Una larga noche de incertidumbre
Hola!!!! Como estan??? Espero que muy bien....Bueno, aquí está otro capítulo más de este fic...cabe mencionar que me duelen los ojos porque me la he pasado escribiendo desde la tarde...tengo sueño pero al menos ya está terminado...espero les guste....
Por cierto...hay un LEMON...no es tan explícito ni largo pero ya mas adelante publicaré uno con toda la inspiración posible jaja.
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Santuario
Templo de Athena
Saori había dado la orden de vigilar a Nubia las veinticuatro horas del día y además, también tenían que poner más vigilancia en todo el Santuario, esos sujetos no habían atacado el centro nada más porque sí, debía haber una razón y esa la sabía Nubia. La primer guardia la iban a ocupar Shaka y Milo mientras que los demás ya se tenían que regresar a sus respectivos templos.
Saori miró a Danna quien estaba muy pensativa, sentada en el sofá junto a Sory, Clara y Sine.
-Danna, sé que no entiendes nada de lo que está pasando y sobretodo porque no tenías idea de lo que realmente hacemos.- Le decía Saori a la rubia.
Danna sólo asintió, era cierto, ni idea de cómo debía actuar ni qué decir, eran tantas cosas en una noche y parecía demasiada información que su mente ahorita no estaba preparada para comprender y más porque no dejaba de pensar en Aioros y en Nubia...Nubia estaba ahí, había regresado y Aioros se veía tan afectado, era inevitable pensar que él seguía sintiendo algo por ella, en ese momento sintió cierto miedo abrazándola.
-Creo que debería quedarse el día de hoy aquí en el Santuario.- Dijo Shion.
-Iba a proponer lo mismo, puedes quedarte en la morada con ellas, no tengo ningún problema.- Repuso Saori.
-No quiero ser...una molestia.- Dijo con un nudo en la garganta Danna.
-No lo eres, insisto.- Dijo la diosa. Danna asintió y las otras chicas se levantaron.
-Vamos Danna, hay mucho espacio en la morada.- Le dijo Sine.
-Gracias.- Contestó la rubia observando la puerta de la habitación donde se encontraba Nubia.
Danna habría querido hablar con Aioros, ya no había tenido la oportunidad y sin embargo él ya se había ido a su templo, estaba muy devastado.
-Y pensar que las cosas iban bien Shion...- Respiró hondo la diosa, Shion la miró, ni que decir sobre todo eso.
-Es verdad, pero sólo nos queda descansar el día de hoy, mañana nos pondremos atentos a los hechos, más que hoy.
-Sí Shion, pero creo no podré dormir muy bien.
-Debería intentarlo o le hará mal.
Saori se alejó de su trono, pasó sus manos por su cabello enredado, apenas estaba recordando que desde que llegó al Santuario sólo se había cambiado la ropa mojada.
-Iré a tomar un baño, tal vez eso me calme.- Dijo Saori.- Que descanses Shion.- Shion hizo una leve reverencia y en un par de segundos, Saori ya había ido a sus aposentos.
Shion miró a Shaka y Milo, al parecer la tensión entre esos dos aún no estaba tranquila, ambos eran rencorosos.
-Esta noche será muy larga, sólo espero que no haya más problemas.- Dijo para sí Shion.
***
Minutos después...
Templo de Géminis
Dione y sus hijas habían llegado al templo apenas, para calma de Dione, ellas ya estaban dormidas y no harían preguntas hasta la mañana siguiente. Ella cargaba a una de ellas mientras que Kanon a la otra gemela, en todo el camino él no dijo nada y Dione respetó su silencio.
Ambos depositaron a las niñas en la cama. Dione estaba terminando de arroparlas cuando vio que Kanon había salido de la habitación así que fue tras él.
Kanon no se sentía cómodo en ningún lugar de ese templo, cada rincón le recordaba a Saida. ¿Por qué la vida le jugaba así? Su rostro estaba cada vez más clavado en su memoria a pesar de que deseaba lo contrario, eso le estresaba...su cabello, sus ojos, su boca, su piel...si se quedaba más tiempo ahí se volvería loco, tenía que salir.
-Kanon...¿A dónde vas?.- Preguntó Dione al ver que Kanon estaba por salir del templo.
-No quiero estar aquí Dione.- Respondió sin mirarla.
-Sabía que dirías algo así, ahora me siento tonta por preguntar.- Dijo algo apenada, esperando que la actitud de Kanon fuera cambiando un poco, algo muy difícil.- Quiero suponer que no deseas hablar sobre ella...
-No.- Contestó tajante.- No quiero ni hablar de ella ni nada...estar aquí me asfixia, todo tiene su esencia.- Kanon apretó los puños, ahora recordaba sus risas por el templo...eso lo hizo bufar.- Me voy Dione, no quiero que me esperes.
Kanon siguió avanzando hasta que salió por completo del templo y de ahí, bajó los escalones con mucha prisa.
Dione exhaló hondo, eso parecía una pesadilla para todos y de alguna manera, el ver el dolor de Kanon y de Saida bajo la lluvia era un recuerdo que le había pesado durante años, cuando Saga creyó que lo estaba engañando con Aioros, justo cuando los dos eran muy felices.
***
Haziel había llegado junto con Mary Anne a casa de Eufrosine, donde se estaba quedando a vivir desde hace meses. Mary Anne observó el exterior de la casa, las luces estaban apagadas, lo que significaba que no había nadie. Ella arrugó la frente y miró su reloj, Sine no demoraba demasiado en llegar y ya era tarde.
-Fue extraño lo que ocurrió en la tarde.- Mencionó Haziel capturando la atención de Mary Anne.
-¿Qué ocurrió?
-No estabas enterada por lo que veo...hubo un ataque en el centro, afortunadamente no hubo heridos pero fue muy extraño, nadie sabe realmente que ocurrió o quienes eran pero no era algo normal.
-Y...¿Sabes si había personas defendiéndose de ellos?
-De eso ya no me enteré bien, estábamos preocupados de que no se acercaran a atacar al hospital.
Mary Anne comprendió entonces y pareció quitarse un peso de encima, tal vez por eso le habían marcado a Camus, para darle la noticia y posiblemente necesitaban de su ayuda...debía ser eso.
Haziel se percató de que Mary Anne se tranquilizó de repente lo que llamó más su curiosidad.
-Entonces fue por eso...-Dijo ella en voz baja.
-¿Qué?
-Eh...nada.- Dijo al darse cuenta de que Haziel sí la había escuchado.- Gracias por traerme a casa, estoy muy agradecida.
-Y yo estaba preocupado pero me alegra haberte encontrado a tiempo.
-¿Cómo?...¿Sabías donde estaba?
-N-No....te dije que fue coincidencia, sólo eso....no me expresé bien.-Compuso.
-Bueno, aun así gracias...-Mary Anne le sonrió y abrió la puerta, enseguida Haziel se bajó del coche también y avanzó hacia Mary Anne.
-Mary Anne...
-¿Sí?.- Preguntó desconcertada, claramente se veía que Haziel quería decirle algo, todo el camino estuvo así pero no se había atrevido a preguntarle.
-¿Hasta cuándo?
-¿Eh?...¿Qué quieres decir con eso?
-¿Hasta cuándo dejarás que él te haga estas cosas?
Mary Anne se mordió los labios, no quería confrontaciones y menos si se trataban de Camus.
-Camus no lo hizo a propósito, estoy segura de que él me dejó en el restaurante porque fue a revisar el altercado de Atenas.- Haziel inmediatamente frunció el ceño con aire irónico.
-¿Y él qué podía hacer al respecto?.- Preguntó muy sarcástico.
Mary Anne se quedó con la boca abierta, había hablado de más, había olvidado que Athena y los caballeros eran un tema ajeno para Haziel.
-No...nada podría hacer...supongo que el cansancio me hace decir tonterías.- Soltó algunas risillas algo nerviosas.- Pero en serio, no fue por burlarse de mí, estoy segura de ello y Haziel...te pediría de favor que no vuelvas a pensar mal de Camus, él es muy bueno conmigo....yo le importo...
Haziel se quedó callado, no tenía caso seguir con ese tema, Mary Anne siempre defendía a Camus y también él no estaba cien por ciento seguro de la realidad, sólo se basaba en lo que Denirha le decía aunque esta ocasión, ella había tenido razón.
-De acuerdo...te dejo descansar, me siento mejor sabiendo que ya estás en casa.- Le sonrió y Mary Anne asintió.
Haziel se alejó de ella y regresó a su coche, al final se despidió con la mano alzada y fue correspondido por Mary Anne quien observó como él se retiraba. Acto siguiente, Mary Anne comenzó a buscar las llaves de la casa en sus cosas.
-Mary Anne...-La francesa escuchó una voz detrás de ella, inmediatamente se giró y dio un brinco hacia atrás.- Que bueno que te veo...
-¿Sienna?...¿Pero qué te pasó?.- Preguntó muy preocupada al verla con rasgaduras en su piel y con el semblante pálido.
-Te mentiría si te dijera que sí lo estoy...pero no.-Agachó la cabeza muy desanimada, después de tanto coraje, sus ánimos se agotaron.- Necesito encontrar a Saida...pero no sé por dónde comenzar.
-¿Buscas a Saida?...¿No está en el Santuario?.- Por breves segundos, Mary Anne pudo apreciar el rostro satírico.
-No...y no va a volver ahí gracias a todos ellos.
-Je ne comprends rien...Tienes qué explicarme mejor las cosas...¿No viste a Sine?
-Por supuesto, ella se quedó en el Santuario y creo se va a quedar por más tiempo...por mi parte no quiero saber nada de ese lugar, al menos no ahorita...
-Esto sí que me inquieta.
-Y yo lo estoy más, tengo que encontrar a mi amiga...la bestia de Kanon la lastimó y sabrán los dioses que tanto le dijo.
-¿Tienes alguna idea de dónde podría estar?
-Puede ser...diría que con Ébano, su hermana...pero no creo, tenía entendido que no se hablaban.
-Ese podría ser el primer lugar dónde deberíamos buscar pero si te soy franca, no creo que estés en un estado conveniente como para buscarla ahorita mismo.- Decía al ver a Sienna lentamente, la chica estaba cansada, adolorida y angustiada.
-Pero me preocupa...y ni siquiera me contesta el móvil.-Dijo casi a punto de romper en llanto.
Mary Anne se acercó a ella y la abrazó pero Sienna se quitó de inmediato.
-Discúlpame...¿Te lastimé?.- Preguntó pues Sienna se había apartado por las heridas.
-No pero si duelen.
-¿Y qué fue lo que te pasó?.- Sienna suspiró y volcó los ojos, nada bueno le había pasado ese día.
-Es una historia parte.
***
Camus parpadeaba sin ninguna otra expresión simplemente lo que Denirha le había dicho o más bien, amenazado le había dejado sin palabra alguna...¿Cómo era posible que una mujer como ella existiera en su vida? Aunque quisiera apartarla tal parecía que ella más se aferraba y para colmo, quería perjudicar lo bueno que estaba teniendo con Mary Anne.
Denirha se revisó las uñas fingiendo no haberse dado cuenta que para Camus, aquello había sido un peso molesto.
-Entonces...¿Qué es lo que harás?.- Preguntó rompiendo el silencio.- ¿Te quedarás conmigo o sólo te alejarás de Mary Anne?
-Ninguna de las dos.-Contestó muy cortante.
-¿Qué?...Camus, esto es serio...piensa mejor las cosas.- Dijo incrédula.
-No tengo nada que pensar, ni loco volvería contigo y tampoco pienso alejarme de Mary Anne.
-¿Y por qué no? Tú no la quieres...la lástima y el amor no son compatibles, tú no la amas Camus, no seas tonto.- Denirha puso su dedo índice en el pecho de Camus presionándolo cada vez más. Camus se limitó a mirarla con desprecio.
-Sea como sea, no voy a hacer lo que tú me digas Denirha, no vas a manipularme.- Camus se alejó definitivamente de Denirha, sentía ácido de sólo verla, de escucharla y de saber lo estúpido que había sido en fijarse en una persona como ella.
-¡Camus! ¡No seas un imbécil!.- Gritaba Denirha hecha una furia pero sin moverse de su lugar.- ¡Te vas a arrepentir!.- Le siguió gritando pero sin éxito alguno, Camus ya se estaba yendo de ahí a paso apresurado, había llegado un punto en que había dejado de escuchar a Denirha, había dejado de tener el eco de sus palabras, aunque si tenía cierto temor de que Mary Anne supiera la verdad de la peor manera posible, no deseaba alejarse de ella, no ahora...sólo una persona estaba ocupando su mente, sus anhelos...
-Manne...
***
Kanon ha se había alejado del Santuario, encontró un poco más de calma, tanto por estar retirado de ahí como por haber corrido bastante, ojala se sintiera así por el resto de la noche aunque como el destino había sido tan irónico con él, era mejor no hacerse de esperanzas. Esa noche quería olvidar un buen rato lo que había pasado con Saida. ¿Cómo había podido ser tan estúpido como para permitir que ella se adentrara más en su corazón? Nunca lo había hecho, nunca había querido darse ese lujo "masoquista" y cuando debilitó esa barrera...¿Qué pasó? Le dolía profundamente. Sentía rabia porque ella lo "traicionó" y le mintió, por haberlo engañado tan vilmente pero también sentía coraje consigo mismo por esa necesidad constante, por esa ansiedad que le reclamaba a gritos que la buscara, su piel quería abrazarla de nuevo. Kanon quería olvidar ese sentimiento dependiente y de una u otra forma lo iba a lograr, aunque fuera por momentos.
Por ahí...
-No deberían beber demasiado que no quiero estarlos cuidando.- Decía Tetis con hastío al ver que sus compañeros estaban divirtiéndose.
-No nos arruines la fiesta Tetis, que tenemos que disfrutar de nuestras "vacaciones".- Decía Issac alzando un vaso con whisky. Tenía el brazo encima de los hombros de Eo quien ya estaba durmiéndose.
Krishna negaba con la cabeza, sabía que no era bueno retar a Eo pero peor era que el general aceptara el reto.
-Si lo hago es porque la última vez, se perdió Bian y el señor Julián terminó castigándonos.- Replicó Tetis molesta.
-¿Qué yo que?.- Preguntó Bian también poco sobrio.- Yo no me perdí...ustedes me perdieron.
Tetis puso la mirada en blanco.
-Menos mal que tú y yo estamos estables.- Le dijo Krishna a la rubia.
-Sí, y que bueno que Kasa y Sorrento no están aquí de lo contrario sería una carga mas...y lo digo por Kasa.
Krishna asintió.
Pronto, alguien entró al lugar y Krishna por curiosidad se giró a ver a la persona. Se sorprendió de saber quién era y tocó a Tetis en el hombro con su dedo.
-Mira quien está ahí.
-¿Quién?.- Tetis miró al mismo lugar que Krishna y se sorprendió de igual manera, Kanon estaba ahí.
Kanon iba directo a sentarse en una mesa desocupada cuando vio a personas conocidas en una mesa próxima.
-¿Ustedes?.- Preguntó y estuvo dispuesto a irse del lugar. Todos debían considerarlo un traidor y mentiroso y lo que menos quería escuchar en esos momentos eran sermones y críticas.
-Espera Kanon.- Dijo Krishna acercándose a él.
-No quiero pelear con nadie, déjame en paz Krishna.
-Nadie va a pelear contigo.- Dijo Krishna y de inmediato, Issac soltó a Eo y este casi se cae de no ser por Tetis.
-¡Tú!...¡¿Cómo te atreves a venir aquí?!.- Exclamaba borracho. Kanon puso cara irritable.
-Te lo dije.- Le dijo a Krishna.- Issac, vete a beber otra botella de lo que sea que estés tomando, a mí déjame en paz.
-¿Me estás gritando?.- Isaac se fue acercando a Kanon peligrosamente.
Krishna se puso entre ambos. Tetis dejó bien acomodado a Eo sobre la mesa y también fue hacia ahí.
-No se peleen o nos correrán a todos.- Decía Tetis.
-Yo vengo aquí a tomar.- Dijo Kanon molesto.
-Pues yo también.- Gritó Issac.- ¿Y sabes qué...? Tengo ganas de pelear con alguien....-Se preparaba para pelear. Kanon harto y con mucho coraje sentía que debía desquitarse aunque fuera con él.
Tetis se llevó las manos a la cabeza, aquello sería un caos.
***
Mary Anne le llevaba una taza de té a Sienna, ella aún estaba alterada por las circunstancias. Sienna estaba viendo una película de terror, esperaba que con eso se relajara, prefería no dormir por miedo a que fuera por coraje.
Sienna estaba acostada en el sofá con una cobija cubriéndola. Mary Anne no se sentía a gusto con ese tipo de películas así que prefería no mirar demasiado, sólo fue a darle la taza de té.
-Toma, espero que esto te haga sentir mejor.- Sienna tomó la taza de té con cuidado.
-Gracias y ojalá me sirva...-Comenzó a darle un sorbo despacio.
-Deberías intentar dormir en vez de ver...estas cosas.
-Necesito distraerme, no podré dormir de todas maneras.- Sienna quitó una parte de la cobija.- ¿Quieres sentarte?
-No, prefiero acostarme en la recámara, no me gustan esas películas....espero no te moleste.
-No, está bien, tú si puedes descansar...no hay problema.
-¿Estarás bien?
-Sí, si hay algún problema te avisaré.
Mary Anne se alejó de la sala con dirección a la recámara pero en ese trayecto, tocaron la puerta. La francesa creyó que se trataba de Eufrosine y fue inmediatamente a abrir.
Mary Anne abrió la puerta y casi se va de espaldas al ver de quien se trataba.
-Hola Manne.- Dijo Camus con voz agitada.
-C-Camus...¿Todo bien?.- Preguntó, no sabía por qué Camus había ido hasta ahí ni porque estaba tan cansado.
-Sí, sabía que no te encontraría en el restaurante así que vine inmediatamente para acá.
-Pero...¿Y ese asunto que tenías que resolver?.- Preguntó curiosa.
Camus de recordar a Denirha y lo que ella le había dicho le dio una mezcla de rabia y temor.
-No era nada importante después de todo, por eso vine a verte de nuevo...discúlpame por haberte dejado sola.
-No hay problema...yo pensé que habías ido a ver lo que había sucedido en Rodorio.- Camus enarcó una ceja.
-Me enteré de un incidente pero...¿Por qué tendría que haber ido a ver eso?
-Porque tus compañeros y Athena estaban ahí.- Camus se sorprendió, como no había ido al Santuario por la tarde ni ahorita, no estaba enterado de nada.
-No tenía idea.
-Si quieres puedes ir a averiguar qué pasó realmente, yo estoy con Sienna.
-Sí, tengo que ir...¿Quieres venir conmigo?
Mary Anne tragó saliva, estaba emocionada de nuevo.
-¿Quieres que te acompañe?...Me gustaría pero...Sienna...
-Por mí puedes ir.- Mary Anne se dio media vuelta y vio a Sienna cubierta en la cobija.- Yo fui por algo de comer y escuché eso, no fue apropósito...hola Camus.
-Hola Sienna...¿Por qué estás aquí?
-Prefiero hablar de física cuántica que de eso, ustedes pueden ir al Santuario, yo estaré bien sola.- Dijo sonriendo.
-¿De verdad?.- Preguntó Mary Anne.
-Sí.
Mary Anne fue a cambiarse rápidamente, se colocó ropa más caliente y pronto salió de la casa junto con Camus.
***
Tetis estaba aburrida de nuevo. Si antes iba a presenciarse una pelea en ese lugar entre Issac y Kanon, ahora se presenciaba algo diferente.
-Te dije que tenía mejor rendimiento que tú.- Dijo Issac bebiendo más whisky.
-Apenas voy comenzando.- Dijo Kanon bebiendo el quinto vaso de whisky.
Ellos dos iban a pelearse anteriormente pero Issac propuso lo de los retos de alcohol y la pelea fue cosa del pasado, ahora ambos bebían como si no hubiera aun mañana.
-Era mejor cuidar de tres...ahora hay que cuidar de otro más.- Dijo Tetis bostezando.
-Será mejor que nos vayamos o será peor.- Dijo Krishna.
-Podríamos llevarnos a Eo, Bian e Issac...¿Y qué hacemos con Kanon?
-Llevarlo al Santuario, no creo que el señor Julián esté feliz de verlo.
-Ni yo...
-Tengo una idea.
-¿Cuál?
-Uno de nosotros se llevará a los tres en taxi mientras el otro cuida de Kanon.- Explicaba Krishna.- Yo podría llevármelos hasta la mansión y después vendría por ti para dejar a Kanon en el Santuario o al menos cerca de este.
Tetis abrió la boca y puso una mano sobre su pecho.
-Sugieres que me quede con Kanon...¿Cuánto tiempo tardarás en regresar?
-¿Hay algún problema?
-No, en efecto...tu idea es buena y no veo otra mejor, sólo espero que no tardes.
Krishna y Tetis sacaron poco a poco a Eo y a Bian y los dejaron sentados en la banqueta mientras iban por el tercero.
-¡Yo no me quiero ir!.- Se quejaba Issac.
-¡Yo no quiero que se vaya!.- Lo defendía Kanon. Krishna jalaba a un necio Issac mientras que Tetis jalaba a Kanon.
-Tenemos que irnos ya, ya no tenemos dinero.- Dijo Krishna manteniendo la serenidad.
-Pero yo quiero seguir divirtiéndome con mi amigo Kanon.
-¿Amigo?.- Preguntó incrédula Tetis.
-Será en otro momento, el señor Julián se enojará si no nos ve en la mansión.- Insistía Krishna.
-Pero...pero...¡Yo no quiero ir!.- Se ponía más necio. Krishna tuvo que optar por el plan B. El general golpeó en la cabeza a Issac y este cayó desmayado.
-¡Eso no se hace!...Tendrá qué llamar a su abogado.- Decía Kanon queriendo defender a Issac pero Tetis lo jaló más del brazo.
-Ven a sentarte, así podemos platicar.- Le dijo firme mientras Krishna sacaba a Issac desmayado y se llevaba a los otros dos generales directo a la mansión la cual estaba retirada del lugar.
***
Templo de Virgo.
Shaka había regresado a su templo. Shion había visto la tensa atmósfera que tenía con Milo así que prefirió cambiar a Shaka y dejar a Afrodita custodiando el templo.
Shaka vio a Agora y a Shiva sentados, lo estaban esperando y claramente estaban desconcertados por los rumores que ya se propagaban, habían esperado que Shaka fuera quien les dijera la verdad exacta.
-Mi señor Shaka...¿Hay problemas en el Santuario?.- Preguntó Agora.
-Sí...todo indica que hay enemigos cerca.- Explicaba seriamente.- Mañana tendremos que seguir recabando información sobre todo lo sucedido, debemos estar alerta mientras tanto, podría haber la posibilidad que vinieran a atacar el Santuario.
-De eso no hay problema, Agora y yo podemos vigilar el templo mientras usted descansa.- Decía Shiva amablemente. Shaka lo miró y recordó de inmediato que había un tema pendiente por hablar con él.
-¿Y tú dónde estabas metido?.- Preguntó Shaka esperando una respuesta.
-¿Yo?.- Shiva parpadeaba de par en par, no se esperaba algo así.
-Sí, tú...te perdiste casi un día completo.
-Yo...fui a ayudar a alguien.- Dijo nervioso. Shaka alzó una ceja. Esperaba escuchar más de Shiva pero este permaneció callado.
-¿Y si mejor cenamos?.- Añadió Agora tratando de disolver aquella conversación pero el problema era que cuando a Shaka se le cruzaba un tema pendiente por resolver, lo hacía en el momento justo.
-Quiero hablar con Shiva un momento Agora.- El discípulo al escucharlo no tuvo más objeción que marcharse haciendo una reverencia.
Shiva se sintió raro, estaba sentado en la sala de Shaka y este estaba dando vueltas por su alrededor, como detectando señales extrañas en él. Shaka no sabía por qué Shiva parecía estar ocultando algo pero como mencionó Agora por la mañana, podría estar enamorado y ni cuenta se había dado.
-¿A dónde fuiste Shiva?.- Preguntó Shaka son dejar de dar vueltas por toda la sala.
-Pues...ya le dije, a ayudar a alguien.
-¿Puedo saber a quién?
-Pues...
-Te estás volviendo rebelde Shiva...
-¿Yo? ¿Rebelde?.- Preguntó incrédulo Shiva, puso cara de ir en la montaña rusa.- No me diga eso mi señor, yo no podría volverme un rebelde.
-Entonces deberías contestar lo que te estoy preguntando.- Shaka puso ambas manos detrás de su espalda, hablaba tranquilamente pero percibía que su discípulo no andaba nada cómodo.
-Es que...es que...
-Agora me dijo que podría ser que estás enamorado...¿Es eso cierto?
Shiva apretó las manos.
-Agora chismoso.- Murmuró.
-¿Qué dijiste?
-Que Agora exagera mi señor...las cosas no son como creen.- Dijo riendo de nervios. Debía suponer que Agora mencionaría aquello pero no pensaba que Shaka le cuestionaría de esa manera.
-¿Agora mintió?
-N-No...bueno, si hay una chica que me gusta mi señor.- Mintió. El pobre ni podía dormir de pensar tanto en ella.
Shaka lo miró dudoso y después de varios minutos, suspiró y puso una mano en el hombro de Shiva.
-No hay problema si alguien te gusta o si estás enamorado Shiva...tampoco podría prohibirte algo así.- Le dijo muy calmado, Shiva sentía más alivio.- Si te hacía todas estas preguntas es porque no me gusta que me mientan o me escondan las cosas.
Shiva exhaló poco a poco y después sonrió casi contagiando a Shaka.
-¿Está bien enamorarme?
-Por supuesto, el amor es un sentimiento puro y verdadero sólo que no me gustaría que este tipo de sentimiento te distrajera de tus actividades.
-Claro que no mi señor, de ninguna manera.- Dijo Shiva levantándose y haciendo una leve reverencia.- No volveré a escapar de esta manera.
-Me alegra escuchar esto y sobre la chica...¿Quién es?.- Preguntó intrigado. Shiva sonrió casi sonrojado y cuando estaba por contestar, Shaka lo interrumpió.- Quisiera conocerla...puedes traerla al templo en estos días.
-¿Estos días? Pero...¿Por qué?
-Es bueno conocerla o saber de quién se trata...¿La conozco?.- Shiva sintió con la cabeza y Shaka se puso a pensar. Si él la conocía, tal vez se trataría de Eufrosine o de Sory quienes se paseaban más por el templo. Ojalá fuera alguna de ellas porque si no su discípulo tendría problemas con alguien más.- Debe tratarse de una mujer de bien, seria y educada...y yo quiero comprobar eso.
-¿Quiere que la traiga a comer?
-Buena idea, así sabré quien es pero recuerda...entre antes mejor...y Shiva, si en verdad te interesa esta chica, no dudes en tus atenciones...debes ser educado, gentil y atento.
-¿Y detallista?
-Claro, por supuesto...nunca te rindas si en verdad crees que podrías tener algo serio con ella y sobre todo, que ella valga tus esfuerzos.
-Estoy más que seguro de eso mi señor.- Sonreía de oreja a oreja al imaginarse el rostro de Ambrosia.- Me agrada mucho escuchar sus consejos, usted debe ser todo un maestro del romance.
Shaka sintió eso como un sarcasmo pues era todo lo contrario pero no dijo nada.
-Puedo aconsejarte mucho Shiva, tú no te rindas ante el amor.
-Gracias...¿Quiere que le lave la ropa?
Shaka le dio unas palmaditas en la espalda, debía indicarles firmemente que eran sus discípulos, no sus sirvientes.
-No Shiva, está bien...ve a descansar.
Shiva hizo caso y se fue de ahí para descansar.
Shaka no podía creer todo lo que había dicho, le estaba dando lecciones de romance a Shiva, se sentía orgulloso, ojalá Shiva fuera muy feliz en esa posible relación lo que le hizo volver a cuestionarse...¿De quién estaba interesado Shiva?
***
-¿Seguirás bebiendo así hasta que tu sangre se intoxique?.- Preguntó Tetis. Kanon seguía bebiendo pero ahora extrañamente lucía más serio que cuando estaba Issac, incluso lucía más sobrio.
Kanon miraba el filo del vaso antes de beber el contenido lentamente.
-Estoy en un momento en que no me importa nada.- Hablaba con amargura.- Puedes irte si lo deseas, yo estoy bien.
-No me iré.
-¿Por qué no?.- La miró fijamente.
-Por lo que hice, sería una pérdida de tiempo explicar todo.
-Lo sé pero eso...no es razón para dejarte así.- Kanon negaba con la cabeza.- Fuiste compañero de batallas y aprendí mucho de ti, lejos de haber engañado a todos...te tengo admiración.
-Si claro...gracias, es lo que esperaba escuchar.- Dijo sarcástico.
-Vamos Kanon, deja de portarte amargado...mejor cuéntame qué te ocurre.
-No querrás saber.
-No habría preguntado, debe ser algo grave para que estés así...¿Te preocupa algo?
-No...estoy enojado.
-Mejor, te hace bien desahogarte.- Kanon la miró largamente, dudaba en contarle la versión real de los hechos, después de mucho tiempo volvía a ver a sus ex compañeros y de todos ellos, con quien se llevaba mejor era con Tetis hasta el punto en que llegó a gustarle.
-¿Y ustedes qué hacen en Atenas?
-El señor Julián vino por unos negocios, además hubo un ataque extraño y quiso que viniéramos a averiguar pero como no encontramos nada él nos dijo que estuviéramos al tanto pero a Eo, Issac y Bian les pareció divertido tomar...estaremos en problemas, se supone que debíamos estar vigilando.
Kanon recordó todo. El ataque, los enemigos extraños, ese sujeto que utilizaba a Saga...y Saida. ¡Era una maldición!
-El motivo de que yo esté aquí es parecido.
-Pues yo me estoy aburriendo de ver a todo mundo beber y Krishna apenas debe estar a menos de la mitad del camino...si la historia es larga, tenemos tiempo de sobra.
Kanon dejó el vaso sobre la mesa y se giró más a Tetis.
-Está bien...así podrás decirme que piensas de todo esto.
***
Mary Anne y Camus seguían caminando, faltaba un poco para llegar al Santuario y las calles estaban despobladas además del frío clima. Ella estaba cruzada de brazos compartiéndose calor. Su rostro estaba helado y constantemente miraba si Camus tenía tanto frío como ella...pero para nada. Camus caminaba como si no le afectara el clima, incluso llevaba menos ropa que Mary Anne.
-Oye Camus...¿No tienes frío?.- Preguntó para quitarse la duda de la cabeza.
-No, de hecho considero que la temperatura es agradable.
-¿Qué?.- Preguntó mirando a Camus como si este dijera una locura...y si lo era, para todos menos Camus y sus discípulos.
-¿Qué pasa?
-No hablarás en serio, yo estoy temblando de frío.- Dijo Mary Anne y Camus la observó mejor, había sido algo desconsiderado. Estaba tan pensativo que no tuvo el tacto para entender porque Mary Anne preguntaba si no tenía frío.
-Lo siento, es que yo estuve viviendo mucho tiempo en Siberia y me acostumbre al frío.
-Eso explica todo, de todas formas eres el caballero de Acuario.- Sonrió.- Y tienes técnicas de hielo...¿No?
-Sí...Recuerdas eso.- Dijo sonriendo levemente. Mary Anne asintió.
-Recuerdo que me lo dijiste tú y los demás pero nunca te he visto peleando ni mostrando tus habilidades.
Camus se ponía serio de nuevo, la ocasión en que lo pudo haber visto pelear había sido cuando ella estaba en el hospital por su reciente accidente. Él miró suavemente a Mary Anne. Ella hora estaba viendo el cielo mientras se acomodaba más su gabardina al cuello.
Camus se detuvo y por ende, ella también pero estaba desconcertada.
-Manne...te mostraré algo.
-¿Cómo? ¿Qué quiere mostrarme?
-Algo sencillo...mira con atención.
Mary Anne hizo caso a lo que el caballero le dictaba. Camus estiró un brazo en dirección a ella. Mary Anne no podía entender que era lo que quería mostrarle pues su mano estaba vacía...hasta que de ella empezó a salir un tipo de vapor helado. Mary Anne pestañeaba de par en par, no podía apartar la vista de enfrente, era algo mágico. Camus elevó un poco más su cosmo y el vapor frío fue creando una figura hasta hacerse sólida. Camus tomó lo recién creado con su mano, se trataba de una rosa de hielo, perfectamente detallada.
-¿Es hielo?.- Preguntó acariciando los pétalos de la rosa con mucha delicadeza.
-Sí...¿Te gusta?
-Es hermosa, no pensé que pudieras hacer esto.- Dijo admirando la rosa.
-Es fácil sin embargo nunca lo había intentado.- Le dijo y le extendió más la rosa.- Il est un cadeau pour vous.
Mary Anne entendió perfectamente lo que le dijo: "Es un regalo para ti".
-¿De verdad? Gracias Camus pero soy muy descuidad y podría romperla.
-Esa es la mejor parte, no se romperá ni se deshará...
Aunque Mary Anne no creyera mucho lo que le decía, tomó la rosa con mucho cuidado.
-Merci Camus...muchas gracias, es el regalo más bonito que me han dado.- Dijo muy feliz y agradecida.- Camus la siguió admirando, ella tenía de nuevo esa sonrisa en el rostro que tanto había extrañado, esa que veía todos los días cuando recién la conoció. No podría sentirse mejor que ahora.
Camus se acercó a ella mirándola fijamente. Mary Anne se perdió en su mirada, estaba temblando de frío, de nervios y su corazón saltaba al presenciar a Camus tan cerca, estaba por besarla pues él iba bajando más su rostro y ella cerró los ojos, otra vez besaría los labios de Camus.
-Es de hielo también.- Dijo un susurro.
Camus al escucharlo se detuvo y se mantuvo alerta. Mary Anne aún tenía los ojos cerrados y ya sentía que Camus se estaba tardando demasiado en besarla. Abrió sus ojos y él estaba buscando a los alrededores.
-¿Qué buscas?.- Preguntó y Camus le indicó que guardara silencio.
-Sea lo que sea, no te apartes de mí.- Le dijo y le tomó la mano firmemente y siguieron caminando con cautela a la vez que iban seguidos con discreción.
***
Tetis tenía expresión de infarto, había escuchado toda la versión de Kanon y hasta un trago pidió para beberlo durante la explicación. Kanon suspiró cuando terminó su versión y miró a Tetis.
-¿Ahora entiendes todo?.- Preguntó toscamente.
-Pues...sí, entiendo ahora.- Ella se quedó callada por varios segundos antes de volver a hablar.- Aunque, me resulta increíble.
-¿Qué?
-Que te hayas encariñado con alguien al punto de beber para querer olvidarla.- Kanon enarcó una ceja con indiferencia.
-No estoy bebiendo por ella, estás equivocada.
-Pues yo creo lo contrario, me parece que eso es lo que más te dolió, no tanto el ataque o los problemas que se avecinan, sino porque crees que ella te mintió.
Kanon frunció el ceño hostigado.
-¿No crees que sea verdad todo lo que pasó?
-Prefiero no llegar a una idea clara, hay que tener varias posibilidades porque ciertamente puede que haya un engaño de por medio y no precisamente de ella.- Expresaba la rubia y Kanon se carcajeó.
-¿Un engaño Tetis? Eso no es posible...ella es la mentirosa, nadie puede haberla tomado de víctima para su propio beneficio.
Tetis alzó los hombros sin dejar de mirar a Kanon.
-Es posible, tú lo hiciste.- Kanon dejó de reír de golpe y se puso serio, sabía perfectamente a lo que se refería Tetis.- Tú engañaste al señor Julián Solo, al mismo Poseidón para un beneficio y no sólo eso, engañaste a todos...¿Qué te hace pensar que no hayan hecho eso con ella?.- Kanon debía considerar aquello sin embargo le era difícil ya sea por el coraje o por el alcohol que nublaba su mente cada vez más.- Yo no la conozco pero por todo lo que en breve me has contado, no deberías juzgarla hasta no tener todas las pruebas que te indiquen que ella le mintió a todos.
-No la voy a buscar y sí, buscaré cada prueba necesaria para comprobar sus mentiras y cuando las tenga...le haré pagar por todo.- Tetis negó y luego Kanon se levantó y estuvo a punto de caerse pero se mantuvo en equilibrio.- Mejor me voy, ya no tengo mucho dinero.
-¿A dónde irás?.- Preguntó levantándose también.
-A donde sea menos al Santuario.- Iba directo a la salida.
-¿Qué? Pero ahí estarás mejor.- Lo iba siguiendo hasta que estuvieron afuera.- Kanon, esperemos a Krishna para que podamos llevarte con el chofer del señor Julián...te llevaría yo pero si te quedas dormido no podré cargarte.
-No...mejor me quedo dormido aquí en la calle.- Reía.
-Muy gracioso.
-El buen humor es lo único que me queda.- Sonrió de oreja a oreja.- Y ya que hablamos de decepciones...¿Cómo te va con Julián?
-¿Ju...Julián?
-Estabas enamorada de él, no me lo niegues.
-Es admiración y lealtad, es el dios Poseidón después de todo...y si estuviera enamorada de él, jamás me haría caso.
-¿Y por qué no? Eres bonita.- Tetis se puso roja al escucharlo.- Cualquier hombre quisiera andar contigo.
-Pero él no, él está enamorado de su esposa...Anfitrite y ya se aferró a buscarla...¿Y a qué te refieres con que cualquier hombre quisiera andar conmigo?
-Pues ya te lo dije, eres bonita.
-Gracias pero hablas como si a ti te gustara.
-¿Lo dudas? Soy hombre y sé reconocer la belleza femenina...hace tiempo que me gustas.
-Me quedó claro en ese entonces porque me besaste.
-Sólo fue una vez y nada más.
-Y porque no estabas enamorado.- Kanon la miró duramente, era inevitable no pensar en Saida.
-No estoy enamorado.- Dijo haciéndose creer eso, era difícil contradecirse.- Pero...
Kanon se acercó a Tetis y sin pensarlo dos veces, tomó su rostro con una mano y con la otra la estrechó hacia él.
-K-Kanon...¿Qué haces?
-Voy a besarte.- Le dijo y la besó vorazmente pero en ningún segundo, dejó de pensar en los besos que le daba a Saida, ojalá fuera ella.
El beso fue extendiéndose más y más, a cada segundo era más apasionado.
***
Camus y Mary Anne seguían caminando y él aún estaba alerta, los seguían desde hace minutos y cada vez estaban más cerca, podía sentir sus cosmos. Su preocupación en esos instantes era Mary Anne, no quería que la lastimaran en dado caso que quisieran pelear con él y el Santuario aún se encontraba lejos, posiblemente si avanzaban más los atacarían, era mejor poner a Mary Anne a salvo.
Camus cambió de dirección como lo hizo cuando estaba con Hyoga y caminó más rápido.
-¿A dónde vamos?.- Preguntó ella tratando de seguirle el paso a Camus.
- A resguardarnos.- Dijo cortante sin detenerse.
Mary Anne quería preguntar demasiado, ya tenía la sospecha de que estaban escondiéndose de alguien. Analizó su mano, la que estaba siendo sostenida por Camus, a diferencia de la suya...la piel de él estaba caliente a pesar del frío. Miró la flor que Camus le había dado, seguía conservando su figura. ¿Sería cierto que no se derretiría ni rompería? De cualquier forma, la cuidaría muy bien y esperaba que con todo ese ajetreo, no la perdiera ni le pasara todo aquello.
Más adelante se detuvieron en un hotel de paso. Camus pidió una habitación y enseguida le entregaron la llave, cuando se giró a ver a Mary Anne ella tenía cara de salir huyendo de inmediato, quería gritar.
-No es lo que parece, alguien nos está siguiendo y es mejor estar en un lugar cerrado.- Dijo algo apenado por la situación, se sentía incomodado por aparentar otra cosa.- Como ya es tarde no te pude llevar a un lugar concurrido y si vamos al Santuario podría ser un error...prefiero que estés en una habitación donde puedas esconderte mientras yo te pueda defender más fácilmente, no quiero que salgas huyendo o te harán daño.
-N-No hay problema...está bien.- Dijo nerviosa. ¡Estaba con Camus en un hotel! Aunque no fuera con esa intención, el pensamiento de estar con él se le cruzó con la cabeza, se sentía sonrojada por eso.
Los dos fueron a la habitación y Camus se asomó por la ventana a ver si observaba algo, luego cerró la puerta perfectamente.
Mary Anne puso la rosa sobre un mueble y no sabía qué hacer, si vigilar también o hacerse la desentendida. Camus la miró, ella estaba parada indecisa.
-Nos quedaremos aquí hasta que lo considere conveniente...¿De acuerdo?.- Ella meneó la cabeza positivamente.- ¿Tienes sueño?
-Más o menos...pero estoy bien, me quedaré despierta.
-No voy a hacerte nada.
-N-No es por eso.- Agitó sus manos con nerviosismo.- Sé que no lo harías.
-Sí...no haría nada que tú no quisieras Manne.- Dijo y volvió a vigilar la ventana.
"¡¿Algo que yo no quisiera?!" Pensó Mary Anne alarmada, eso no la había ayudado a relajarse...eso quería decir que...Si ella quería que algo más pasara...¿Sucedería? ¿O sea que Camus si quería estar con ella? ¡Vaya dilema emocional!
-Y si quisiera dormir...¿No habría problema?
-No...duerme tranquila, si hay algún problema te despertaré y no te preocupes por mí, dormiré en el suelo.- Dijo sonriendo débilmente.
Mary Anne asintió y se acercó a la cama, se quitó los zapatos y apartó las cobijas para luego cubrirse con ellas, no podría dormir teniendo a Camus en la misma habitación y completamente solos, sólo que no quería que él se diera cuenta de lo nerviosa que estaba.
***
Templo de Libra
Kira tenía abrazado a Hikaru y este ya estaba dormido, no había querido despegarse de él desde que llegaron al Santuario, la sola idea de perderlo le daba pavor. Había llorado largamente mientras Dohko no estaba, intentó de varias maneras que su hijo no la viera triste por lo recién sucedido pero era muy difícil.
Ahora ya había regresado Dohko y él quiso hablar con ella pero permaneció un poco distante por ver como abrazaba a su hijo.
Kira se levantó del sofá con su hijo en brazos y fue hacia la habitación de Dohko donde lo dejó en su cama. Ella como bien se sabe, ya no dormía en el templo, se quedaba en la morada y si tenía qué pasar por ahí lo hacía muy rápido, nunca se quedaba más de dos minutos en el templo, hasta esa ocasión.
Cuando Kira salió de la habitación, Dohko estaba a unos cuantos metros frente a ella, observándola con nostalgia, ella no le sostuvo la mirada.
-Ya está descansando, sólo fue el susto...espero haber hecho suficiente para que se distraiga de esto.- Explicaba Kira.
-Sé que lo hiciste, eres una buena madre.- Le dijo sonriendo.
-Gracias...yo...quisiera quedarme a lado de él.
-Puedes dormir en la cama junto a él, yo duermo en el sillón.
-No, no quiero dormir en esa cama.- Dijo muy seria, eso hizo que algo dentro de Dohko le doliera.- Yo dormiré en el sillón, sólo tomaré unas cobijas y si se despierta Hikaru, yo estaré con él.
-De acuerdo...y...sobre lo de hoy, si quieres culparme por no cuidar más de él lo entenderé.
-No te estoy culpando, no es ni tu culpa ni de nadie más.- Dijo apenas mirándolo.- Sé que hubieras hecho todo lo posible por protegerlo, también eres un buen padre.
Escuchar eso, alegró el corazón de Dohko, hizo que una leve esperanza de volver a estar con ella emergiera de lo más profundo.
-Kira...quiero que...
-Dohko, he tomado una decisión.- Dijo completamente seria y mirando fijamente a Dohko esta vez. Dohko más emocionado por dentro puso atención, estaba seguro que las cosas cambiarían.
-¿Qué decisión has tomado Kira?
Kira respiró hondo y apretó los puños, no iba a ser fácil decirlo y mucho menos hacerlo pero creía que era lo mejor.
-Voy a regresarme a China y llevaré a Hikaru conmigo.
***
Mary Anne seguía acostada después de casi una hora. Primero quiso intentar dormir para no pensar en Camus, ahora no podía dormir pensando en los sucesos que han ocurrido a lo largo de su vida, de los que lograba acordarse y eso la llenó de melancolía. Muchas veces había ocultado su tristeza sonriendo y siendo feliz porque veía lo hermoso de la vida y que más adelante, esta se lo compensaría con más felicidad pero con lo del fraude de Denirha con los de su diario, el amor no correspondido de Camus, su accidente y con los cinco años que nunca iba a recuperar le resultaba injusto. Sin sentirlo siquiera, lágrimas salieron de sus ojos y cayeron sobre la almohada.
Camus seguía atento, desde hace minutos ya no sentía los cosmos cerca pero tenía que ser precavido, por eso aún no se marchaba del hotel. Se sentó en un sillón pequeño intentando descansar hasta que escuchó unos débiles sollozos. Por un momento creyó que provenían del pasillo y caminó hasta la puerta sigilosamente pero entonces los sollozos se escucharon por otro lado...en la cama donde estaba Mary Anne.
Observó detenidamente hacia esa dirección y volvió a escucharla, no había duda...estaba llorando. Caminó hasta allá y se sentó sobre el borde de la cama y vio como Mary Anne se secaba sus lágrimas, sintió un vuelco el corazón.
-¿Por qué lloras Manne?
-No estoy llorando.- Negó sin éxito.
-Claro que sí, esas lágrimas no las puedes ocultar además te he estado escuchando desde hace rato...¿Qué tienes?.- Preguntó dulcemente lo que animó a Mary Anne a aceptar su tristeza.
-Estaba recordando mi pasado...todos esos momentos alegres y tristes que tuve y me preguntaba si habré hecho bien en demostrar lo contrario...
-¿Lo contrario? ¿A qué te refieres?
-Muchas veces estuve triste, crecí en un orfanato y a pesar de que muchas veces me lastimaron, yo seguí levantándome y sonriendo como si nada pasara, me esforcé como pude y salí adelante...¿Y qué pasó después?...Estoy llorando en una cama de hotel junto al hombre que me hirió porque perdí cinco años de mi vida en un momento injusto y rápido...-Terminó de decir y rompió en llanto incontenible.
Camus no podía soportar eso y la extensión de la culpa lo invadió. Si él le hubiera correspondido desde antes, lo del accidente jamás habría pasado y ella seguiría feliz. El miedo de que Mary Anne lo odiara por eso le dolía ahora.
Él se acercó más a ella y la abrazó, acostándose encima de ella.
-Me hubiera gustado conocerte antes...antes incluso de que yo me volviera un insensible...yo sufri mucho, tampoco estuve con mis padres y tuve que lidiar con mi vida a muy temprana edad, completamente solo...luego los fuertes entrenamientos y las batallas te hacían pensar que ese quizá sería el último momento de tu vida...comprendí de una manera fuerte que los sentimientos te hacen débil y que nunca debes demostrárselos a nadie pero ahora me arrepiento de no haber estado contigo cuando te conocí, de no haber conocido a una gran mujer con la sonrisa más hermosa que haya visto.- Camus le acarició la mejilla, ella seguía acostada de lado y sentía perfectamente el peso de Camus sobre su costado, sus palabras la hicieron llorar aún más.- Yo también estoy herido Manne pero eres la segunda persona a la que se lo digo.
Camus la tomó de los brazos haciéndola levantarse y luego la abrazó más fuerte y ella lloraba sobre su pecho.
-Desahógate, Mary Anne.- Le dijo Camus mientras la sostenía en sus brazos-. No es el momento de contenerse.
Lo que más deseaba Mary Anne en esos momentos era dejar correr sus lágrimas.
Sentía un profundo agradecimiento hacia Camus por la ternura que le estaba mostrando aquella noche, por decirle que él también estaba herido y por permitirle vislumbrar que detrás de aquella fría fachada se escondía un corazón que en ocasiones se sentía herido, que se rompía o que añoraba las pérdidas. Pero ella no podía ceder ante las lágrimas que la amenazaban. En lugar de eso, se agarró a él con fuerza. Había algo en su tristeza que le hacía romper las reglas, porque ella no quería estar sola aquella noche y sabía que Camus tampoco. Ella no quería que la luz se apagara y que la oscuridad la sumiera en el infierno en el que había estado hacía unos momentos. Él la abrazaba y la acariciaba, pero percibió que esas caricias de consuelo. Sintió cómo los labios de Camus recorrían sus mejillas y pensó que era mucho más fácil hundirse en sus besos que afrontar aquella noche sola y encontrarse con la dura realidad. Quizá se arrepintiera, pero tan sólo quería olvidarse de todo y eso sólo se lo podía proporcionar Camus, el hombre al que quería. Él tomó el rostro de Mary Anne sutilmente y pegó sus labios con los suyos. Introdujo su lengua entre sus labios, su beso fue más largo hasta que se separaron y se vieron a los ojos. Sin decirse nada, ambas miradas querían lo mismo, querían entregarse en cuerpo y alma y él la volvió a besar. Nunca La habían besado así. Camus movía ligeramente los labios sobre los suyos, casi lánguidamente, en claro contraste con el movimiento de su lengua al acariciar la suya y despertar en ella un deseo incontenible que la hizo pegar los labios a los de él con más fuerza, y buscar toda la carga de pasión que él le estaba dejando apenas vislumbrar.
Y él reaccionó bajando la mano por su espalda, sin presionarla, pero emanando un calor que la obligó a moverse y apretarse contra él. Entonces supo que estaba perdida, perdida en la sensación del cuerpo sensual de la dureza de los músculos fuertes y sólidos, de su olor embriagador, de la sensación de sus cabellos entre los dedos.
Mary Anne deseó que el beso durara para siempre. Quería sentirse siempre así, a pesar de que sabía que era imposible.
-Manne...- Había una nota casi de súplica en la voz de Camus mientras sus labios le acariciaban la garganta.- No quiero dormir solo...
Sintió escalofrío por la espalda, era el momento. Ella aflojó los brazos, les estaba permitiendo lo que quisiera. Camus se percató y lentamente le fue desabrochado los botones a la blusa hasta que se deshizo de ella. Admiró en la oscuridad el cuerpo de Mary Anne, era más hermosa de lo que creía. Acarició la piel de su espalda hasta llegar al sujetador, lo desabrochó con cuidado. Mary Anne sintió su senos caer en las palmas masculinas y sintió la intensidad de su deseo mientras los dedos masculinos le acariciaban los pezones suavemente. Camus fue besando su boca e iba descendiendo hasta estar cerca de sus pechos pero ahí se detuvo hasta que ella le sujetó la cabeza y lo guio, hasta que ella colocó la boca masculina donde más la deseaba, le invitaba a besarle los pechos y él comenzó a hacerlo tan delicadamente que más ardían de pasión. Mary Anne sentía una avalancha de sangre hacia sus partes íntimas.
Camus la soltó y la acostó sobre la cama, ahora iba a empezar a desnudarla poco a poco mientras admiraba cada rastro de piel, cada curva. Acarició la cintura de Mary Anne siguiendo el contorno de esta y llegar hasta el pantalón el cual quitó lentamente, ahora la única prenda que la cubría era la pantaleta de encaje, él ya estaba excitado. Se alejó un poco y se desnudó por completo mientras ella lo contemplaba desde la cama, a pesar de la oscuridad, podría apreciarse todo a detalle, se ruborizó de ver a Camus así, todo aquello resultaba sobresaliente, era lo más erótico que Mary Anne había visto en su vida.
Volvió a acercarse a la cama y se dispuso a quitar la última prenda del cuerpo de la chica pero las caricias sobre las piernas de Mary Anne fue algo peligroso, ella sintió cosquillas y empezó a reírse.
-¿Te da muchas cosquillas?.- Preguntó divertido Camus.
-Sí...lo siento.- Dijo aguantándose, concentrándose en no sentir más cosquilleo. Camus fue de nuevo a quitar aquella prenda y ella volvió a reír apartando las piernas por el divertido hormigueo. En ese movimiento algo brusco, golpeó a Camus en la cara con su pie.- ¡Camus!...¿Estás bien? ¿Te lastimé?.- Preguntó angustiada al ver que Camus tenía ambas manos sobre su cara.
-Estoy bien.- Dijo asegurándose de que no saliera sangre de su nariz, el golpe había sido algo fuerte pero sin riesgos.
-¿Quieres que yo me...quite esto?
-No, sólo...relájate y no vuelvas a golpearme.- Dijo riendo y ella volvió a acostarse. Ya más tranquila, Camus pudo deshacerse de la ropa interior...después, le separó las rodillas con los muslos. - No te muevas.- Dijo sutil.
Camus fue colocándose poco a poco sobre ella, entre su intimidad.
Con los ojos muy abiertos, Camus la miró mientras la penetraba despacio con su generoso miembro, hasta que ella gimió y él la sujetó por las caderas para inmovilizarla. La sujetó contra la cama con todo su peso sobre ella, se movía lentamente, tan excitante como si se moviera rápido. Camus la soltó de las caderas y Mary Anne se arqueó hacia él a la vez que le clavaba los dedos en los glúteos. Él la llenaba por completo y la llevó hasta la cota más alta e intensa de placer. Y cada una de las potentes contracciones del orgasmo que debían ser la última continuó una y otra vez.
Él enterraba la cabeza en la garganta femenina y aspiraba su olor, sujetándola con tanta fuerza que el espectro de emociones que Mary Anne había visto en él la cautivó profundamente. Hacer el amor con Camus era la experiencia más intensa, embriagadora y extrema de su vida, la infinita ternura que mostró después fue un auténtico enigma.
Esa noche era para ellos dos y tardaría demasiado tiempo en que ambos terminaran.
***
1:24 a.m
Alguien no podía dormir bien esa noche, mapas bien, no había logrado ese objetivo desde hace horas atrás, sólo había estado sentada en la cama con la espalda recargada en la pared, la mirada perdida y sus brazos abrazando sus piernas.
Ébano apenas y se movía por sus respiraciones, se encontraba en su habitación, en su hogar "humano". Desde horas atrás que se encontró con Saida estaba feliz de verla sufrir, de verla derramar cada lágrima por su fructuoso plan lleno de malicia y odio...pero poco le duró el gusto.
Su cabello largo estaba esparcido por sus costados, sus ojos aguamarina expresaban miles de cosas que nadie podría comprender a simple vista, ella no era una mujer fácil de predecir.
Se sentía con el humor pisoteado, lastimado, ahogado entre otras palabras, cada vez que podía disfrutar de la infelicidad de los demás había algo que le arruinaba todo, y esta vez, algo le arruinaría por más tiempo.
Ébano miraba enfrente, cubierta por la oscuridad...pensando y pensando. Desligó un brazo de sus piernas flexionadas y lo estiró para tomar un objeto que estaba sobre el colchón. Lo observó por varios segundos, tratando de transformar aquello que le mortificaba.
-Esto no puede estar pasando...-Dijo para sí mientras apretaba dicho objeto con su mano y luego la aventaba con fuerza hasta el suelo.
El objeto salió girando por el piso sin romperse de milagro...ese objeto color blanco le había arrebatado su alegría y le había restregado una verdad en su cara...ese objeto tenía dos líneas azules marcadas.
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Hubo varias sorpresas no?...A que no se imaginaban algunas....bueno, yo sé que después de este capítulo tendran una que otra duda así que pueden preguntar lo que quieran jojo...
Los veo en el próximo capítulo!!!
Cuidense!!!
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