Advertencias:
⚠️Universo alterno sin caballeros
⚠️Exorcismo

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Las tierras bañadas por la luz, son protegidas por la mano de Dios.

-Antes de empezar, debes saber que hay un gran riesgo ante este exorcismo

-A que se refiere?

Dios vela por sus hijos, y de combatir al mal les da poder

- Puede que tu hermano jamás vuelva a ser el mismo tras esto, jamás había visto un demonio de tal poder...

- .....

La luz de su alma libra a la humanidad de la maldad del demonio

-aghh¡!!!

-Sal de este cuerpo, Maldito demonio!

No perdonara al ente que ose a dañar a sus hijos

-Hermano!

- Estamos cerca, no se rindan!

La luz de su alma purifique a sus hijos, destruyendo todo el mal que ose a invadirles contra su voluntad.

- Rápido, hay que sellar esta cosa y atender al muchacho!

Amén

Dos semanas, pasaron dos semanas desde que, en esa Bonita y tranquila casa rural, se haya llevado acabo uno de los exorcismos más difíciles de los que la iglesia local, experta en el tema, había tenido registro.

Y no era para menos, Arles, nombre de aquel ser del averno que había tenido la osadía de poseer a un joven de la comunidad, era un demonio milenario, poderoso y temido incluso en el mismo infierno, y para peores, uno del que se tenía mucho oído, pero poco escrito.

Todavía nadie podía entender como por todos los cielos, un demonio de tal poder había entrado al plano terrenal, y peor aún, encontrado un huésped humano capaz de aguantar su poder sin verse deformado terriblemente.

El nombre del pobre desafortunado era Saga Gemini, hijo mayor de una familia del campo, un sol de persona, que tuvo la mala suerte de toparse con la energía errante del demonio mientras volvía a casa tras una larga jornada de trabajo.

Fue su hermano menor, Kanon gémini, quien alertó a la iglesia de que algo estaba mal con su amado hermano mayor.

Claro, no es que haya sido difícil para kanon darse cuenta de que algo iba horriblemente mal si, ni bien entrar tu hermano, a la casa tu padre empezaba a escupir y llorar sangre y tu madre simplemente se desplomaba en el suelo al ver a su hijo mayor a los ojos.

-Todavia no entiendo porque a mi no me paso nada...

Murmuró el susodicho, quien se encontraba pensando en lo antes mencionado mientras preparaba algo de comer. Su padre era un hombre fuerte y sin embargo cayó rendido ante la mera presencia del demonio, y a su madre, mujer a la que solo faltaba ponerle unas alitas y un alo para confundirla con un Ángel o un santo, le tomó solo mirarlo a los ojos para morir.

Sin embargo él, un muchacho algo problemático, poco creyente, y no precisamente una maravilla en lo que de fuerza física se habla, había resultado intacto, siendo que lo único que le pasó  esa noche fue un fuerte mareo producto del shock al presenciar la forma en la que, sin lógica alguna, morían sus padres.

Fuera cual fuera la razón, se prometió a sí mismo no darle mucha vuelta al asunto, y terminó de cocinar.

Puso el resultado de su "obra culinaria" en una bandeja y camino con tranquilidad al piso de arriba de su querida casa.

Pronto llegó a la habitación de su hermano mayor, y abrió la puerta.

- Saga...traje el almuerzo...

Al entrar, pudo apreciar que el cuarto estaba totalmente ordenado, los libreros estaban intactos, como si nadie hubiera intentado sacar siquiera un libro para leer. Las cortinas estaban abiertas de par en par, dejando entrar la luz por los ventanales.

Su hermano se encontraba sentado en la cama, aún con las piernas y una parte de la cadera por debajo de la cobija, mirando hacia afuera con una expresion...vacía.

Esa era la mejor forma de describir la expresión y el estado de ánimo de su hermano mayor durante las últimas dos semanas.

Saga, quien antes era un muchacho alegre, positivo y con una mirada madura pero amable, ahora tenía una expresion totalmente neutra en el rostro...con unos ciertos aires de tristeza.

"Puede que tu hermano jamás vuelva a ser el mismo" las palabras del cura resonaron en su cabeza al ver a su hermano.

No sabía explicar que era lo que había cambiado tanto al mayor.

¿Fue acaso el trauma de estar poseído? ¿El dolor del exorcismo? ¿Eran los resuidos negativos del demonio en él? O...¿era el dolor de pensar en sus padres, a quienes sin querer asesino cuando el demonio controlaba su cuerpo?

No lo sabia, Saga nisiquiera decia palabra alguna, lo que no ayudaba a descubrir la razón de su actitud.

La iglesia le había explicado que cualquier sentimiento negativo que él tuviera después de la posesión se intensificaria por culpa del demonio, incluso si ya había sido expulsado....en verdad desearía saber si la expresión muerta de su hermano mayor era culpa de Arles..

Cuando lo escucho entrar, el mayor de los dos volteo a verlo de reojo, no cambiando su expresión.

Kanon suspiró con algo de tristeza y se acercó a su hermano mayor, dejando la bandeja en la mesa de noche.

- Aioros dijo que vendrá en la noche a ver como estabas, esta bien?

La única respuesta que tuvo fue un asentimiento de cabeza, mientras la mirada de su hermano se dirigía a un punto en el cuarto, realmente sin mirar.

-...Saga...

El menor de los hermanos Gemini pasó una mano por el cabello del otro, en un gesto de afecto que antes de la posesión no hubiera sido posible de su parte. Siempre había sido un chico muy orgulloso y problemático...pero ver a su amable hermano mayor así lo destruía por dentro.

No espero que ese toque fuera suficiente para ganar la primera reacción genuina en semanas de parte de su gemelo.

Solo un segundo después de que la mano se posara en su cabeza, un sollozo escapo del mayor, quien se apoyó contra el tacto.

- ¿Saga?

Kanon, genuinamente preocupado, se sentó en la orilla de la cama para ver mejor a Saga.

- Hermano, ¿que pasa?

-...lo siento tanto...lo que pasó...yo..

...ah ..entonces si era eso.

Saga tenía un corazón de oro...Obviamente se estaba culpando de lo sucedido..

- Saga....ven aquí

Atrajo a su hermano mayor a un abrazo, donde los sollozos se multiplicaron, pese a los intentos del mayor por reprimirlos.

No supo cuánto tiempo pasaron en ese abrazo, con él intentando decirle suavemente a su hermano que nada había sido su culpa.

- Murieron por mi culpa...¿por..porque no me guardas rencor? Has odiado a personas por mucho menos que esto..

- Saga...ese maldito te poseyó, no había nada que pudieras hacer...además..

Se separaron por fin, mientras Kanon pasaba una mano por las mejillas de su hermano, limpiando las lágrimas.

- Sigues siendo mi hermano, no podría odiarte por esto..

Odiaba a Arles con cada fibra de su ser..poseer a alguien tan noble, probablemente dejarlo herido mental y emocionalmente...al punto de que sentía que lo que hizo estando poseído era su culpa....Jamás podría perdonarlo.

Pero Saga era su querido hermano mayor, que le aguantó toda su etapa rebelde y lo amo incondicionalmente, cuando muchos otros hubieran tirado la toalla antes.

No había nada en este mundo que no haría por él en este momento, y planeaba velar por él hasta que todas las heridas dejadas por ese demonio desaparecieran.