Pasaban los días con total calma, no parecía que estaban en plena amenaza de un dios mas ambicioso que el mismo Hades. El conflicto interno en el santuario ponía a la diosa Athena preocupada, sus caballeros desconfiaban de la hija de Hades, era obvio, pero comenzaban a distanciarse de Tatiana y desconocía el motivo.

Liana por su parte ponía mas y mas presión sobre su media hermana, la llegada de Amon estaba cada vez mas cerca y la rubia no parecía tener intención de irse del santuario. Se había prometido a si misma alejarse de los caballeros, tal decisión molesto a Ikki pero poco le importo a la pelinegra.

- Por favor Liana... -suplicaba Souma

- ¿Por que insisten tanto? -respondió algo fastidiada apartando la vista del libro- No pienso llevare a nadie a mi santuario y ni tu, ni Eden, ni Seiya, ni nadie va a hacerme cambiar mi opinión.

- ¿Ni siquiera yo? -dijo Kiki con una mirada que describiría perfectamente a un cachorro

- Ah...y-yo...t-tu no... -balbuceaba nerviosa, ese había sido un golpe bajo por parte del sucesor de Mu-...no tienes idea de cuanto de odio Kiki -murmuro con un tick en la ceja levantándose de mala gana

El caballero de Aries por su parte sonrió ante el comentario, sabia perfectamente que Liana era incapaz de negarle algo; cosa que hacia desde niño, giro sobre sus talones viendo a cada uno de los caballeros de bronce en la espera de la respuesta de la semidiosa.

- Muevanse antes de que cambie de opinión -dijo esta sin voltear a verlos.

Los adolescentes sonrieron llendo tras la chica seguidos de un sonriente Kiki; pues después de tanto tiempo sabría donde se había ocultado su amiga.

Bajaron desde la casa de capricornio a paso tranquilo, por no decir lento ya que apresurar a la pelinegra seria algo estúpido a opinión de Aries y Orion, el cual les advirtió a sus compañeros, pasando por la casa de virgo se encontraron con Shun y Shiryu los cuales miraron confusos al peculiar grupo.

- ¿Se puede saber a donde se dirigen? -cuestiono el caballero de Libra a su hijo quien no supo que responder.

Liana observo al chico por un momento y luego llevo la mirada hacia su viejo amigo, el cual se impacientaba ante el silencio de su sucesor, suspiro pesadamente, no quería tener problemas con ellos por lo que decidió hablar por el.

- Los llevare a conocer mi santuario, ¿algun problema? -dijo con firmeza mirando directo a los ojos de Shiryu.

- ¿Tu santuario? -pregunto Shun sorprendido- ¿tienes tu propio santuario?

- Claro que si -respondio ya calmada con un ligera sonrisa, el caballero de andromeda seguía sin cambiar podía verse mayor y maduro pero en el fondo podía ver que no había cambiado nada.

- ¿Y si nos acompañan? -comento Kiki ganándose una mala mirada por parte de Liana- Estoy seguro que a Liana le encantará que nos acompañen -dijo aquello con una sonrisa.

- Por supuesto -acepto Shun y antes de que la chica pudiera siquiera replicar algo ya se habían adelantado a ella dejándola plantada en las escaleras- ¿Liana?

- ¿uh? -emitio saliendo se sus pensamientos; Shun la miraba preocupado, sacudió la cabeza y le dedico la sonrisa mas sincera que había hecho en todos esos años de soledad- Estoy bien, no te preocupes...

El peliverde le devolvió la sonrisa y continuaron bajando para alcanzar a los demás charlando un poco, al fin y al cabo no sabían a donde ir por lo que tendrían que esperarlos.

En su mente, Liana ideaba una manera de cobrarle esta pequeña treta a Kiki.

(...)

Todos miraban desconfiados el portal que estaba frente a ellos, ¿que les aseguraba que era seguro entrar alli?

- ¿Miedo? -se burlo la semidiosa colocando una mano en su cintura.

- Precaución -contesto Shiryu cruzando los brazos- ¿como estas tan segura de que es...?

- Es seguro -lo interrumpió- a diferencia de...amm ¿como se llama? -trono los dedos intentado recordar el nombre de la actual santo de Geminis- ¡ah si! Integra, a diferencia de ella yo puedo controlar la fluctuación del espacio-tiempo de la "Otra Dimensión" por lo que puedo trazar un camino seguro a donde yo quiera sin correr ningún riesgo -explico con un aire de superioridad.

Aun no muy seguros se miraron entre si desesperando a Liana, Kiki dio un paso al frente pasando a ser el centro de atención de todos, se detuvo al lado de la pelinegra sonriendole con confianza para finalmente entrar a la abertura dimensional, luego de eso los demás lo siguieron.

Aparecieron en un campo verde tapizado de un infinito tipo de flores de diversos colores, una imagen pacifica y sin duda hermosa, mas adelante se alzaba una enorme edificación similar al que fue una vez el templo de Hades.

- Es igual a los campos Eliseos -comento Shiryu mirando todo el lugar- incluso el templo...

- Es parecido -dijo Liana detrás de ellos- no igual...no es un lugar que me guste recordar después de todo -murmuro adentrándose al templo.

Dentro, lo pilares sostenían el lujoso techo, pinturas adornaban las paredes, en el centro una enorme fuente rodeada de plantas y un gigante estanque, habían tres pasillos que dividían el lugar, en lugar de un templo parecía mas una mansión sin embargo daba una sensación de tranquilidad y seguridad en todo momento.

- ¡Señorita Liana!

La voz de Kai retumbo por el pasillo de la derecha, el joven corría a prisa seguido de sus hermanos, emocionados por el regreso de su maestra pero dicha emoción termino al ver que venia acompañada; miraron consternados tal evento.

- Esta bien -sonrio- yo deje que me acompañaran.

- Como usted diga -los tres hicieron una reverencia- nos alegra que aya vuelo...ya no sabemos como distraer al señor Anubis -dijo un nerviosos y preocupado Ken mirando en dirección al pasillo de la izquierda.

La pelinegra soltó un leve risa sorprendiendo a los invitados, se podían contar con los dedos de las manos las veces que Liana había reído y sobraban dedos.

- Entiendo, iré a hablar con el -se encamino al pasillo -pueden explorar el lugar si lo desean no tardo mucho -dijo con tranquilidad.

(...)

- ¿Entonces, ella los entreno desde que eran niños? -dijo Ryuho mirando a los trillizos, los jóvenes de bronce estaban encantados por conocer la historia y a los hermanos de su amigo.

- Si, nosotros acabábamos de perder a nuestros padres...hacíamos lo posible por sobrevivir, hasta que la señorita Liana nos salvó...

Los otros dos asintieron con una sonrisa, tan perdidos en la conversación no se percataron de que Shiryu había vuelto al interior del templo.
Kai les había dicho que el pasillo por el que Liana se había ido conducía a las habitaciones, sin embargo no les dijo nada del pasillo central por lo que la curiosidad le carcomía.

En silencio entro al pasillo notando como enredaderas comenzaban a ser abundantes en cada pilar, el suelo se volvió terrozo para luego ser tapizado por césped, el aroma de humedad se hizo presente junto con el sonido de la lluvia.

¿Lluvia? ¿Cómo era posible que lloviera si todo estaba despejado hace minutos?

Cuando salió del corredor no podía creer lo que sus ojos observaban.

Un campo circular perfectamente protegido por altos muros de roca tapizados por enredaderas, un estanque de la misma forma rodeado de rosas rojas y blancas...

Y justo en el centro de todo...un pilar... Un pilar donde se podían distinguir a los anteriores caballeros dorados.

- No es posible... -murmuro atónito escuchando a lo lejos como los demás le llamaban.

¿Que hacía Liana con ese pilar?