Santuario, Grecia

Se movía entre los arbustos, con sigilo, para no ser descubierta, no tenia nada que hacer en ese lugar sin embargo ahí estaba, mirando embelesada a aquel niño.

¿Que tenia de especial? en realidad, no lo sabia, pero si Afrodita podía interesarse en un caballero de Athena, ¿por que no podía ella también? si, y era un niño, pero sabia que ella jamas envejecería y ese niño crecería.

Su interés por Aioria se volvió una obsecion

Lo miro caer al suelo exhausto, pensó por un momento salir de su escondite y ayudarlo.

-- Aioria --la voz de Liana la detuvo y se alejo mas del lugar -- ¿ya terminaste?

-- Aun me falta un poco, ¡ya casi lo consigo Lia! --exclamo contento levantándose de un salto

-- Que bien --revolvió su cabello-- pero ya es tarde y tu hermano quiere que entres a cenar --le sonrió

-- ¿tu cocinaste verdad? --aquella pregunta le hizo gracia

-- Desde luego peque...

-- ¡VIVA! --salio corriendo antes de que terminara

vio como ambos se marchaban, sentía la rabia recorrer sus venas a gran velocidad, ¡¿como es que la amaban tanto?! ¡¿Por que amaban a Liana y no a ella?! Esas eran las preguntas que bombardeaban su cabeza todo el tiempo.

Ella era Tatiana, la hija de Zeus

El amor y respeto de los humanos debía ser para ella y no para su maldita hermana, sin embargo, ahí estaba ella, oculta entre los arbustos del campo de entrenamiento en el santuario, mirando desde lejos como el chico que le gustaba jalaba el brazo de Liana con entusiasmo.

Por un tiempo las cosas fueron así, pero cuando el embarazo de Liana fue descubierto ella, junto con Afrodita planearon arruinar su felicidad, y con Liana fuera del santuario ella podría acercarse a Aioria con total libertad.

-- ¡¿Como que hiciste eso Afrodita?! --exclamo sorprendida

-- Callate Tatiana, el cosmos oscuro que Liana dejo en manos de Hermes para esa estúpida daga hará el trabajo sucio por nosotras --sonrió de lado-- después de todo, un corazón roto como el de Saga es el blanco perfecto para esta ocasión.

-- ¿No te preocupa que le pase algo a...?

-- No

Esa noche, Tatiana paseaba por los alrededores del santuario sin llamar la atención, fue cuando escucho un estruendo, su plan había comenzado a dar frutos, la daga divina había llegado a manos de Saga y con ello...su corazón lastimado por el rechazo de Liana fue consumido por la oscuridad y sus peores deseos se volvían realidad.

Le resultaba gracioso, los humanos se enamoraban de Liana, pero ella no, sin embargo esa ocasión...era amada por dos hombres, Aioros de Sagitario y Saga de Géminis, y cuando escogió a Aioros creo conflictos en Saga, sabia que en algún momento aquello contra su media hermana en un futuro.

Era de lo mas gratificante saber que...en cuestión de minutos, la felicidad de Liana se destruiría por completo.

Sin embargo...había algo que le podía salvar a Liana, aquel bebe que tenia en su vientre, deseaba con todas sus fuerzas matar a esa criatura, pero no podía seria demasiada coincidencia que muriera después de que se enteraran.

¿Desde cuando había comenzado a odiar a Liana?

Ya no lo recordaba, pues existían muchas...demasiadas razones por las que odiarla.
Pero sin duda...la principal razón...es que compartía un lazo de sangre con Liana.

La hija de Hades...era su media hermana