La bella Perséfone

Los caballeros dorados estaban parados frente a la estatua de Atena

Atena: Caballeros dorados , los he llamado para presentarles a alguien importante

Gira su mirada hacia la puerta que tiene a su espalda

Atena: Ya puedes salir , no tengas miedo

La puerta se abre y  una hermosa jovencita de cabellos rubios y ojos color miel se acerca a Atena

Atena: Ella es mi hermana 

Perséfone: Hola , soy Perséfone (Dice tímidamente)

Atena: Los llamé para comunicarles que deberé partir junto a los caballeros de bronce a Asgard 

Perséfone: (La mira con ojos inquietos) No me dijiste nada sobre esto

Atena: No quería preocuparte 

Los caballeros murmuran entre sí , excepto Milo. 

De repente el corazón le empieza a palpitar más rápido y sus pupilas se dilatan. 

Una sonrisa de media luna se forma entre sus labios y la respiración se le acorta al observar a aquella extraña.

Se da cuenta que algo que resulta familiar , como si hubiera vivido en otra vida y estuviera experimentando el mismo patrón

Atena:  Quiero que protejan a mi hermana , Hades pronto despertará y deberán protegerla , sobre todo el guardián que designaré

Perséfone mira en todas la direcciones  y sin querer sus ojos se encuentran con los de Milo. De inmediato desvía la mirada hacia su hermana.

Atena: El guardián será  Milo (Ssuspira). Ahora que sé que mi hermana estará muy bien cuidada , puedo partir en paz

Perséfone: Vuelve rápido (La abraza)

Atena: Tranquila , vas a estar bien. Aquí estas segura

Atena se safa del abrazo 

Atena: Ya debo irme. Confía , Perséfone

Se aleja de Perséfone y baja las escaleras hasta no notarse 

Aioria: Perséfone , será un gran honor servirte , ¿podemos hacer algo por usted?

Perséfone: Por ahora no (Dice amablemente) Pueden regresar a sus respectivas casas , yo iré a descansar (Entra al cuarto del Patriarca)

Aioria:  Milo  , te debes quedar a cuidarla (Dice mirándolo)

Milo: Por supuesto 

Los caballeros dorados se retiran y dejan a Milo solo. Suelta un gran suspiro y se adentra en el cuarto del Patriarca. 

Encuentra a Perséfone sentada en el trono con la mirada triste y alejada de la realidad. Cuando ella nota su presencia y se sobresalta.

Milo: Disculpa , no era mi intención asustarte. Sólo cumplo con mi misión como guardián

Ella se tranquiliza 

Perséfone: Les dije a todos que podían irse a sus casas

Milo: Yo debo cuidarte y no dejarte sola

Entre más la mira , más se le hace familiar.

"Esa niña que yo conocí es......Claro que es. Aún así , la presencia de Perséfone va más allá de eso , es como si para mí no fuera del todo una desconocida. Siento que sé todo sobre ella y a la vez no"- Pensó Milo

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