Los tiempos de paz llegan a su fin

La guerra contra hades finalmente termino, después de recuperar la paz en el santuario, Athena unió fuerzas con los espectros de Hades liderados por su hija Liana, la actual gobernante del Inframundo.

Con gran esfuerzo y complicaciones la desconfianza entre ambos bandos se disperso y el trabajo en equipo se logró.
El valor de los caballeros de bronce fue recompensado y ahora Seiya y Shyriu eran caballeros dorados.

- Seiya... -le llamo Shun, el peliverde parecia estar nervioso pero antes de que el nombrado pudiera responder el otro volvió a hablar- ¿Has visto a Liana?

- No... -respondio el castaño confundido, ¿Donde pudo haberse metido la chica en ese momento?

No todo era paz y felicidad, había ciertos espectros que aún no cooperaban del todo y era necesaria la presencia de la semidiosa para controlarlos puesto que no deseaban molestar a su nuevo líder...y cuando está desaparecía la tensión rápidamente se sentía en el aire.

El santuario no era el único lugar con problemas de confianza.

Liana paseaba a la orilla del río lete, su mirada clavada en la cristalina agua observando el reflejo de los campos Eliseos, los dioses gemelos Hypnos y Thanatos caminaban detrás de ella, sus cosmos mostraban su total desagrado ante la actual situación.

- No comprendo su comportamiento señorita -dijo Thanatos- ¿Por qué hace esto? -pregunto claramente molesto.

La pelinegra lo miro por un momento deteniendo su caminata, unos segundos bastaron para que volviera su vista al frente.

- No hay nada que comprender, tengo una deuda con Athena, y esa es mi forma de pagarle... -explico simplemente

- ¿Pero porque con la cooperación de los espectros del señor Hades?- pregunto esta vez Hypnos tratando de hacer que entrara en razón.

El dios del sueño tenía mucho más apego por Liana que su hermano, y ciertamente no quería ir en contra de la chica que había considerado como su propia hija.

-...-guardo silencio- por derecho yo, tengo que liderar a los espectros, me entristece que ustedes que fueron lo que me cuidaron toda la vida no lo com...

Sin permitir que terminara de hablar se fueron los Eliseos, Liana solo suspiro y camino unos minutos más, su respuesta no convencía a los dioses gemelos, ¿pero que más podía hacer? Ella no era su padre, no seguiría con esas incontables muertes...no quería cargar con eso nuevamente

(....)

Una vez de regreso en el santuario paseaba entre los jardines marchitos de la casa de piscis. Observaba con melancolía las rosas muertas, recordando el hermoso color rojo que tenían, cómo Afrodita y los anteriores caballeros de la doceava casa cuidaban de tan mortal jardín.

Se sentó por un momento y al poner su mano sobre la tierra, está rápidamente comenzó a volver a la vida, las rosas regresaban a ese color rojo carmín, Liana observó con una sonrisa su trabajo.

- Se que algún día me explicarás cómo haces eso -hablo Seiya detrás de ella.

- Si claro -respondió sarcástica- sigue soñando Seiya

El ahora caballero de sagitario se sentó a su lado guardando silencio un instante.

- No digas nada -dijo al ver las intenciones del castaño- tenía asuntos personales que atender.

Corta pero esa razón bastó para que su amigo la entendiera, él sabía que la pelinegra era una chica con muchos secretos y un pasado difícil.

No obstante eso no les importaba en lo absoluto...

Los problemas en el santuario de Athena eran pocos y de una pronta solución,  la tierra estaba en una prospera era de paz, sin embargo, no todo era color de rosa pues siempre que había paz...un cruel y terrible batalla se avecinaba.

Una nueva guerra se acerca, un poderoso enemigo planea alzarse contra los santos y su diosa...

Las circunstancias les llevarán a conocer  a antiguos guerreros y el tan oscuro pasado de su compañera

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