(Esta es como una ideita no tiene ni un ship)

Palabras acarameladas, definitivamente las odiaba.

"Un chico bello y azul como el cielo"
"Perfecto para nuestros juegos"

Sus gritos de dolor inundaban la sala después de tanto tiempo aún no entendían? Los humanos son una basura, esa era su convicción definitiva.

Lo violaban y lo abandonaban siempre compitiendo para ver quien hacía los mejores sonidos. Las rosas son lo único que le acompaña en su desgracia.

-Quisiera ser como ellas- pensaba el niño mientras repetía las escenas de hoy- Bellas pero peligrosas

"Eres bello Afrodita"
"Cuando podré huir?"
"Nunca"

Esa era su tortura cada día, siempre era forzado a esperar al siguiente sobre una silla dorada, esperando a su muerte nuevamente. Moría y renacía en el mismo, solo por eso no había muerto.

O si? Su vida se hacía más distorsionada a cada segundo, los días se volvían segundos, las flores le hablaban, pero lo único que no cambiaba eran las violaciones, y eso le frustraba.

-Ya mátalo- Le susurraban al oído las rosas

-Pero no debo, debo ser un niño bueno- les respondió en susurro

-Bueno? No es eso lo que siempre te dicen?-le habló las violetas, ya sabía distinguir sus voces chillones de las petunias.

-...debería hacerlo?-preguntó más convencido

-Claro!- hablaron las petunias- Se lo merecen! Usa a las rosas, úsalas- le repetían en el oído

-Oh mi bello cielo- habló una voz ronca haciendo que su corazón saliera disparado, su corazón palpitaba mientras que su juicio se nublaba.

-Úsalas , úsalas, úsalas- repetían en su cabeza mientras el se acercaba a un jarrón y agarraba a una rosa blanca, única.

Un momento, un momento bastó para que todo explotara. Los gritos del hombre al ser encajado por la bella flor, la sangre encajada en los ojos del "niño" y el escape desesperado que hizo después. Todo le perseguía siempre.

"Sere bello! Bello como quieren que sea"