la más tímida e inocente, algo que corregirá ligeramente en estos momentos.

Tiffania: Ke-Kenichi-san. - musitó en tono bajo por la vergüenza y los nervios del momento tan repentino en el que ya la tenía a su merced prácticamente. - Po- ¿Podría... ser gentil... conmigo? - preguntó con timidez cubriéndose la boca con su puño desviando la mirada hacia otro lado con un fuerte sonrojo que lograba abarcar más allá de sus mejillas-

Se la quedó viendo sin decir nada, como si realmente le hubiera dicho algo extraño, pero no estaba juzgándola con la mirada, claro está que la media elfa no podía darse cuenta de este hecho, ya se sentía nerviosa de dejar de ser virgen para oficialmente convertirse en mujer (si hablamos en ese sentido) o más bien, convertirse en la mujer de Son Kenichi Uzumaki, el condenado saiyajín que descaradamente se robó su corazón (sentimentalmente) e hizo que se enamorara perdidamente de su esforzada sonrisa que le permitía iluminar su oscuro tormento causado por la interminable discriminación que tenía que sufrir debido a que era una mestiza entre especies, algo que poco le importaba a su pelirrojo tan codiciado por las cuatro chicas en el cuarto, ya que podía ver a alguien capaz de sentir al igual que él, no veía a una criatura al azar o algo por el estilo, podía ver a una bella mujer que sonríe como muchas, pero deslumbra como ninguna por tener su propio estilo y encanto, algo que lo dejaba embobado y sin palabras, pero en estos momentos las palabras no hacían más que sobrar, con suerte si se pedía algo en los movimientos de su cónyuge.

Sin decir más, apoyó la punta de su lanza contra Tiffania, pero a diferencia de las otras tres chicas durante esta noche, su empujón fue suave y lento, deslizándose con calma para poder alcanzar el punto cúlmine de lo que es el interior de la elfa, claro que en su camino no faltó la barrera que detenía su camino de llegar hasta el fondo, así que por la petición de la elfa se va a apiadar de su cuerpo, limitándose a comenzar su vaivén desde ahí, chocando solo contra el himen de Tiffania.

Tiffania: Ke~Kenichi~san~... me siento rara~ - decía siendo movida atrás y adelante por los empujes que el pelirrojo realizaba, avanzando hasta pegar sus cuerpos y empujar el de ella, volviendo para tomar impulso nuevamente mientras que la mujer dejaba su cuerpo suelto, sometido a permanecer junto a Kenichi.

Kenichi: Descuida, aún falta Tiffania. - se acercó a su oído para hablarle duramente con una sonrisa que a ojos de muchos parecería una sonrisa oscura. - Aún estás lejos de sentir todo de mí y que te haga completamente mía. - le lamió el lóbulo y lo mordió sin violencia mientras embestía hasta el fondo haciendo un repentino y rápido cambio de ambiente.

La elfa chilló de dolor mientras se apegaba al hombro del Uzumaki el cual mordía por impulso, abrazándole el cuello con fuerza y con sus piernas apegándola más a las caderas potentes de Kenichi que no dejarían de moverse para dejar temblando a sus chicas.

La indiferencia de Kenichi había crecido, en estos momentos seguía sonriendo sin morder el lóbulo de Tiffania, pero aún sosteniéndola firmemente permaneciendo dentro de ella en lo más profundo de sus entrañas, pero no le daba tanto respiro como Tiffania quería, ya que empezó a deslizarse lentamente para salir, superando fácilmente la fuerza de en las piernas de la elfa, llegando hasta el límite del prepucio para detenerse ahí, aún teniendo la cabeza sumergida. Tiffania subió la mirada hacia él mientras jadeaba con la lengua afuera y su mirada algo agotada, tal parece que descargó mucha energía al tener que aguantarse todo este tiempo para que ahora venga a tomarla y de inmediato rompa su himen, siendo que le había pedido específicamente gentileza involucraba no reclamar su virginidad tan directamente, pero con los deslizamientos que hacía lograba que eso perdiera importancia a pasos agigantados.

No pasó demasiado tiempo en el que Kenichi se movía y Tiffania con gusto lo recibía todo de él dentro suyo cuando la elfa no pudo hacer nada al respecto al ser incapaz de oponer resistencia cuando...

Tiffania. ¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! - tuvo un intenso orgasmo entre tanto que el Uzumaki la penetraba, después de todo era la más sensible además de ser la más inocente, comparada con las otras tres chicas.

Kenichi: Vamos, aún no Tiff - sonó algo demandante, pero su sonrisa no la quitaba nadie, quizás porque de tanta mierda que le han tirado en la vida inevitablemente se volvió algo oscuro y roto mentalmente o solo tiene un raro fetiche. - aún no hemos terminado -obviamente seguía siendo respetuoso y no se estaba moviendo tras el clímax que la rubia alcanzó.

Tiffania: Pe~pero Kenichi~san... no puedo más~ - suplicó agotada en todo su ser.

Kenichi: Debes aprender a superar tus límites y esta es una buena ocasión - solo quería correrse dentro de ella como lo hizo con las demás chicas para demostrar sus puntos auto marcados como su hombre y marcarlas como sus mujeres, era algo así como la ley del más fuerte o ley de la selva donde el macho alfa siempre es mejor con las hembras por ser dominante, pero las chicas no se oponían a esas ideas.

Tiffania: ... - no dejaba de jadear. - Pues~... si es por Kenichi~san... daré lo mejor de mi~ - se preparaba para más.

Como recompensa le dio un caluroso beso, para sorpresa de Tiffania que no tuvo tiempo de corresponder ante la sorpresa del beso y que casi al instante Kenichi retomó su vaivén, chocando sus pieles creando el fuerte sonido de un aplauso, claro que era un poco pegajoso debido a los fluidos que Tiffania había liberado y con los cuales lubricó demás la virilidad de Kenichi junto a la parte frontal de su pelvis, aunque poco le había importado ser bañado en fluidos.

La siguió penetrando aprisionada contra el muro suficientemente firme para la intensidad de Kenichi, claro que se reprimía de no ir más allá del cuerpo de Tiffania, eso sí podría ser doloroso y ya la inundó de placer, así que no sería algo bueno que el momento sea arruinado y de cualquier modo no lo haría, pero como no iba a oponer resistencia y la rubia apretó fuertemente al correrse por ser su primera vez corriéndose, Kenichi estaba a nada de correrse.

Kenichi: Ti-Tiff, ya... voy a acabar -a ella si le estaba advirtiendo que iba a soltarlo- lo haré dentro -más que advertencia fue como una petición, si Tiffania le decía lo contrario haría caso, ya que por alguna razón es más pasivo con ella-

Tiffania: ¡A~adentro~ lo quiero dentro! -se aferró con fuerza a su cuello como queriendo ahorcarlo mientras sus piernas apretaban contra las caderas de Kenichi que no paraban de moverse- ¡Por favor~ Kenichi~san~ DÉJALO SALIR DENTRO DE MI! -había visto detalladamente como el pelirrojo terminaba dentro de las chicas y al avisarle entonces dedujo que también iba a disparar su semilla en su vientre-

Kenichi: ¡Siendo así -sus movimientos ganaron velocidad- RECÍBELO TODO TIFFANIAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH! -la llamó por su nombre como una formalidad de pareja al momento de disparar hasta el fondo, empujando tan profundo como podía que parecía querer introducir sus testículos por el pequeño espacio de la segunda boca de la rubia.

Tiffania: ¡KYYYYYYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! - chilló alzando la mirada mientras sacaba la lengua y correspondía a la acción de apegar con todo sus intimidades, además de abrazarlo fuertemente como si tuviera miedo y quiere que él no se aleje de su lado nunca, algo que está en sus planes, se quedará con ellas hasta el final sin importar que.

Terminando de disparar dentro, retiró su virilidad la cual estaba algo tiesa todavía, pero era lo de menos, ya que mientras el semen desbordaba de Tiffania, este la recostó en un sofá que había en la habitación para que descanse mientras esta jadeaba sin decir nada.

En el momento en el que aceptaron todas que iban a hacerlo con el mismo hombre, este ya tenía un presentimiento.

Louise/Siesta/Beatrice: Kenichi~/sama - canturrearon desde la cama haciéndolo voltear para ver que estaban esperándolo acostadas de estómago sobre la cama-

Tenía el presentimiento de que no iba a ser una noche corta y simple, pero asimilando eso de todos modos, entró con bastantes ganas de conceder el deseo de lujuria y pasión que tenían las chicas, ya que, con solo fomentar un poco esa idea, su mente despejó cualquier duda o pensamiento que no viene al caso, ya que notó que compartía ese deseo, solo que no sabía expresarlo porque el amor es de las últimas cosas que podía enfatizar al tener a medio mundo como enemigo.

Kenichi: Que remedio, no son tan fáciles de satisfacer como creí - acercándose a ellas con una sonrisa desafiante.

Habría sonado a insulto, como si las llamara egoístas o avariciosas, pero ellas saben que es cierto que no son tan fáciles de complacer, pero el caso es principalmente debido a que se corrió dentro de ellas sacudiéndolas bastante por penetrarlas como si no hubiera un mañana y ya están ansiosas por más, pero no hay de otra, Kenichi es un hombre suficientemente heterosexual como para responder al llamado de la carne, así que negarse no es una posibilidad.

Ya estando frente a las tres chicas, se posicionó detrás de Siesta ya que es la que estaba en medio, le sujetó el trasero y lo acarició a lo largo viendo que era el más redondo entre los tres, dando una nalgada que sacó un chillido en Siesta antes de volver a entrar en ella, pero como todo el caballero que es, no dejó desatendida ni a Louise ni a Beatrice, por lo que metiendo sus dedos índices y medios en su boca para tenerlos babeados y lubricados, los metió en ambas, para así tener a las tres gimiendo porque se empezó a mover apresuradamente.

Con su mano izquierda satisfacía a Louise, con la derecha a Beatrice y Siesta quien sonreía por su buena fortuna se llevaba el premio gordo que golpeaba muy profundamente en su ser.

Golpeando constantemente con un ritmo normal el interior de Siesta y sin descuidar de Louise y Beatrice que satisfacía con sus manos, sacándoles gemidos descoordinados unos con otros solo por cuestión de resistencia a lo que penetraba a cada una.

Dejando que el rato pase siendo esta vez menos relevante, después de todo, esto ya no era amor, bueno en parte aún lo era, pero en estos momentos que ya las reclamó a todas como suyas al tomar las virginidades sexuales de cada una, lo único que esperaba en la noche era diversión por montón.

Tiffania desafortunadamente no podía recomponerse muy rápido a comparación de Louise y Siesta, Beatrice estaba sobre exigiéndose un poco ya que es menos activa que ellas dos y además Louise recibió un intenso entrenamiento personal de Kenichi, pero el cansancio no iba a ser impedimento para dar paso a una inmensa ola de placer al seguir follando. Esta situación debería ser envidiada por la elfa, si tan solo tuviera la consciencia suficiente para levantarse o comprender que está fuera de la diversión en estos momentos, quizás logre sacar algo de fuerza en algún momento para incluirse sola en la segunda ronda que le corresponde.

Concentrándonos en los cuatro que actualmente tienen energía suficiente para seguir con su diversión, Kenichi continuaba empujando violentamente mientras sacudía sus dedos, siendo más rápido con sus manos, pero teniendo más alcance y grosor con su miembro, compensaba una cosa con otra y viceversa para mantenerlas constantemente satisfechas, pero por desgracia su aguante se iba poco a poco y no podrían tener toda la noche para divertirse, pero no desaprovecharían por eso mismo.

Dejando que el tiempo pase y sintiendo como Siesta lo asfixiaba abajo, no se aguantó y se corrió fuertemente en ella, pero no pudo ahí, porque Louise le puso su intimidad en la boca habiéndose quitado la mano de Kenichi, ahogando sus gritos para que esta tuviera que usar la boca en otra cosa y Beatrice lamiendo el contorno de los labios vaginales de la pelinegra ya que algo de semen se desbordaba.

Esta escena excitó tanto a Kenichi que no se resistió e inmediatamente acostó a Beatrice de lado a lo largo de la cama levantándole una pierna, no le dio tiempo de reaccionar porque la besó mientras le sujetaba una pierna para penetrarla profundamente y continuar de inmediato. Sentía que sus fuerzas se le iban así que tenía que dar todo de si antes de que se cansara y no pudiera satisfacerlas a todas como es debido.

Louise por otra parte se encaminó en cuatro patas hacia la parte trasera de Siesta por donde desbordaba semen para beberlo, mientras que la maid no podía oponerse debido a el agotamiento extremo, puesto que Kenichi fue tan brusco como lo está siendo con la rubia con coletas que actualmente están sueltas, pero sin dejarle tomar un descanso ya que ahora la tenía con el trasero levantado y la cabeza hundida en la almohada, mordiéndola para tratar de reprimir su voz. Tiffania por otro lado se estaba arrastrando muy lentamente sin fuerzas para moverse todavía, queriendo volver a la cama a descansar más cómodamente, porque el suelo ya se le estaba haciendo cómodo.

Empujando la cabeza de Beatrice mientras que ahora le levantaba una pierna para penetrarla fuertemente, causando la tortuosa corrida de la rubia que ayudó a lubricarlo haciendo que vaya más rápido por la facilidad y por exprimirlo, sintiendo que su clímax se acercaba, pero por desgracia ya gastó energía que realmente no tenía, por lo que esta vez iba con todo y si dejaba de moverse iba a ser terrible, por lo que empujó hasta lo más profundo que podía disparando hasta el fondo, esta vez no fue tanto semen ya que casi queda vacío, pero es suficiente para la satisfacción de la rubia.

No pudo evitar notar que Tiffania se arrastraba a la cama, por lo que se levantó sin hacerse esperar y la cargó como princesa para su comodidad y la llevó a la cama para acostarla, pero Louise que ya terminaba de limpiar a Siesta fue movida por mano del pelirrojo para dejarla sobre la semi elfa, algo que las descolocó a ambas, pero cobró sentido cuando hizo chillar a la peli rosa de una sola estocada hasta el fondo, pero en lugar de quedarse, se salió de ella y velozmente penetró a Tiffania que estaba sensible y se corrió ya que antes no pudo hacerlo porque no sentía el punto cúlmine que esa embestida le otorgó.

El Uzumaki no dio tregua ni por si acaso y de inmediato continuó con su labor de satisfacerlas a ambas con su último esfuerzo, siendo esta su posible última estocada de la velada que podría traumar a otros o hacer que se pongan celosos, quizás hasta orgullosos por pensar que este chico es un orgullo para su nación, pero como hay sellos de silencio el momento se conservó solo para ellos afortunadamente.

Pasando los segundos que se fueron convirtiendo en minutos, pero no fueron muchos ya que Kenichi estaba al límite, después de todo quería un descanso y no pudo tenerlo aún porque su lívido fue más fuerte al ser llamado por tanta carne y no se arrepiente en lo más mínimo. Dejando que el tiempo fluya mientras se exigía al máximo al intercalar el agujero entre Louise y Tiffania, terminó con su última corrida, siendo un chorro en Louise y el otro en la elfa, ya que era todo lo que podía mas algo de sobre exigencia, sentía algo de dolor en el miembro por eyacular tanto, pero lo valió por completo.

FIN DEL LEMON

El pelirrojo era el último en pie luego de tanta acción con sus actuales parejas, miraba que la cama estaba dañada pero al menos aguantaría la noche, acomoda a las chicas y las cubre con la sábana, para luego colocarse en el centro y esbozar una sonrisa.

Kenichi: Fue una gran noche chicas, gracias por este recuerdo. - inconscientemente las chicas se aferraban a él, por lo que sólo se acuesta y se duerme con ellas.

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A la madrugada, el pelirrojo fue el primero en levantarse y prepararse, recordó la noche anterior se pone algo rojo.

Kenichi: Creo que se me pasé anoche. - decía en su mente pero notaba la sonrisa boba de las chicas. - Bueno, no tanto.

La peli rosa fue la siguiente en levantarse y al ver al pelirrojo lo abraza.

Louise: Buenos días mi Kenichi.

Kenichi: Buenos días Louise. ¿Cómo te sientes? - ella sólo le muerde el cuello. - Duele.

Louise: Te pasaste un poco anoche. - respondió con un puchero. - Pero fue maravilloso, además que todas lo disfrutaron. - miraba a las chicas con una expresión sonriente.

Kenichi: ¿Puedes levantarte?

Louise: Eso creo. - se levanta aunque le temblaban un poco las piernas. - Sí, puedo, aunque de Tiffania lo dudo. - el pelirrojo ríe levemente.

Kenichi: Bueno, si no puede levantarse, la cargaré. - ella sólo sonríe y lo abraza mientras que las demás se levantaban.

Siesta: Qué noche. -mira al pelirrojo y salta a abrazarlo. - ¡Kenichi-san! ¡No fue un sueño, realmente tú y yo... ! - el pelirrojo sólo acaricia su cabeza.

Kenichi: Fue real. - esboza una sonrisa cálida mientras que la peli negra aprieta el abrazo.

Siesta: Gracias Louise, por permitirme estar con él. - Louise sólo asiente.

Louise: De nada, sé que quieres tanto a Kenichi como yo, además que respetaste, no como otras. - recordando a Henrietta, pero sólo mueve la cabeza en negación.

Siesta: Descuide Louise-san, a pesar de lo que pasó, usted es la primera.

Louise: Eso ni lo dudes. - mira que Beatrice y Tiffania estaban despertando.

Beatrice: Qué noche. - mira a Louise y Siesta abrazando al pelirrojo, aunque estaban con su ropa de dormir, sonrojándola ya que recordó la noche anterior. - Y-Yo... en-entonces n-no fue un sueño...

Kenichi: Buenos días. - le dedica una sonrisa mientras acaricia su cabeza, haciendo que se sonroje.

Beatrice: Bu-Buenos días... - se levantaba aunque sus piernas tambaleaban. - M-Me cuesta levantarme.

Kenichi: ¿Quieres ayuda?

Beatrice: Es-Estoy bien. ¡Además, debo ser fuerte, Louise pudo aguantar, así que yo también debo hacerlo! - respondió mientras trataba de levantarse sin problemas, aunque sus piernas temblaban un poco.

Kenichi: Je, al menos te mantuviste en pie. - ella lo besa.

Beatrice: Soy tu pareja, debo ser fuerte como tú lo eres mi lindo guerrero pelirrojo. - juega con su cabello.

Kenichi: Oh, qué considerada. - acaricia su cabeza y en eso ven que la semi elfo estaba despertándose, al pelirrojo le parecía adorable cómo despertaba, aunque al verlo se puso muy roja pero esbozaba una sonrisa.

Tiffania: Kenichi-san, chicas, buenos días. - trataba de levantarse pero las piernas no le respondían.

Kenichi: Sí, lo supuse. - salía de sus pensamientos y se acercaba. - Buenos días Tiffa. - le da un corto beso en los labios, siendo correspondido por la rubia. - Perdón si me excedí anoche.

Tiffania: N-No te pre-preocupes Kenichi-san.... - respondió sonrojada. - Fue especial.

El pelirrojo sólo la abraza por unos segundos, luego de eso termina de arreglarse.

Kenichi: Me adelantaré, tómense su tiempo. - las chicas asienten y el chico se retira de ahí.

El Uzumaki baja al comedor y el encargado le ofrece un buen desayuno.

Kenichi: Gracias, aunque también pagaré para que consiga una cama nueva. - le da una bolsa de monedas.

Oh, gracias, pero la comida es gratis, usted es un héroe y puede comer lo que pueda, cortesía de la casa. - respondió con amabilidad mientras tomaba el dinero para la cama y devolvía el resto al pelirrojo.

Kenichi: Muchas gracias. - ve que las chicas estaban ya cambiadas y bajaban, aunque Siesta y Beatrice ayudaban a Tiffania, quien tenía problemas para caminar, aunque la rubia hacía esfuerzo, proceden a sentarse y proceden a comer.

Louise: ¿Crees que Tabitha se entere?

Kenichi: Seguramente, ya que no tuvimos contacto por días, además, le parecerá completamente extraño que no le dejen entrar, porque Henrietta no dejará ni entrar ni salir a nadie.

Louise: Pues sí, le parecería raro que no le permitan el ingreso.

Siesta: Esperemos que podamos salir de Tristain y pedir ayuda.

Kenichi: Eso espero, porque la cantidad se aliados que podemos conseguir en Tristain no es tan alta.

Louise: Es verdad, hay varios "nobles" con la mentalidad de que los plebeyos deben ser sirvientes y que no deben levantarles la mano.

Tiffania: ¿Cu-Cuántos tienen ese pensamiento?

Louise: No te mentiré Tiffa, hay más magos que plebeyos en Tristain y también cuento a los que fueron despojados de su título, ya que por querer recuperarlo, trabajarán para ellos.

Kenichi: Y amenazando a los que no poseen magia o corrompiendo a los novatos, más.

Beatrice: Kenichi-san ¿Qué le parece si también va a mi territorio? Dado que es independiente de Tristain, podría hablar con mi padre y bridarle algo de apoyo.

Kenichi: Oh verdad, tenías de guardaespaldas y fueron muy buenos combatientes, podría ser, aunque no sé si tu padre nos pueda dar apoyo, además, ahora que somos pareja, pues... - la rubia se ruboriza al principio pero reacciona y se preocupa, ya que cuál sería la reacción de su familia cuando sepa que ella es una de las parejas del "Héroe de Tristain".

Siesta: No hay que ser negativos, podemos hacer esto, mi aldea está a salvo y poco a poco reuniremos fuerzas para confrontar a esa desgraciada.

Beatrice: Es verdad, tengamos mente positiva. - todos dan un asentimiento, cuando en eso Guiche ingresa a la posada.

Guiche: Buenos días Kenichi, todo está listo para zarpar.

Kenichi: Bueno, entonces no perdamos más el tiempo y zarpemos, es mejor aprovechar. - termina su plato. -Gracias por la comida.

De nada y que les vaya bien. - todos asienten y se van.

Kenichi: Espero que todo salga bien y pueda volver a ver a Colbert y Osmond. - decía en sus pensamientos mientras él y sus parejas se reúnen con los demás.

FIN DEL CAPÍTULO.

ESPERO LES HAYA GUSTADO.

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.

Gracias

AshuraKure (en especial por ayudarme con el Lemon)

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